Re: Herencia de Jehova son lo hijos!! Compartamos la bendicion!
GabrielaSyme dijo:
Muchas gracias!! ¿quién sabe si en un tiempo más abra yo un epígrafe para presentarles a mis hijos!!! (y quiero tener muchos!)
Me agradó mucho tu comentario. Y me gustó mucho tu aporte en que contabas de tus hijos. Se ve generosidad, amor por la vida y la familia. Admiro mucho eso, y si tuviera familia me gustaría que fuera así: generosa, lo más numerosa posible y abierta a la vida. Y si el Señor no me da hijos propios, pues los recibo adoptados!!
Bendiciones para tí!!

(mis futuros hijos)
Gabriela: me alegro de tu pensamiento y tu forma de ver la vida; yo creo que sí, que a su tiempo (todo tiene su tiempo) Dios te dará hijos,...y ojalá sean varios (¡ahí tienes siete saltando!) Cuando, ayudados de la gracia de Dios, podemos criar a nuestros hijos "en el Señor", no solo los hijos son bendecidos, también los padres, la familia; es preciosa una familia verdaderamente cristiana; donde existen, se enseñan y se respetan valores cristianos, el temor a Dios, donde se enseña a los hijos, aún de chiquitos a relacionarse con Dios, cuando ellos aprenden que muchas cosas solo las puede dar Dios, que los padres somos limitados, pero no Dios. ¡Si te contara cuantas experiencias hemos vivido y que han servido para que nuestros hijos vean la existencia de un Dios vivo, poderoso, amante!
Con mi esposa fuimos enviados a abrir obra en una ciudad distante de la nuestra ¡2.000 kilómetros! No conociamos a nadie, absolutamente a nadie; por espacio de dos años tuve trabajo; después cesó; teniamos ya los seis hijos; ellos nos veian orar a las tres, cuatro de la mañana hasta las nueve, yo enfermo; sin trabajo;... y comenzaron las pruebas y las luchas; no teníamos donde volver nuestros ojos;...solo a Dios (lo más grande) sin embargo Dios siempre nos proveyó; no en abundancia pero nos daba. pasabamos una gran parte de la noche en oración, ayunabamos hasta día por medio por meses etc. la mayor parte del día...orábamos.
En una oportunidad habíamos tomado un escualido desayuno; no habiamos almorzado y llegaba la hora del té, y no había nada; yo conversé con mis hijos, la mayor de unos 13 años más o menos en ese entonces; y les dije: "¿quieren tomar tecito? ...pues entonces le vamos a pedir al Señor que nos dé pan para tomar onces" y nos fuimos todos, mi esposa, mis seis hijos y yo a orar (habiamos construido un pequeño local de material ligero en la misma casa que arrendabamos) pasó una hora... hora y media, más o menos a las dos horas que estabamos orando, golpearon la puerta de la casa; mientras ellos siguieron orando fui a atender; y había una señora (después me contó que era hermana) que yo no conocía y con cierta modestia me dijo: "disculpe, ¿ud. es el pastor?... Si, le respondí... y me dijo, el Señor me mandó para acá, yo estaba en mi casa y el Señor me dijo: "llévale esto a mi hijo"; despues de algún intercambio de palabras se fué, y me dejó un grande paquete redondo.
llamé a mi esposa y nuestros hijos y comencé a abrir el paquete,... era ¡un pan! ¡un solo pan del tamaño de todo lo que daba el horno! (en mi pais se usan hornos de lata, que se hacen de tambores de 200 litros) de todo el diámetro del tambor era el pan; y de unos 7 centímetros de alto... te imaginarás ¡como creció Dios a los ojos de nuestros hijos! nosotros llorabamos, y aún después de tantos años, hoy que te escribo esto, estoy llorando... ¡Podría contarte tantos testimonios de la fidelidad de Dios! de como él nos sustentó en los momentos más dificiles. Hoy todos nuestros hijos son mayores, la menor 23 años; y cuando cualquiera de ellos tiene necesidad, de cualquier índole,... doblan sus rodillas... porque saben que Dios responde,... ¡s¡empre responde!
Desde que el Señor nos envió acá, ya veintidos años, nos hemos aferrado a él con toda nuestra alma; hoy tenemos un hermoso templo, una iglesia más pequeña y muchos hermanos en Cristo. Y nuestra esperanza es sólida en aquel que dijo:
"y hasta la vejez, y hasta las canas, os soportaré yo" (Isaías 46:4), nunca nos ha dejado. Cuando miramos esta obra, nos empequeñecemos, pues nos damos cuenta que aunque quisieramos creer de otra forma, todo,...TODO, ... lo ha hecho él (¡Bendito Dios!)
Estimada Gabriela; Dios te bendiga,... y sea... con "la heredad de Jehová"
Dagoberto