Falsa Doctrina: El Cristiano No Puede Divorciarse
Siento una pena enorme, cuando veo que hay tantas y tantas personas que se están destrozando la vida, tratando de soportar los sufrimientos que les causan las desavenencias e incluso violencias verbales y hasta físicas, que sufren a manos de sus parejas.
Cristo no ha unido nunca a dos personas desiguales en principios. Es el mundo y la elección personal equivocada, los que dicen: Es mi mujer, o: Es mi marido.
Las escrituras ratifican, que el cristiano puede separarse de su cónyuge, cuando éste está despreciando la justicia del Evangelio.
Lo que no debemos hacer, es despedir al hermano, al que está esforzándose por seguir fielmente el Evangelio, porque estemos hartos de su carne o no soportemos su forma de expresarse.
Si tenemos un marido o mujer que descaradamente falta a los principios evangélicos, tenemos todo el derecho de separarnos, de alejarnos de él y hasta de contraer un nuevo compromiso de fidelidad con una persona que realmente ame a Dios.
Mat 5:32...Este texto, dice que no abandonemos al cónyuge, escepto en caso de fornicación. Entendiendo por fornicación, abandono de la Ley de Dios y entrega al mundo,tenemos perfecto derecho a separarnos de quien primeramente se ha separado del Señor y se ha entregado a la concupiscencia del mundo. Así es como entiendo yo, con la gracia de Dios, el sentido de este versículo y de la enseñanza sobre el tema del matrimonio entre personas desiguales en la fe de Cristo.
El que un hermano verdadero, tenga una debilidad y cometa adulterio no es razón suficiente para abandonarle, si reconoce su culpa y el mal que ha hecho y se arrepiente de su falta, de su injusticia al engañar faltando al compromiso de fidelidad que hizo con su cónyuge.
1Co 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
Este texto, nos habla de quienes tienen un cónyuge que no profesa nuestra fe en Cristo. Es recomendación de Pablo, no palabra del Señor, pero también nos vale para darnos idea a quienes tengan mujer o marido no creyente, de lo que es recomendable.
Yo saco en conclusión, que si el marido o mujer no creyente, respeta la fe cristiana del cónyuge y el compromiso que ha contraido con él, le trata bien y le ayuda en la crianza del los hijos y en todas las necesidades de la vida, debe permanecer a su lado, intentando convertirle a la fe en Cristo (Esto como consejo de Pablo, no como Ley de Cristo). Pero si no es así, si hay falta de respeto, agresión física, malos tratos y mala conducta en general, el cristiano está libre de compromiso y tiene toda la libertad en Cristo Jesús para separarse de su cónyuge.
Hermanos, entendamos en profundidad el Amor, la Caridad, la Misericordia y la Justicia de Dios, que no nos ha dado carga pesada, sino yugo llevadero.
No nos aferremos a doctrinas de hombre, que faltan a la Verdad y enseñemos el verdadero Evangelio, que a Paz nos llama El Señor.