Israel vs Palestina: Preguntas dificiles para un problema dificil

Israel vs Palestina: Preguntas dificiles para un problema dificil

  • Isael tiene derecho a la tierra, pues Dios se las dio

    Votos: 79 56,4%
  • israel no tiene derecho a la tierra, pues ellos la perdieron historicamentee

    Votos: 16 11,4%
  • Los palestinos e israelitas tiene los mismos derecho

    Votos: 43 30,7%
  • El mas fuerte debe quedarse con la tierra

    Votos: 2 1,4%

  • Votantes totales
    140
Se me olvido poner...

Shalom!!!
 
http://www.elreloj.com/article.php?id=1064

Liberando asesinos.

Lo absurdo de la demanda de la Administración Norteamericana que exige a Israel la liberación de terroristas convictos como un gesto de buena voluntad hacia los palestinos, es mayor aún cuando se compara con la posición de otros gobiernos que apresaron terroristas que habían actuado en contra de sus ciudadanos. El Primer Ministro Ariel Sharon es criticado por unirse a sus predecesores Rabin y Peres en cuanto a capitular a las demandas norteamericanas. Se establece una conexión entre el incremento de las bajas norteamericanas en Irak y la traición hacia Israel por parte de la Administración norteamericana.

por Emanuel A. Winston

2003-08-29 13:42:00

¿Qué dirían los ciudadanos norteamericanos si el Presidente George W. Bush ordenara una amplia liberación de violadores y terroristas, perdonando a asesinos convictos? Eso es justamente lo que el Presidente Bush le ha ordenado al Primer Ministro de Israel Ariel Sharon que haga como un gesto para construir confianza acia los árabes palestinos, de modo que ellos puedan confiar en que su recientemente nombrado Primer Ministro Mahmoud Abbas (alias Abu Mazen) es capaz de conseguir concesiones de parte de los israelíes.

Cuando George W. Bush era Gobernador de Texas èl rara vez perdonó a asesinos convictos o liberó a otros criminales convictos como un “gesto? hacia el público.

¿Qué líder podría ser tan tonto como para condescender a cumplir con las demandas hechas por el líder de otro país, ajeno al suyo, y que está actuando en pos de sus personales necesidades electorales? ¿Qué líder podría ser tan tonto como para soltar libres a terroristas convictos en el seno de sus propios ciudadanos? Arik Sharon ha cedido a los diktats de la Administración Norteamericana- tal como lo hicieron en su momento, Yitzhak Rabin, Shimon Peres y Bibi Netanyahu. El alto precio de israelíes masacrados fuè el precio que estos líderes débiles y/o corruptos hicieron pagar, con sangre, a los ciudadanos de Israel.

Desde que se firmó Oslo el 13 Septiembre 1993 (como un experimento para la construcción de la paz) más de 1300 israelíes han sido asesinados, incluyendo más de 43 norteamericanos, decenas de miles han sido heridos- muchos mutilados de por vida y muchos niños han quedado huérfanos o han sido asesinados o mutilados. Desde la Guerra del Rosh Hashana (28 Setiembre 2000) de Yasser Arafat,?&.256 terroristas àrabes han sido aprehendidos por Israel por haber asesinado a personas o por haber intentado hacerlo, en 18.546 ataques terroristas àrabes, los que han ocurrido en menos de tres años. Ochocientas veintidós personas han sido asesinadas por terroristas àrabes desde Setiembre 28,2000? (1)

¿Qué nación que se respete a sí misma podría liberar a terroristas convictos, conocidos, sólo por acomodar a otro líder político de una nación extranjera- incluso si esa nación aporta ayuda financiera y tecnológica?

¿Acaso el Primer Ministro de Inglaterra Tony Blair, emitiría un perdón para todos los terroristas irlandeses, condenados y en prisión por matar y hacer explosar a soldados británicos, policías y civiles?

¿Acaso el Presidente de Rusia Vladimir Putin libera a los chechenos musulmanes presos por los actos de terror que cometieron en contra de ciudadanos y soldados rusos?

¿Acaso el Presidente de Egipto Hosni Mubarak libera a los terroristas de La Hermandad Musulmana porque el Presidente Bush de Norteamérica piensa que esto podría ser un gesto hacia todos aquellos terroristas dedicados al radicalismo islámico que actualmente rampea en todas las naciones àrabes?

¿Acaso Perú libera a los terroristas del sendero Luminoso solo porque el Presidente Bush pensó que sería una buena idea?

¿Los alemanes liberarían de prisión a los miembros encarcelados de la banda terrorista Baider-Meinhoff?

El Presidente Bus le ha declarado la guerra, con toda justicia, al terrorismo mundial con la exclusión de aquellos terroristas que asaltan a Israel diariamente.

Ni el Presidente Bush, ni el secretario de Estado Colin Powell, ni los arabistas del Departamento de Estado norteamericano, jamás han ofrecido una liberación de los prisioneros musulmanes talibanes, o de Al Qaeda o siquiera de aquellos americanos que se unieron a los terroristas de Afganistán, retenidos en la Bahía de Guantánamo, en Cuba.

¿Se atrevería Bush a pedirle (o exigirle) a Siria o a Irán que libere terroristas que han atacado a su Gobierno o a su gente?

¿Acaso piensa usted que Bus liberará a esos iraquíes que ahora matan soldados norteamericanos como un gesto polìtico de buena voluntad?

Si su respuesta es No! o Jamás! “ usted estará en lo correcto.

El Mapa de Ruta de Bush NO requiere que Israel libere a terroristas conocidos y condenados. De hecho, la primera fase de la Fase 1 del Mapa caminero, exige que "los palestinos emprendan inmediatamente un cese incondicional de la violencia." El cese del fuego del Mapa caminero NO es contingente con el desempeño israelí en ningún otro aspecto. El Mapa de ruta requiere que el “cese incondicional de la violencia (árabe-palestina)? incluya el “desmantelamiento de sus capacidades terroristas y de su infraestructura?, asì como también el “comenzar la confiscación del armamento ilegal.? No se hace ninguna mención a la liberación de prisioneros palestinos en ninguna de las tres fases de su implementación. La única referencia posible es al Plan Tenet (George, Jefe de la CIA) que hace un llamado a Israel para que libere a palestinos “arrestados en batidas de seguridad y que no tienen asociación ninguna a actividades terroristas?.(2)

Sin embargo, Sharon ha sido instruido por Powell y la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, hablando por Bush, para que libere un mix de mortíferos terroristas, como un gesto de buena voluntad hacia los alborotadores àrabes-palestinos y su Jefe, no Abu Mazen, sino que Yasser Arafat, que continúa liderando completamente la irredenta red terrorista árabe de la OLP desde su “protegido? Cuartel General en Ramallah?. (Digo “protegido? ya que hace mucho tiempo que Israel ha sido instruido de NO apuntar hacia este terrorista archicriminal a menos que USA le suprima cualquier asistencia material.)

A modo de comparación, los militares norteamericanos y sus variados servicios de inteligencia han sido instruidos para localizar a líderes terroristas tales como Osama bin Laden, Saddam Hussein y a sus hijos, con órdenes de matarlos en el lugar en que sean descubiertos. Dando seguridades ,además, de que no habrán juicios circenses cuando o donde las pandillas musulmanas armen tumulto en favor de sus héroes.
Sharon al liberar terroristas convocidos y condenados, se ha transformado en el promotor para que esos terroristas liberados asesinen o asistan a otros asesinos a matar más y más ciudadanos y soldados israelíes. Inclinándose ante las necesidades políticas de reelección del Presidente Bush, Sharon se liga a sí mismo a todas las atrocidades posteriores que cometan estos que él ha liberado como un gesto. Si es que verdaderamente existe justicia, aquellos que a sabiendas liberen asesinos entre la población, deberían ser juzgados en un tribunal tipo Nuremberg, por ayudar y promover a los asesinos.

El Secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, (3) hablando acerca del alarmante incremento de las muertes de soldados americanos en Irak como consecuencia de ataques terroristas, dijo:?Por primera vez, los ataques contra tropas norteamericanas por parte de los remanentes de las Fuerzas de seguridad de Saddam, luchadores fedayines y prisioneros iraquíes liberados antes de la Guerra del Golfo en el 2003, están siendo coordinados al menos en un nivel regional y posiblemente en un nivel nacional?.

Rumsfeld, un hombre que no es tímido cuando se trata de usar palabras directas, nos dice que criminales liberados son parte de la mezcla terrorista que diariamente dispara sobre soldados americanos y británicos.

El hecho concreto, es que criminales ,sean ellos etiquetados como terroristas, asesinos en serie, violadores, torturadores y asociados, deben estar en prisión ( si son aprehendidos, juzgados y condenados) debido a lo que han hecho y a lo ellos son capaces de hacer si llegan a estar libres.

El Presidente Bush no tiene derecho a obligar a Sharon a que se someta a sus dictados en materia de liberación de terroristas entre el público. Sharon no tiene derecho a exponer a su población a más terror, liberando a terroristas que han demostrado que pueden y que están decididos a asesinar o a los que ayudan a los asesinos en sus violentos ataques. Ellos han prometido que persistirán en sus acciones terroristas.

Ninguna otra nación accedería a sacrificar a su propio pueblo como lo ha hecho Israel, al acomodarse a las necesidades políticas de un líder extranjero. En opinión de este escritor, ninguno de estos dos líderes debería continuar en su cargo. Uno, no tiene ética y el otro, carece de nervio y sostén. Ambos se merecen el deshonor y deberían ser forzados adejar su alto cargo obligados por sus electores o debieran ser acusados por estos actos que promueven asesinatos. George W. Bus y su familia han demostrado claramente que la desaparición del Estado Judío de Israel, no significa nada para ellos.

Arik Sharon, sin desconocer lo gran guerrero y líder que una vez fuè, parece haber sido completamente aplastado y es ahora un subordinado de las necesidades políticas del Presidente norteamericano George W. Bush, incluso hasta el punto de sacrificar las vidas, seguridad y soberanía de su propio pueblo. Sharon debe ser removido de su cargo para ser reemplazado por alguien que defienda a la nación judía y resista la manipulación de los Estados Unidos, las Naciones Unidas, la Unión Europea ,e incluso, Rusia.

Quizás sea mera coincidencia que, en la medida que el Presidente Bus se encontraba atacando el terrorismo global después de setiembre 11, todo iba bien para él. Pero cuando se volvió en contra de Israel con la intención de desmembrar al Estado Judío como un gesto de buena voluntad hacia las naciones árabes, repentinamente las fuerzas americanas empezaron a sufrir bajas innecesarias. Ahora, Bush está bajo ataque por mentirle al pueblo norteamericano respecto de las armas de destrucción masiva de Saddam como una razón imperativa para movilizar 200.000 soldados americanos y británicos hacia el peligro de una guerra contra Irak, un Estado fieramente musulmán, hostil a la civilización occidental no musulmana, incluyendo tanto a cristianos como judíos. El que Saddam haya escondido con éxito las armas de destrucción masiva no previno el asalto político y de los medios en contra de la credibilidad de Bush y Blair. ¿Haay alguna coincidencia entre estas acusaciones de PR con su esfuerzo conjunto para desmantelar el Estado Judío de Israel? Quizás, pero yo no lo creo.
 
http://www.elreloj.com/article.php?id=1162

La vida en los países árabes.

En comparación a la población árabe alrededor del mundo, bajo jurisdicción Israelí, los árabes-Israelíes gozan de una esperanza de vida mucho más alta, un mayor nivel de alfabetización y una tasa de mortalidad infantil mucho menor.


por José Yudin

¿Sabia usted que en promedio, uno de cuatro niños que viven en países árabes, un total de aproximadamente 10 millones, no concurren al colegio? ¿Que el 50 por ciento de todas las mujeres y el 30 por ciento de los hombres en las naciones árabes son analfabetos? La esperanza de vida promedio en los países árabes es de 63.5 años de edad y la mortalidad infantil asciende a 55 por cada 1000 nacimientos. Estas son algunas de las peores estadísticas en el mundo entero.

Hay sin embargo, una comunidad árabe que es una excepción a estas lamentables estadísticas: la comunidad árabe-israelí. El cien por cien de los niños árabes concurren a la escuela. El millón de árabes que viven en Israel pueden elegir entre 20 distintos periódicos en árabe producidos en Israel para una población árabe con un 95% de alfabetización, la mas alta del medio oriente. El promedio de vida es de 72 años y la mortalidad infantil es de 7.6 por cada 1000 nacimientos, un decrecimiento de 60.6 por 1000 en 1959.

Sin duda alguna, los árabes-israelíes en promedio gozan un nivel de vida mas alto que cualquier población árabe del Medio Oriente. Tienen los árabes-israelíes que lidiar con discriminación por parte de los judíos en la sociedad israelí. Efectivamente, de igual manera que la mayor parte de las minorías deben luchar por iguales derechos en cualquier otra nación del mundo. Pero los hechos son que en la única democracia verdadera en el Medio Oriente, cada árabe puede expresar sus opiniones personales sobre cualquier tema sin temor a ser asesinado o puesto en prisión por las autoridades locales.

A diferencia de los vecinos de Israel, mas notablemente Egipto, Líbano y Siria, los árabes en Israel tienen derecho de expresión y prensa libre. Esto no siempre repercute positivamente para Israel.

Los árabes-israelíes gozan de iguales derechos bajo las leyes israelíes, pero ellos no se ven a sí mismos como israelíes. Las ultimas encuestas conducidas sobre los últimos cinco años muestran claramente que la mayoría de los árabes que viven en Israel se identifican como “palestinos con ciudadanía israelí". Muy probablemente esto se deba al hecho que judíos y árabes raramente se mezclan socialmente antes de llegar a edad universitaria. Ellos viven en diferentes pueblos y ciudades; hablan distintos idiomas, celebran distintas ferias y atienden a diferentes colegios públicos. Hay poca o ninguna interacción, además los árabes-israelíes no toman parte en el ritual que la mayoría de los judíos-israelíes atraviesan: servir en las fuerzas del ejército de defensa de Israel (TZAHAL). Todo esto lleva a dos sociedades muy distintas dentro de un mismo país.

Contribuyendo a la alineación de los árabes viviendo en Israel esta el hecho que Israel no ha creado una estación nacional de radio o televisión viable en lengua árabe. La mayoría de los árabes-israelíes miran y escuchan redes jordanas, egipcias o sirias. Estas estaciones son usadas por los tiranos locales para desplazar la culpa del lamentable estado de las poblaciones de sus propios regímenes dictatoriales hacia, y en contra de, Israel. Religiosos extremistas árabes en Israel toman toda la ventaja de esta propaganda diseminada por nuestros enemigos en la prensa extranjera e inflaman las llamas del resentimiento entre sus propias filas. Aun cuando los árabes-israelíes se encuentran en mucho mejores condiciones que los árabes en otras tierras, la brecha entre árabes y judíos dentro de Israel en cuanto a ingresos, calidad de vida, mortalidad infantil y educación es aun amplia y nuestros enemigos son rápidos en señalar estos hechos. Durante los últimos años, ha habido un incremento dramático en el numero de árabes-israelíes que cooperan y contribuyen con terroristas, y varias protestas violentas han estallado dentro de Israel durante la ultima intifada.

Entonces, ¿qué significa todo esto? El tiempo ha llegado para que los árabes sean iguales a los judíos en cada faceta de la vida en Israel, y esto representa un desafió enorme. Empezando en el jardín de infantes, el lenguaje hebreo debe ser enseñado en las escuelas árabes y el árabe en las escuelas judías. Empezando en el primer grado, las escuelas publicas deben empezar a tener actividades en común como ser clases, campañas de estudios y deportes. Los ciudadanos árabes de Israel deben hacer alguna forma de servicio nacional, ya sea como voluntarios en hospitales, trabajando para la sociedad de protección de la naturaleza en Israel o en el ejercito. Todas las formas de discriminación de árabes hacia judíos e, igualmente, de judíos contra árabes, debe ser legislada inmediatamente. Pero el paso más importante que debe ser tomado es el establecimiento de una red publica de radiodifusión y televisión en árabe para ser usada con el fin de acercar a las dos culturas y hacer a todos los israelíes sentir que son parte de una misma nación.


Fuente: El texto original fue enviado por el autor el 15 Julio, 2003.

Editado por el Staff de IHC.

Traducido por Natalio Krasnogor, un voluntario para IHC.
 
El problema es Arafat

A nadie le ha sorprendido la dimisión de Abu Mazen y menos que a nadie, a Yaser Arafat, que la promovió con envidiable insistencia y feroz sectarismo desde el día en que su colaborador tomó posesión. Cuando Mazen intentó aplicar la llamada “Hoja de Ruta” (vaya palabreja) o itinerario para la paz, Arafat se dedicó desde el principio a obstaculizar sus esfuerzos, ponerle zancadillas y neutralizarlo. Años antes este viejo cocodrilo palestino había hecho lo mismo con el último gobierno laborista manejado por el dúo Barak-Ben Amí cuando éstos en Sharn El Cheik le ofrecieron más de lo que ningún Ejecutivo israelí hizo a cualquier líder palestino para salvar un proceso de paz que hacía aguas.

