Re: Llegando a la conclusión
Re: Llegando a la conclusión
El tema es que Cristo ha prometido hacerse presente en el pan, no en otra cosa. Cristo dijo a los discípulos enseñandols un pan: "Esto es mi Cuerpo". No lo dijo frente a un bolo alimenticio, ni frente a un amasijo pegoteado de masa.
Por ejemplo, si no se tiene pan sin levadura, no hay transubstanciacion. La presencia de Cristo es exclusivamente en la materia que él escogio para instaurar este sacramento admirable.
Cuando la hostia consagrada pierde sus caracteristicas originales, y se vuelve una masa inconsistente, o se deshace, o lo que sea, deja de tener la materia escogida por Cristo para el sacramento. Por eso, si se deja la hostia en un vaso de agua, al rato ya no hay Eucaristia, pues no está la materia de la Eucaristia.
Asi que al final creo que el declarar que al deshacerse la hostia consagrada en nuestro estomago ya deja de ser el Cuerpo de Cristo, más que ser arbitrario, es exactamente una declaración coherente con toda la doctrina: Cristo está bajo las formas de pan y vino. Decir que Cristo bajo las formas de un bolo alimenticio informe sería una incoherencia absoluta ¿no crees?
Cristo se presenta ante nosotros en la forma de pan y vino, como alimento. Esa es la Eucaristía. Cristo, el pan de vida. El Cordero sin mancha, el Cordero del sacrificio, del que comen los hombres para comulgar con el sacrificio.
En un bolo alimenticio, en una masa deshecha por los jugos gastricos no hay Eucaristía. La Eucaristía es pan. Si no hay pan, no hay Eucaristia.
Y así como el pan que procede de la tierra al recibir la invocación de Dios ya no es pan común, sino eucaristía, compuesta de dos cosas, la terrena y la celestial, así también nuestros cuerpos, cuando han recibido la eucaristía, ya no son corruptibles, sino que tienen la esperanza de la resurrección.
(Ireneo de Lyon, Contra las Herejías)
Re: Llegando a la conclusión
Bueno, te respondo algunas cosas, para que leas leas cuando puedas.Juan 8:32 dijo:Y yo te agradezco el trabajo dedicado. Pero debo serte sincero y decirte que no encuentro congruente la explicación (como se dice aquí: "no me cierra"), conforme las premisas del dogma católico: los accidentes permanecen PERO NO EL PAN, el cual se transformaría en el cuerpo real del Cristo, junto a su sangre, alma y divinidad. Si tocas la Hostia tocas a Cristo. Todo lo que toque a la Hostia tocará de ese modo a Cristo. Todo lo que actúe sobre los "accidentes" no actuará sobre el pan (porque ya no hay pan) sino sobre le cuerpo real de Cristo. Cuando la sustancia se disuelva y se mezcle con las enzimas y los jugos gástricos, se estaría disolviendo y mezclando el cuerpo real de Cristo (REAL, no espiritual). Finalmente, el bolo resultante tendrá el destino de cualquier bolo digestivo. Todo lo que entra por la boca va al vientre y luego a la letrina (Mateo 15.16-17). Lo de tus 15 minutos (no lo tomes a mal) lo encuentro totalmente arbitrario, fantasioso y acomodaticio, para subsanar una situación que de no ser así, sería terrible, porque estamos hablando, nada menos, que del principal Sacramento y centro de la religiosidad católica romana.
Estoy saliendo de mini-vacaciones. Si el tema da, lo seguiremos luego.
Gracias amigo Petrino por tu voluntad y tu paciencia!! Debo reconocer que he encontrado en ti un buen espíritu, que no teme debatir temas álgidos (y este sin duda lo es, dada la importancia de lo que se trata, lo cual, más allá de mis imperfecciones, lo he querido llevar con todo respeto). También te agradezco por no satanizarme ni satanizar mis planteos, como algunos hicieron, para evadir el debate.
Te mando un abrazo cordial.
Nos vemos a la vuelta.
Bendiciones en Cristo
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El tema es que Cristo ha prometido hacerse presente en el pan, no en otra cosa. Cristo dijo a los discípulos enseñandols un pan: "Esto es mi Cuerpo". No lo dijo frente a un bolo alimenticio, ni frente a un amasijo pegoteado de masa.
Por ejemplo, si no se tiene pan sin levadura, no hay transubstanciacion. La presencia de Cristo es exclusivamente en la materia que él escogio para instaurar este sacramento admirable.
Cuando la hostia consagrada pierde sus caracteristicas originales, y se vuelve una masa inconsistente, o se deshace, o lo que sea, deja de tener la materia escogida por Cristo para el sacramento. Por eso, si se deja la hostia en un vaso de agua, al rato ya no hay Eucaristia, pues no está la materia de la Eucaristia.
Asi que al final creo que el declarar que al deshacerse la hostia consagrada en nuestro estomago ya deja de ser el Cuerpo de Cristo, más que ser arbitrario, es exactamente una declaración coherente con toda la doctrina: Cristo está bajo las formas de pan y vino. Decir que Cristo bajo las formas de un bolo alimenticio informe sería una incoherencia absoluta ¿no crees?
Cristo se presenta ante nosotros en la forma de pan y vino, como alimento. Esa es la Eucaristía. Cristo, el pan de vida. El Cordero sin mancha, el Cordero del sacrificio, del que comen los hombres para comulgar con el sacrificio.
En un bolo alimenticio, en una masa deshecha por los jugos gastricos no hay Eucaristía. La Eucaristía es pan. Si no hay pan, no hay Eucaristia.
Y así como el pan que procede de la tierra al recibir la invocación de Dios ya no es pan común, sino eucaristía, compuesta de dos cosas, la terrena y la celestial, así también nuestros cuerpos, cuando han recibido la eucaristía, ya no son corruptibles, sino que tienen la esperanza de la resurrección.
(Ireneo de Lyon, Contra las Herejías)