Re: Herencia de Jehova son lo hijos!! Compartamos la bendicion!
Publicado en http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9403 el 7/05/2002
SALMO 62
Dios, el único refugio
1 Sólo en Dios encuentro paz;
mi salvación viene de él.
2 Sólo él me salva y me protege.
No caeré, porque él es mi refugio.
Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
Es Martes, 7 de mayo del 2002. Me encuentro a salvo y más feliz que nunca tras haber visto palpablemente una de las mas grandes muestras del amor y la misericordia de Dios.
El sábado partimos de Santa Cruz de la Sierra, junto a mi esposa, el hermano Osvaldo y dos amigas, hacia una pequeña localidad llamada Moro-Moro, escondida en una hollada en medio de la serranía. El día domingo salimos de Moro-Moro rumbo a otro pueblo llamado Vallegrande, el lunes dejamos Vallegrande y visitamos Guadalupe y Muyurina, de Muyurina partimos de vuelta a Santa Cruz a las tres y media aproximadamente.
En ésta época del año en mi país anochece aproximadamente a las siete de la tarde, fue así que a medio camino nos sorprendió la noche. Osvaldo conducía su camioneta, yo iba sentado a su lado y mi esposa iba en el asiento de atrás junto a las dos muchachas que nos acompañaron en el viaje.
Para cuando cayó la noche ya estábamos atravesando la serranía que bordea los valles cruceños. Sólo la luz de la camioneta interrumpía la profunda oscuridad de la región, la mayor parte del camino sólo podíamos ver hasta donde la luz de nuestro vehículo alcanzaba, salvo cuando eventualmente, rebasábamos o éramos rebasados por algún otro vehículo. Conforme se hacía más tarde la oscuridad se hacía más densa. Ascendíamos y descendíamos las pendientes de la zigzageante carretera a nuestra izquierda se podía ver un profundo y oscuro despeñadero y a nuestra derecha el imponente cerro. Mientras la movilidad iba en descenso en una pendiente muy pronunciada repentinamente se presentó frente a nosotros una curva hacia la izquierda, particularmente cerrada.
Osvaldo tomó la curva pero el vehículo perdió estabilidad, en un momento vi como la peña frente a nosotros se acercaba hasta como si fuera a besar la camioneta. Entonces sucedió, con enorme velocidad el vehículo comenzó a voltearse. Por lo menos tres fueron las veces que yo conté que el techo de la camioneta golpeó contra mi cabeza. Nadie atinó a hacer ni a decir nada, sólo yo alcancé a gritar ALABADO SEAS SEÑOR JESUCRISTO, GLORIA A TI mientras las imágenes del camino, el cerro y el precipicio se confundían en una ruleta de colores. Luego sin saber como sucedió el movimiento cesó. Una de las muchachas que viajaba en la parte de atrás abrió una de las puertas pero Osvaldo y yo le gritamos que no se bajen porque el vehículo aún estaba moviéndose aunque muy lentamente.
Luego de la confusión comenzamos cada uno por su cuenta a evaluar dónde estábamos y cual era nuestra situación. Increíblemente la camioneta en la que íbamos cayó parada sobre la carretera detrás de una curva a unos doscientos metros de donde nos volcamos. Tras una segunda mirada fue mayor mi asombro al ver que estábamos prácticamente estacionados, es decir la camioneta no estaba metida en el monte ni atravesada en el camino sino perfectamente parqueada. En ese momento atiné a preguntar ¿están todos bien? Y a llamar a cada uno de los tripulantes por su nombre, Osvaldo, Neicy, Nelba y Soledad. ¡¡Todos estaban con vida y bien GLORIA A DIOS!! Descendieron del vehículo Osvaldo, Nelba y Neicy pero soledad parecía tener problemas aunque hasta ese momento no le dolía nada luego le comenzó a doler mucho el hombro derecho al punto que yo pensé que se había fracturado la clavícula. Pedí a mi esposa que le haga un vendaje de inmovilización de heridos y rompiendo una toalla en dos ella de amarró el brazo a su cuerpo. Luego de esto oramos agradeciendo al Señor por su misericordia y grande amor y pidiendo sabiduría para actuar en esas circunstancias.