Pero a Yaser Arafat no le interesaba entonces la paz: lo que quería era el control total de la nebulosa política palestina y tal vez la derrota de quienes cometieron el error de dialogar con él sin balas en la recámara. No tuvo entonces escrúpulo alguno en lanzar la actual “intifada” cuyos resultados en víctimas, destrozos y catástrofes humanitarias son de sobra conocidos. Aquello condujo al triunfo rotundo de Ariel Sharon y la derecha israelí: un regalo envenenado cuyas consecuencias se están pagando ahora.

Arafat es en la actualidad la mayor amenaza para el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Algunos —como Javier Solana, Mister Pesc, entre ellos— todavía no se han dado cuenta y siguen mareando la perdiz con aquello de que es el representante legítimo del pueblo palestino y por tanto el único interlocutor viable. Se entiende muy bien que al final ni israelíes ni americanos tomen en cuenta lo que los europeos dicen y no hacen en este endiablado asunto. Están hartos de tanta retórica porque hasta los más necios saben que mientras Arafat sea la única vía de negociación con Israel, no habrá nada que hacer. A las pruebas me remito.

Quien dentro o fuera de la camarilla que rodea al “rais” palestino intente avanzar en la Hoja de Ruta o simplemente frenar la locura suicida de Hamas, Yihad islámica o los “martires” de Al Fatah (controlados directamente por el propio Arafat), está perdido y al final, como le ocurrió a Abu Mazén, no tendrá más remedio que hacer las maletas, saludar y largarse con viento fresco. Arafat no quiere colaboradores sino, sirvientes: lo sucedido hace unas horas lo prueba cumplidamente.

Es obvio que mientras no sea desalojado de la Mukata y, sobre todo, del poder, ningún proyecto de paz, convivencia y estabilidad podrá avanzar entre israelíes y palestinos. Con las riendas de la autoridad palestina en manos de este individuo el futuro es más negro que el carbón. Algún día tal vez sus propios compatriotas se darán cuenta de ello y lo embarcarán en un navío como hicieron hace muchos años los libaneses. Mientras esto no suceda, las cosas irán de mal en peor para unos y para otros. Por ahora, Arafat asiste divertido al incendio que ha provocado convencido de que cuento peor, mejor. Para él y sus compadres, naturalmente pero no para el pueblo palestino ni para el israelí ni para nadie en la región.

Autor: Alberto Míguez
Fuente: Libertad Digital.
 
http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=7441

BRECHA CRISTIANA EN JERUSALÉN
Críticas proárabes al obispo auxiliar recién nombrado por el Papa

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Pocas complicaciones quedaban todavía en estado latente en Tierra Santa. La última ha estallado con la designación de un obispo que atenderá en particular a los cristianos de origen judío.

5 de septiembre. Hasta el momento, el Patriarca de Jerusalén, Michel Sabbah, de 70 años, en su cargo desde 1988, contaba con la ayuda de tres obispos auxiliares para una archidiócesis erigida en 1847 y que cuenta hoy con 77.000 católicos, 78 presbíteros diocesanos, y casi 2000 religiosos, 300 de ellos sacerdotes (fuente: Anuario Pontificio). El 14 de agosto Juan Pablo II encargó a un cuarto obispo "la atención pastoral a los fieles católicos de lengua hebrea que viven en el territorio de este patriarcado latino".

El elegido fue Jean-Baptiste Gourion (Argelia, 1934), judío converso al catolicismo a los 24 años de edad y miembro de la orden benedictina, quien ha aceptado la responsabilidad. Llegó a Israel en 1976 para fundar el monasterio de Abu-Gosh, del cual ha sido abad hasta ser ahora elevado a la dignidad episcopal. Desde 1990 coordinaba la atención a los cristianos de origen hebreo.

La decisión del Papa ha recibido algunas críticas, y el nuevo prelado se enfrenta a una oposición que ya conocía por su trabajo anterior. Algunos hablan de que sólo unos 300 fieles se beneficiarán de la atención pastoral de este obispo, por lo cual la razón del nombramiento, más político que religioso, podría ser compensar la tendencia proárabe del Patriarca Sabbah y mejorar las relaciones entre el Vaticano y el Estado de Israel.


http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=7440

PATRIARCA POLÉMICO
El escoramiento de Sabbah hacia la Intifada aviva el problema

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El Vaticano intenta evitar que el enfrentamiento árabe-israelí alcance a los fieles cristianos de ambas comunidades, pero la situación política es más fuerte que esos deseos de concordia.

5 de septiembre. En mayo anunciaba esta tormenta el jesuita Drew Christiansen desde las páginas de la revista católica estadounidense America, fundada en 1909. En su opinión, cardenales como el de París, Jean-Marie Lustiger, o el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Ignace Moussa Daoud, junto con el teólogo oficial del Papa, Georges Cottier, y el delegado apostólico en Israel, Pietro Sambi, trabajan con el gobierno judío para contrarrestar la influencia, dentro y fuera de palestina, del Patriarca de Jerusalén, cuyas declaraciones encuentran notable eco en la prensa occidental.

Según el vaticanista Sandro Magister, Sabbah "siempre ha sido contrario al nombramiento de un obispo ad Judaeos". Su nacionalismo palestino le ha llevado a afirmar: "Expulsaremos a los israelitas como en su día expulsamos a los cruzados", dando pie al dirigente hebreo Gadi Golan a bautizarle como "el patriarca islámico". Y es que muchas alarmas han saltado sobre las consecuencias religiosas de la Segunda Intifada desde que, en marzo de 2002, una niña cristiana de 13 años descubriese a su padre el plan de convertirse en terrorista suicida.

Es muy posible que Juan Pablo II haya querido con este nombramiento equilibrar una peligrosa deriva de la Iglesia palestina hacia una implicación en el conflicto, y también tender un puente al Estado de Israel tras la crisis de la guerra de Irak. Entonces el Vaticano sostuvo posiciones contrarias a las de Ariel Sharon. El éxito de la misión depende ahora de las dotes diplomáticas de Dom Gourion.

La raíz del enfrentamiento no es sólo política, sino religiosa. Ambas partes, la proárabe y la proisraelí, intentan justificarse teológicamente en una misma fuente: el ecumenismo. Pero unos buscan una simbiosis islamo-cristiana, y han llegado a hablar del Corán como un libro inspirado; y otros buscan una simbiosis judeo-cristiana, y han llegado a hablar de la pervivencia de la Antigua Alianza. Y entre estos extraños cauces teológicos, la ocupación y los coches-bomba, lo único que desaparece poco a poco en Tierra Santa son sus restos de Cristiandad.



Resaltado en negrita por Bart
 
Arafat nunca quiso la paz

Arafat nunca quiso la paz

Arafat nunca quiso la paz

Tras una dilatada y acreditada carrera como terrorista –“inventó” el secuestro de aviones, saltó a la “fama” con la matanza de atletas israelíes en las olimpiadas de Munich y causó la ruina de El Líbano, antes conocido como la “Suiza de Oriente Medio”–, Arafat podría haberse retirado en dos ocasiones casi en olor de santidad internacional –sobre todo europea–, con el premio Nobel de la Paz en el bolsillo y convertido en un respetable jefe de Estado. La primera fue en el verano de 2000, si hubiera aceptado la muy generosa oferta de Ehud Barak –como le recomendaron Mazen y Dahlan–, en el marco de los acuerdos de paz de Oslo. Sin embargo, mientras aparentaba negociar la paz en EEUU bajo la tutela de Clinton –quien deseaba pasar a la historia como el pacificador de Oriente Medio–, Arafat estaba preparando concienzudamente la intifada de Al Aqsa y nuevas oleadas de atentados terroristas, que lanzó con el fútil y falso pretexto de la famosa visita de Sharon a la explanada de las mezquitas.

La segunda ocasión, tras la II guerra del Golfo, era la Hoja de Ruta. Dada la probada mala fe de Arafat, era lógico que Sharon no quisiera negociar con él absolutamente nada; un aspecto en el que el cuarteto de Madrid estaba de acuerdo. Muy a pesar de Arafat, la responsabilidad de llevar a cabo las negociaciones de paz recayó en Abu Mazen, también veterano terrorista; aunque plenamente consciente de que, como ya advirtió en su momento, la oferta de Barak era el máximo que podía obtenerse de Israel. A cambio, lógicamente, de que el nuevo gobierno de la Autoridad Nacional Palestina se responsabilizara de combatir a Hamas, a la Yihad Islámica y... también a los “mártires” de Al Aqsa, subsidiaria de Al Fatah, la organización de Arafat. Y a tal fin, obviamente, era preciso disponer del control absoluto sobre las fuerzas de seguridad palestinas. El rais, que ha seguido ocupando el cargo de presidente de la ANP, en ningún momento ha tenido intención de ceder ese control a Abu Mazen y ocupar su lugar en la hornacina como “héroe” legendario y presidente simbólico. Como buen totalitario y terrorista, Arafat sabe perfectamente que el poder absoluto nace en la boca del fusil, y en ningún momento ha estado dispuesto a abandonarlo.

Puede decirse que la dimisión de Mazen –forzada por Arafat, que le ha hecho la vida imposible y que ha contribuido a las masacres de Hamas y la Yihad con su propia organización–, quien estaba dispuesto a consolidar la ANP combatiendo a las organizaciones terroristas que utilizan Cisjordania y Gaza como santuarios, desgraciadamente marca el fracaso de la Hoja de Ruta como itinerario hacia una paz estable y definitiva. Arafat quiere seguir ejerciendo su corrupta y sangrienta dictadura, manteniendo al pueblo palestino en la miseria y la desesperanza, como rehén de su megalomanía y de su odio hacia los judíos –jamás ha renunciado a su proyecto original de echarlos al mar–, hasta el fin de sus días.

Es hora, pues, de que la comunidad internacional, especialmente la Unión Europea, deje de considerar a Arafat como parte de la solución al conflicto para señalarlo como el principal obstáculo para la paz. A tal fin, sería muy acertado y conveniente que el Cuarteto –EEUU, Gran Bretaña, UE y Rusia–, garante del buen fin de la Hoja de Ruta, exhortara al rais a abandonar definitivamente la política activa –si es que al terrorismo puede dársele tal nombre– para emprender el camino de la jubilación y del exilio y dejar sitio a quienes realmente desean una paz justa y duradera. Y para convencerlo, nada mejor que suspender todo apoyo a su régimen, que ha canalizado las generosas ayudas de la Unión Europea hacia el enriquecimiento personal del rais, hacia la educación de los niños palestinos en el odio a los judíos, hacia la formación de una guardia pretoriana personal y, como no, también hacia la financiación de los atentados suicidas. Arafat ya no sirve ni como símbolo, pues ha demostrado que no se resigna a representar el papel de pacífico santón laureado al que se aclama los días de fiesta. Después de casi cuarenta años de guerras y de crímenes, Arafat ni sabe ni quiere hacer otra cosa.

Fuente: Libertad Digital.
 
Originalmente enviado por: Bart
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BRECHA CRISTIANA EN JERUSALÉN
Críticas proárabes al obispo auxiliar recién nombrado por el Papa

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Pocas complicaciones quedaban todavía en estado latente en Tierra Santa. La última ha estallado con la designación de un obispo que atenderá en particular a los cristianos de origen judío.

5 de septiembre. Hasta el momento, el Patriarca de Jerusalén, Michel Sabbah, de 70 años, en su cargo desde 1988, contaba con la ayuda de tres obispos auxiliares para una archidiócesis erigida en 1847 y que cuenta hoy con 77.000 católicos, 78 presbíteros diocesanos, y casi 2000 religiosos, 300 de ellos sacerdotes (fuente: Anuario Pontificio). El 14 de agosto Juan Pablo II encargó a un cuarto obispo "la atención pastoral a los fieles católicos de lengua hebrea que viven en el territorio de este patriarcado latino".

El elegido fue Jean-Baptiste Gourion (Argelia, 1934), judío converso al catolicismo a los 24 años de edad y miembro de la orden benedictina, quien ha aceptado la responsabilidad. Llegó a Israel en 1976 para fundar el monasterio de Abu-Gosh, del cual ha sido abad hasta ser ahora elevado a la dignidad episcopal. Desde 1990 coordinaba la atención a los cristianos de origen hebreo.

La decisión del Papa ha recibido algunas críticas, y el nuevo prelado se enfrenta a una oposición que ya conocía por su trabajo anterior. Algunos hablan de que sólo unos 300 fieles se beneficiarán de la atención pastoral de este obispo, por lo cual la razón del nombramiento, más político que religioso, podría ser compensar la tendencia proárabe del Patriarca Sabbah y mejorar las relaciones entre el Vaticano y el Estado de Israel.


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PATRIARCA POLÉMICO
El escoramiento de Sabbah hacia la Intifada aviva el problema

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El Vaticano intenta evitar que el enfrentamiento árabe-israelí alcance a los fieles cristianos de ambas comunidades, pero la situación política es más fuerte que esos deseos de concordia.

5 de septiembre. En mayo anunciaba esta tormenta el jesuita Drew Christiansen desde las páginas de la revista católica estadounidense America, fundada en 1909. En su opinión, cardenales como el de París, Jean-Marie Lustiger, o el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Ignace Moussa Daoud, junto con el teólogo oficial del Papa, Georges Cottier, y el delegado apostólico en Israel, Pietro Sambi, trabajan con el gobierno judío para contrarrestar la influencia, dentro y fuera de palestina, del Patriarca de Jerusalén, cuyas declaraciones encuentran notable eco en la prensa occidental.

Según el vaticanista Sandro Magister, Sabbah "siempre ha sido contrario al nombramiento de un obispo ad Judaeos". Su nacionalismo palestino le ha llevado a afirmar: "Expulsaremos a los israelitas como en su día expulsamos a los cruzados", dando pie al dirigente hebreo Gadi Golan a bautizarle como "el patriarca islámico". Y es que muchas alarmas han saltado sobre las consecuencias religiosas de la Segunda Intifada desde que, en marzo de 2002, una niña cristiana de 13 años descubriese a su padre el plan de convertirse en terrorista suicida.

Es muy posible que Juan Pablo II haya querido con este nombramiento equilibrar una peligrosa deriva de la Iglesia palestina hacia una implicación en el conflicto, y también tender un puente al Estado de Israel tras la crisis de la guerra de Irak. Entonces el Vaticano sostuvo posiciones contrarias a las de Ariel Sharon. El éxito de la misión depende ahora de las dotes diplomáticas de Dom Gourion.

La raíz del enfrentamiento no es sólo política, sino religiosa. Ambas partes, la proárabe y la proisraelí, intentan justificarse teológicamente en una misma fuente: el ecumenismo. Pero unos buscan una simbiosis islamo-cristiana, y han llegado a hablar del Corán como un libro inspirado; y otros buscan una simbiosis judeo-cristiana, y han llegado a hablar de la pervivencia de la Antigua Alianza. Y entre estos extraños cauces teológicos, la ocupación y los coches-bomba, lo único que desaparece poco a poco en Tierra Santa son sus restos de Cristiandad.



Resaltado en negrita por Bart




¡¡ Buff !!


Claro, que después del gesto de la foto, nada nos debe extrañar:


kisskorn.jpg
 
Un decálogo de tercas obviedades

El atentado que en la tarde del martes conmovió y enlutó a Israel, ha servido para demostrar unas cuantas cosas, casi todas ellas evidentes y ya conocidas:

1.-La Autoridad Nacional Palestina y por tanto su jefe, Arafat, no han hecho absolutamente nada ni ahora ni antes para evitar que las organizaciones terroristas palestinas, especialmente Hamas, sigan asesinando.

2.-El futuro primer ministro palestino, Abú Alá, no puede ni tal vez quiera acabar con estas bandas de criminales. Sus buenas palabras no deberían engañar a nadie como tampoco engañaron las de su antecesor, Abu Mazén.

3.-Sectores mayoritarios de la opinión pública palestina, enardecidos por la locura suicida de estos grupos, aplaude estos actos y jalea a sus autores.

4.-La declaración de Hamas como grupo terrorista por parte de la UE llega tarde mal y nunca. No servirá para evitar que siga actuando como lo que realmente es, una gavilla de asesinos.

5.-La UE no debería dar apoyo alguno a ningún dirigente palestino designado por Arafat sin que previamente haya un compromiso del rais palestino de acabar como sea con los grupos terroristas, incluido el llamado “Martires de Al Aqsa” que promueve y controla. Es dudoso que lo haga y sobre todo, que cumpla lo que dice. Arafat es un mentiroso.

