Esjatología diacrónica – Vida después de la muerte http://www.logosortodoxo.com/lecturas-evangelicas/la-vida-despues-de-la-muerte/ Ieroteo Vlajos
Το καθαρτήριον πυρ. Πηγή: Από το βιβλίο: "Η ζωή μετά τον θάνατο http://www.oodegr.com/oode/papismos/dogma/kathartirio_2.htm
Τού Σεβ. Μητρ. Ναυπάκτου και Αγίου Βλασίου Ιεροθέου Βλάχου
Capítulo V: EL PURGATORIO
…Podemos señalar cinco causas, que llevaron al pensamiento teológico occidental a la doctrina sobre el purgatorio.
(
al final están puesto los términos teológicos: hisijasmo, hisijía y nipsis)
PRIMERA, la falta de teología níptica. La teología occidental por su alejamiento de la teología ortodoxa y, sobre todo, de la tradición níptica de la catarsis del corazón, la iluminación del nus y la zeoría-contemplación espiritual o zéosis de Dios, creó las condiciones para el desarrollo y la enseñanza del fuego creado purificador o purgatorio.
Esto se dice en el sentido de que la teología niptico-hisijasta de la Iglesia Ortodoxa habla de la energía increada de Dios, que como fuego catartiza purga y sana al hombre. Según el resultado de la acción y efecto de la Jaris-Gracia increada de Dios también adquiere un nombre particular, se llama catártica, iluminadora y deificante o divinizadora energía increada. En otras palabras, cuando la energía increada de Dios
catartiza purga, limpia y sana al hombre, se llama catártica, cuando ilumina se llama iluminadora y cuando le glorifica o diviniza se llama θεοποιός
zeopiós deificante o divinizadora.
El mismo Cristo dijo: «He venido a arrojar fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!, ¡y qué más quiero, si ya se ha encendido!» (Lc 12,49).
Vine a echar un celo ardiente y entusiamo en los corazones de los hombres de buena voluntad, pero este celo encenderá fuego de odio contra mí y mis fieles seguidores. ¡Y qué más quiero, si ya se ha encendido este fuego! (Lc 12,49). Y el Apóstol Pablo escribe: “porque nuestro Dios es fuego consumidor (o devorador)” (Heb 12,29). Quema y consume a todo impío y desvergonzado..
San Juan el de la Escalera, que expresa toda la tradición níptica sobre este tema, dice que vivimos y experimentamos la Jaris de Dios primero como fuego, y luego como luz. El fuego supraceleste, cuando se introduce en el corazón, a unos los sobrequema debido a la catarsis incompleta y a otros ilumina "por la medida de la perfección". Este mismo fuego se llama "fuego consumador e iluminador". Es por eso que unos saliendo de su oración es como si salieran de un horno en llamas, sintiendo vacío por la suciedad, y otros, cuando la oración termina, se sienten como si estuvieran saliendo iluminados por la luz y vestidos con la prenda de la humildad, la alegría y el gozo.
En otro momento, San Juan el Clímaco, dice que todo nuestro esfuerzo se pone hasta que el fuego de Dios haya entrado en nuestro santuario, es decir, en nuestro corazón. Dios, que es un fuego, consume "toda suciedad y movimiento, destruye y mata tanto por dentro como por fuera todo vicio y pazos visible e invisible”.
En general, a lo largo de la tradición eclesiástica, se habla de que el fuego que entra en el corazón, es decir, la Jaris-Gracia increada de Dios, que uno siente dentro de su corazón va quemando sus pazos. Por supuesto, este fuego es increado, es decir, la Jaris increada de Dios, que quema los
pazos las pasiones, vicios, purga, limpia y sana el corazón, por eso se llama Jaris catártica, purgante y esto se realiza durante la lucha del hombre por su terapia “psicoterapia”. Es esencialmente la primera etapa o estadio de la vida espiritual. Además, este fuego mismo, es decir, la Jaris catártica, purgante de Dios, estará operando también en aquellos que han entrado en la etapa de la catarsis, pero no los ha sido dado tiempo para catartizarse. Así, como hemos dicho anteriormente, con la memoria y las oraciones de la Iglesia el hombre se catartiza y sube a las etapas de la culminación espiritual, ya que, el perfeccionamiento es interminable.
