Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Veamos si debemos bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Nosotros representamos a Juan el Bautista que bautizaba con agua. Mas el mismo Juan el Bautista dijo: "El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego"
Comprobado queda que cuando bautizamos a alguien, es también bautizado con el Espíritu Santo, porque Juan no bautizaba en el nombre de Jesús, sino que era en representación de limpieza de pecados nada más. Pero la labor del Espíritu Santo es convencernos de pecado y así guiarnos en santidad, en los pasos de Jesús.
En Ezequiel 36:25-27 se nos enseña también que seremos bautizados por agua y por Espíritu: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.
Entonces se debe de bautizar en el nombre del Hijo y del Espíritu Santo.
Esto fue todo un procedimiento. Cuando Jesús estaba aquí, no había bautismo del Espíritu Santo, sino que Jesús bautizaba con su Espíritu. Jesús sopló sobre sus discípulos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo".
El Hijo es el agua viva y es el Espíritu Santo: en Juan 7:37-39, en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”.
Jesús es el mismo Espíritu Santo. Cuando se le explicó a María como concebiría a Jesús, se le indicó que el Espíritu Santo entraría a su vientre y que nacería Jesús y que era Santo.
Cuando sus discípulos no querían que se fuera les dijo: Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros (Jesús con ellos) y estará en vosotros ((el Espíritu Santo en ellos)). No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros (estaos juntos . Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
Jesús dijo que no nos dejaría huérfanos, que vendría para vivir en ellos. Mateo 28:20 y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Jesús prometió que estaría con nosotros por medio de su Espíritu. También dijo: Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Veamos si debemos bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Nosotros representamos a Juan el Bautista que bautizaba con agua. Mas el mismo Juan el Bautista dijo: "El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego"
Comprobado queda que cuando bautizamos a alguien, es también bautizado con el Espíritu Santo, porque Juan no bautizaba en el nombre de Jesús, sino que era en representación de limpieza de pecados nada más. Pero la labor del Espíritu Santo es convencernos de pecado y así guiarnos en santidad, en los pasos de Jesús.
En Ezequiel 36:25-27 se nos enseña también que seremos bautizados por agua y por Espíritu: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.
Entonces se debe de bautizar en el nombre del Hijo y del Espíritu Santo.
Esto fue todo un procedimiento. Cuando Jesús estaba aquí, no había bautismo del Espíritu Santo, sino que Jesús bautizaba con su Espíritu. Jesús sopló sobre sus discípulos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo".
El Hijo es el agua viva y es el Espíritu Santo: en Juan 7:37-39, en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”.
Jesús es el mismo Espíritu Santo. Cuando se le explicó a María como concebiría a Jesús, se le indicó que el Espíritu Santo entraría a su vientre y que nacería Jesús y que era Santo.
Cuando sus discípulos no querían que se fuera les dijo: Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros (Jesús con ellos) y estará en vosotros ((el Espíritu Santo en ellos)). No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros (estaos juntos . Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
Jesús dijo que no nos dejaría huérfanos, que vendría para vivir en ellos. Mateo 28:20 y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Jesús prometió que estaría con nosotros por medio de su Espíritu. También dijo: Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.