6.-El gobierno de Israel y sus fuerzas armadas, con el apoyo evidente de la una opinión pública, no tienen más salida que neutralizar a estos grupos terroristas, dado que quienes o quien podría hacerlo, se niega porque le conviene que sigan asesinando. Es un problema de supervivencia y de sentido común.

7.-A la luz de los actuales acontecimientos, de las declaraciones nada ambiguas de la Jihad Islámica y Hamas y del silencio cómplice de Arafat, Javier Solana debería reflexionar sobre si la política europea con respecto al conflicto es la más adecuada o sirve apenas para garantizarle a Arafat que seguirá en la Mukata inspirando y azuzando a los criminales de toda laya y condición. Arafat es el problema no la solución. Ojalá la UE y Solana se caigan de una vez de la higuera.

8.-Idéntica reflexión deberían ejercitar el secretario de Estado americano y algunos de sus colaboradores, para quienes no parece haber lazos directos entre quienes asesinan en Israel y los que asesinaron hace dos años en Nueva York. Son los mismos y la guerra contra este tipo de asesinos debe ser global. ¿No es eso lo que Aznar se ha cansado de repetir estos meses?

9.-¿Hasta cuando algunas ONG españolas, y desde luego la Agencia Española de Cooperación, seguirán ayudando de forma acrítica alas autoridades palestinas sin saber muy bien hacia dónde va esa ayuda, a quien sirve y para qué?

10.-La tesis reduccionista de igualar a Sharon con Arafat, de tanto éxito entre algunos españoles, se parece bastante a la que durante tanto tiempo fue moneda corriente en el país vasco español, consistente en confundir a los verdugos con las víctimas.

Estas diez tercas obviedades son fruto de la lógica común. Para juzgar lo que sucedió el martes en el campo israelí de Tzrifin convendría tenerlas en cuenta.

Autor: Alberto Míguez
Fuente: <A HREF="http://www.libertaddigital.com/./opiniones/opi_desa_15113.html">Libertad Digital</A>.
 
Guste o no guste a Europa

Todo en el discurso europeo sobre el Cercano Oriente se juega sobre una ficción que oculta apenas una inmoralidad blindada. La ficción pone en escena dos entidades, supuestamente homologables, en conflicto: Israel y Palestina. Y exhibe la civilizatoria voluntad de un Viejo Continente que se esforzaría, humanitario, por tender puentes entre esas equivalentes realidades. Bajo sus formas más perversas, tan benevolente sermón viene condimentado con históricas referencias al común origen en el terrorismo de ambas naciones. Arafat no es menos terrorista de lo que lo fue Menajen Beguin o Ariel Sharon, concluyen. ¿Por qué hacer distingos? Es mentira, claro. Cualquiera que estudie un mínimo de historia lo sabe. Pero da igual. Esa mentira sirve para blindar la mayor oleada antisemita sobre Europa desde 1945. Y su eficacia es demoledora.

No, no son entidades homologables. Ni comparables siquiera. Israel es un Estado democrático perfectamente convencional. República parlamentaria a la que nada, en lo esencial, distingue de las del occidente de Europa. Un presidente electo ejerce funciones de Estado no ejecutivas. El primero ministro gobierna en función de las complejas alianzas a las que un sistema electoral extraordinariamente favorecedor de las minorías fuerza. La independencia del aparato judicial es plena, la garantía ciudadana total, el ejército está herméticamente sometido a la autoridad política, y la libertad de expresión y prensa no es ni mayor ni menor que en Europa o en los Estados Unidos.

¿Palestina? Una ojeada a lo sucedido con el mínimo intento de Mazen por normalizar la situación puede servirnos de guía. Una constelación de milicias armadas, entre las que se cuentan lo más aterrador del terrorismo internacional islámico, tejen el poder de hecho. De entre ellas, una –los mártires de Al Aqsa– es la milicia privada del Presidente Arafat, quien además detenta personalmente el control del ejército, los servicios de inteligencia militares y civiles y la casi totalidad de la policía. De garantías judiciales o libertad de expresión nadie ha oído jamás hablar por esos horizontes. La condición ciudadana es ajena al universo islámico.

Cuando Mazen aceptó formar gobierno para buscar la firma de un acuerdo de paz, sabía que una determinación era previa: la disolución y desarme de esa maraña de milicias terroristas y la toma del control militar y policial por un único poder político, con la consiguiente desposesión de las atribuciones ejecutivas del Jefe del Estado. Eso no se hace con buenas palabras. Ni se negocia. Se impone con las armas en la mano. Las armas las tenía Arafat. Mazen se ha pasado cien días suplicándole que las pusiera –al menos en parte– en manos de su responsable de Interior, Mohamed Dahlan, probablemente el hombre más odiado hoy por el rais palestino y el único dispuesto a aniquilar a Hamas, Yihad, FPLP y otras excrecencias arafatistas. Perdió la batalla.

En el año 2003, ni un milímetro se ha movido Arafat de sus hipótesis terroristas de los años setenta. Y es cierto que más de un Estado moderno ha nacido de la dinámica previa de organizaciones y acciones terroristas. Pero, para que el vuelco se consume, ha sido siempre preciso que, en un punto, el Estado se sobrepusiera a la proliferación terrorista, liquidase sus organizaciones y pasase a monopolizar legitimidad y fuerza. Sucedió en Israel como sucedió en la República de Irlanda. No ha sucedido en Palestina. Ni es verosímil que suceda mientras a Yassir Arafat le quede un aliento de vida.

Así son de verdad las cosas. Y a tal punto de desastre han llegado. Guste o no guste a Europa. Pero por culpa también de Europa.

Autor: Lucrecio
Fuente: Libertad Digital.
 
EL ISLAM PROHIBE LA PAZ CON LOS NO MAHOMETANOS Y CON LOS JUDIOS

EL ISLAM PROHIBE LA PAZ CON LOS NO MAHOMETANOS Y CON LOS JUDIOS

EL ISLAM PROHIBE LA PAZ CON LOS NO MAHOMETANOS Y LOS JUDIOS.
ASI ES AUNQUE ALGUNOS NO QUIERAN CREERLO O ACEPTARLO.
MUCHO MAS EN : WWW.INTRIGA-VATICANA.ORG/CONFLICTO.HTM

DIOS BENDIGA ISRAEL PRO SIEMPRE Y SIEMPRE, AMEN
 
Guerra contra el terrorismo... menos en Israel

Nada que objetar –antes todo lo contrario– a la petición, muy justa y conveniente, que Bush lanzó al mundo para que se implicara en la pacificación y en la reconstrucción de Irak. Es preciso que la comunidad internacional, siguiendo el ejemplo de España y de la gran mayoría de los países europeos, contribuya a la guerra contra el terrorismo que hoy lideran EEUU y Gran Bretaña. La seguridad mundial, amenazada por el terrorismo, no es ni puede ser la causa de un solo país, por poderoso que sea. Como ha señalado Bush, todas las naciones libres tienen la obligación moral de contribuir a derrotar el mal del siglo XXI, del mismo modo que el sentido común y la buena vecindad exigen enviar ayuda a los países que han sufrido un desastre natural o colaborar en la extinción de los incendios o en la erradicación de las enfermedades infecciosas.

Sin embargo, toda esta lógica parece fallar sistemáticamente en el caso de Israel. Los hebreos llevan décadas combatiendo el terrorismo ante la indiferencia, la incomprensión e incluso el odio de la comunidad internacional. Y ni siquiera después del 11-S, el terrorismo palestino –el de Hamas, el de la Yihad o el del propio Arafat– ha perdido a ojos de la comunidad internacional ese aura de “guerrilla de liberación” contra una opresión más o menos injusta. Precisamente Israel, el país del mundo más azotado por la lacra terrorista, tendría que ser el objetivo prioritario de los esfuerzos de la comunidad internacional. Máxime cuando Ben Laden y todos las bandas o grupúsculos terroristas que lo han adoptado como líder, ponen como excusa el conflicto israelo-palestino para volcar su odio a la civilización occidental segando vidas inocentes.

Como ya hemos manifestado reiteradamente, Yaser Arafat ha tenido sobradas oportunidades para firmar la paz con Israel en condiciones muy ventajosas. Pero Arafat ha demostrado, también en sobradas ocasiones, que no le interesa la paz en absoluto: únicamente mantener su poder personal prolongando el conflicto todo lo posible –pues hasta él es consciente de que los judíos no consentirán que se les eche al mar– y contribuyendo a él activamente desde la ANP con su propia organización terrorista, y pasivamente mediante el control absoluto que ejerce sobre las fuerzas de seguridad del gobierno palestino. Las mismas que no quiso entregar a Abu Mazen para que éste combatiera eficazmente a Hamas, la Yihad... y a Al Fatah y los “mártires” de Al Aqsa, los brazos terroristas del rais.

Por todo ello, resulta incomprensible por qué la comunidad internacional, especialmente EEUU y Gran Bretaña, se obstinan en proteger sistemáticamente al –ironías del destino– premio Nobel de la Paz, quien escupe, insulta y defenestra a sus ministros y colaboradores cuando no le dan la razón o cuando ponen en cuestión su nefasto liderazgo. La forma en que Arafat ha gestionado la ANP –violencia y corrupción al por mayor– indica que su máxima aspiración es emular al otro rais, Sadam Husein, con el que mantenía excelentes relaciones. Aunque lo más chocante de todo es que, tanto EEUU como Gran Bretaña –Europa aún sigue fascinada por el “glamour” del veterano terrorista–, admiten que Arafat es el principal obstáculo para la paz.

Siguiendo una lógica muy parecida a la que hasta hace bien poco se empleaba en España con ETA-Batasuna, toda la comunidad internacional, empezando por norteamericanos y británicos, estima que la propuesta israelí de deportación de Arafat, un gobernante elegido democráticamente, traería muchas más complicaciones. ¿Cuáles más, cabría preguntar, cuando casi cada día los terroristas perpetran una nueva masacre? En el País Vasco, los representantes de ETA-Batasuna también habían sido elegidos democráticamente. Y también se decía que su ilegalización conllevaría un estallido de violencia de inimaginables proporciones. Nada de eso ha ocurrido, antes al contrario: hoy se está más cerca que nunca de acabar definitivamente con el terrorismo de ETA, cuyas pantallas políticas y gran parte de sus fuentes de financiación han sido cegadas y clausuradas. España, que afortunadamente representa un papel protagonista en la lucha contra el terrorismo, debería hacer valer su experiencia en este sentido ante Europa y EEUU. Como, por desgracia, hemos comprobado los españoles, negociar u ofrecer la paz a quienes no la buscan ni la desean sólo trae como resultado más terrorismo.

Fuente: Libertad Digital.
 
http://www.elreloj.com/article.php?id=1316

Dos judíos marroquíes asesinados en tres días.

2003-09-14

Dos judíos han sido asesinados en Marruecos en los tres últimos días. Los lideres judíos locales acusan a los musulmanes antisemitas.

El jueves, Albert Revivo de 55 años, un comerciante de madera y un respetado miembro de la comunidad, recibió un disparo cuando salía de su negocio. Ayer, Eli Afriat, de 75 años fue acuchillado mientras se dirigía a la sinagoga. Un alto oficial de la Policía le dijo a los lideres judíos locales que fue un ataque antisemita realizado por un musulmán.

Un miembro de la comunidad judía de Marruecos le dijo a la Radio del Ejercito esta mañana, que están “asustados”. Dijo que “luego del ataque en Casablanca el pasado Mayo, la Policía capturo a 700 musulmanes, un grupo que dice quieren matar judíos y destruir Israel. La Policía continua persiguiéndolos”. Casi unas 30 personas fueron asesinadas en una serie de atentados terroristas, en la ciudad marroquí de Casablanca en Mayo, ninguno de ellos era judío, pero cuatro de los edificios que fueron bombardeados pertenecen a judíos.

Dijo que hay aun cerca de 3000 judíos en Marruecos, otras fuentes dicen que hay 4000 o 5000. Cuando le fue consultado dicen que están pensando en viajar a Israel, y que: “no puede haber una alia organizada, (por miedo a que los ponga en peligro). Todos quieren ir a donde tienen familia...”. El sabe que todos los judíos marroquíes tienen familia en Israel, declaro después de los ataques en Casablanca. “El tiempo ha llegado para que lo que queda de los judíos de Marruecos junten sus cosas y se unan a los 700.000 judíos marroquíes que inmigraron a Israel”.

Informe de Arutz 7.
 
Arafat en la Mukata

No debieran las buenas intenciones ensombrecer jamás el rigor del analista político. Deseos o intenciones, por muy buenos que sean, cuando son confundidos con la realidad, llevan sólo a la catástrofe. Nada de lo que está pasando en Palestina era imprevisible. Lo escribimos aquí, desde la formación misma del gobierno de Abú Mazen: Palestina entraba en una situación de doble poder; y no hay doble poder que pueda perpetuarse.

De un lado estaban Mazen y su consejero de seguridad Dahlan, a quien ni siquiera pudo el jefe del gobierno palestino dar denominación de ministro porque Arafat vetó tal jerarquía a quien, desde Camp David, se había mostrado favorable a la adopción del plan Clinton-Barak y de la consiguiente eliminación de los islamistas de Hamas y Yihad en territorio palestino. Se llegó a aquella ficción de que ejerciese de ministro sin ostentar la formalidad del título. Mazen pensó haber conquistado así un plazo, al menos, de maniobra. Probablemente hubiera tenido razón, si ese compromiso hubiera venido acompañado de la contrapartida, por parte del viejo y semialucinado Rais, de entregar al ejecutivo el pleno control sobre las piezas claves del poder material en Cisjordania y Gaza: ejército, policía y servicios de inteligencia militares y civiles. Precisamente, lo que Arafat no estaba dispuesto a dejar escapar jamás de sus manos. Lo que ha seguido monopolizando, a lo largo de todos estos meses en los que Dahlan no ha mandado más que sobre una mínima parte de la policía de Gaza. Lo que Abú Alá, el nuevo primer ministro, ha sido lo primero en garantizar como atribución exclusiva del Presidente palestino.

Apenas unos días antes de su dimisión, Mazen había planteado su ultimátum: Arafat debía poner en manos de Dahlan y de su gobierno el conjunto de los dispositivos armados. Arafat respondió con uno de sus movimientos de peón clásicos: restableció su rota alianza con quien, desde siempre, ha sido el rival de Dahlan como posible heredero generacional en la OLP. Rayub llevaba tiempo fuera de la política directa. También a él le alcanzó la ira de Arafat que, en el 2000, saboteó un plan de paz ya redactado. Luego, problemas de salud lo mantuvieron lejos de la primera línea. Cuando Arafat empezó a tratar de jugar con su prestigio entre los hombres de la primera Intifada –clave para la renovación generacional de una OLP cuyos dirigentes históricos tienen ya un pie en la tumba todos por razón de edad– Rayub se mantuvo algún tiempo al margen. Al fin, vista ya la inevitabilidad de la derrota de Dahlan y Mazen, juzgó llegado su momento. La traición y el abrazo al enemigo de ayer son dinámicas muy tradicionales en la lucha de clanes en la OLP. Su nombramiento como asesor de seguridad de Arafat precedió en pocos días al derrumbe del último gobierno con posibilidades serias de encarrilar una negociación razonable.

Ni intenciones, ni deseos. Tras la caída de Mazen, Arafat gana por jaque mate su partida dentro de la OLP. Palestina pierde. De nuevo. Pero eso es tan viejo que casi ya ni es noticia. Ninguna –digo ninguna– posibilidad de negociar queda abierta a corto plazo. Todos saben –israelíes como palestinos– que se aproxima un recrudecimiento de las operaciones bélicas. Y que, en medio de una guerra abierta, no hay más lógica posible que la militar. Se gana o se pierde.

Arafat tendrá que ser anulado. ¿Cómo? Sería tonto jugar a las profecías. Pero dudo mucho que la expulsión sea el sistema escogido: un Arafat de gira por la estúpida Europa, que aclama al patrón de todo el terrorismo europeo de los años ochenta, sería sin comparación más dañino que el de ahora. ¿Matarlo? Hace veinte o treinta años hubiera sido rentable; ahora, cuando el viejo asesino se aproxima a su natural extinción física, es bastante más dudoso. Queda la opción de tapiarlo literalmente donde está. No permitirle moverse de la Mukata, por supuesto, pero tampoco dejarle líneas telefónicas ni más derechos –tampoco menos– que los de un presidiario, parece, pragmáticamente hablando, lo más operativo. Tiene costes. Pero nada ya en la guerra israelo-palestina puede salir a precio bajo.

Aguardan tiempos muy duros en el Cercano Oriente.

Autor: Lucrecio
Fuente: Libertad Digital.
 
