Corazondeoro: saludos.
Fuimos salvados al ser justificados por la fe de Jesús. Es un poco largo, pero si lo comprimo mas no se si sea entendible.
Dios puso como propiciación a Jesús, por medio de la fe en su sangre, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea el justo.
Jehová es el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. Romanos 3:26.
¿Cuál es la fe de Jesús?
Dios justifica al impío, lo hace justo ¿Cómo? Otorgándole un don de justicia por medio de la fe de Jesús. Dios otorga su propia justicia, no la de la ley, la justicia de Dios es “aparte de la ley”. Curiosamente el cristiano no entiende esto, que la biblia habla de dos justicias 1.- la justicia de la ley y 2.-la justicia de Dios. Veamos si las podemos explicar.
Empecemos por establecer lo siguiente
1.- Jesucristo es la justicia de Dios
(Y se le llamará: Jehová, justicia nuestra. Jeremías 33:16)
Analicemos este punto:
¿Como explica el apóstol Pablo la justicia de Dios?
Dice que Dios puso a “JESUCRISTO” como propiciación por medio de la fe en su sangre, “PARA MANIFESTAR SU JUSTICIA”, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados. Romanos 3:25.
Con la mira de “MANIFESTAR EN ESTE TIEMPO SU JUSTICIA”, a fin de que El sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. Romanos 3:26.
Jehová ha hecho notoria su salvación;
“A VISTA DE LAS NACIONES HA DESCUBIERTO SU JUSTICIA”. Salmo 98:2.
Jehová es el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús, a vista de las naciones ha descubierto su justicia. Aun y que Dios ejecutó juicio sobre el pecado sobre la semejanza de carne de Jesús su justicia no fue manifestada en ese acto, en ese acto se manifestó un juicio sobre el pecado, se condenó al pecado en la carne y toda la ira de Dios cayó sobre la semejanza de carne de pecado de Jesús y así se cumplió la ley, se pagó el precio por el pecado, (se hizo justicia conforme a la ley, conforme a un ministerio de muerte y de condenación). Esto, lo explica Pablo de la siguiente manera:
“El fue entregado por nuestras transgresiones”,
Mas ahí no queda el asunto, dice Pablo:
“y resucitado para nuestra justificación”. Romanos 4:25.
Es de lo más importante el comprender bien este versículo, porque este versículo explica dos eventos que se tienes que separar, son dos eventos de demasiada importancia, si no los separas, no se comprenden.
(1) “fue entregado por nuestras transgresiones”,
Así se pagó el precio por el pecado = (justicia conforme a la ley)
Acto seguido: Pablo menciona -“y”- refiriéndose a un evento distinto al anterior.
(2) “y resucitado para nuestra justificación”.= (Justicia de Dios)
“nuestra justificación se da en la resurrección de Cristo” y no en su muerte, en su muerte tenemos el perdón de pecados, se nos es quitado (somos limpiados por su sangre)
Este versículo habla de dos justicias. Dos eventos diferentes.
La justicia de la ley es una y la justicia de Dios es otra, esta verdad muy pocos cristianos la comprenden. Y no porque no tengan la capacidad de comprensión, sino porque este es el verdadero evangelio que muy pocos predican, en la actualidad la mayoría de los predicadores se dedican a otra cosa, pero eso es otro tema, yo quiero por lo pronto tratar de explicarlo lo mas sencillo posible.
Es preciso que el cristiano comprenda y tenga bien claro que:
La justicia de la ley, es con respecto al pecado. (El alma que pecare, esa morirá)
Y que la justicia de Dios, es con respecto a Cristo. (Fue resucitado para nuestra justificación)
“LA JUSTICIA DE LA LEY”.
La ley ya se cumplió, Cristo la cumplió, la justicia que exigía la ley era la muerte del pecador por no haber obedecido los mandamientos de parte de quien se comprometió a cumplirlos. Por no guardar el sábado, por no dar el diezmo, por todo lo que la ley especificaba que era pecado, la ira de Dios se derramó contra su Hijo hecho pecado. Y así se cumplió la ley, se hizo justicia. Se pagó el precio. Una ley ya cumplida ¿tiene vigencia en quien se cumplió? Esa pregunta la dejamos para otra ocasión, lo importante ahora es la justicia de Dios.
“LA JUSTICIA DE DIOS”.
El apóstol Pablo explica: que después de que se ejecutó la justicia de la ley, o “aparte” de la justicia de la ley se manifestó otra justicia.