Los latinos o francolatinos, como perdieron la teología níptica y no vivían ni experimentaban estas situaciones empíricamente, por eso malinterpretaron los textos patrísticos. Descubrieron que en los escritos de la Sagrada Escritura y de los Padres santos se habla de un fuego que limpia, purga y sana al hombre, y que esto continúa después de la muerte, para aquellos que ya habían entrado en el arrepentimiento, en la etapa de la catarsis, y al no disponer de experiencia espiritual de esta enseñanza, malinterpretaron los pasajes patrísticos. Así que llegaron a hablar de un creado fuego castigador, a través del cual pasarán toda la gente. Pero está claro que otro significado y sentido tiene el término en la enseñanza patrística ortodoxa.
SEGUNDA causa fundamental de la aparición de la enseñanza del purgatorio es la identificación de sustancia y energía a Dios, que ha creado muchos males en Occidente.
Conocemos bien por la teología ortodoxa que Dios tiene sustancia y energía. No hay sustancia sin energía. Si la esencia o sustancia es increada y su energía también es increada, si la sustancia o esencia es creada entonces su energía también es creada. La esencia de Dios es increada, por eso decimos que Su energía es increada. La agapi-amor, paz, justicia, etc., son energías increadas de Dios, que, por supuesto, no son sin hipostasis (inexistentes), sino existentes en hipostasis, ya que no puede haber energía sin hipostasis, por la razón de que el operante o energizante es persona. Esta verdad teológica nos preserva de muchos peligros y desviaciones heréticas. (Discernimiento claro indivisible entre esencia-sustancia-usía y energía=naturaleza-
Don de discernimiento el mayor de todo, según los Padres. San Dionisio el Areopagita: “discernimiento no es dividir sino unir lo dividido y distinguir lo unido”)-
En occidente al contrario no se hace este discernimiento indivisible. Los “teólogos” (tiologos) escolásticos, en su esfuerzo por preservar la simplicidad de Dios y al mismo tiempo distinguir integralmente entre Dios y el mundo, identifican la energía de Dios con Su esencia-usís, lo llaman actus purus, y al mismo tiempo toman la energía providencial y salvadora de Dios como creada. De esta manera, Dios, en la teología occidental, no tiene una relación real con el mundo por Su energía increada, sino sÓlo por medios creados y energías creadas. Pero esta enseñanza sacude todo el pedestal y el contenido de la sanación y salvación humana.
Si examinamos cuidadosamente todas las diferencias entre la Iglesia ortodoxa y los Francolatinos, comprobaremos que es debido a este asunto teológico crucial. Esto exactamente se ve también en la enseñanza sobre el purgatorio de los francolatinos. En primer lugar hablan acerca de la experiencia del purgatorio, que es creado, ya que Dios no tiene contacto o comunicación directa con las creaciones, y luego hablan sobre la vista o visión de la sustancia-esencia-usía increada de Dios por los purgados o
catartizados. Es decir, ya que las personas pasan por el purgatorio, llegan a la visión de la esencia de Dios. Pero esta enseñanza, entre otras cosas, siempre y cuando se habla de la
sotiría, salvación, necesariamente elimina el discernimiento entre creado e increado, entre por naturaleza y por la Jaris-gracia energía increada.
En la Iglesia Ortodoxa, sin embargo, la
sotiría redención, sanación y salvación se identifica con la participación del hombre de la deificante Jaris increada y energía de Dios. Por lo tanto, la
sotiría es pragmática, real y Dios sigue siendo Dios.