Por qué Israel es la víctima y los árabes los indefendibles agresores

<b>1. El problema judío y su "solución"</b>

El sionismo es un movimiento de liberación nacional, idéntico en la mayoría de los aspectos a los que los izquierdistas y progresistas de todo el mundo -casi con la única excepción de este caso- apoyan fervientemente. Lo excepcional de este caso también puede comprobarse en el otro extremo del espectro político. Conservadores como Patrick Buchanan se oponen a los movimientos de liberación nacional bajo la influencia del marxismo y comprometidos con los métodos violentos. Pero hacen una excepción con el de los palestinos en contra de los judíos. La oposición simultánea a una patria judía desde los dos extremos del espectro político identifica el problema para cuya solución nació el sionismo.

El "problema judío" no es más que una forma de denominar el hecho de que los judíos son el grupo étnico más odiado y perseguido de la historia. Los fundadores sionistas creyeron que el odio contra los judíos era una consecuencia directa de su condición apátrida. En tanto los judíos fueran extranjeros en toda sociedad donde se alojaran, ellos serían vistos siempre como intrusos, su lealtad estaría bajo sospecha y la persecución continuaría. Fue el caso del capitán Alfred Dreyfus, a quien los antisemitas franceses acusaron falsamente de espionaje y que fue juzgado en Francia por traición en el siglo XIX. Theodore Herzl un judío occidentalizado que fue testigo del montaje contra Dreyfus en París, pasó a liderar el movimiento sionista.

Herzl y otros fundadores sionistas creyeron que si los judíos tuvieran una nación propia, ello bastaría para "normalizar" su condición en la comunidad de naciones. Los judíos habían carecido de un estado propio desde el principio de la diáspora, cuando los romanos los expulsaron de Judea, al oeste de río Jordán hace unos 2.000 años. Los sionistas creían que una vez que los judíos obtuvieran una patria -la propia Judea parecía el lugar más lógico- y fueran de nuevo como el resto de los pueblos, la venenosa raíz del antisemitismo se marchitaría y el problema judío acabaría por desaparecer.

Pero he aquí lo en realidad sucedió.

<b>2. Los comienzos</b>

En los años 20, en sus últimas actuaciones como vencedores de la Primera Guerra Mundial, los británicos y los franceses crearon los estados que ahora componen Oriente Medio a partir de las cenizas de su adversario derrotado, el Imperio Otomano. En una región que los turcos habían dominado durante varios siglos, Gran Bretaña y Francia trazaron las fronteras de Siria, Líbano e Irak. Previamente, los Británicos habían prometido a los sionistas judíos que podrían establecer un "hogar nacional" en la porción del área que aún quedaba sin asignar, conocida como el Mandato de Palestina. Pero en 1921, los británicos separaron el 80 por ciento del Mandato, al este del río Jordán, y crearon el reino árabe de "Transjordania". Fue creado para el rey árabe Abdulá, que había sido derrotado en las guerras tribales de la península arábiga y carecía de trono. La tribu de Abdulá era la Hachemita, mientras que la inmensa mayoría de sus súbditos iban a ser árabes palestinos.

El territorio que aún quedaba del Mandato Palestino original -la zona entre el río Jordán y el mar Mediterráneo- estaba habitado tanto por palestinos como por judíos. De hecho, los judíos habían vivido en esa zona ininterrumpidamente desde hacía 3.700 años, incluso después de que los romanos destruyeran su estado en Judea en el año 70 dC. Los árabes en Palestina se convirtieron por primera vez en el grupo de población dominante en el siglo VII dC a raíz de las invasiones musulmanas. Eran principalmente nómadas que no tenían una lengua o una cultura que los distinguiera del resto de los árabes. En todo ese tiempo, nunca intentaron crear un estado palestino independiente, bien al este o al oeste del Jordán, y jamás llegó éste a existir.

En 1948, a petición de los judíos que vivían en Palestina, las Naciones Unidas acordaron el reparto de la cuarta parte que aún quedaba del mandato original para hacer posible una patria judía. De acuerdo con el plan de la partición, los árabes obtuvieron los antiguos territorios judíos de Judea y Samaria. A los judíos les correspondieron tres franjas de territorios sin conexión entre sí, situados entre el Mediterráneo y el desierto del Sinaí. También se les concedió parte de Jerusalén, su ciudad santa, aunque aislada de las franjas de territorio que les habían correspondido, rodeada de territorios árabes y bajo control internacional. El sesenta por ciento de las tierras asignadas a los judíos se encontraban en el desierto del Negev. A partir de unos territorios tan poco prometedores, los judíos crearon un nuevo estado, Israel, en 1948. Por estas fechas ni siquiera existía la idea de una nación palestina o de un movimiento para crearla.

Cuando nació el estado de Israel, los árabes palestinos ocupaban aproximadamente el 90 por ciento del mandato original de Palestina no sólo en Transjordania y en la zona de partición de las Naciones Unidas, sino también dentro del nuevo estado de Israel. Había 800.000 árabes viviendo en Israel junto a 1,2 millones de judíos. Además, los judíos tenían prohibido instalarse en las 35.000 millas cuadradas de la Transjordania palestina, que recibió en adelante el nombre de "Jordania".

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La población árabe que habitaba en las franjas correspondientes a Israel se había triplicado con creces desde que los sionistas comenzaron a asentarse en la región en la década de 1880. La razón de este incremento era que los colonos judíos habían traído con ellos el desarrollo industrial y agrícola, lo que atrajo a los inmigrantes árabes hacia lo que antes había sido una zona deprimida y escasamente poblada.

Si los árabes palestinos hubieran estado dispuestos a aceptar este arreglo, en virtud del cual recibían el 90 por ciento de la tierra del Mandato de Palestina y por el que se beneficiaban la industria, de la iniciativa y de la democracia política que los judíos trajeron a la región, no habría existido ningún conflicto en Oriente Medio. Pero no fue así.

En lugar de ello, la liga árabe -que representaba a cinco estados árabes vecinos- declaró la guerra a Israel el mismo día de su creación, y cinco ejércitos árabes invadieron las franjas de territorio asignadas a Israel con el objeto de destruir el naciente estado judío. Durante la lucha, según el mediador de la ONU en la zona, unos 472.000 árabes abandonaron sus hogares huyendo del peligro. Planeaban volver después de una victoria árabe y la destrucción del estado judío.

Pero los judíos -muchos de ellos supervivientes del reciente Holocausto- se negaron a ser derrotados. En lugar de ello, rechazaron a los cinco ejércitos árabes que habían invadido sus territorios. Pero, con todo, eso no trajo la paz. Aunque sus ejércitos fueron vencidos, los estados árabes estaban decididos a continuar su campaña de destrucción permaneciendo formalmente en guerra con el estado israelí. Después de la derrota de los ejércitos árabes, los palestinos que vivían en la zona árabe de la partición de la ONU no intentaron crear un estado propio. En lugar de ello, Jordania se anexionó en 1950 los territorios árabes al oeste del Jordán.

<b>3. Refugiados: judíos y árabes</b>

Como resultado de la anexión y de la continuación del estado de guerra, los refugiados árabes que habían huido de los territorios israelíes no volvieron. Había un flujo de refugiados hacia Israel, pero era de judíos que habían sido expulsados de los países árabes. En todo Oriente Medio, los judíos fueron forzados a abandonar las tierras donde habían vivido durante siglos. Aunque Israel era un área geográfica minúscula y un estado balbuciente, su gobierno acogió y instaló a los 600.000 refugiados judíos procedentes de los países árabes.

Al mismo tiempo, los judíos retomaron su tarea de crear una nueva nación en lo que ahora era una sola franja de tierra. Israel había anexado una pequeña de territorio para hacer su estado defendible, incluyendo un corredor de acceso a Jerusalén.

En los años que siguieron, los israelíes hicieron florecer el desierto. Construyeron la única economía industrializada en todo Oriente Medio. Forjaron la única democracia liberal de la zona. Trataron bien a los árabes que permanecían en el territorio de Israel. A día de hoy, la gran minoría árabe del estado de Israel tiene más derechos y privilegios que cualquier otra población árabe en Oriente Medio.

Esto es especialmente cierto respecto de los árabes que viven bajo la corrupta dictadura de Yasser Arafat, la Autoridad Nacional Palestina que administra hoy Cisjordania y la franja de Gaza, la cual no reconoce a sus súbditos derechos humanos elementales. En 1997, en un arranque de resentimiento contra los acuerdos de Oslo, el portavoz palestino Edward Said confesó esto mismo, llamando a Arafat "nuestro papa Doc" -por el sádico dictador de Haití- y quejándose de que había "una ausencia total de justicia y Estado de derecho en las zonas bajo control palestino".

Se dice que la causa del actual conflicto de Oriente Medio son los "territorios ocupados" -Cisjordania y la franja de Gaza- y la negativa de Israel a "devolverlos". Pero durante los primeros veinte años del conflicto árabe-israelí, Israel no controlaba Cisjordania. En 1950, cuando Jordania se anexionó este territorio, no hubo ultraje alguno a la causa árabe. Ni tampoco por ello se solucionó el conflicto.

La razón por la que no hubo protestas árabes acerca de la anexión de Cisjordania fue porque la mayoría étnica de Jordania está compuesta de árabes palestinos. Por otro lado, la minoría hachemita gobernante no reconoce derechos civiles a los palestinos de Jordania. Y a pesar de este hecho, en los años posteriores a la anexión, los palestinos no exhibieron ningún interés en la "autodeterminación" respecto de la monarquía hachemita. Es solamente la presencia de judíos, al parecer, lo que incita esta demanda. La idea de que el conflicto actual gira en torno a los "territorios ocupados" es solamente una de las grandes falacias propaladas por los árabes -hoy ampliamente aceptada- que ha tergiversado la historia de las guerras árabe-israelíes.

<b>4. Las guerras árabes contra Israel</b>

En 1967, Egipto, Siria y Jordania atacaron a Israel por segunda vez, y de nuevo fueron derrotadas. Fue entonces cuando Israel tomó el control sobre Cisjordania y la franja de Gaza, así como también el desierto del Sinaí, rico en petróleo. Israel tenía todo el derecho a anexionarse estos territorios capturados a los agresores -como acostumbran a hacer las naciones en estos casos desde tiempo inmemorial; procedimiento por el que, de hecho, nacieron Siria, Líbano, Irak y Jordania. Pero Israel no hizo tal cosa. Tampoco, por otra parte, retiró sus tropas ni renunció al control de esos territorios.

La razón era que los agresores árabes se negaron de nuevo a firmar la paz. Siguieron considerándose en guerra con Israel, una amenaza que ningún gobierno israelí podría permitirse ignorar. En aquella época, Israel era un país de 2 o 3 millones de habitantes rodeados por enemigos declarados cuya población conjunta superaba los 100 millones de personas. Geográficamente, Israel era tan pequeño que en algunos de sus puntos apenas había diez millas de frontera a frontera. Ningún gobierno israelí responsable podía renunciar a un colchón territorial mientras que sus hostiles vecinos se consideraran formalmente en guerra. Ésta es la realidad de la que emana el conflicto de Oriente Medio.

En 1973, seis años después de la segunda guerra árabe contra los judíos, los ejércitos árabes atacaron otra vez Israel. El ataque fue conducido por Siria y Egipto, incitados por Irak, Libia, Arabia Saudita, Kuwait y otros cinco países que proporcionaron ayuda militar a los agresores, incluida una división iraquí de 18.000 hombres. Israel derrotó otra vez las fuerzas árabes. Después, Egipto -y solamente Egipto- se avino a negociar la paz formalmente.

La paz fue firmada por el presidente egipcio Anwar el Sadat, que fue asesinado posteriormente por los radicales islámicos, pagando su visión de Estado con la vida. Sadat es uno de tres líderes árabes asesinados por otros árabes por firmar la paz con los judíos.

En virtud de los acuerdos de Camp David que Sadat firmó, Israel devolvió a Egipto todo el Sinaí con sus riquezas petrolíferas. Este acto demostró fehacientemente que la solución al conflicto de Oriente Medio estaba al alcance de la mano. Sólo era necesaria la buena voluntad de los árabes para llegar a un acuerdo.

El conflicto de Oriente Medio no gira, pues, en torno a los territorios ocupados por Israel, sino en torno a la negativa de los árabes a firmar la paz con Israel, la cual es un subproducto inevitable de su deseo de destruir el Estado judío.

<b>5. La autodeterminación no forma parte de los planes árabes</b>

Los palestinos y sus partidarios también afirman que el conflicto árabe-israelí nace del vivo deseo de los palestinos, denegado por Israel, de tener un estado propio. Esto también es falso. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fue creada en 1964, dieciséis años después de la fundación de Israel y de la primera guerra anti-israelí. La OLP fue creada, no cuando Cisjordania se hallaba bajo control israelí, sino cuando era parte de Jordania. Sin embargo, la OLP no fue creada para que los palestinos pudieran alcanzar la autodeterminación en Jordania, que abarcaba en ese momento el 90 por ciento del Mandato original de Palestina. El propósito expreso de la OLP, en las palabras de sus propios líderes, era "expulsar a los judíos al mar".

El estatuto oficial de la OLP hacía referencia a la "invasión sionista", declaraba que los judíos de Israel eran "no una nacionalidad independiente", calificaba al sionismo como "racista" y "fascista", exhortaba a la "la liquidación de la presencia sionista" y especificaba que la "lucha armada es la única manera de liberar Palestina." En suma, la "liberación" requería la destrucción del estado judío. Además, la OLP ni siquiera fue creada por palestinos, sino por la liga árabe -los dictadores corruptos de Oriente Medio que habían intentado destruir Israel por la fuerza militar en 1948, en 1967 y de nuevo en 1973.

Durante treinta años, la OLP siguió manteniendo su exhortación a destruir de Israel. Pero a mediados de los 90, bajo la enorme presión internacional siguió a los acuerdos de Oslo en 1993, el líder de la OLP, Yasser Arafat, eliminó esa cláusula, asegurando mientras tanto a sus seguidores que se trataba de un compromiso necesario que no alteraba las metas del movimiento. Lo hizo de forma explícita, y también citando un precedente histórico en el cual el profeta Mahoma acordó insinceramente una paz con sus enemigos para ganar tiempo y reclutar las fuerzas con las que se proponía destruirlos.

<b>6. El afán de destruir Israel</b>

El conflicto de Oriente Medio no tiene que ver con una colisión de derechos. Se trata de un intento de los árabes, prolongado durante más de cincuenta años, para destruir el estado judío, de la negativa de los estados árabes en general y de los árabes palestinos en particular a aceptar la existencia de Israel Si los árabes estuvieran dispuestos a reconocer a Israel, no habría territorios ocupados y existiría un estado palestino.

Incluso durante proceso de la paz de "Oslo" -cuando la organización de la liberación de Palestina pretendió reconocer la existencia de Israel y los judíos, por tanto, permitieron la creación el "Autoridad Nacional Palestina" estaba claro que la meta de la OLP era la destrucción de Israel, no sólo porque su líder invocara el engaño del profeta Mahoma. El propósito palestino de destruir Israel está perfectamente claro en su nueva exigencia del "derecho al retorno" a Israel de "5 millones" de árabes. La cifra de 5 millones de refugiados que deben volver a Israel es más de diez veces superior al número de árabes que realmente abandonaron en 1948 los territorios judíos del Mandato británico.

Además de absurda, esta nueva demanda tiene varios aspectos que revelan la agenda genocida que los palestinos reservan para los judíos. El primero es que el "derecho al retorno" es en sí mismo una burla intencionada a la principal razón de la existencia de Israel -el hecho de que ningún país ofreció refugio a los judíos que huyeron del programa de exterminación de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Es sólo a causa de que el mundo dio la espalda a los judíos cuando su supervivencia estaba en juego por lo que el estado de Israel concede un "derecho al retorno" a todo judío que lo solicite.

<IMG SRC="http://www.miwebcristiana.com/bart/web/israel/art46b.gif" BORDER=0 ALIGN="RIGHT">No hay ninguna amenaza genocida contra los árabes, tampoco les falta apoyo económico y militar internacional ni existe "diáspora palestina" de ninguna clase (aunque los palestinos se han apropiado cínicamente del mismo término para describir la crítica situación en que ellos mismos se han colocado). El hecho de que muchos árabes, incluyendo el líder espiritual palestino -el Gran Mufti de Jerusalén- apoyaran la "solución final" de Hitler no hace sino incrementar la magnitud del insulto, agravado aún más por el hecho de que el 90 por ciento de los palestinos que hoy viven en Gaza y Cisjordania jamás vivieron un solo día de sus vidas en territorio de Israel. La demanda de un "derecho de la vuelta" es pues poco menos que una descarada manifestación de desprecio hacia los judíos y sus sufrimientos a través de la Historia.