Lo siguiente que hicimos fue recorrer la carretera hacia el lugar donde nos habíamos volcado y recoger todo nuestro equipaje que había quedado regado por el camino pero que gracias a Dios no se había desbarrancado. Después Osvaldo y yo revisamos la movilidad e increíblemente a pesar que se había roto el parabrisas y los dos vidrios de adelante y que toda la lata tenía enormes abolladuras no parecía tener daños eléctricos ni mecánicos de gravedad. Entre tanto varias movilidades pasaron por nuestro lado. Una vez estuvimos listos para echar a andar la camioneta nuevamente aparecieron dos vehículos, una camioneta y una vagoneta ambos parecían dirigirse en dirección contraria a la nuestra. El chofer de la camioneta ofreció ayuda pero Osvaldo le dijo que no se preocupe, asumiendo que el rumbo que la camioneta tenía era distinto y consiente que la atención médica más cercana quedaba en la dirección a la que íbamos. Cuando llegó la vagoneta el Señor puso en mi corazón preguntarle si iban para Santa Cruz (lo cual era ilógico puesto que conducían hacia el otro lado) el chofer respondió que si y Osvaldo les pidió si podían escoltar nuestro vehículo el resto del viaje, los dos choferes aceptaron gustosos. Cuando subimos nuevamente a la camioneta accidentada vimos a la vagoneta que había delante nuestro y leímos con asombro en su parabrisas trasero un letrero enorme que decía “Jesús te Ama”. Una vez cerca de Santa Cruz los dos vehículos que nos escoltaban se detuvieron y nos indicaron que sigamos camino, ya que no faltaba mucho para llegar.
Llegamos a Santa Cruz cerca de la media noche, dejamos la camioneta en casa de Osvaldo y tomamos dos taxis que nos llevaron a la clínica. Allí atendieron de emergencia a las muchachas que estaban más golpeadas y llamaron a la policía de tránsito, ni los médicos, ni los policías podían creer que hayamos sobrevivido ni mucho menos que hubiésemos podido llegar conduciendo el mismo vehículo en el que nos habíamos volcado rodando más de dos veces. Tras examinarnos a todos el doctor determinó que sólo teníamos golpes pequeños y yo algunos raspones. Las que peor se encontraban era Nelva que se golpeó la cabeza y le dolía mucho y Soledad que no se había fracturado la clavícula como creímos pero que si se había golpeado el hombro bastante fuerte y debe procurar no mover mucho el brazo en los próximos días. Una vez las chicas fueron atendidas hablamos por separado con Nelba y Soledad y ambas invitaron mediante una oración a Cristo para ser el Señor de sus vidas.
Nelba y Soledad se encuentran en éste momento internadas (en franca recuperación), Osvaldo haciendo las diligencias con el seguro y Neicy y yo trabajando.
Ayúdenme queridos amigos a agradecer a Dios por sus marabillas
SALMO 106
1 ¡Aleluya!
Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
Al día siguiente escribí esto en http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9454 :
Otro Milagro.
El lunes anterior Dios nos salvó milagrosamente de morir en el accidente que les relaté, en ese momento mi esposa y yo nos regocijamos por lo sucedido, ahora nuestra alegría es aún mayor dado que el jueves confirmamos que no sólo nosotros habíamos sido librados por el Todopoderoso sino también nuestro pequeño, nuestro primer hijo que sin que nosotros lo sepamos se estaba formando en el vientre de Neicy.
Neicy y yo estamos felices y ansiosos de recibirle y entregarle todo nuestro cariño y enseñarle a servir al Señor Jesucristo.
¿Alguna sugerencia de nombre para mi primogénit@?
