Julio V....los mismos atributos de Dios la Escritura los aplica a su Hijo, lee:
Ascuas de fuego amontono sobre tu cabeza…lee:
Jua_16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Jua_16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Veamos el enfático testimonio del Espíritu Santo
ETERNIDAD:
Atribuida al Hijo en la misma forma que a su Padre Dios:
Isa 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Miq 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Jua 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Jua 1:2 Este era en el principio con Dios.
Jua 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
INMUTABILIDAD:
Atribuida al Hijo en la misma forma que a su Padre Dios:
Mal 3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Sal 102:25 Desde el principio tú fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
Sal 102:26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;
Como un vestido los mudarás, y serán mudados;
Sal 102:27 Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.
Heb 1:8 Mas del Hijo dice:
Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Heb 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Heb 1:10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Heb 1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Por ahora, dos ascuas de fuego:
1. ETERNIDAD
2. INMUTABILIDAD
Y si continúa en su herejía le colocamos dos ascuas más.