-La ventaja de la interpretación literal de la Biblia -salvo cuando el simbolismo es obvio-, radica en que cuando recibamos finalmente el conocimiento perfecto de todas las cosas (1Co 13:12), comprobaremos lo acertado que estaba la alegoría con la realidad. Entonces, no nos sorprenderemos por disparidad alguna sino por la exacta representación de lo uno en lo otro. Si somos juzgados ahora de ingenuos por creerlo así, mañana seremos recompensados viendo entonces lo que ahora sin ver creímos.Estimados @Tely y @Antisistema-
Pienso que la Biblia habla en lenguaje figurado cuando dice "Jehová descendió".
En el pensamiento primitivo, Jehová era un ser antropomórfico que podía bajar del cielo a un monte. Jehová tenía brazos, dedos, espalda, rostro. Era capaz de olfatear (por eso le agradaba el olor de las ofrendas quemadas), soplar y aletear sobre el agua. Así concebían a los dioses en aquel tiempo. No debemos juzgar a nuestros ancestros bajo los parámetros de hoy en día. Ellos estaban aprendiendo, como seguimos aprendiendo ahora.
Actualmente pensamos que cuando Dios creó al hombre "a su imagen y semejanza", se refiere a sus cualidades espirituales. Pero en aquel tiempo muchos creían que el hombre tenía la forma que tiene porque así la tenía Dios también. Dios había soplado en su nariz "aliento de vida" porque era capaz de soplar. Se paseaba en el jardín del Edén porque era capaz de pasearse. Por lo tanto, era capaz también de "descender" sobre el Sinaí.
Lo que yo creo es que Dios se manifestó en el monte.