El corazón de este pobre hombre "LuisAlberto42" está lleno de herejías, como la de maldecir a Cristo diciendo que es doctrina de demonios la esperanza de la Iglesia de esperar de los cielos a Jesús antes de la Gran Tribulación (1Ts.1:10)
Ese pobre hombre no conoce al Señor.
La encarnación del Señor precisamente tiene como uno de los propósitos lo siguiente:
Heb. 2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;
El mundo venidero nos habla del Reino Milenial.
Es el propósito de Dios que el gobierno de este mundo esté en las manos de un hombre y no de los ángeles.
Heb 2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Adán falló, pero el segundo Adán vivió una vida perfecta, sin pecado.
Dios dio a Adán el dominio sobre toda la creación, pero él falló por causa del pecado. No obstante, el propósito de Dios no ha sido frustrado. Pronto amanecerá el día cuando todo estará bajo los pies de su Amado Hijo.
En el v.9 el Señor está coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Es una referencia a su vida perfecta que lo acreditó como el sustituto sin mancha que podía gustar la muerte por todos. En su Humanidad perfecta él demostró la gloria que Dios quiso ver en todo hombre, pero que fue imposible a causa del pecado.
Heb 1:13 Pues, a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
¿Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
A NINGUNO.
Otro propósito de la encarnación del Señor ha sido la Obra de la Redención.
En la antigüedad, Dios escogió la sangre de los sacrificios como expiación por el pecado (Lev.17:11) de su pueblo, señalando, de esta manera, un Sacrificio mayor, el de su Hijo como el Cordero de Dios.
Los ángeles no tienen sangre.
Además, el Hijo es el Creador de los ángeles.
Y es muy probable que la ignorancia del Hijo como Creador, a las huestes celestiales, haya sido la Humildad del Hijo ocupando un bajo perfil en los días de la creación de todo cuanto existe, para la gloria del Padre.
De modo que cuando llegó el tiempo de hacerlo conocer a las huestes celestiales:
Heb 1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy
Este hecho, haya desatado la soberbia de este personaje:
Eze 28:13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
Probablemente la soberbia del Querubín Protector haya sido generada por su amor hacia sí mismo, hacia el alto lugar que ocupaba por encima de las demás criaturas, y, sobre todo, por el resplandor refulgente que irradiaban sus vestidos ante las sencillas vestiduras de los demás ángeles de menor rango y posición.
Eze 28:14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Eze 28:15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
De acuerdo al versículo 15, existió un día en el cual aquella perfección y hermosura de la criatura, se derrumbó, llegó a su fin.
Y surgió el pecado, la maldad contra el Creador, el profeta Isaías señala esta rebelión así:
Isa 14:14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Pienso en el alto concepto que tenía de sí mismo el Querubín Protector, cuando Dios manifestó a su Hijo.
¿A quién puede llamar Hijo si no es a mí? (Est. 6:6)
En contraste, la Humildad del Señor no cambia (Heb.13:8).
La misma Humildad que manifestó cuando creaba todas las cosas:
Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él.
Col 1:17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Col 1:19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
Es la misma Humildad que manifestó cuando se asumió su condición de Hijo del Hombre.
Su único propósito fue glorificar al Padre haciendo su voluntad...y no olvidemos algo sumamente importante:
Heb 2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Heb 2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Los versículos 17-18 lo presentan como el Gran Sumo Sacerdote. Y esta es la obra que el Señor hace actualmente a la Diestra de Dios a favor de nosotros los creyentes, una obra que también es el resultado de su encarnación. La Persona que está sentada a la diestra de Dios hoy, es el Hijo de Dios, pero no olvidemos hermanos, que también es un Hombre, uno que nos comprende habiendo sufrido aquí en la tierra.
En Cristo.