Y lo que es más importante, se trata de una expresión de desprecio hacia la misma idea de un estado judío. La incorporación de cinco millones de árabes en Israel pondría a los judíos en situación de minoría permanente en su propio país, y significaría el fin de Israel. Los árabes lo saben perfectamente, y esa es la razón por la que la han convertido en una exigencia fundamental. Se trata, tan sólo, de un caso más de la mala fe que en general que el bando árabe ha manifestado en cada capítulo de estos trágicos sucesos.

Posiblemente la expresión más llamativa de esta mala fe de los árabes es el deplorable tratamiento que brindan a los refugiados y la negativa, durante medio siglo, a realojarlos o a aliviar su situación, incluso durante los años en que estuvieron bajo el dominio de Jordania. Mientras que Israel hacía florecer el desierto y realojaba a 600.000 refugiados judíos procedentes de estados árabes y construía una democracia industrial próspera en los territorios que le fueron asignados, los árabes se ocupaban en asegurarse de que sus refugiados permanecieran en minúsculos campos en Cisjordania y Gaza indefensos, sin derechos y en condiciones paupérrimas.

Hoy, cincuenta años después de la primera guerra árabe contra Israel, hay 59 de esos campos y 3,7 millones de "refugiados" registrados por la ONU A pesar de ayuda económica de las Naciones Unidas y del propio Israel, a pesar de la abundancia de petróleo de los reinos árabes, los líderes árabes se han negado a hacer esfuerzo alguno para sacar a los refugiados de sus miserables campos o para acometer inversiones económicas que alivien su situación. Existen actualmente 22 estados árabes que podrían proporcionar hogares para una población del mismo origen étnico y que habla la misma lengua árabe. Pero el único que permite que los árabes palestinos adquieran la nacionalidad es Jordania. Y el único estado que los palestinos ambicionan es Israel.

<b>7. La política del resentimiento y del odio</b>

La negativa a abordar la situación de los refugiados palestinos es -y ha sido siempre- una política árabe intencionada, cuyo objetivo es mantener a los palestinos en estado desesperación para incitar su odio hacia Israel y provocar guerras. Para no dejar nada al azar, las mezquitas y las escuelas árabes en general -y las de los palestinos en particular- predican y enseñan todos los días el odio a los judíos. En las escuelas primarias palestinas incluso se enseña a los niños a cantar "muerte a los judíos paganos" en las aulas cuando aprenden a leer. No hay que olvidar que estas políticas paralelas de la pauperización (de los árabes palestinos) y del odio (hacia los judíos) tienen lugar sin que medie protesta alguna por parte de ningún sector de la sociedad palestina o árabe. En sí mismo, esto dice muchísimo sobre la naturaleza del conflicto en Oriente Medio.

Todas las guerras -sobre todo si se han prolongado por espacio de cincuenta años- producen injusticias y víctimas en ambos lados, y esta guerra no es la excepción. Muchas son las víctimas individuales, tanto palestinas como judías, tal y como puede apreciarse en los noticiarios de cada noche. Pero no puede hablarse de injusticia contra el pueblo palestino, pues en todo caso se trata de un agravio que ellos mismos se han infligido a sí mismos, producto de la xenofobia, del resentimiento y de la explotación que los árabes han practicado con su propia gente; así como de su evidente incapacidad para ser generosos y tolerantes con quienes no son árabes. Mientras que Israel es una sociedad abierta, democrática y multiétnica que incluye a una gran minoría árabe que goza de derechos civiles y políticos, la Autoridad Palestina es un estado intolerante, antidemocrático, monolítico y policial, con un líder dictatorial cuya letal carrera dura ya 37 años.

Cualquier observador razonable puede advertir que la causa de las actitudes repugnantes, los métodos criminales y las metas deshonestas del movimiento de liberación de Palestina tiene su origen en el odio a los judíos y en el resentimiento del moderno Occidente democrático. Puesto que no había nación palestina antes de la creación de Israel, y puesto que los palestinos se consideraban a sí mismos simplemente como árabes y a su tierra como parte de Siria, no es sorprendente que muchos de los principales creadores de la OLP ni siquiera vivieran en el Mandato de Palestina antes de la creación de Israel; menos aún en la franja, mayormente desértica, que fue asignada a los judíos. Edward Said, el principal portavoz intelectual de la causa palestina, creció en una familia que decidió asentarse en Egipto y en Estados Unidos. Yasser Arafat nació en Egipto.

Los mismos estados árabes que dicen estar ultrajados por el tratamiento que los judíos dan a los palestinos, tratan a sus propias poblaciones árabes mucho peor de lo que los árabes son tratados en Israel, al tiempo que también callan acerca de la mayoría palestina que vive en Jordania sin derechos civiles. En 1970, rey Hussein de Jordania masacró a millares de militantes de la OLP. Pero la OLP no exige el derrocamiento de la monarquía hachemita de Jordania ni dedica a ella su odio. Lo reserva para los judíos.

Es más, se trata de un odio cada vez más mortal. Hoy, el 70 por ciento de los árabes de Cisjordania y Gaza aprueban que mujeres y niños se suiciden convirtiéndose en bombas humanas si las víctimas son judías. No existe movimiento alguno por una "paz inmediata", al contrario que Israel, donde los partidarios de hacer concesiones a la exigencias árabes en nombre de la paz son una fuerza política formidable. No hay ningún portavoz árabe que hable a favor de los derechos de los judíos y denuncie sus sufrimientos, pero hay cientos de miles de judíos en Israel -y en todo el mundo- que sí piden "justicia" para los palestinos ¿Cómo pueden los judíos esperar justicia de una gente que, en su conjunto, ni siquiera los considera como seres humanos?

<b>8. Una faz falsa</b>

El proceso de paz de Oslo, iniciado en 1993, se basó en el compromiso de ambas partes de renunciar a la violencia como medio para resolver su conflicto. Pero los palestinos nunca han renunciado a la violencia, y en el año 2000 lanzaron oficialmente una nueva intifada contra Israel que abortó el proceso de paz.

De hecho, durante el proceso de paz -entre 1993 y 1999- tuvieron lugar alrededor de 4.000 actos terroristas cometidos por palestinos, que causaron la muerte a mas de 1.000 israelíes -una cifra superior a la de los últimos 25 años en conjunto. En cambio, durante ese mismo periodo, los israelíes ansiaban tanto la paz que respondieron a esos asesinatos otorgando a los palestinos un gobierno autónomo en Cisjordania y Palestina, una "policía" de 40.000 hombres armados y el 95 por ciento del territorio que sus negociadores exigían. Esta generosidad israelí fue recompensada con el rechazo de la paz, con atentados suicidas en discotecas y centros comerciales abarrotados, con una efusión de odio racial y con una nueva declaración de guerra.

Lo cierto es que los palestinos rompieron los acuerdos de Oslo precisamente a causa de la generosidad israelí, porque el gobierno de Ehud Barak ofreció satisfacer el 95 por ciento de sus peticiones, incluido el control de algunas zonas de Jerusalén -una posibilidad antaño impensable. Estas concesiones hicieron a Arafat enfrentarse al único resultado que el no deseaba: la paz con Israel. La paz sin la destrucción del "ente judío."

Arafat expresó su rechazó a estas concesiones israelíes con una nueva explosión de violencia antijudía, a la que dio el engañoso nombre de "Intifada de Al-Aksa" por la mezquita que está situada en la explanada del Templo. Su nueva jihad recibió el nombre de este lugar sagrado de los musulmanes para crear la ilusión de que el origen de la intifada estaba, no en su ruptura unilateral del proceso de paz de Oslo, sino en la visita de Ariel Sharon a la explanada de las mezquitas. Meses después de que comenzara la nueva intifada, la propia Autoridad Palestina reconoció que ésta no era sino otra de las mentiras de Arafat.

De hecho, la intifada había sido planeada unos meses antes de la visita de Sharon como el siguiente paso al rechazo del acuerdo de Oslo. En palabras de Imad Faluji, el ministro de comunicaciones de la Autoridad Palestina, "[la sublevación] había sido planeada desde el regreso del presidente Arafat de Camp David, cuando dejó con dos palmos de narices al anterior presidente de EEUU [Clinton] rechazando las condiciones americanas". La Comisión Mitchell, dirigida por el ex senador de los EEUU George Mitchell para investigar los hechos, llegó a la misma conclusión: "no fue la visita de Sharon lo que provocó la intifada de Al-Aksa"

<b>9. Distinciones Morales</b>

Para analizar el callejón sin salida de Oriente Medio es importante prestar atención a las diferencias que en el orden moral revelan las acciones de los dos bandos. Cuando un desequilibrado judío entra en una mezquita para matar a los que allí rezan (sucedió en una sola ocasión), actúa en solitario y recibe la condena tanto del gobierno israelí como de los judíos de dentro y fuera Israel, recayendo sobre él todo el peso de la ley israelí. Pero cuando un joven árabe entra en una discoteca llena de adolescentes, en un centro comercial o en un autobús abarrotado de mujeres y niños y se suicida volando consigo a personas inocentes (lo que sucede con frecuencia), se trata de alguien que ha sido entrenado y enviado por un miembro de la OLP o de la Autoridad Palestina; Yasser Arafat le elogia oficialmente como héroe; la Autoridad de Palestina da dinero a su madre y sus vecinos árabes rinden honores al hogar que produjo un "mártir para Alá". El movimiento de liberación palestino es el primero que eleva la matanza de niños -los suyos y los del enemigo- a la categoría de vocación religiosa y de estrategia al servicio de su causa.

No sólo son moralmente repugnantes los métodos del movimiento de liberación palestino. La misma causa palestina es en sí misma inmoral. El "problema palestino" es un problema creado por los árabes, y sólo ellos pueden solucionarlo. En Jordania, los palestinos tienen ya un estado en el cual son una mayoría, pero éste les niega la autodeterminación. ¿Por qué no es Jordania el objeto de la lucha de "liberación" palestina? La única respuesta posible es porque no está gobernado por judíos.

Existe una famosa "línea verde" que marca el límite entre Israel y sus vecinos árabes. Esa línea verde (de envidia) es también la línea maestra para entender cuál es el verdadero problema en Oriente Medio. Es verde porque las plantas crecen en el desierto en el lado israelí pero no en el lado árabe. Los judíos obtuvieron una franja de tierra sin petróleo, y crearon riqueza y vida abundante en todas sus variadas formas. Los árabes obtuvieron nueve veces más de tierra cultivable, pero todo lo que han hecho con ella es sentarse sobre su aridez y fomentar la pobreza, el resentimiento y el odio de sus habitantes. Además de esto, han creado y perfeccionado el terrorismo más vil e inhumano que jamás se haya visto: los atentados suicidas contra la población civil. De hecho, los palestinos son una comunidad de terroristas suicidas: desean la destrucción de Israel más que disfrutar de una vida mejor.

Si un estado-nación es todo lo que los palestinos desean, Jordania sería la solución (colmaría el 95 por ciento de sus demandas). Pero los palestinos también desean destruir Israel. Esto es moralmente execrable. Es la resurrección del virus nazi. Sin embargo, la causa palestina recibe el apoyo generalizado de la comunidad internacional, con la única excepción de los Estados Unidos (y, en menor medida, de Gran Bretaña). Es precisamente porque los palestinos desean destruir el estado que los judíos han creado -y porque matan judíos- por lo que gozan de credibilidad internacional y de una ayuda que, en otro caso, sería inexplicable.

<b>10. De nuevo el problema judío</b>

Es esta resistencia internacional a la causa de la supervivencia judía, la persistencia del odio generalizado hacia los judíos, lo que, en último término, refuta la esperanza sionista de una solución al "problema judío". La creación de Israel es la historia de un impresionante logro humano. Pero la guerra permanente para destruirlo socava la idea sionista original.

Más de cincuenta años después de la creación de Israel, los judíos siguen siendo el grupo étnico más odiado del mundo. Los radicales islámicos desean destruir Israel, pero también lo desean los musulmanes moderados. Para los judíos de Oriente Medio, el actual conflicto es una lucha a vida o la muerte, aunque todos los gobiernos presentes en las Naciones Unidas, con la excepción de los Estados Unidos y, a veces, Gran Bretaña, votan en contra de Israel, que se enfrenta a un enemigo terrorista que no respeta la vida o los derechos de los judíos. Después de que Al Qaeda atacara las torres gemelas, el embajador francés en el Reino Unido se quejaba de que el mundo entero se hallaba en peligro por culpa de "esa mierdosa nacioncilla", Israel. Esto causó un escándalo en Inglaterra, pero en ningún otro lugar más. Todo lo que separa a los judíos de Oriente Medio de un nuevo Holocausto es su propia valentía y pericia militar y el generoso y humanitario apoyo de los EEUU.

Aunque, incluso en Estados Unidos, pueden verse canales de televisión como MSNBC o CNN donde se presenta a Ariel Sharon, un primer ministro elegido democráticamente, en plano de igualdad moral y política con Yasser Arafat, que es un dictador, un terrorista y un enemigo de los Estados Unidos. Puede verse esa misma equivalencia establecida entre la democracia israelí y la Autoridad Palestina, una entidad terrorista aliada de Al Qaeda y de Irak, enemigos de Estados Unidos.

Durante la Guerra del Golfo, Israel fue leal aliado de América, mientras que Arafat y los palestinos apoyaron abiertamente al agresor, Saddam Hussein. Sin embargo, los dos gobiernos norteamericanos posteriores -tanto demócratas como republicanos- se afanaron por mantenerse "neutrales" en el conflicto de Oriente Medio y presionaron a Israel para que entrase en un suicida "proceso de paz" con un enemigo que busca su destrucción. Es sólo después del 11-S cuando los Estados Unidos ha acabado por reconocer que Arafat es un enemigo de la paz y un interlocutor inviable para una negociación.

Los esfuerzos de los sionistas crearon una próspera democracia para los judíos de Israel (y también para el millón de árabes que viven en Israel), pero fracasaron en su objetivo de regularizar la situación del pueblo judío o de procurarles seguridad en un mundo que los odia. Desde el punto de vista del "problema judío", que Herzl y los fundadores del sionismo intentaron resolver, hoy es mejor ser judío en América que en Israel.

Esta es una razón por la que no soy sionista sino un apasionado e inequívoco patriota americano. América es buena para los judíos como lo es también para cualquier otra minoría que acepte su contrato social. Pero también explica por qué soy un vehemente partidario de la supervivencia de Israel y por qué no tengo simpatía alguna por el bando palestino. Ni la tendré hasta que llegue el día en que pueda mirar a los ojos de los palestinos y ver algo distinto a ese anhelo homicida contra judíos como yo.

Por: <i><b>David Horowitz</b> es autor de numerosos libros entre los que se encuentra una autobiografía, Radical Son, que ha sido calificada como "la primera gran autobiografía de su generación", la cual relata su odisea desde el activismo radical hacia las posiciones que actualmente mantiene. Entre sus otros libros pueden citarse The Politics of Bad Faith (La política de la mala fe) y The Art of Political War (El arte de la guerra política). Este último fue calificado por Karl Rove, estratega político de la Casa Blanca, como "la guía perfecta para ganar en el campo de batalla de la política".</i>
Fuente: <A HREF="http://www.libertaddigital.com:83/ilustracion_liberal/articulo.php/366">La ilustración Liberal</A>






¿Soy judío?

"Advertimos que detrás de cada tirano se esconde un judío".
Carlos Marx

Fue leyendo El laberinto español de Gerald Brenan, traducido y publicado por "Ruedo Ibérico" (París, 1962) como me enteré de que era judío. Escribe el autor: "Maura era sin embargo un hombre de honor e íntegro, que en ciertos aspectos descuella sobre todos los demás políticos del reinado de Alfonso XIII (....) a pesar de su origen judío (era por su familia un chueta de las Islas Baleares) fue el único español a quien el rey no trataba de tú". (p. 26). Otros historiadores, como Hugh Thomas, coinciden o repiten esta afirmación: los Maura son de origen judío, o "chueta" de Mallorca, y hasta Valle-Inclán, en una de sus obras de teatro, "Luces de Bohemia", si mal no recuerdo, le insulta a mi abuelo materno como reaccionario y chueta. Los hay, claro, que lo niegan, sobre todo en la familia Maura, declarando que es un infundio malévolo, un insulto facilón, de sus enemigos políticos. Porque los términos de "chueta" y más universalmente "judío", han sido términos insultantes desde hace siglos y hoy lo vuelven a ser, tal vez más que nunca. Para terminar con esta historia familiar, de un interés muy relativo, hubo evidentes cruces, y la madre de mi madre Susana, hija menor de don Antonio, era una Gamazo, familia perfectamente "goy", por lo visto. Estos cruces son frecuentes en España y la "sangre pura" es difícil de demostrar científicamente.

