[SIZE="4"]este articulo fue tomado de la pagina:
http://www.logoi.org/espanol/articulos/Evangelicos_GnosticismoModerno.pdf
el autor es evangelico[/SIZE]
La herejía que más batallaron los apóstoles en los días neotestamentarios fue la del gnosticismo.1 El gnosticismo
antiguo era una fusión del cristianismo con filosofías griegas. Al estudiar su origen, aprendemos que viene del
término griego, gnosis, que quiere decir conocimiento. Pero no es un conocimiento cualquiera, como el que se
aprende en la escuela, es un conocimiento especial que se encuentra en la esfera religiosa, y poseída por algunos
pocos que creen poseer un gnosis especial.
Se manifiesta en el énfasis que se hace particularmente con las experiencias internas sentidas, en lugar de la
práctica de una fe sencilla y bíblica. Es así que el gnosticismo ha cambiado por completo el propósito y el objetivo
de la fe. Ya no es un don de Dios (Ef. 2:8), es algo que uno produce por su propia fuerza y convierte en un tipo de
magia que le permite conseguir lo que quiere. Es decir, estos religiosos prometen que si alguien puede creer con
suficiente fuerza, si luego hace una confesión positiva, conociendo las reglas del mundo espiritual, podrá conseguir
gloriosas e increíbles recompensas.
El gnosticismo también se caracteriza por una búsqueda de experiencias espirituales extraordinarias, en lugar de
satisfacerse con un andar equilibrado caracterizado por una simple confianza en las promesas de la Palabra de
Dios. Se enfatizan los sentimientos y las manifestaciones espirituales, puesto que estos sirven para confirmar que
allá en el mundo espiritual hay poderes y espíritus que responden a los que conocen los secretos místicos y saben
comunicarse con esas “fuerzas” especiales que controlan al mundo desconocido. Es por esto que, como que es
una forma de creencia espiritual, el gnosticismo fácilmente se confunde con la verdadera fe enseñada por Cristo y
sus apóstoles.
Permítanme citar un caso. Este tipo de mezcla religiosa produjo en el sur de Chile la acción de embarrar las rayas
en la carretera central con aceite para librar a aquellas regiones de demonios (evento y acción que yo
personalmente presencié en el otoño del 2006). La verdad es que después de concluido el evento, nada en el sur
de Chile cambió —el pecado siguió floreciendo igual que siempre y no hubo ningún detenimiento de las
actividades demoníacas. Es más, es importante darnos cuenta que no hay nada en la Biblia que nos instruye a
hacer tal tipo de cosa para luchar contra los demonios.
ejemplo:
Una noche en mayo en mayo del 2007 puse el televisor. Mi vista quedó atraída a una presentación que hacía el
programa ENLACE, celebrando el término de su campaña financiera. Me senté para ver el espectáculo. Allí estaba
el director del programa con algunos de sus populares estrellas, cada uno pronunciándose y asegurando a los
donantes que por aquellas “semillas” sembradas, Dios les iba a dar toda clase de prosperidad milagrosa. Luego de
escuchar esas promesas un rato, por fin, precisamente con la hora del cierre del programa, llegó el último
donativo. El director y sus presentadores se congregaron en el centro del estudio alrededor del monto enorme de
sobres con el propósito de ungir la pila de donativos con aceite para asegurar que Dios los multiplicaría, tal como
los anfitriones habían prometido. Rodearon la pila, se tomaron de la mano, y uno de ellos hizo una larga oración,
mientras que otros dos derramaban aceite aquí y allá sobre la pila. Terminada la oración, de inmediato las
cámaras enfocaron sobre un grupo de músicos, guitarristas, cantantes, y bailarines que estaban en otra parte del
estudio. Estos comenzaron a alzar sus alabanzas y danzas, tirando globos al aire, más parecido a una fiesta de
cumpleaños que a un acto religioso solemne.
Mirando a ese espectáculo yo me preguntaba, ¿de dónde salió toda esa idea vista en televisión? Por cierto la
Biblia habla (1) de las ofrendas que debemos dar a Dios, (2) de las fiestas de los antiguos judíos, y (3) habla de las
bendiciones que Dios da a un pueblo obediente. Pero, de promesas de multiplicadas riquezas que donantes
ofrecen a proyectos religiosos, de revelaciones que algunos protagonistas dicen haber recibido directamente de
Dios, del ungimiento con aceite de algo dedicado a Dios para garantizar que lo profetizado se cumpla, ¿dónde se
encuentran tales cosas en la Biblia?
¿Qué decir como conclusión? Por cierto, está muy claro que una ola de enseñanzas y conceptos que la Biblia no
enseña se ha manifestado en nuestros días.
�� Lo subjetivo (lo que uno siente) importa más que lo objetivo (una enseñaza bíblica).
�� Una experiencia tiene más valor o credibilidad que una verdad de la Palabra de Dios.
�� Lo secreto y privado importa más que lo público.
�� La experiencia mística importa más que el conocimiento doctrinal bíblico.
�� Lo femenino importa más que lo masculino.
�� Lo espiritual importa más que lo material.
�� La eternidad importa más que lo temporal.
�� Un encuentro o experiencia espiritual importa más que un evento histórico material.
�� Técnicas espirituales para poder controlar los secretos del universo importan más que tener un
entendimiento claro de quién es Dios y lo que él nos pide en su Palabra.
