Acerca de qué es “ser cristiano”
Tener una opinión es una cosa, y otra es
tener una convicción
Tal es la diferencia entre un cristiano “convertido” y uno “convencido”. Cualquiera puede adquirir una opinión que lo acerca más a su círculo de pertenencia o tener una convicción que emane de la cultura o la tradición, pero esa convicción sirve sólo cuando esta enraizada en la energía más profunda de su carácter.
En otras palabras: un hombre convertido, no es simplemente un hombre con ideales, sino un hombre comprometido con todas sus fuerzas con el Reino de Dios y su justicia .
Para hacer referencia a continuación al concepto de carácter cristiano nos es menester comenzar enumerando qué cosa no es ser – cristiano para luego sí, enunciar lo que verdaderamente es el ser – cristiano.
En primer lugar podríamos decir que un cristiano No es una persona que participa en el culto. Ya lo dijo Cristo: “el trigo y la cizaña crecen juntos”, por eso es lógico deducir que mucha gente que se congrega y participa de los cultos de sus congregaciones van a pasar un rato agradable mirando el espectáculo cúltico dominical.
En segundo lugar podríamos decir que un cristiano no es un fanático.
El fanático es alguien que a simple vista nos puede parecer un hombre muy comprometido con su denominación: No se pierde un culto, es el primero en llegar y el último en irse, participa en todas las actividades que su congregación propone, etc. Pero a su vez es un hombre que le cuesta aceptar una postura diferente, que se irrita cuando alguien piensa distinto,
que decidido a creer que todo aquel que no entra en su molde, que no comparte algún aspecto de su doctrina, es un pobre hombre que necesita tener un encuentro con el Señor. (Encuentro que seguramente lo haría más parecido a él).
Creo que es posible definir clínicamente al fanático como una persona excesivamente narcisista, en realidad, alguien muy próximo a la psicosis(Fromm)
Si cambiamos los términos psicológicos de la cita de Fromm para definirlo más teológicamente podríamos decir sin lugar a dudas que un fanático es un idólatra, alguien que está propenso a tener dioses ajenos.