El caso es que al leer estas líneas de El laberinto español, en 1962, sentí una extraña alegría y, sin perder un segundo, telefoneé a mi, hoy difunto, hermano Paco, para darle la buena nueva. Él también se alegró, y desde entonces presumíamos de nuestro marranismo, sobre todo ante antisemitas, incluyendo, no faltaba más, miembros de nuestra propia familia. Esto constituía una ruptura ingenua, infantil casi, con la tradición familiar sempruniana, perfectamente católica, apostólica y romana, en la cual el peor insulto que de niños nos echábamos en cara, a la menor manifestación de egoísmo, por parte de alguno de los hermanos, era precisamente el de "¡judío!, ¡judío!, ¡judío!", y además escupiendo para manifestar nuestro asco.

Pero vayamos a cosas más serias. Resulta que de niños y adolescentes vivimos en la Francia ocupada por los nazis y que yo vi la primera estrella amarilla en la solapa de una señora, vestida de gris y aparentemente tímida, en la cola de un mercado de Saint-Leu la Forêt, arrabales de París, en 1942. Vi florecer esas siniestras estrellas en las solapas, y desaparecer las solapas y las personas que las llevaban. Siempre recordaré la violenta impresión que me procuró esa primera estrella amarilla y cómo al volver a casa pedí explicaciones a mi padre y cómo no me las dio, abrumándome con referencias históricas, vagas y confusas, y, las cosas como son, bastante antisemitas, para concluir declarando que era una guerra tremenda, y que, comparada con los bombardeos y sus miles de víctimas, con los mortíferos combates en los frentes y a los demás desastres de la guerra, esa estrella amarilla, era, desde luego, una humillación, pero nada más. En ningún momento hizo la menor relación, en sus parrafadas, entre esa "humillación" y la masacre de inocentes. Es cierto que, por aquellos años -1942-43-, no se conocían exactamente los detalles del genocidio. Aquello se supo, con pelos y señales, y para todo el mundo, al finalizar la guerra, en 1945.

Lamento tener que reconocer que, en muchas de sus "explicaciones", mi padre aludía a una supuesta culpabilidad "histórica" de los judíos, cosa muy presente no hace tanto, y aún hoy, en la tradición católica, y mi padre era católico de "comunión diaria", como se decía. Lo cual tiene bastante de aquelarre si se piensa que Jesucristo era judío, y que las bases de la religión católica constituyen algo así como un cisma de la religión hebrea, la primera de las tres religiones monoteístas. Pero esa es otra historia, y yo no soy monoteísta, sino ateo.

Aunque se comenzaron a conocer bastantes datos, desde 1944, en la Francia liberada (o en Italia, pongamos), y los testimonios de los judíos que habían logrado escapar a las redadas de la policía de Vichy, o de los nazis, así como los de las organizaciones caritativas y/o de resistencia, que denunciaban la participación muy activa de las autoridades de Vichy, en la gigantesca deportación de los judíos en Francia, como en toda Europa ocupada por los nazis. Por entonces, en 1944, se conocía esa monstruosidad: miles de familias, por ser judías, eran detenidas y desaparecían. Su destino constituía una incógnita, y el peor pesimismo resultó ser un realismo, pero los detalles de ese horror absoluto, se califique como Shoa, Holocausto o, más llanamente, exterminio, se conocieron cuando fueron liberados los campos nazis, en 1945, y desde el punto de vista informativo, recuerdo los reportajes en directo, alucinantes, de los cámaras del Ejército norteamericano. Uno de ellos era Samuel Fuller, luego cineasta hollywoodiano, cuya obra no me entusiasma pero al que conocí en París, poco tiempo antes de su muerte, y que jamás logró olvidar lo que había visto entonces, en 1945, en Alemania y Polonia.

Tras el escándalo gigantesco producido por la revelación de la Shoa, con pruebas, datos, fotos, documentales, archivos y cientos de miles de cadáveres ambulantes, que morían en los hospitales, cuando llegaban a ellos, el antisemitismo, vieja tradición de las religiones católica, ortodoxa, y de otras tradiciones populares y políticas, y hasta literarias, se topó con una histórica censura, un tabú: no se podía seguir siendo antisemita sin arriesgarse a pasar por ser nazi, y eso, desde luego, no estaba bien visto en aquellos momentos de euforia "democrática", que había vencido el mal absoluto, el nazismo. Y era el mal absoluto. Escritores tan diferentes como Georges Bernanos o Henry Miller, antisemitas, declararon que después de Auschwitz no podían seguir siéndolo. Es solo un ejemplo.

Esa era la fachada, la versión oficial, pero inmediatamente después de la victoria aliada, el antisemitismo -que no había muerto, sólo se había disimulado- comenzó a lanzar sutiles rumores en las conversaciones privadas, en algún artículo o libro, etc. Los dos temas centrales de estos rumores antisemitas, que cualquiera que tenga el extravagante privilegio de ser viejo conoce de sobra, fueron los siguientes: la propaganda filosemita (en Francia no se utilizaba entonces el termino de "lobby judío") exagera muchísimo, no hubo tantos muertos en los campos nazis, y esa infamia contable, iba poco a poco reduciendo el número de víctimas inocentes; no fueron 6 millones, fueron 5, luego 4, luego 3, y hace unos diez años, en Barcelona, vi por televisión a ya no recuerdo, ni me importa, el nombre de un "negacionista" español, declarar, irónico: "Os voy a dar una buena noticia, los judíos que murieron en los campos nazis, sólo fueron un millón". Como si un millón de muertos fuera lo mismo que encender un cigarrillo y tirar la colilla, algo sin la menor importancia. Claro, detrás de esa mentira, apenas se esconde la propaganda racista: los judíos y sus amancebados, mienten en cuanto al número de muertos, porque siempre mienten, y siempre han mentido, y contra más muertos se inventen, más dinero podrán robar a los Gobiernos acomplejados.

El segundo rumor es tal vez peor, porque según he leído, bastantes judíos por el ancho mundo han participado en difundirlo: los judíos como borregos se dejaron deportar sin resistencia. Comparto totalmente el sentido del universal grito: ¡Nunca más!, cuando significa que hay que hacer lo posible, luchar con uñas y dientes para que no vuelva a existir un nuevo Auschwitz en Irak, Siria o Arabia Saudí, desde luego. Pero eso no significa la condena de las familias de artesanos, sastres, comerciantes, universitarios o banqueros, quienes, ilusos o ingenuos, y sobre todo para la inmensa mayoría de ellos, sin posibilidad de emigrar a Estados Unidos, Argentina, o donde fuera, quienes una madrugada se despiertan con la Gestapo, o las policías nacionales, llamando a la puerta, las pistolas, los fusiles, las metralletas apuntadas, y les llevan, en Francia, al tristemente celebre Vel d'Hiv, a Compiegne, y luego a Polonia -es sabido que los nazis habían instalado sus principales campos de exterminio en territorio polaco. Si alguien se atreve a criticar a un padre de familia que sólo ha pecado de ingenuo, o que no ha podido irse, en la mayoría de los casos por no haber "resistido", quienes profieren tales infamias o son antisemitas y utilizan el "borreguismo" en su propaganda, o jamás han vivido en un país totalitario.

Además, los judíos han resistido. No hay un solo movimiento de resistencia anti nazi sin judíos, el ghetto de Varsovia de sublevó, hubo sangrientas revueltas de judíos en algunos campos de exterminio nazis, etcétera. El argumento de que los "judíos se dejaron deportar como borregos", no pasa de ser una de las facetas del antisemitismo, incluso cuando son judíos quienes lo afirman, o lo lamentan.

Con el paso de los años, en los medios de extrema izquierda y de izquierda se fueron afirmando opiniones según las cuales si "tanto" se hablaba de la deportación de los judíos, era para ocultar la deportación de los comunistas, y otros "revolucionarios". Hablar de la masacre de judíos empezaba a considerarse como "de derechas" para ocultar el sufrimiento de los de izquierda. Pues, en todo caso en Francia, el discurso oficial gaullocomunista, jamás "habló tanto" de los judíos, al revés, se insistía en las barbaridades de los nazis contra los patriotas resistentes. Y, en Polonia, las autoridades comunistas hicieron desaparecer toda huella de la Shoa, y hasta los cementerios judíos.

Pero bueno, en el ambiente general, en las conversaciones privadas, en la prensa, el antisemitismo, por aquellos años de la posguerra, estaba mal visto. La lucha de las organizaciones judías contra el Imperio británico, la aventura del "Exodus", todos esos episodios a menudo sangrientos, se miraban desde Europa con simpatía, y aparecían a nuestras desinformadas opiniones -incluyendo la mía, claro- como formando parte de la lucha internacional socialista contra el imperialismo. La postura de la URSS, encargando a sus satélites, como Checoslovaquia, ayudar concretamente, con armas y explosivos, a las organizaciones sionistas, daban a los entonces potentes PC francés e italiano, una careta aparentemente "prosionista", y la resolución de la ONU, "creando" el Estado de Israel, fue ampliamente saludada en Europa, como un acto de justicia, y un acto progresista, que, hasta cierto punto, intentaba, si no borrar, tarea imposible, al menos reparar un poquitín el horror de la Shoa. Pero la URSS, a partir del momento en que existió Israel y que todos los estados árabes estaban en contra, abandonó "la causa del pueblo judío", como había abandonado "la causa del pueblo español", y se convirtió en el más potente aliado de las dictaduras nacionalistas árabes.

Hablo de Europa, en donde se había acogido relativamente bien el nacimiento de Israel, porque, efectivamente, en el mundo árabe las cosas eran radicalmente diferentes. La ONU, bien sabido es, había decidido la creación de dos estados: uno, que jamás había existido, el estado palestino; y otro, israelí, que ya había, o habían existido, puesto que fueron dos, el reino de Judea y el de Israel. Pero eso las organizaciones y los estados árabes no lo aceptaron, no aceptaron ninguno de los dos estados, ni el judío, ni el palestino (¿qué era Palestina sino una provincia jordana?) y sus ejércitos se abalanzaron para destruir el endeble y recién nacido estado de Israel. Los heroicos colonos judíos recién llegados a Israel, como los "sabras", pese a su pobre armamento, derrotaron a los ejércitos árabes, salvo a la Legión Árabe, compuesta esencialmente por tropas jordanas, al mando de la cual estaba un oficial inglés Glubb Pacha (Sir John Bagot Glubb), quién llegó hasta Jerusalén Este (y por ello, se dice, aún hoy, que es la parte árabe de la ciudad, cuando en realidad no existía una tal frontera, la creó la guerra, como otras). Pero, siendo ante todo de un oficial británico y al haber votado el Reino Unido junto con otros países la resolución de la ONU, le dieron a Glubb Pacha la orden de detenerse y obedeció, interrumpiendo su ofensiva.

Un poco antes (1945/46), se celebró en Nuremberg, el famoso proceso contra los crímenes y criminales de guerra nazis. Nadie, que yo sepa, ha puesto en tela de juicio ese Tribunal de Nuremberg, que aparece aún como si hubiera establecido las Tablas de la Ley, las bases eternas del Bien y del Mal, los fundamentos del Estado de Derecho, y la condena de los crímenes contra la Humanidad. Pues ya es hora de hablar en serio sobre el tema. Como no soy del todo ingenuo, no me va a extrañar que los vencedores de esa tremenda guerra mundial 1939/1945, impusieran a los vencidos y al mundo entero sus criterios sobre el Bien y el Mal, sobre el sentido de la Historia, sobre el castigo a los vencidos, etcétera. Siempre ha ocurrido así y, sin remontarse a la prehistoria, el Tratado de Versalles impuso a la vencida Alemania tan drásticas condiciones que favorecieron el posterior surgimiento del nazismo. Pero Nuremberg fue diferente porque, además de ese aspecto tradicional, según el cual los vencedores imponen sus exigencias a los vencidos, allí se decretó un orden moral, la condena absoluta del nazismo, del fascismo, pero también del antisemitismo y sus campos de exterminio, y se exaltaron los valores democráticos del Estado de derecho, de la democracia, etcétera. ¿Quién puede estar en contra? Yo no, en todo caso.

Pero resulta que entre los jueces, los fiscales, los magistrados, con pleno derecho además, ya que formaban parte de los vencedores, estaba la URSS, totalitarismo tan o más sangriento que el nazismo, con su Gulag, su intolerancia radical, su represión cotidiana. Ese régimen, tan monstruoso como el nazi, juzgaba a estos según criterios que, evidentemente, no eran los suyos, precisamente en el momento en que en la URSS, Stalin, desencadenaba una de las más violentas campañas antisemitas de su historia. Encubierta, como siempre, no se deportaba o asesinaba a los judíos por serlo, sino porque se les declaraba "enemigos del comunismo".

Poco a poco, en los sectores de la izquierda europea, se ha venido instalando una repelente esquizofrenia totalmente contaminada del virus soviético: todo antisemita que, incluso de forma estrafalaria, expresa opiniones que pueden considerarse "de derechas", y podrían "demostrar" simpatía, o al menos benevolencia, con el nazismo, se ve condenado furiosamente, siempre según los supuestos criterios de Nuremberg, mientras que todo antisemitismo, disfrazado o no, de antisionismo, pero de absoluta condena a Israel, pierde su carácter racista y se convierte en progresista. Evidentemente, "los extremos se tocan". No tengo espacio para analizar las patologías individuales de tantos judíos que consideran que Israel tiene que ser un país justo, perfecto, y sobre todo pacífico, por ser judío, que no debería tener en cuenta las agresiones árabes, ni el terrorismo palestino, que debería dar un ejemplo evangélico al mundo, e invitar a quienes quieren destruirle a la paz eterna, sin condiciones, y al constatar que no es así -ni puede serlo-, se vuelcan a favor de la "causa palestina", como si sólo como víctimas pudieran seguir siendo judíos.

Yo pienso que la conversión masiva de la izquierda al antisemitismo comienza con la descolonización y el tercermundismo militar, más que militante. Para Francia, la guerra de Argelia, más que otros conflictos en otros países, ha enfrentado a todos los anticolonialistas con el antisemitismo tradicional de sus "héroes revolucionarios", como el FLN argelino. Algo parecido ocurrió en los EEUU, en donde al frente de la asociación para los human rights se encontraban muchos judíos liberales, pero cuando el movimiento negro se radicalizó, se islamizó, con las Panteras Negras y los Black Muslims, sus abogados y amigos, militantes de los derechos de la minoría negra se convirtieron, para el sector musulmán y terrorista de esa minoría, en sus peores enemigos, a causa de Israel. O más bien, con la coartada de Israel.

El antisemitismo inconsciente, durmiente, de tantos jóvenes de izquierda que se consideraban revolucionarios, se justificó de pronto para ellos, en el "gran movimiento anticolonialista de los pueblos colonizados" cuyos enemigos eran el Occidente capitalista e Israel. De la crítica a Israel, "fenómeno colonialista", al odio a los judíos, el umbral se cruzó sin demasiados conflictos éticos. Y es así como los más extremistas de la extrema izquierda apoyaron a Faurisson, el principal "negacionista" francés, y le apoyaron con un militantismo agresivo, difundiendo sus tésis a puñetazo limpio, sobre la inexistencia de los campos de exterminio y de las cámaras de gas, sobre la "gigantesca estafa judía" que consistía en pedir reparaciones por unos crímenes que jamás habían existido. Como en Barcelona, pequeña anécdota pero harto simbólica, los mismos que protestaban contra una librería "fascistoide" y antisemita, a la semana siguiente se manifestaban por las calles gritando: ¡Israel: nazi" y "¡Mueran los judíos!". Yo ví, en 1991, durante la guerra del golfo, calle Goya, en Madrid, una gigantesca pintada que ponía: "¡Sadam: arrasa Tel Aviv!", e iba firmada con la A mayúscula en un círculo que es una firma habitualmente anarquista. Porque los residuos anarquistas están particularmente afectados por la epidemia de antisemitismo de izquierdas. Evidentemente, esa pintada era totalmente irracional, Israel que participó en tantas, no participaba en esa guerra, pese a recibir cohetes iraquíes. Resulta que el antisemitismo es y siempre ha sido irracional, y los intentos de conceptualización resultan patéticos y trasnochados. Para la izquierda, y mucho más todavía la extrema izquierda, la "causa palestina" se ha convertido en el punto álgido de la lucha "antiimperialista". Al haber triunfado ampliamente el gran movimiento de descolonización -con resultados catastróficos si se mira Argelia, Mozambique y muchos otros países-, sólo les queda la "causa Palestina".

