Saludos EL ÚLTIMO. Daré mi opinión y esperaré la de mi amigo JFB al respecto.
Quítate de la mente que son 1,2,3. NO, no es así. EN REALIDAD SON 2. EL ESPÍRITU SANTO (EL QUE SIGNIFICA LA ENERGÍA QUE IRRADIA JEHOVÁ DIOS, como la FUENTE DE ESE ESPÍRITU SANTO, es una "FUERZA", "PODER", "ENERGÍA" que "BROTA", QUE "SALE", QUE "TIENE", QUE "OSTENTA" EL TODOPODEROSO CON LA CUAL EJECUTA SU VOLUNTAD.
No puedo responder con un SÍ O CON UN NO porque entonces me "metería dentro de un zapato" yo mismo. Porque si respondo sin DETALLAR el significado de lo que es "RUAJ" (ESPÍRITU, FUERZA, VIENTO, SOPLO, ENERGÍA) porque todos esos significados se le atribuyen al vocablo hebreo utilizado como "ESPÍRITU SANTO". Recuerda que la Biblia no se escribió en ESPAÑOL y que hace 3500 años NO se leía "ESPÍRITU SANTO", ni tampoco los apóstoles pronunciaban "HOLY SPIRIT" en inglés. Ellos utilizaban el vocablo griego "pnéuma" correspondiente al "ruaj" hebreo.
De hecho, ese “poder” es básicamente la capacidad de actuar o hacer cosas, y puede ser latente, residiendo inoperante en alguien o algo. Por otro lado, “fuerza” designa de forma más específica la energía proyectada y ejercida sobre personas o cosas, y se puede definir como “una influencia que produce o tiende a producir movimiento o lo modifica”. El “poder” pudiera asemejarse a la energía acumulada en una batería, mientras que la “fuerza” se podría comparar a la corriente que fluye de tal batería. De modo que “fuerza” representa con más exactitud el sentido de los términos del hebreo y griego utilizados con referencia al espíritu de Dios, lo que lo corrobora un examen de las Escrituras.
De modo que el espíritu santo no solo revela y aclara la voluntad de Dios, sino que también da vigor a sus siervos para realizarla. El espíritu actúa como fuerza que los motiva e impele, por lo que Marcos dice que el espíritu “impelió” a Jesús a ir al desierto después de su bautismo. (Mr 1:12). Dicho espíritu actúa en ellos como un “fuego” interior que los hace ‘fulgurar’ (1Te 5:19; Hch 18:25; Ro 12:11), una fuerza de tal intensidad que los capacita para acometer cierta tarea. (Lee Job 32:8, 18-20; 2Ti 1:6, 7.) Reciben el “poder del espíritu”, o “poder mediante el espíritu de él”. (Lu 2:27; Ef 3:16). No obstante, este no es un mero impulso ciego o inconsciente, pues afecta también a la mente y al corazón para que puedan colaborar inteligentemente con la PODEROSA FUERZA que se les da. De modo que el apóstol pudo decir de los que habían recibido el don de la profecía en la congregación cristiana que los “dones del espíritu de los profetas han de ser controlados por los profetas” a fin de mantener el buen orden. (1Co 14:31-33.)
De hecho, Isaías describe a ese PODER de la siguiente manera: "Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová..." (Isaías 11:2)
Saludos.