TERCERO, la enseñanza sobre el purgatorio es una conjunción de toda la tradición franco-latina, tal como lo expresa la llamada teología escolástica. De hecho, como hemos dicho antes, la teología escolástica que se alejó de la teología empírica, hesicástica y litúrgica de la Iglesia Ortodoxa, dio origen a una gran cantidad de males en Occidente.
Según la teología occidental, que se basó en el divino Agustíno, el pecado original o ancestral se hereda de Adán a todos los descendientes, y la justicia de Dios condenó a toda la humanidad al infierno e impuso la pena de muerte. Por lo tanto, según la tradición franco-latina, el infierno y la muerte son el castigo de Dios, no enfermedad, como enseña la teología ortodoxa.
La consecuencia de esta enseñanza es que los francolatinos fueron conducidos a la teoría sobre el infierno y el purgatorio. Los francos, como creían que los malvados no ven a Dios, tomaron el fuego del infierno como creado. En este sentido y punto de vista, debemos ver el infierno de Dante, donde los pecadores serán atormentados por el fuego creado del Infierno. De este modo, los franco-latinos imaginaron el mundo como un edificio de tres pisos, compuesto por el cielo inmutable para los prósperos ευδαίμονες efdémones-dichosos, la variable tierra para la prueba de los hombres y los subterráneos variables para los infernados viciosos.
Por supuesto, como hemos visto antes, los franco-latinos también hablaban de la visión de la esencia-usía de Dios por los justos y los catartizados. En otras palabras, los salvados verán, a través de la jaris-gracia y sus lógicas a Dios y los arquetipos de los seres que existen en Él. Con esta visión de la esencia-usía divina, las psiques-almas se librarán de la parte anhelante (deseo), de la irascible y de las variables, y así se convertirán prósperos, efdémones-dichosos invariables. No es necesario señalar que la Iglesia Ortodoxa no acepta estos puntos de vista, ya que los arquetipos de los seres no existen en Dios. Dios crea, provee y salva al mundo con Su energía increada.
Los francolatinos tampoco entendieron correctamente la teología apofática (afirmación negativa) y la consideraron más como una teología reflexiva. En la teología ortodoxa, la doxa (gloria, luz increada) de Dios se atribuye en términos opuestos: luz y gnofos (luz que transciende toda luz), fuego y skotos-oscuridad. La primera antítesis manifiesta y significa la doxa increada de los justos, el segundo el estado de los pecadores. Estas antítesis se utilizan no porque haya contradicciones en Dios, sino para expresarse la verdad, de que no hay similitud entre la doxa increada de Dios y las creaciones.
Sin embargo, estas condiciones previas de la teología franco-latina han llevado a los teólogos occidentales a la enseñanza del fuego del purgatorio, mediante el cual los pecadores y los arrepentidos serán castigados para alcanzar así a la vista de la esencia-usía de Dios. Por eso afirmamos que la doctrina del fuego purificador “purgatorio” latino no es independiente de las estructuras básicas de la teología escolástica de Occidente.
CUARTA razón principal de esto es la enseñanza de los Francolatinos sobre la satisfacción de la justicia divina. Según Anselmo Canterbury, la exigencia del castigo y la exigencia de la salvación del hombre es necesidad de la naturaleza divina. A diferencia contrario de la enseñanza de los santos Padres, que habla del pecado como enfermedad y la
sotiría sanación y salvación como agapi-amor de Dios, a través de la cual agapi (amor energía increada) se consigue la terapia “psicoterapia” del hombre por supuesto con su propia sinergia, cooperación; Anselmo habla de la infección de la justicia de Dios y su expiación.
Tal punto de vista y consideración por parte de los franco-latinos para la salvación del hombre era de esperar que fueran conducidos a la doctrina sobre el purgatorio, en la doctrina sobre castigo del hombre para que sea expiado Dios. Naturalmente, esta enseñanza altera y tergiversa toda la vida espiritual, ya que pone a un intercambio o transacción comercial y en relaciones de personas infectadas y caídas.
