Paz.
Cama,
Lo que he dicho no tiene nada que ve con esta acusación:
"Es la más ridícula interpretación que he visto en mi vida para justificar su no bautismo del Espíritu Santo y faltos de toda manifestación del Espíritu Santo como excusa de ser gentil."
Te explico:
Pentecostés, ocurrió hace dos mil años, un día especifico; y
no vino entonces el Espíritu Santo sobre ningún gentil el día de Pentecostés; pues la venida del Espíritu Santo estaba profetizada solamente para la casa de Israel ("toda carne"), conforme a la profecía de Joel, que ocurriría un dia detemrinado.
Aquí quiero aclarar algo:
No me he referido jamás a que quienes hemos sido llamados de entre los gentiles no tengamos el Espíritu Santo, pues también fue derramado sobre nosotros, peor no el dia de pentecostés.
Toma nota, antes de acusarme.
Negar que fue derramado el Espíritu Santo sobre todo aquel que invoca el Nombre del Señor, sería negar el cristianismo mismo; eso sería un asurdo.
Yo no vengo hablando de eso
Tampoco me he referido a que a su tiempo tal y como estaba profetizad de los gentiles, que habrían de alcanzar salvación, ni he dicho tampoco que el Espíritu Santo no haya venido también sobre nosotros. Doy tesitmonio de que el espíritu Santo vino tambien a nosotros.
He dicho si, que
lo que sucedió en Pentecostés, en ese día en particular es solo para la casa de Israel.
He dicho respecto al doble cumplimiento de la profecía del profeta Jeel para la casa de Israel, y de la venida el Espíritu Santo que fue profetizada, insisto, para la casa de Israel ("toda carne"). Así como vino entonces hace cerca de dos mil años, volverá a venir a la casa de Israel en los potreros días, antes de que venga el día temible de Jehová.(Hech 2:20)
Son dos venidas del Espíritu Santo para Israel; estas representan la “lluvia temprana” y la “lluvia tardía” que profetizó Joel.
PRIMER CUMPLIMIENTO PROFETICO SOBRE LA LLUEVIA TEMPRANA:
¿Para quién fue la promesa de la primera venida del Espírtu Santo? Para Israel, primeramente:
Jl 2:12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
2:13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
2:14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?
2:15 Tocad trompeta
en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea.
2:16
Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.
2:17 Entre
la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan:
Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella.
¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? 2:18 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.
2:19 Responderá Jehová, y
dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio
entre las naciones.
2:20 Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.
2:21 Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.
2:22 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.
2:23 Vosotros también,
hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 2:24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.
2:25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
2:26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.
2:27 Y conoceréis que
en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.
Como ves
nosotros no éramos ese pueblo entonces de quien hablaba Joel, no teníamos parte aún en esto; todo el tiempo Joel se viene refiriendo a una promesa para Israel.
¿Esto significa que Dios no tenía un plan para los gentiles?
No, pues desde luego que hay un plan para nosotros, pero ese plan es algo distinto.
Observa:
En Pentecostés el día que se cumplió el primer cumplimiento de esta profecía,
no había ni un solo gentil ahi reunido, sino que se derramó el Espíritu sobre “toda carne”, esto es
sobre todos los varones israelitas ahí reiunidos, al mismo tiempo; ;
en cambio a nosotros, gentiles, llegó el don del Espíritu Santo después y no como derramamiento sobre toda carne, sino de uno en uno, por la predicación del evangelio de Cristo (Hech 8:14-17; 11:15); luego desde entonces ha sido de esta manera para judíos y gentiles por igual.
Espero veas la notable diferencia,
SEGUNDO CUMPLIMIENTO PROFETICO, SOBRE LA LLUVIA TARDÍA
:
Ahora bien, aun falta el
segundo cumplimiento (doble cumplimiento profético) de la profecía del profeta Joel; este cumplimiento
es exclusivo para Israel también, se le conoce como
la conversión de Israel; cuando les será quitado el velo de incredulidad, observa:
Israel ya está reunido en su tierra prometida, pero vienen días terribles para Israel:
Zac 12:3 Y en aquel día yo
pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que
todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
12:4 En aquel día, dice Jehová, heriré con pánico a todo caballo, y con locura al jinete; mas
sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera.
12:5 Y
los capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios.
12:6 En aquel día pondré a
los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en
Jerusalén.
12:7 Y librará Jehová las tiendas de
Judá primero, para que
la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.
12:8
En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
12:9 Y en aquel día
yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.
12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
12:11 En aquel día habrá gran llanto en
Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.
12:12 Y la tierra lamentará,
cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí;
12:13 los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí;
12:14 todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.
Todo Israel conocerá que Jesús es el Mesías
Jl 13:6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
Pero ¿Cuándo ocurrirá todo esto?
Tal y como la profecía de Joel se refiere a la lluvia tardía:
Jl 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
2:30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
2:31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre,
antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Esto ocurrirrá antes de que venga el dia del Señor:
Hch 2:17 Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
2:18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
2:19 Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo;
2:20 El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
Aun no hay estos prodigios,
ni el sol se ha convertido en tinieblas, ni la luna en sangre, ni los hijos, ni las hijas, de “toda carne” (todo Israel) profetizan, ni los jóvenes ve Israel ven visiones ni sus ancianos sueñan sueños; pero acontecerá como aconteció la lluvia temprana
Pero todo a su debido tiempo.
Bendiciones.