¿Fe que mueve montañas?

En tiempos recientes sospecho que Stanley Windass, católico inglés y autor del libro "El cristianismo frente a la violencia", era del pequeño resto bíblico, por su forma de hablar de los cristianos de los tres primeros siglos (primeras 30 hojas del libro). No lo sé con seguridad, traté de contactar con su familia sin éxito.

Si hubiera sido del pequeño resto bíblico su obra se divulgó ampliamente, miles de ejemplares, y no hay constancia de que formase comunidades. Es un ejemplo de cómo puedes ser escuchado por miles de personas en varios países y sin embargo no llegar a conocer a otros del pequeño resto bíblico con los que formar comunidad.
 
No, no lo conocía. He visto libros similares del estilo "Así fue la Iglesia primitiva"
 
Acabo de ojear el capítulo quinto, cuando se pregunta porqué se fracasa hoy frente al éxito de los primeros cristianos.

Gracias, lo ojearé más ampliamente
 
Si el libro que mencionas va en la misma línea, es interesante notar como creyentes de procedencias distintas, como la católica y la evangélica, se pueden sentir más unidos entre sí que con otros que profesan doctrinas similares. Usando tu expresión, quizá ambos sean parte del pequeño resto bíblico
 
Hace tiempo escribí a renombrados teólogos evangélicos preguntándoles por comunidades pacíficas que compartiesen todos los bienes (de esa forma les hacía ver que yo era del pequeño resto bíblico) y me decían que no conocían a ninguna. No trataban de profundizar en el asunto conmigo. Escribiré a David W. Bercot

Respecto a lo otro, los evangélicos y los católicos somos primos hermanos
 
Cuando hablo de comunidades pacíficas que compartan todos los bienes me refiero a las que no tratan de imponer normas humanas como una vestimenta igual para todos, leer sólo la Biblia, y similares
 
Cuando hablo de comunidades pacíficas que compartan todos los bienes me refiero a las que no tratan de imponer normas humanas como una vestimenta igual para todos, leer sólo la Biblia, y similares

Te entiendo, pero aquí es donde se presenta el mayor obstáculo: una comunidad al final adquiere una serie de normas humanas y recomendaciones, que todos los miembros procuran cumplir en alas de un mejor funcionamiento y la unidad. Con el tiempo suele suceder que en la práctica se da mas importancia a la observancia de esas normas que a los principios cristianos que originaron la comunidad.
 
En la primeras comunidades las normas las daba el Espíritu Santo, la presencia del Espíritu Santo era constante, eso es algo que no entienden muchas comunidades, y entonces empiezan con las normas humanas
 
Llama la atención en las primeras comunidades la invocación constante al Espíritu Santo, y cómo los primeros cristianos se dejaban guiar por El. Además había gran profusión de carismas otorgados por el Espíritu Santo.

Cuando en algún intento de formación de comunidad he dicho "vamos a invocar al Espíritu Santo" han tendido a pasar de largo por ese asunto. lo que me gusta de los carismáticos es que lo tienen muy presente, si bien les faltan otras cosas
 
Muy buena idea, el problema es que al final el amor de Dios desborda esos círculos abriéndose al exterior porque el amor de Dios no se puede contener. Si es auténtico su vocación es a ampliar esos círculos. "Dad razón de vuestra esperanza"
 
De todos modos, no creo que haya una solución plenamente satisfactoria en lo concerniente a asociarse con creyentes que desean vivir el verdadero cristianismo. La clave de todo reside en una relación personal viva y creciente con Dios, y a partir de ahí, Dios hará que las "ondas expansivas" lleguen a otros favorablemente dispuestos
 
La vocación del cristiano es vivir en comunidad. "Mirad cómo se aman", dice Jesús, refiriéndose a cómo identificar a sus discípulos. Los primeros cristianos lo consiguieron, son ellos quienes ponen el listón a saltar
 
Si hoy nos reuniéramos los del pequeño resto bíblico seríamos así

Carta a Diogneto

"Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres.
Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho.
Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida.Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo.Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida.Los.judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad.​