¿Qué es el infierno?
El infierno no existe, pero podemos experimentarlo.
Ell infierno es la experiencia del peor resultado posible de nuestras elecciones, decisiones y creaciones. Es la consecuencia natural de cualquier pensamiento que niegue adios, o niegue Quienes somos en relación a dios.
Es el dolor que sufrímos a causa de un pensamiento equivocado. Pero el término <<pensamiento equivocado>> tampoco es apropiado, ya que no existe nada que sea equivocado.
El infierno es lo opuesto a la alegría. Es la insatisfacción. Es saber Quienes y Que Somos, y fracasar a la hora de experimentarlo. Es ser menos. Eso es el infierno, y no hay ninguno mayor para nuestra alma.
Pero el infierno no existe como ese lugar que hemos imaginado, donde nos quemamos en un fuego eterno, o como una forma de tormento perpetuo. ¿Qué podría pretender dios con eso?
Incluso si dios sostuviera la idea, extraordinariamente malvada, de que no nos merezcamos el cielo, ¿por qué habría de tener la necesidad de buscar algún tipo de venganza, o castigo, por nuestra falta? ¿No sería para dios mucho más sencillo simplemente deshacerse de nosotros? ¿Qué vengativa parte de dios necesitaría someteros a un sufrimiento eterno de un tipo y una intensidad más allá de cualquier descripción?
Si contestamos que la necesidad de justicia, ¿no sería suficientemente justo la simple negación de la comunión Con Dios en el cielo? ¿Hace falta también infligir un dolor sin fin?
Les digo que después de la muerte no hay ninguna experiencia semejante a la que hemos elaborado en nuestras teologías, basadas en el temor.
Pero sí existe la experiencia del alma tan infeliz, tan incompleta, tan inferior al todo, tan separada de la inmensa alegría de Dios, que para nuestra alma eso sería el infierno. Pero deja que les diga que dios no nos envío ahí, ni tampoco es la causa de que esa experiencia nos aflija. Somos nosotros, nosotros mismos, quienes creamos esa experiencia, cada vez y en cada ocasión que alejamos nuestro Yo de nuestro pensamiento más alto sobre nosotros. Somos nosotros, nosotros mismos, quienes creamos la experiencia cada vez que rechazámos a nuestro Yo; cada vez que negamos Quienes y Que Somos Realmente.
Pero ni siquiera esta experiencia es eterna. No puede serlo, puesto que no forma parte del plan de dios que permanezcamos separados de el para siempre. En realidad, una cosa así es una imposibilidad: para que algo así sucediera, no sólo nosotros habríamos de negar Quienes Somos; también habría de hacerlo Dios. Y eso no lo hara nunca. Y mientras uno de nosotros mantenga la verdad acerca de nosotros, dicha verdad prevalecerá finalmente.....