�� El escape del cuerpo, del tiempo y de las instituciones para penetrar las profundidades espirituales es más
importante que una vida obediente que descansa en las promesas de la Biblia.
puedes consultar y ampliar mas en:
http://www.logoi.org/espanol/articulos/Evangelicos_GnosticismoModerno.pdf
http://www.logoi.org/espanol/articulos/Evangelicos_GnosticismoModerno.pdf
el autor es evangelico[/SIZE]
La herejía que más batallaron los apóstoles en los días neotestamentarios fue la del gnosticismo.1 El gnosticismo
antiguo era una fusión del cristianismo con filosofías griegas. Al estudiar su origen, aprendemos que viene del
término griego, gnosis, que quiere decir conocimiento. Pero no es un conocimiento cualquiera, como el que se
aprende en la escuela, es un conocimiento especial que se encuentra en la esfera religiosa, y poseída por algunos
pocos que creen poseer un gnosis especial.
Se manifiesta en el énfasis que se hace particularmente con las experiencias internas sentidas, en lugar de la
práctica de una fe sencilla y bíblica. Es así que el gnosticismo ha cambiado por completo el propósito y el objetivo
de la fe. Ya no es un don de Dios (Ef. 2:8), es algo que uno produce por su propia fuerza y convierte en un tipo de
magia que le permite conseguir lo que quiere. Es decir, estos religiosos prometen que si alguien puede creer con
suficiente fuerza, si luego hace una confesión positiva, conociendo las reglas del mundo espiritual, podrá conseguir
gloriosas e increíbles recompensas.
El gnosticismo también se caracteriza por una búsqueda de experiencias espirituales extraordinarias, en lugar de
satisfacerse con un andar equilibrado caracterizado por una simple confianza en las promesas de la Palabra de
Dios. Se enfatizan los sentimientos y las manifestaciones espirituales, puesto que estos sirven para confirmar que
allá en el mundo espiritual hay poderes y espíritus que responden a los que conocen los secretos místicos y saben
comunicarse con esas “fuerzas” especiales que controlan al mundo desconocido. Es por esto que, como que es
una forma de creencia espiritual, el gnosticismo fácilmente se confunde con la verdadera fe enseñada por Cristo y
sus apóstoles.
Permítanme citar un caso. Este tipo de mezcla religiosa produjo en el sur de Chile la acción de embarrar las rayas
en la carretera central con aceite para librar a aquellas regiones de demonios (evento y acción que yo
personalmente presencié en el otoño del 2006). La verdad es que después de concluido el evento, nada en el sur
de Chile cambió —el pecado siguió floreciendo igual que siempre y no hubo ningún detenimiento de las
actividades demoníacas. Es más, es importante darnos cuenta que no hay nada en la Biblia que nos instruye a
hacer tal tipo de cosa para luchar contra los demonios.
ejemplo:
Una noche en mayo en mayo del 2007 puse el televisor. Mi vista quedó atraída a una presentación que hacía el
programa ENLACE, celebrando el término de su campaña financiera. Me senté para ver el espectáculo. Allí estaba
el director del programa con algunos de sus populares estrellas, cada uno pronunciándose y asegurando a los
donantes que por aquellas “semillas” sembradas, Dios les iba a dar toda clase de prosperidad milagrosa. Luego de
escuchar esas promesas un rato, por fin, precisamente con la hora del cierre del programa, llegó el último
donativo. El director y sus presentadores se congregaron en el centro del estudio alrededor del monto enorme de
sobres con el propósito de ungir la pila de donativos con aceite para asegurar que Dios los multiplicaría, tal como
los anfitriones habían prometido. Rodearon la pila, se tomaron de la mano, y uno de ellos hizo una larga oración,
mientras que otros dos derramaban aceite aquí y allá sobre la pila. Terminada la oración, de inmediato las
cámaras enfocaron sobre un grupo de músicos, guitarristas, cantantes, y bailarines que estaban en otra parte del
estudio. Estos comenzaron a alzar sus alabanzas y danzas, tirando globos al aire, más parecido a una fiesta de
cumpleaños que a un acto religioso solemne.
Mirando a ese espectáculo yo me preguntaba, ¿de dónde salió toda esa idea vista en televisión? Por cierto la
Biblia habla (1) de las ofrendas que debemos dar a Dios, (2) de las fiestas de los antiguos judíos, y (3) habla de las
bendiciones que Dios da a un pueblo obediente. Pero, de promesas de multiplicadas riquezas que donantes
ofrecen a proyectos religiosos, de revelaciones que algunos protagonistas dicen haber recibido directamente de
Dios, del ungimiento con aceite de algo dedicado a Dios para garantizar que lo profetizado se cumpla, ¿dónde se
encuentran tales cosas en la Biblia?
¿Qué decir como conclusión? Por cierto, está muy claro que una ola de enseñanzas y conceptos que la Biblia no
enseña se ha manifestado en nuestros días.
�� Lo subjetivo (lo que uno siente) importa más que lo objetivo (una enseñaza bíblica).
�� Una experiencia tiene más valor o credibilidad que una verdad de la Palabra de Dios.
�� Lo secreto y privado importa más que lo público.
�� La experiencia mística importa más que el conocimiento doctrinal bíblico.
�� Lo femenino importa más que lo masculino.
�� Lo espiritual importa más que lo material.
�� La eternidad importa más que lo temporal.
�� Un encuentro o experiencia espiritual importa más que un evento histórico material.
�� Técnicas espirituales para poder controlar los secretos del universo importan más que tener un
entendimiento claro de quién es Dios y lo que él nos pide en su Palabra.
�� El escape del cuerpo, del tiempo y de las instituciones para penetrar las profundidades espirituales es más
importante que una vida obediente que descansa en las promesas de la Biblia.
puedes consultar y ampliar mas en:
http://www.logoi.org/espanol/articulos/Evangelicos_GnosticismoModerno.pdf