La existencia del infierno tiene claramente una base escritural, sobre todo esta noción recibe luces definitivas en el Nuevo Testamento por boca del mismo Jesucristo.
Sin embargo, la interpretación de los textos bíblicos varía según la teología o la creencia con la que se aborda.
Como lo he dicho en otro lugar, yo soy Católico y por lo tanto la aproximación que les traigo es desde esa perspectiva.
1.- El infierno no es un lugar sino un estado. Esto por cuanto hablamos de espíritu y ya no de carne y en todo caso, como realidad escatológica última, a propósito de la resurrección de la carne, todos resucitaremos, para salvación o condenación, y en la resurrección final los cuerpos serán de naturaleza espiritual.
2.- Como ya varios han afirmado, el infierno aparece como un hecho espiritual a partir de la caída de Lucifer y los ángeles rebeldes. Esto significa que les es propio a los demonios y no al hombre. Sin embargo, como lo afirma nuestro Señor, el hombre puede caer en semejante desgracia eterna si su voluntad es la de vivir separado de Dios.
3.- Ante esta afirmación, no son pocos los que dicen que eso no se condice con la naturaleza amorosa de Dios... "¿Cómo Dios podría permitir que un ser humano vaya a parar al infierno?" Testigos de Jehová y otros afirman la aniquilación, cosa que no es la voluntad de Dios porque lo hubiera revelado). No es tan difícil comprender que Dios lo permita si esa es la voluntad de un tal. De hecho, el respeto de Dios frente a la libertad de cada uno es una realidad que testimonia de su Amor. Lo que sí es difícil entender es que un ser humano escoja ese horroroso destino final. Ayuda bastante a entender que esto sería posible cuando uno ve con cuánta dedicación y entusiasmo muchos hombres y mujeres a través de los siglos se han entrenado en el mal y se han deleitado en el mismo.
4.- Se suma al punto anterior que aunque Dios es Misericordia Infinita, también es justicia infinita, por lo tanto, todos nuestros actos, buenos o malos, también nuestras omisiones, tienen una consecuencia, buena o mala, y Jesucristo como justo Juez no quedará indiferente frente a ello.
5.- Sobre el padecimiento en el infierno de las almas, la teología católica sostiene que es el reverso del gozo celestial. Así como el alma redimida gozara eternamente en la presencia del Dios Vivo y de todos los beneficios que esto comprende, así también el alma condenada sufrirá del alejamiento definitivo de la gracia Divina y esto le provocará un sufrimiento que a su vez le encerrará más en su propio mal de modo que como Satanás detesta la luz y no le interesa vivir en presencia de Dios, así también ocurre con estas almas, su hubiere alguna que se ha condenado.
6.- La Iglesia católica reconoce en algunos hombres y mujeres de probada virtud la obra del Espiritu Santo en sus vidas y justamente por el testimonio extraordinario que han dado de su amor a Jesucristo, se guarda en la Esperanza seguridad de que gozan de la presencia de Dios en plenitud. A estos les conocemos como santos (se que el punto les repele a muchos y respeto al que no cree en esto) y el futuro de todo ser humano en el plan de Dios es que goce de la eternidad en unión con Dios. A pesar de esto, la Iglesia Católica NUNCA ha dicho o declarado de algún ser humano que esté en el infierno. Eso solo lo sabremos el día sin ocaso.
Si alguno tuviera alguna objeción con gusto podemos conversar del tema.
Dios les bendiga