Bendiciones
Igor
Josué nació el 28/12/2002 y se llamó así debido a que el Señor nos salvó a él y a nosotros, su nombre lo sugirió Maripaz en el epígrafe http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9454&highlight=Josué
Publicado en http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9403 el 7/05/2002
SALMO 62
Dios, el único refugio
1 Sólo en Dios encuentro paz;
mi salvación viene de él.
2 Sólo él me salva y me protege.
No caeré, porque él es mi refugio.
Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
Es Martes, 7 de mayo del 2002. Me encuentro a salvo y más feliz que nunca tras haber visto palpablemente una de las mas grandes muestras del amor y la misericordia de Dios.
El sábado partimos de Santa Cruz de la Sierra, junto a mi esposa, el hermano Osvaldo y dos amigas, hacia una pequeña localidad llamada Moro-Moro, escondida en una hollada en medio de la serranía. El día domingo salimos de Moro-Moro rumbo a otro pueblo llamado Vallegrande, el lunes dejamos Vallegrande y visitamos Guadalupe y Muyurina, de Muyurina partimos de vuelta a Santa Cruz a las tres y media aproximadamente.
En ésta época del año en mi país anochece aproximadamente a las siete de la tarde, fue así que a medio camino nos sorprendió la noche. Osvaldo conducía su camioneta, yo iba sentado a su lado y mi esposa iba en el asiento de atrás junto a las dos muchachas que nos acompañaron en el viaje.
Para cuando cayó la noche ya estábamos atravesando la serranía que bordea los valles cruceños. Sólo la luz de la camioneta interrumpía la profunda oscuridad de la región, la mayor parte del camino sólo podíamos ver hasta donde la luz de nuestro vehículo alcanzaba, salvo cuando eventualmente, rebasábamos o éramos rebasados por algún otro vehículo. Conforme se hacía más tarde la oscuridad se hacía más densa. Ascendíamos y descendíamos las pendientes de la zigzageante carretera a nuestra izquierda se podía ver un profundo y oscuro despeñadero y a nuestra derecha el imponente cerro. Mientras la movilidad iba en descenso en una pendiente muy pronunciada repentinamente se presentó frente a nosotros una curva hacia la izquierda, particularmente cerrada.
Osvaldo tomó la curva pero el vehículo perdió estabilidad, en un momento vi como la peña frente a nosotros se acercaba hasta como si fuera a besar la camioneta. Entonces sucedió, con enorme velocidad el vehículo comenzó a voltearse. Por lo menos tres fueron las veces que yo conté que el techo de la camioneta golpeó contra mi cabeza. Nadie atinó a hacer ni a decir nada, sólo yo alcancé a gritar ALABADO SEAS SEÑOR JESUCRISTO, GLORIA A TI mientras las imágenes del camino, el cerro y el precipicio se confundían en una ruleta de colores. Luego sin saber como sucedió el movimiento cesó. Una de las muchachas que viajaba en la parte de atrás abrió una de las puertas pero Osvaldo y yo le gritamos que no se bajen porque el vehículo aún estaba moviéndose aunque muy lentamente.
Luego de la confusión comenzamos cada uno por su cuenta a evaluar dónde estábamos y cual era nuestra situación. Increíblemente la camioneta en la que íbamos cayó parada sobre la carretera detrás de una curva a unos doscientos metros de donde nos volcamos. Tras una segunda mirada fue mayor mi asombro al ver que estábamos prácticamente estacionados, es decir la camioneta no estaba metida en el monte ni atravesada en el camino sino perfectamente parqueada. En ese momento atiné a preguntar ¿están todos bien? Y a llamar a cada uno de los tripulantes por su nombre, Osvaldo, Neicy, Nelba y Soledad. ¡¡Todos estaban con vida y bien GLORIA A DIOS!! Descendieron del vehículo Osvaldo, Nelba y Neicy pero soledad parecía tener problemas aunque hasta ese momento no le dolía nada luego le comenzó a doler mucho el hombro derecho al punto que yo pensé que se había fracturado la clavícula. Pedí a mi esposa que le haga un vendaje de inmovilización de heridos y rompiendo una toalla en dos ella de amarró el brazo a su cuerpo. Luego de esto oramos agradeciendo al Señor por su misericordia y grande amor y pidiendo sabiduría para actuar en esas circunstancias.