En realidad, la causa Palestina, es un pretexto, nadie defiende realmente a Arafat, pelele que baila al son de quien le paga, ni Hamás, ni el Jihad, ni las demás organizaciones terroristas, salvo, pero hipócritamente, la socialburocracia europea, influyente en la UE y que les subvenciona, y claro, los países árabes que utilizan a los "palestinos" para destruir a Israel. Limitándome a Francia, veo una diferencia importante entre la "ayuda al FLN argelino" y la ayuda mucho más fría, ideológica, a los palestinos. Se puede explicar en parte, porque en esa guerra de Argelia los franceses estaban directamente comprometidos, y puede que para muchos la "causa palestina" aparezca más lejana, ya que no se les moviliza en el Ejército, no se les detiene, no se les censura (al revés), cuando defienden a los "palestinos", como cuando defendían a los argelinos. Y desde luego los atentados suicidas contra la población civil israelí no entusiasman a todos. Intentan justificarlo, pero no logran entusiasmarse como se entusiasmaron con la "revolución argelina", incluso cuando el FLN cometía atrocidades terroristas.

Esto se entiende porque, se mire por donde se mire, no hay nada más radicalmente monstruoso que esos sacrificios para matar al máximo de infieles. Sacrificio celebrabo por exquisitos intelectuales de izquierda, cuya lista es demasiado larga para que pueda citarla aquí, y que con tal de lucirse como extremistas (subvencionados) son capaces de todo. Eros contra Tanatos, digan lo que digan. Todo esto me parece cierto, pero yo veo algo más, me parece que la "causa palestina" constituye ante todo una magnífica coartada para enmascarar su profundo, secreto, acomplejado antisemitismo con los oropeles progresistas de la lucha antiimperialista. Y no es una casualidad si el estafador profesional José Bové, como el comunista Saramago y tantos otros, declaran que Israel es peor que la Alemania nazi, y los "campos" palestinos (en realidad barriadas), peores que los campos de exterminio nazis. Haciendo estas declaraciones ultra reaccionarias pueden presentarse como hombres de izquierda y en efecto lo son: la izquierda, hoy, es reaccionaria y la extrema izquierda ultra reaccionaria.

Cuando se celebraron las, por ahora, últimas negociaciones de paz -patrocinadas por el presidente Clinton- el primer ministro israelí Barak hizo las máximas concesiones a los palestinos. Arafat no sólo no firmó los acuerdos -lo que Clinton lamentaba en un artículo recientemente- sino que lanzó en los "territorios" lo que la prensa califica de "segunda Intifada" y que consiste, nada menos, que en enviar niños, a veces con menos de diez años, contra los tanques israelíes, esperando que alguno muera para utilizarlo en su propaganda antiisraelí. Esta utilización salvaje de inocentes criaturas, apenas se ha criticado, al revés, la propaganda árabe ha funcionado a las mil maravillas, y se dio la "vuelta a la tortilla": el ejército israelí se dedica a matar niños. Esta frase entró en los manuales escolares, no sólo de los países árabes, sino también en las escuelas francesas. Detrás, protegidos por los niños sacrificados con cinismo, estaban los miembros de las organizaciones terroristas palestinas, subvencionadas y armadas por los países árabes, pero también por la UE, menester es señalarlo. Pues Arafat no firmó, ni podía firmar esos acuerdos -los más favorables hasta la fecha para la "causa palestina"- porque temía por su vida, "Si firmo, me matan", declaró varias veces, recordando, sin duda, el asesinato de Anuar el Sadat, pero también porque sabía que no pasarían de ser papel mojado, porque ni Irak, ni Siria, ni Arabia Saudí, ni otros países árabes hubieran jamás aceptado la paz, ya que su único objetivo es la destrucción de Israel. Lo dicen claramente, basta con leer su prensa.

Desde esa "segunda Intifada", el antisemtisimo europeo se ha desatado y ha tirado a la cuneta la máscara "antisionista", para aparecer como lo que es: el viejo, repugnante y acomplejado antisemitismo de siempre. Evidentemente, el fracaso de esas negociaciones ha repercutido negativamente en Israel para el partido laborista, a mi modo de ver culpable sobre todo de ingenuidad. El Likud y Sharon ganaron las elecciones, y han vuelto a ganarlas, y entonces toda la izquierda mundial explotó: "Israel está gobernado por un asesino de extrema derecha, por lo tanto ¡Muera Israel" Sharon es el organizador de la masacre de Sabrá y Chatila, se afirma, a sabiendas de que es falso, los asesinos eran miembros de las Falanges cristianas libanesas, pero da lo mismo, la mentira se convierte en leyenda. Lo mismo ha ocurrido recientemente, con la supuesta "masacre" en Yenin. Todos los que en la izquierda europea, mientras gobernaba el Partido Laborista, le exigían que hiciera la paz con quienes no la querían, ni la quieren, se han volcado masivamente en el campo de quienes, de derecha o de izquierda, consideran tranquilamente que la única solución es la destrucción o la desaparición de Israel. ¿Cómo? ¿Un nuevo Auschwitz?

El antisemitismo, disfrazado a veces de antisionismo, es tal vez en España mucho más antiguo y profundo que, por ejemplo, en Francia. Recuérdese que hace unos 20 años, cuando se pasó por televisión la mediocre serie "Holocausto", todos los muros, de todas las ciudades españolas se cubrieron de pintadas denunciando la estafa sionista, porque "jamás hubo Holocausto". Nada semejante ocurrió en Francia, porque vivió la ocupación nazi, pero desde hace dos o tres años, el antisemitismo en Francia ha cobrado un carácter, digamos, de masas.

Incendios, o conatos, de sinagogas, agresiones físicas y verbales contra judíos, manifestaciones en las que no sólo se grita -como en España- "¡Israel nazi!", sino -como en España- "¡Mueran los judíos!" y bastantes cosas más. Tal vez sea particularmente inquietante, y muy ocultado, el hecho de que hoy, en Francia, en Colegios y Facultades -algunas además han exigido el boicot de las Universidades israelíes- no se puede aludir a los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial, porque los estudiantes protestan violentamente contra esa "propaganda sionista". Me contó un profesor de Historia que haciendo un curso sobre la Revolución Francesa, al llegar a la propuesta de Condorcet a la Asamblea Constituyente, en 1791, de dar a los judíos la ciudadanía francesa, con plenos derechos y deberes, la clase, apenas oyó la palabra "judíos", se encabritó y le abucheó.

Ustedes me dirán lo qué tiene que ver Condorcet -matemático, filósofo, encarcelado por los jacobinos- con Sharon. Nada, desde luego, y todo. Ese todo es el antisemitismo que rezuma por doquier y del que sólo he dado aquí, algún ejemplo. Hay muchos más.

Para terminar como había empezado -o sea, hablando de los Maura-, es muy probable que según criterios religiosos, de sangre pura, o de raza, de tradición familiar, etcétera, no sea yo un judío ejemplar. En realidad, me importa tres cominos. Puedo afirmar, en cambio, que soy un sionista absoluto. Y eso ¿a ver quién es el guapo que me lo quita?

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[:nota 1:] Carlos Marx, La cuestión judía, citado por Leon Poliakov en La causalidad diabólica, Muchnik Editores, pág. 171.

Autor: Carlos Semprún Maura
Fuente: <A HREF="http://www.libertaddigital.com:83/ilustracion_liberal/articulo.php/364">La ilustración Liberal</A>







Un sentimiento camaleónico: el antisemitismo

Como antisemitismo se denomina un conjunto de sentimientos y acciones de muy diversa índole que van desde la desvalorización o la discriminación legal hacia los judíos hasta los actos violentos e inhumanos que se realizaron en la Shoa (Holocausto).

El nacimiento del antisemitismo tiene sin duda que ver con la lucha entablada a partir de la separación de la Iglesia y de la Sinagoga, proceso emprendido a partir del segundo siglo E. C.

La eliminación por los cristianos de un conjunto de prescripciones de la religión judía, entre ellas la circuncisión y las reglas dietéticas, sustituyéndolas por la fe en una serie de dogmas teológicos de difícil comprensión para la mentalidad judía, tales como la Trinidad y la Eucaristía, impulsó la expulsión de la Iglesia del Judaísmo y generó la pretensión eclesial de ser el Verdadero Israel.

La separación (que tuvo para ambos conjuntos repercusiones no suficientemente estudiadas) provocó una guerra ideológica que se saldó con el siguiente resultado: la Iglesia no fue el Verdadero Israel sino ante sí misma, el cristianismo fue la religión oficial del Imperio Romano y el pueblo judío fue estigmatizado.

El estigma que afrentaba al judío fue salvable inicialmente a través de su conversión al cristianismo. En la historia de España tenemos clara constancia de conversiones que permitieron la integración del judío en la sociedad cristiana en plena igualdad con los cristianos viejos: paradigmáticas en este sentido pueden ser las conversiones de Pedro Alfonso y de Santa María de Burgos. Más tardíamente, al final de la Edad Media, el estigma ya no pudo eliminarse con la conversión, sino que continuaba siendo patente después de la misma. Este hecho hace comprensible la dramática historia de la minoría judeoconversa española a partir de las matanzas de 1391.

Son sin duda de carácter psicológico y sociológico, y poco tienen que ver con el carácter religioso del conflicto que lo generó, las razones que explican que un estigma originado inicialmente para afrentar de modo condicional pasara a ser permanente y aún hereditario.

A partir del siglo XVIII, a través de la colusión de sus intereses con los de las clases privilegiadas del antiguo régimen, la Iglesia utilizó el estigma para designar como judíos a francmasones y liberales, y en general a todos los que ponían en peligro el equilibrio sociorreligioso existente. Esta utilización social del estigma que afrentaba al judío fue aprovechada por los grupos políticos reaccionarios, incluso alejados de la Iglesia, generando así el antisemitismo moderno. No puede decirse que nazismo y fascismo sean doctrinas cristianas, pero integraron ampliamente el antijudaísmo en su ideología, hasta el punto de convertirlo en uno de sus motores, provocando una de las mayores tragedias de la historia humana, la Shoa (Holocausto).

En la izquierda totalitaria también funcionó la socialización del estigma del judío. La purga estalinista de 1937 o la de los médicos de Checoslovaquia de 1952 tuvieron sin duda un carácter antisemita, pues si bien no se atacó a los judíos como tales, la mayoría de los "cosmopolitas" afectados fueron judíos. La estigmatización del judío funcionó en el grupo en el poder, y numerosos judíos, temerosos del antisemitismo ambiental, hicieron lo posible para hacer olvidar u ocultar su identidad, del mismo modo que lo intentaron sus hermanos en las sociedades fascistas y nazis.

Esta situación discriminatoria hubiera permanecido agazapada en el interior de los países comunistas, si no hubiese ocurrido la polarización entre el mundo soviético y los Estados Unidos en el conflicto árabe-israelí. Israel pasó a ser un enemigo del universo comunista, un "lacayo" del "imperialismo norteamericano", y el antisemitismo pudo vestirse un nuevo traje más moderno. El estigma del judío, inicialmente de carácter religioso, que había pasado en la época moderna a tener un carácter social, reverdeció en nuestros días con un carácter marcadamente político.

Si antaño se acusó a los judíos contrarios a la sacralización de la doctrina estalinista de "cosmopolitas", se les pudo acusar de sionistas tras la guerra de los Seis Días de 1967 en gran parte de la prensa de extrema izquierda. Se pudo votar en las Naciones Unidas que sionismo es racismo. Y se pudieron dibujar esas viñetas - no se sabe si salidas de filias comunistas o nazis - que han llenado numerosos periódicos europeos del año 2002, para vergüenza de muchos, que muestran a judíos crucificando, a judíos siendo verdugos nazis, a judíos representando el mal, sin reflejar ni por asomo el deseo de los judíos de que se alcance la paz.

En este escenario teatral en que a veces se convierte nuestro mundo, poco importa el análisis racional de los conflictos, ni ayudar con la reflexión y el esfuerzo social a su solución. Esto es verdad también para el conflicto árabe-israelí, hoy fundamentalmente palestino-israelí. El público parece sentir la necesidad de hacer de unos actores los buenos (aunque sean grupos sin ninguna dirección democrática ni deseos de democracia) y de otros los malos (aunque vivan democráticamente y cambien a sus dirigentes cada vez que el pueblo lo manifieste con su voto libre). Y los autores de la rancia comedia, que en buena medida son hoy algunos medios de comunicación con muy respetables excepciones, parecen sentir la necesidad de contentar a ese público.

Lo malo es que en la comedia de hoy seguimos los judíos interpretando el papel de siempre. Lo malo es que continúa funcionando el viejo estigma. Pérfidos judíos, heréticos judíos, librepensadores judíos, francmasones judíos, capitalistas judíos, bolcheviques judíos, cosmopolitas judíos, judíos sionistas,... malvados judíos.

Autor: Jacobo Israel Garzón
<A HREF="http://www.libertaddigital.com:83/ilustracion_liberal/articulo.php/367">La ilustración Liberal</A>
 
El conflicto perpetuo entre arabes e israelies

El conflicto perpetuo entre arabes e israelies

Yo pienso, al respecto de este continuo conflicto entre los arabes e israelies que, este no se va a terminar hasta que se crea un estado palestino independiente y un estado israeli independiente, por supuesto que como se a visto en los ultimos dias la cuestion no es tan sencilla como parece ser, existen muchos factores a considerar en este asunto; el esencial por supuesto es el religioso, por un lado tenemos a los arabes-palestinos que basan su creencia en el islam y el dios del islam Alá, y por el otro a los judios. El otro factor de importancia a considerar, es la repartición del territorio palestino despues de la segunda guerra mundial, para que los judios tuvieran una tierra propia y no andaran errantes entre las naciones de este mundo tan convulsionado, de esta forma en el año 1948 se creó el estado independiente de Israel. Entonces, despues de la segunda guerra mundial y 3 guerras entre judios y arabes despues del establecimiento del estado independiente israeli, tenemos a los palestinos que quieren el territorio que actualmente ocupan los judios, y a la religion del islam que dice a sus creyentes que maten a los infieles donde se sea que se encuentren, ya sea en America, en Israel o cualquiera otra region que no obedezca las ordenanzas del dios del islam; al parecer todo estaba preparado de antemano para que asi se desarrollaran los eventos que hoy vivimos. Yo, personalmente pienso que, este conflicto perpeuo entre judios y arabes-palestinos no va a cesar hasta que los Estados Unidos envie sus tropas a tierra santa y derribe los santuarios palestinos en Israel y los asentamientos judios en palestina, y se establezcan dos estados por separados, por supuesto esto no va a ser tan sencillo como parece, porque los palestinos van a seguir reclamando que el estado que ocupan los judios les pertenece a ellos, como en antaño, por lo que veo los norteamericanos no les va a quedar otra opcion que quedarse perpetuamente en esa region, como lo han hecho en Iraq, para evitar que estos dos estados entre en una guerra definitiva en el que el ganador se queda con la tierra, algo es claro para todos los judios no van a abandonar su tierra por nada por que les pertenece por derecho, a partir de 1948, y los arabes-palestinos van a continuar en su ambición de obtener la tierra o region que algun dia les perteneció.
A mi parecer este desenselace esta pronto a ocurrir, pues es obvio que "el mapa de ruta" o en ingles "the road map", no va a ser obedecido por culpa de este continuo sacrificio perpetuo entre arabes-israelies que masacre tras masacre se va a ir desvaneciendo de la mente de los que lo idearon, supongo que con buenas intenciones; pero la realidad es la realidad y creo que el mapa de ruta esta a punto de desvanecerse debido a estas masacres horribles y lo unico que va quedar por hacer es actuar militarmente, una vez que las conversaciones y la diplomacia solo sean intentos vanos por resolver este problema, y todo este asunto va terminar de una manera dramatica cuando los Estados Unidos envie sus tropas a tierra santa, y se involucren en todo este asunto el resto de las naciones arabes musulmanas para evitar el dominio norteamericano en la region del medio oriente.
Finalmente me es importante señalar, en toda esta cuestion entre los arabes e israelies, la profecia de Daniel con respecto a la Jerusalen rodeada de ejercitos en la que menciona la abolición del sacrificio perpetuo y la posterior abominación desoladora cuando cierto rey envie sus tropas profanando el templo y los santuarios.
 
Arafat está rodeado por un escudo humano de mujeres y niños

En un destacable acto de cobardía, el criminal líder Palestino, Yasser Arafat, se encuentra rodeado por un escudo de niños y mujeres a fin de evitar un ataque de las fuerzas israelíes contra su persona.

Según fuentes de información, los hombres del Fatah, movimiento terrorista palestino creado y liderado por Arafat, pidió a sus hombres que "voluntaricen" a sus familiares para defender a Arafat.

Arafat se asegura de tener permanencia constante de civiles a su alrededor, día y noche, niños, mujeres y ancianos deben rodear a Arafat, por orden de él mismo, a fin de evitar un ataque israelí.

Una fuente de las Fuerzas militares israelíes, Tzahal, declaró que la operación de Arafat no es una cuestión de si o no, sino una cuestión de cuando, acentuando la decisión tomada por el gabinete de seguridad del Estado Judío tras los cobardes atentados terroristas de la semana pasada contra civiles israelíes apoyados y nunca condenados, como es de costumbre, por el supuesto ex-terrorista Yasser Arafat, quién para desgracia del proceso de paz preside la Autonomía Palestina.