QUINTA causa de la aparición de la doctrina sobre purgatorio es la estructura política y económica del Papismo. Después de que los franco-latinos perdieron la teología empírica de la Iglesia Oriental y se alejaron de la tradición litúrgica, hisijástica y níptica de la Iglesia Ortodoxa, era de esperar que cayeran en situaciones antropocéntricas. La noción feudalista para composición y formación de la sociedad, el orgasmo constructivo de edificios y la elevación económica, el conflicto con el poder político, etc., contribuyeron a la doctrina del purgatorio. De esta manera o modo el laós-pueblo se oprime, se sangra económicamente pero también la “Iglesia” se está ayudando en la construcción de edificios.
La conexión del purgatorio con las ofrendas materiales ha causado la decepción de la gente con el Papismo. Se dice que el purgatorio fue inventado para completar el templo del apóstol Pedro en Roma y el mantenimiento de la corte papal. Sin embargo, debe observarse que la doctrina del purgatorio no se inventó simplemente para la explotación de la gente, porque, como hemos visto antes, está incorporado en la teología escolástica de los Francolatinos. Sin embargo, también fue utilizado por razones económicas.
Tras este análisis, podemos llegar a la siguiente conclusión. Así como la teología ortodoxa constituye y es una unidad, yo diría un círculo, y cuando uno se acerca a un punto del círculo encuentra todo el círculo, lo mismo sucede en la teología de frankolatina. Todas sus novedosas doctrinas están interrelacionadas y determinadas sobre la misma base.
Esto significa que la pérdida de la teología hisijástica, el rechazo de la teología terapéutica y empírica dio lugar al nacimiento a una gran cantidad de males en Occidente. El dogma del purgatorio tiene relación con la pérdida de la enseñanza sobre el discernimiento indivisible entre esencia-usía y energía increada en Dios.
El purgatorio es el fruto y resultado de la teología escolástica de los Francolatinos y no tiene relación ni nada que ver con la teología ortodoxa tal y como la enseñó Cristo, la vivieron los apóstoles y los santos padres nos la entregaron.
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Ήσυχασμός hisijasmós hesycasmo es el método “psicoterapéutico” de catarsis e iluminación del corazón y del nus humano, es la Cristocéntrica vida espiritual ortodoxa. El método de la gnoseología sobrenatural en la tradición Ortodoxa se llama Hisijasmo y se identifica con la nipsis-catarsis del corazón. El hisijasmo se identifica con la Ortodoxia. El hisijasmo fuera de la praxis hisijasta es patrísticamente o de parte de los santos Padres Ortodoxos impensable. El hisijasmo no tiene ninguna relación con el pietismo (exterior) todo lo contrario. El pietismo se ha desarrollado por los protestantes que trata de praxis exteriores, que no tienen nada de ver con lo interior. En la Ortodoxia hablamos de movimiento del como imagen al como semejanza y unión con Dios por la increada jaris, los misterios y la ascesis.
Ἡσυχία (hisijía), interior tranquilidad, paz y serenidad. Es la paz del corazón, el estado del nus sin molestias, permanencia en Dios y la liberación del corazón de los pensamientos-reflexiones (loyismí), de los pazos influenciados por el ambiente. La hisijía es el único camino para que el hombre llegue a la zéosis, expectación o semejanza. La hisijía del cuerpo es el ayudante para llegar el hombre a la noerá hisijía. Hisijasta es aquel que lucha con maneras especiales para la recogida del nus dentro al corazón.
Νήψις nipsis (sobriedad). Se llama así la alerta, guardia y vigilancia espiritual, la continua atención y vigilancia de manera que el loyismós pensamiento-reflexión no avance desde la lógica de la mente y se introduzca al corazón. En el corazón se debe de encontrar sólo el nus, la atención y su energía y no los loyismí pensamientos-reflexiones. Esta alerta vigilante se llama nipsis (sobriedad)