Lo siguiente que hicimos fue recorrer la carretera hacia el lugar donde nos habíamos volcado y recoger todo nuestro equipaje que había quedado regado por el camino pero que gracias a Dios no se había desbarrancado. Después Osvaldo y yo revisamos la movilidad e increíblemente a pesar que se había roto el parabrisas y los dos vidrios de adelante y que toda la lata tenía enormes abolladuras no parecía tener daños eléctricos ni mecánicos de gravedad. Entre tanto varias movilidades pasaron por nuestro lado. Una vez estuvimos listos para echar a andar la camioneta nuevamente aparecieron dos vehículos, una camioneta y una vagoneta ambos parecían dirigirse en dirección contraria a la nuestra. El chofer de la camioneta ofreció ayuda pero Osvaldo le dijo que no se preocupe, asumiendo que el rumbo que la camioneta tenía era distinto y consiente que la atención médica más cercana quedaba en la dirección a la que íbamos. Cuando llegó la vagoneta el Señor puso en mi corazón preguntarle si iban para Santa Cruz (lo cual era ilógico puesto que conducían hacia el otro lado) el chofer respondió que si y Osvaldo les pidió si podían escoltar nuestro vehículo el resto del viaje, los dos choferes aceptaron gustosos. Cuando subimos nuevamente a la camioneta accidentada vimos a la vagoneta que había delante nuestro y leímos con asombro en su parabrisas trasero un letrero enorme que decía “Jesús te Ama”. Una vez cerca de Santa Cruz los dos vehículos que nos escoltaban se detuvieron y nos indicaron que sigamos camino, ya que no faltaba mucho para llegar.
Llegamos a Santa Cruz cerca de la media noche, dejamos la camioneta en casa de Osvaldo y tomamos dos taxis que nos llevaron a la clínica. Allí atendieron de emergencia a las muchachas que estaban más golpeadas y llamaron a la policía de tránsito, ni los médicos, ni los policías podían creer que hayamos sobrevivido ni mucho menos que hubiésemos podido llegar conduciendo el mismo vehículo en el que nos habíamos volcado rodando más de dos veces. Tras examinarnos a todos el doctor determinó que sólo teníamos golpes pequeños y yo algunos raspones. Las que peor se encontraban era Nelva que se golpeó la cabeza y le dolía mucho y Soledad que no se había fracturado la clavícula como creímos pero que si se había golpeado el hombro bastante fuerte y debe procurar no mover mucho el brazo en los próximos días. Una vez las chicas fueron atendidas hablamos por separado con Nelba y Soledad y ambas invitaron mediante una oración a Cristo para ser el Señor de sus vidas.
Nelba y Soledad se encuentran en éste momento internadas (en franca recuperación), Osvaldo haciendo las diligencias con el seguro y Neicy y yo trabajando.
Ayúdenme queridos amigos a agradecer a Dios por sus marabillas
SALMO 106
1 ¡Aleluya!
Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
Al día siguiente escribí esto en http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9454 :
Otro Milagro.
El lunes anterior Dios nos salvó milagrosamente de morir en el accidente que les relaté, en ese momento mi esposa y yo nos regocijamos por lo sucedido, ahora nuestra alegría es aún mayor dado que el jueves confirmamos que no sólo nosotros habíamos sido librados por el Todopoderoso sino también nuestro pequeño, nuestro primer hijo que sin que nosotros lo sepamos se estaba formando en el vientre de Neicy.
Neicy y yo estamos felices y ansiosos de recibirle y entregarle todo nuestro cariño y enseñarle a servir al Señor Jesucristo.
¿Alguna sugerencia de nombre para mi primogénit@?
Bendiciones
Igor
Josué nació el 28/12/2002 y se llamó así debido a que el Señor nos salvó a él y a nosotros, su nombre lo sugirió Maripaz en el epígrafe http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9454&highlight=Josué