Re: FUE ABOLIDA LA LEY ? y el SABADO SEMANAL ?
La ley (del latín lex, legis) es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia. Su incumplimiento trae aparejada una sanción
NO ENTIENDES TU QUE JESUS DIJO QUE NO VINO A ABOLIR LA LEY, PERO QUE EN HEBREO SE DICE QUE LA LEY SE ABOLIO POR SI SOLA PORQUE FUE CRISTO CONSTITUIDO SUMO SACERDOTE SEGUN EL ORDEN DE MELQUISEDEC?????
HEBREOS[SIZE=+1] Capítulo 3[/SIZE]
Jesús es superior a Moisés
3:2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
3:3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
3:4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. El reposo del pueblo de Dios
3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,
3:8 No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
3:9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras cuarenta años.
3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
3:11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.
3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
3:13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
3:15 entre tanto que se dice:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
3:16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
3:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 4[/SIZE][/h]</center>
4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
4:3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:
Por tanto, juré en mi ira,
No entrarán en mi reposo;
aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.
4:4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
4:5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.
4:6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
4:7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones.
4:8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo,
no hablaría después de otro día.
4:9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
4:10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
4:11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 5 [/SIZE][/h]</center>
5:2 para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;
5:3 y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.
5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy.
5:6 Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte,

fue oído a causa de su temor reverente.
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 7 [/SIZE][/h]</center>El sacerdocio de Melquisedec
7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo;
cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
7:3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
7:4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley,
es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.
7:6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
7:7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
7:8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.
7:9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
7:10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
7:12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
7:13 y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
7:14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
7:15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
7:16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
7:17 Pues se da testimonio de él:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia
7:19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
7:20 Y esto no fue hecho sin juramento;
7:21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
7:22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
7:23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
7:24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;
porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 8 [/SIZE][/h]</center>El mediador de un nuevo pacto
8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.
8:3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
8:8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
8:9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
8:13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer
ADEMÁS LA LEY FUE DADA PARA ISRAEL Y NO PARA LOS GENTILES, NOSOTROS HEMOS SIDO INGERTADOS EN EL OLIVO NATURAL SIENDO OLIVO SILVESTRE, Y AUN ASI PABLO REPRENDIÓ A PEDRO PORQUE QUERIA OBLIGAR A LOS GENTILES A JUDAIZAR CON SUS LEYES.
La ley (del latín lex, legis) es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia. Su incumplimiento trae aparejada una sanción
NO ENTIENDES TU QUE JESUS DIJO QUE NO VINO A ABOLIR LA LEY, PERO QUE EN HEBREO SE DICE QUE LA LEY SE ABOLIO POR SI SOLA PORQUE FUE CRISTO CONSTITUIDO SUMO SACERDOTE SEGUN EL ORDEN DE MELQUISEDEC?????
HEBREOS[SIZE=+1] Capítulo 3[/SIZE]
Jesús es superior a Moisés
[SIZE=+1]é[/SIZE]
3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; 3:2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
3:3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
3:4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. El reposo del pueblo de Dios
3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,
3:8 No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
3:9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras cuarenta años.
3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
3:11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.
3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
3:13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
3:15 entre tanto que se dice:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
3:16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
3:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 4[/SIZE][/h]</center>
[SIZE=+1]é[/SIZE]
4:1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
4:3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:
Por tanto, juré en mi ira,
No entrarán en mi reposo;
aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.
4:4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
4:5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.
4:6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
4:7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones.
4:8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo,
4:9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
4:10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
4:11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 5 [/SIZE][/h]</center>
[SIZE=+1]é[/SIZE]
5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; 5:2 para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;
5:3 y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.
5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy.
5:6 Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte,
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 7 [/SIZE][/h]</center>El sacerdocio de Melquisedec
[SIZE=+1]é[/SIZE]
7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo;
7:3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
7:4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley,
7:6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
7:7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
7:8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.
7:9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
7:10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
7:12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
7:13 y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
7:14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
7:15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
7:16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
7:17 Pues se da testimonio de él:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia
7:19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
7:20 Y esto no fue hecho sin juramento;
7:21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
7:22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
7:23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
7:24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;
7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
<center>[h=1][SIZE=+1]Capítulo 8 [/SIZE][/h]</center>El mediador de un nuevo pacto
[SIZE=+1]é[/SIZE]
8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.
8:3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
8:8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
8:9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
8:13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer
ADEMÁS LA LEY FUE DADA PARA ISRAEL Y NO PARA LOS GENTILES, NOSOTROS HEMOS SIDO INGERTADOS EN EL OLIVO NATURAL SIENDO OLIVO SILVESTRE, Y AUN ASI PABLO REPRENDIÓ A PEDRO PORQUE QUERIA OBLIGAR A LOS GENTILES A JUDAIZAR CON SUS LEYES.