Juan 5:30
(Ausejo) Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo conforme a lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
(BAD) Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo sólo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió.
(NBJ) Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
(BJ3) Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
(BL95) Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, sino que juzgo conforme a lo que escucho; así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió.
(BLS) "Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Mi Padre me envió, y él me dice cómo debo juzgar a las personas. Por eso yo juzgo correctamente, porque no hago lo que yo quiero, sino que obedezco a mi Padre.
(BNP) Yo no puedo hacer nada por mi cuenta;
juzgo por lo que oigo, y mi sentencia es justa,
porque no pretendo hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió.
(BPD) Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
(Brit Xadasha 1999) No puedo yo de mí mismo hacer algo: como oigo, juzgo, y mi mishpat es justo; porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envió, del Av.
(CAB) Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo conforme a lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
(CAS) Yo no puedo hacer nada por mí mismo, sino que juzgo conforme a lo que oigo al Padre; pero mi juicio es totalmente justo e imparcial, porque no trato de cumplir mi propia voluntad, sino la voluntad de Dios, que me envió. « Los testimonios a favor del Hijo »
(CST-IBS) Yo no puedo hacer nada por mí mismo, sino que juzgo conforme a lo que oigo al Padre; pero mi juicio es totalmente justo e imparcial, porque no trato de cumplir mi propia voluntad, sino la voluntad de Dios, que me envió.