Pero ahora, “aparte de la ley”, se ha manifestado la _”JUSTICIA DE DIOS”_ Romanos 3:21
Y que en evangelio esta justicia _”LA JUSTICIA DE DIOS”_ se revela por fe y para fe: como está escrito. Mas el justo por la fe vivirá. Juan 1:17.
El evangelio es la vida, la muerte y la “resurrección” de Cristo. La Biblia dice que después de la muerte de Cristo, después de que se cumplió la ley (después de la justicia de la ley) hubo otro evento, ese evento sucedió al tercer día,
“CRISTO RESUCITO”.
DIOS HIZO JUSTICIA CON RESPECTO A SU HIJO, Y EN UN ACTO JUSTO DE PARTE DE DIOS. “LO RESUCITO”. ESTO SIGNIFICA QUE:
_ “DIOS ACTUO EN JUSTICIA”_
Dios actuó en justicia conforme a una petición de su amado Hijo: “Yo te he glorificado en la tierra habiendo acabado la obra que me has dado que hiciese, y ahora, Padre “GLORIFICAME TU CERCA DE TI MISMO” con aquella gloria que Yo tenia contigo antes que el mundo fuese”. ¿Por qué Cristo oró de esta manera? y ahora, Padre, “glorifícame tu cerca de ti mismo” “Esta es la fe de Jesús” “en la justicia del Padre”. El es el autor y consumador de la fe. “Y Dios justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:28) “esta es la fe que nos es contada por justicia”.
En respuesta a esta oración “CRISTO FUE LEVANTADO DE ENTRE LOS MUERTOS POR LA GLORIA DEL PADRE” (Romanos 6:4) y “FUE RECIBIDO ARRIBA EN GLORIA” (1Timoteo 3:16).
“JUSTICIA PURA DE PARTE DE DIOS”.
Esta actuación de Dios en “UN ACTO JUSTO” es al que llama el apóstol Pablo.
“_LA JUSTICIA DE DIOS_”.
Debe conceptuarse como absoluta, es un atributo de justicia. No pude ser de otro modo. El actúa y actuará siempre en justicia, sea hacia Cristo, hacia los que están en Cristo o hacia aquellos finalmente impenitentes ya sea ángeles, demonios u hombres.
La justa actuación de Dios, hacia Cristo, levantándolo de entre los muertos y sentándolo como _EL HIJO DE DIOS_ en el puesto de absoluto honor y gloria.
“LA GLORIFICACION EN EL CIELO DEL HIJO QUE HABIA GLORIFICADO A SU PADRE EN LA TIERRA”.
A esto se refiere Pablo con el concepto. “_LA JUSTICIA DE DIOS_.
Si Dios hubiese dejado a Cristo en la tumba muerto, Dios no hubiese sido justo con El, pues Cristo para eso vino al mundo a glorificar al Padre, entonces, cuando el Padre lo llamó de entre los muertos (lo resucitó) para glorificarlo, fue un llamado en justicia (Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré “Y TE PONDRE POR PACTO AL PUEBLO”, Isaías 42:6) “por luz de las naciones”.
YO JEHOVA TE HE LLAMADO EN JUSTICIA “Y TE PONDRE POR PACTO AL PUEBLO”. ("ESTE ES EL NUEVO PACTO", "JESÚS")
Así concluimos que el acto justo de Dios al resucitar a Cristo de entre los muertos, constituye “la justicia de Dios”. De esta manera:
“CRISTO RESUCITADO ES LA JUSTICIA DE DIOS”.
El traerá justicia a las naciones, no se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia: y las costas esperaran su ley (la fe de Jesús), con la cual se establece la justicia de Dios.(Isaias 42:4)
Esto es lo que testifica el salmista: la justicia de Dios, cuando expresa:
Jehová ha hecho notoria su salvación;
“A VISTA DE LAS NACIONES HA DESCUBIERTO SU JUSTICIA”. Salmo 98:2
A VISTA DE LAS NACIONES “A RESUCITADO A JESUS”.
Esto es, estamos hablando de la justicia de Dios, la que se manifestó en la resurrección de Cristo, no de la justica de un hombre obtenida por guardar la ley. Hay una gran diferencia en ello.
Jesús declaró: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá. Juan 11:25.
Esto es lo que se tiene que creer en el corazón, porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16.
¿Habías visto fe igual? El tenia la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Y no solo eso, sino consumó la fe. Dijo: “consumado es”. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30.
