Re: Iglesia adventista del séptimo día
La Sra. White realmente era profeta de Dios y esto a estas alturas es indiscutible.
Diciembre, 1844... menos de dos meses después del segundo "gran chasco", pues por segunda vez, los muy tarados creían saber la fecha exacta en que regresaba Jesús:
"Mientras orábamos en el altar familiar, el Espíritu Santo vino sobre mí, y me vi subiendo y subiendo cada vez más alto, lejos del mundo en tinieblas. Me volví para mirar al pueblo del Advento en el mundo, pero no los pude encontrar – cuando una voz me dijo, "mira nuevamente, y mira un poco más alto". Entonces levanté mis ojos y vi un camino angosto y estrecho, (a) bien separado sobre el mundo. En este camino el pueblo del Advento estaban caminando hacia la Ciudad, la cual estaba en el extremo más lejano del camino. Ellos tenían una gran luz atrás de ellos en el comienzo del camino, la cual, me dijo un ángel, era el Clamor de Medianoche. (b) Esta luz brillaba a lo largo de todo el camino, y alumbraba sus pies de manera que no tropezaran. Y si ellos mantenían sus ojos fijos en Jesús, el cual estaba justamente delante de ellos, guiándolos a la Ciudad, entonces estaban seguros. Pero muy luego algunos se cxansaron, y dijeron que la Ciudad estaba muy lejos, y que habían esperado llegar (entrar) mucho antes. Entonces Jesús los animó levantando su glorioso brazo derecho, y de su brazo salió una luz gloriosa la cual osciló sobre el pueblo del Advento, y ellos gritaron ¡Aleluya! Otros precipitadamente negaron la luz que estaba atrás de ellos, y dijeron que no era Dios el que los había guiado tan lejos. La luz que estaba atrásde ellos los abandonó dejando sus pies en perfectas tinieblas, y ellos tropezaron y dejaron de mirar los hitos y perdieron de vista a Jesús, y cayeron del camino del camino hacia la oscuridad y al mundo impío de abajo.
Les era tan imposible a ellos mantenerse en el camino nuevamente e ir hacia la Ciudad, como a todos los impíos a los cuales Dios había rechazado. Uno tras otro fueron cayendo a lo largo del camino, hasta que escuchamos la voz de Dios como muchas aguas, (c)
la cual nos dio el día y la hora de la venida de Jesús. (d) Los santos vivos, 144.000 en número, conocieron y entendieron la voz, mientras que los impíos pensaron que fuese un trueno y un terremoto. (e) Cuando Dios dijo el tiempo, él derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros rostros comenzaron a iluminarse y a brillar con la gloria de Dios, así como sucedió con Moisés cuando descendió del Monte Sinaí." (f)