Ustedes deberían llorar porque de que vale sus hermosas catedrales, sí están vacías del Espíritu Santo por la idolatría reinante y esos galpones que creen ustedes, son la forma constructiva moderna y lo más importante es que está Cristo en medio de su pueblo y esa es la diferencia, la bestia de sus catedrales en contraste con la belleza del interior del hombre, porque es la morada de Dios en los creyentes, que creen en Jesucristo y se han arrepentido de sus pecados.