Acto seguido, por la fe de Jesús en la justicia del Padre, vino la resurrección y la vida.
Y Jehová es el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
De esta manera, Cristo es el autor y consumador de la fe. Y en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe. Porque Cristo como hombre tenia fe en la justicia del Padre, ni modo que el autor y consumador de la fe no tuviera fe.
Cuando nosotros somos resucitados juntamente con El, entonces:
somos hechos “justicia de Dios en El”
Y así por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. (Romanos 5:18). Esto es, la gracia, el don (de Dios) de justicia por la gracia de un hombre, Jesucristo. Romanos 5: 15.
El nuevo pacto consiste en que nosotros somos hechos justicia de Dios en El, porque nosotros tenemos la fe de Jesús (hemos creído en el corazón que Dios lo resucitó para glorificarlo, así como Cristo creía que el Padre lo iba a glorificar). Cristo tenía la certeza de lo que esperaba la convicción de lo que no se veía. El es el autor y consumador de la fe.
¿Por qué es que Cristo creía (TENIA FE) en su glorificación de parte del Padre? Porque el mismo Padre le dio mandamiento.
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que Yo de mi mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. “este mandamiento recibí de mi Padre” Juan 10: 17-18.
Si Cristo, no hubiese creído en su glorificación (en la justicia del padre) no nos hubiese dicho “tened fe en Dios”, por el contrario siempre dijo el que cree en mi, cree al que me envió.
Esta es la palabra de fe que predicamos:
Que si confesares con tu boca que Jesús es el señor,
“y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
Porque con el corazón se cree para justicia,
Pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10: 9-10.
Si se contempla la fe en la justicia de Dios (la fe de Cristo), esta es verdaderamente una ley que establece justicia, es como la ley de la gravedad, si arrojas una piedra hacia arriba esta caerá a tierra todas las veces que sea arrojada, no falla, se cumple a la perfección, si la arrojas un millón de veces, un millón de veces cae. Esto es, una regla y norma constante e invariable de las cosas (cumple los requisitos para ser una ley). Así es la fe en la justicia del Padre (fe de Jesús). Si un millón de personas confesaren con su boca que Jesús es el Señor y “creyeren en su corazón que Dios le levantó de los muertos, un millón serán salvos”. ¿O alguien puede demostrar lo contrario?
Vemos que en esta ley no existe jactancia alguna, queda excluida ¿por cual ley? ¿Por la de las obras? No, sino ¡por la ley de la fe!
¿De donde vino esta ley? ¿Del Sinaí? ¡NO! esta ley vino de Sion.
Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Isaías 2:3, Miqueas 4:2.
La ley de la fe vino directamente de Sion. Quien tiene su autoría viene del cielo.
A esta ley se refiere el profeta Jeremías cuando habla del nuevo pacto:
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tome su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley (“la fe de Jesús”) en su mente, y la escribiré en su corazón; y Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Jeremías 31: 31-33.
Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley. (Hebreos 7:12)
A mi me asombra que la salvación resulte ser algo tan sencillo, todo lo hace Dios, a nosotros solo nos toca creer, pero mas me asombra el ver que algo tan sencillo, el hombre lo trate de cambiar. La salvación se trata de creer en el corazón que Dios lo resucitó y lo glorificó y a ti juntamente con El, eso te es contado por justicia, porque con el corazón se cree para justicia, y el que cree eso, no es posible que se quede callado, porque sabe que Jesús para eso vivió y para eso murió, para ser Señor y lo tiene que testificar, porque de la abundancia del corazón habla la boca y cuando lo testifica, tiene la salvación.
Esta fe en la justicia del Padre (fe de Jesús) es la que nos es contada por justicia. El creer en el corazón que Cristo es el Señor y que resucitó de los muerto y nosotros juntamente con El.
Sabemos que a Abraham su fe le fue contada por justicia.
4:23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada,
4:24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, Romanos 4:23-24.
Y nosotros somos justicia de Dios en El, creados según Dios en la justicia y santidad de la verdad, porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús.
Creados en la justicia de Dios, creados en Cristo.
Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones.
No sabes como deseo en mi corazón que entiendas la justicia de Dios, cuando la entiendas vas a poder entender, como es que nosotros somos la circuncisión y que ya no podemos infringir la ley, porque hemos muerto a ella.
Vas a entender realmente el nuevo pacto.
El nuevo pacto es Isaías 42:6 (el sacerdote) y su complemento Jeremías 31:33. (La nueva ley, La fe de Jesús)
Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones.
Bendiciones.