El ejercito israelí también continúa en sus intentos por ajusticiar al grupo terrorista Hamas, grupo anti-israelí y anti-occidental, apoyado por Siria, Líbano e Irán, que se encuentra ya en las listas de grupos terroristas de la ONU.

Fuente: WZO.
 
http://www.elmundo.es/elmundo/2003/09/26/internacional/1064531269.html

Viernes, 26 de Septiembre de 2003

REITERA QUE ARAFAT ES UN 'ICONO DEL TERROR'
Israel pide a la ONU que deje de aprobar de 'forma automática' resoluciones en su contra

EFE

NUEVA YORK.- El viceprimer ministro de Israel, Silvan Shalom, ha pedido a la Asamblea General de la ONU que "abandone la adopción automática de resoluciones anti-Israel", y que cumpla su "misión histórica" de promover la unión, no la división.

En su discurso ante la Asamblea General, Shalom -que ejerce además como ministro de Asuntos Exteriores- hizo un llamamiento a la ONU a "encontrar de nuevo la manera de hacer algo relevante por los intereses de la gente a la que dice servir".

También le pidió que "cumpla su misión histórica de ayudar a promover lo que nos une, y no lo que nos divide".

En un alocución, Shalom lanzó duras críticas contra el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, a quien Israel pretende deportar de los territorios ocupados, pese a la oposición que mostró la Asamblea General de la ONU hace unos días por medio de una resolución.

"Sé que para muchos de los que están aquí Yasír Arafat es visto como un símbolo de la lucha palestina. Trágicamente, para su gente y para la nuestra, es uno de los iconos mundiales del terror", afirmó.

"En los diez años que han pasado desde que Arafat declaró su compromiso con Israel de no usar el terror, 1.126 israelíes han perdido la vida y millares de personas han resultado heridas en 19.000 ataques terroristas palestinos", dijo.

Para el ministro israelí, Arafat es el responsable directo de este "terrible sufrimiento, pues ha llevado a su gente por el camino del terror durante más de 30 años. Siempre ha preferido el dolor de Israel antes que el beneficio de Palestina".

"Votar por Arafat -como hizo esta Asamblea hace sólo una semana- es votar en contra del pueblo palestino. Cuando Arafat gana, el terrorismo gana, y nosotros perdemos", añadió.

En su intervención ante la Asamblea, el ministro no hizo una sola mención a la paralización que ha sufrido el plan de paz contenido en la "Hoja de Ruta", que contemplaba el establecimiento de un estado palestino en el 2005. Precisamente, mañana celebra una reunión en Nueva York el Cuarteto de Madrid, que ha diseñado y trata de impulsar este plan de paz, formado por Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Unión Europea.

Reunión del Cuarteto

El Cuarteto sobre Oriente Próximo, formado por Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Unión Europea, se reunirá el viernes en la sede de Naciones Unidas al margen del debate de la Asamblea General de la organización.

El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, declaró que sigue creyendo en "el concepto de la 'Hoja de ruta', que es todavía vigente", pero que se debe esperar a que el nuevo Gobierno palestino esté establecido para intentar reiniciar el proceso de paz.

 
PAZ: PROHIBIDA POR EL CORAN

PAZ: PROHIBIDA POR EL CORAN

LA PAZ CON UN NO MAHOMETANO ESTA PROHIBIDA POR EL CORAN, SOBRE TODO CON LOS JUDIOS, A QUIENES SE LES PONE COMO LO PEOR.

WWW.INTRIGA-VATICANA.ORG/CONFLICTO.HTM

ISRAEL: EL VICTORIOSO PUEBLO DE DIOS POR SIEMPRE, SOLO HAY QUE VER LAS 5 GUERRAS QUE VARIOS PAISES MAHOMETANOS HAN TENIDO CONTRA ESTE PEQUEÑO ESTADO EN MENOS DE 60 AÑOS, Y SIEMPRE HAN SALIDO COMO LO QUE OFRECE EL ISLAM: DERROTA.
 
http://www.libertaddigital.com/./noticias/noticia_1276202470.html

AUNQUE EVITA HABLAR DE MALVERSACIÓN DE FONDOS
El FMI acusa a Arafat de desviar a una cuenta privada en Suiza 810 millones de euros de la ANP

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La Autoridad Nacional Palestina (ANP) viene siendo desde hace tiempo objeto de fuertes críticas por el nivel de corrupción existente entre sus dirigentes. Sin embargo, hasta ahora no se habían realizado acusaciones directas como las que ha hecho el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta institución ha acusado a Yaser Arafat de desviar a una cuenta privada en Suiza 810 millones de euros.

(Libertad Digital)
El británico The Daily Telegraph publicó este jueves los resultados de la primera investigación a fondo sobre la gestión de los fondos de la ANP. El delegado del FMI para Gaza y Cisjordania, Karim Nashashibi, dijo en Dubai que la auditoria ha revelado "el desvío de parte del presupuesto palestino a una cuenta bancaria especial controlada por el presidente Arafat" durante el periodo comprendido entre 1995 y 2000. La mayor parte de esos 810 millones de euros fueron reinvertidos en 69 empresas comerciales relacionadas con la ANP.

A pesar de lo desorbitado de la cifra, el representante del FMI ha evitado realizar acusaciones directas de corrupción. Tras ser preguntado por una posible malversación de fondos públicos del FMI, Nashashibi ha dicho: "en cualquier sistema puede ocurrir eso. Precisamente lo que nosotros tratamos de hacer es elevar el nivel de transparencia para que presentes o futuras acciones corruptas no tengan lugar". En cualquier caso, los responsables de Unión Europea, que paralizó en diciembre sus generosas ayudas a la ANP, comienza a desconfiar de Arafat y la Comisión ha pedido al FMI datos sobre qué fondos han sido desviados.

Entre los miembros de Consejo Legislativo Palestino (Parlamento) se alzan voces acusatorias hacia Arafat y sus colaboradores. El diputado Abdul Jawad Saleh ha dicho al rotativo británico que "mientras los palestinos se mueren de hambre y las universidades se declaran en bancarrota ellos –los gobernantes de la ANP– hacen esas transferencias". El nuevo ministro de Finanzas de la Autoridad Palestina trata de justificar el desvío diciendo que el dinero procede de los impuestos de trabajadores palestinos en Israel trasferidos a la ANP por el Gobierno del Estado judío.


 
Israel vs Palestina (Filistea)

Israel vs Palestina (Filistea)

Los planes del Altisimo

¿quién los alterará?


"ÉSTAS son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Châm y Japhet, á los cuales nacieron hijos después del diluvio (...)". Ge.10.

"Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, (...) (Ge.11.10).

" vivió Nachôr, después que engendró á Tharé, (...)

26 Y vivió Tharé setenta años, y engendró á Abram, y á Nachôr, y á Harán.
27 Estas son las generaciones de Tharé: Tharé engendró á Abram, y á Nachôr, y á Harán; y Harán engendró á Lot.
28 Y murió Harán antes que su padre Tharé en la tierra de su naturaleza, en Ur de los Caldeos.
29 Y tomaron Abram y Nachôr para sí mujeres: el nombre de la mujer de Abram fué Sarai, y el nombre de la mujer de Nachôr, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
30 Mas Sarai fué estéril, y no tenía hijo.
31 Y tomó Tharé á Abram su hijo, y á Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y á Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de los Caldeos, para ir á la tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán, y asentaron allí.
32 Y fueron los días de Tharé doscientos y cinco años; y murió Tharé en Harán.

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Genesis 12:1

"EMPERO Jehová había dicho á Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, á la tierra que te mostraré;
2 Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición:
3 Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4 Y fuése Abram, como Jehová le dijo; y fué con él Lot: y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
5 Y tomó Abram á Sarai su mujer, y á Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían ganado, y las almas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir á tierra de Canaán; y á tierra de Canaán llegaron.
6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Sichêm, hasta el valle de Moreh: y el Cananeo estaba entonces en la tierra.
7 Y apareció Jehová á Abram, y le dijo: Á tu simiente daré esta tierra. Y edificó allí un altar á Jehová, que le había aparecido.
8 Y pasóse de allí á un monte al oriente de Bethel, y tendió su tienda, teniendo á Bethel al occidente y Hai al oriente: y edificó allí altar á Jehová é invocó el nombre de Jehová.

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Genesis 13:1
"SUBIÓ, pues, Abram de Egipto hacia el Mediodía, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.
2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro.
3 Y volvió por sus jornadas de la parte del Mediodía hacia Bethel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bethel y Hai;
4 Al lugar del altar que había hecho allí antes: é invocó allí Abram el nombre de Yehováh.

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14 Y Yehováh dijo á Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el Aquilón, y al Mediodía, y al Oriente y al Occidente;
15 Porque toda la tierra que ves, la daré á ti y á tu simiente para siempre.
16 Y haré tu simiente como el polvo de la tierra: que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.
17 Levántate, ve por la tierra á lo largo de ella y á su ancho; porque á ti la tengo de dar.
18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el alcornocal de Mamre, que es en Hebrón, y edificó allí altar á Jehová.

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Ge.15.

"Y luego la palabra de Yehováh fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.
5 Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente.
6 Y creyó á Yehováh, y contóselo por justicia.
7 Y díjole: Yo soy Yehováh, que te saqué de Ur de los Caldeos, para darte á heredar esta tierra".

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13 Entonces dijo á Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá á los de allí, y serán por ellos afligidos cuatrocientos años.
14 Mas también á la gente á quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.
15 Y tú vendrás á tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
16 Y en la cuarta generación volverán acá: porque aun no está cumplida la maldad del Amorrheo hasta aquí.
(...)

18 En aquel día hizo Yehováh un pacto con Abram diciendo: Á tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates;
19 Los Cineos, y los Ceneceos, y los Cedmoneos,
20 Y los Hetheos, y los Pherezeos, y los Raphaítas,
21 Y los Amorrheos, y los Cananeos, y los Gergeseos, y los Jebuseos.

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Gen.17.

Y SIENDO Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Yehováh, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y multiplicarte he mucho en gran manera.
3 Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
4 Yo, he aquí mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de gentes:
5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
6 Y multiplicarte he mucho en gran manera, y te pondré en gentes, y reyes saldrán de ti.
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por alianza perpetua, para serte á ti por Dios, y á tu simiente después de ti.
8 Y te daré á ti, y á tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos".

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Gen.26.12.

Los Filisteos (Palestinos)
Su tierra estaba en Gaza (al occidente al lado del Gran mar)

Genesis 26:1

"Hubo hambre en el país, además de la primera que hubo en los días de Abraham. E Isaac se dirigió a Abimelec, rey de los filisteos (Palestinos), en Gerar.

2 Y se le apareció Jehovah y le dijo: --No desciendas a Egipto. Habita en la tierra que yo te diré.
3 Reside en esta tierra. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tus descendientes os daré todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que hice a tu padre Abraham.

4 Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra,
5 porque Abraham obedeció mi voz y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis instrucciones.
6 Habitó, pues, Isaac en Gerar (Palestina).
(...)

12 Isaac sembró en aquella tierra, y aquel año obtuvo ciento por uno. Yehovah lo bendijo, y el hombre se enriqueció y continuó enriqueciéndose hasta llegar a ser muy rico.
14 Tenía rebaños de ovejas, hatos de vacas y abundancia de siervos, de modo que los filisteos le tenían envidia.
15 Los filisteos cegaron y llenaron de tierra todos los pozos que habían abierto los siervos de su padre Abraham, en sus días.
16 Entonces Abimelec dijo a Isaac: --Aléjate de nosotros, porque te has hecho más poderoso que nosotros.
17 Isaac se fue de allí, asentó sus tiendas junto al arroyo de Gerar y habitó allí.
18 Isaac volvió a abrir los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham. Y él los llamó con los mismos nombres con que su padre los había llamado.
19 Después los siervos de Isaac cavaron en el valle y descubrieron un pozo de aguas vivas.
20 Y los pastores de Gerar (los palestinos) contendieron con los pastores de Isaac, diciendo: --El agua es nuestra. Por eso llamó al pozo Esec, porque allí riñeron con él.
21 Abrieron otro pozo, y también contendieron por él. Y llamó su nombre Sitna.
22 Se alejó de allí y abrió otro pozo, y no contendieron por él. Él llamó su nombre Rejobot diciendo: --Porque ahora Yehovah nos ha hecho ensanchar, y seremos fecundos en la tierra.
23 De allí fue a Beerseba.
24 Y aquella noche se le apareció Yehovah y le dijo: --Yo soy el Dios de tu padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por amor de mi siervo Abraham.
25 Él edificó allí un altar, invocó el nombre de Yehovah e instaló allí su tienda. También allí los siervos de Isaac excavaron un pozo.
26 Entonces fue a él Abimelec, desde Gerar, acompañado por Ajuzat, amigo suyo, y Ficol, jefe de su ejército.
27 E Isaac les dijo: --¿Por qué venís a mí, vosotros que me habéis aborrecido y me habéis echado de en medio de vosotros?
28 Ellos respondieron: --Claramente hemos visto que Yehovah está contigo y dijimos: "Por favor, haya un juramento solemne entre nosotros, entre tú y nosotros." Hagamos una alianza contigo
29 de que no nos harás daño, como nosotros no te hemos tocado y como sólo te hemos hecho bien y te despedimos en paz. Tú eres ahora bendito de Jehovah.
30 Entonces él les hizo un banquete, y comieron y bebieron.
31 Después se levantaron temprano, e hicieron juramento el uno al otro. Luego Isaac los despidió, y ellos se alejaron de él en paz.

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"La palabra de Yehovah que vino al profeta Yeremíahu (Jeremias) acerca de los filisteos (palestinos), antes que el faraón destruyese Gaza.
2 Así ha dicho Yehovah: "He aquí, avanzan aguas del norte, se convierten en torrente e inundan la tierra y su plenitud, la ciudad y sus habitantes. Entonces los hombres gritan, y gime todo habitante de la tierra,
3 por el estruendo del galope de los cascos de sus corceles, por el retumbo de sus carros y por el chirrido de sus ruedas. Por la debilidad de sus manos, los padres no se vuelven a mirar a sus hijos,
4 a causa del día que viene para destruir a todos los filisteos; para exterminar a Tiro, a Sidón y a todo aliado que haya quedado con vida. Porque Yehovah destruirá a los filisteos, a los sobrevivientes de la isla de Caftor.
5 Sobre Gaza ha venido rapadura de cabeza; Ascalón ha sido silenciada. Oh sobrevivientes de los gigantes, ¿hasta cuándo os sajaréis?
6 Oh espada de Yehovah, ¿hasta cuándo no te aquietarás? Vuélvete a tu vaina, reposa y sosiégate.
7 ¿Cómo se aquietará? Pues Jehovah le ha dado órdenes para ir a Ascalón y a la costa del mar; la ha designado para ir allí."
(Jer.47.1).

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"Así ha dicho el Señor Yehovah: "Por cuanto los filisteos procedieron vengativamente y tomaron venganza con despecho del alma, para destruir a causa de una perpetua hostilidad;
16 por eso, así ha dicho el Señor Yehovah, he aquí, yo extenderé mi mano contra los filisteos. Exterminaré a los quereteos y haré perecer a los sobrevivientes de la costa del mar.
17 Grandes venganzas y reprensiones de ira haré en ellos. Y sabrán que yo soy Yehovah, cuando ejecute mi venganza en ellos.'"

(Ez.25.16-17).

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"Agrupaos y congregaos, oh nación que no tiene vergüenza,
2 antes que seáis desechados y el día pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el día de la ira de Jehovah.
3 Buscad a Yehovah, todos los mansos de la tierra que ejecutáis su decreto. Buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis protegidos en el día del furor de Yehovah.

4 "Porque Gaza quedará desamparada, y Ascalón desolada. Asdod será expulsada a mediodía, y Ecrón será desarraigada.

5 ¡Ay de los que habitan en la zona del mar, la nación de los quereteos! La palabra de Jehovah está contra vosotros, oh Canaán, tierra de los filisteos; te haré destruir hasta que no quede morador.

6 La zona del mar será convertida en pradera de pastores y en rediles de ovejas.

7 Y aquella zona será para el remanente de la casa de Judá. Allí apacentarán, y en las casas de Ascalón se recostarán en la noche, porque Yehovah su Dios los visitará para hacer volver sus cautivos.

(Sof.2.5)

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Tomado de la Biblia

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EFGI
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Reside en esta tierra porque a ti y a tus descendientes os daré todas estas tierras oh Canaán, tierra de los filisteos; te haré destruir hasta que no quede morador Y aquella zona será para el remanente de la casa de Judá