No insista en su error de presentar una criatura dando órdenes al Creador.
Este tipo de soberbia es la que descalifica los ministerios de Mateo 7:21-23, Jesús nunca los conoció.
Y sin embargo está vigentes hasta el día de hoy y son fácilmente reconocibles, mediante el uso de frases como:
"Yo declaro"
"Yo decreto"
"Te declaro sano, en el nombre de Jesús"
La humildad del Señor en la expresión en Getsemaní
"Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú."
Se ha perdido por completo, ahora lo que vemos son a estas criaturas infatuadas dando órdenes y reclamando promesas, "como dice tu palabra" sin ningún temor de Dios en sus corazones.
Así mismo ocurre con la falsa mediación de María, por las almas del purgatorio, Cristo nunca la conoció (1Tim.2:5).
Finalmente, el relato de las Bodas de Caná no establece una función sacerdotal para María.
No hay enseñanza apostólica que diga que María intercede desde el cielo.
Toda doctrina debe surgir de la enseñanza clara y repetida de la Escritura, no de inferencias devocionales para sustentar la adoración a la reina del cielo.
Es prevaricato el establecer dogmas sin ningún sustento escritural, solo por socavar la Preeminencia de Cristo como nuestro Gran Sumo Sacerdote, por tal motivo, el Señor les dirá en aquel día, "nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad".
Son hechos responsables.