Ignora Lucas 16 y no es mi culpa, porque Jesús no es un fabulero como usted lo pinta al decir que inventó el Seno de Abraham y es lo más sin sentido que se puede ser y además ignora una y otra vez que dice que Efesios 4 "también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra" y allí está el Seol/Hades
(habla del profeta Samuel) 1 Samuel 2:6 Jehová mata, y él da vida; Él hace descender al Seol, y hace subir.
Apocalipsis 20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
El Hades es algo palpable del mundo invisible , si no qué sentido tiene tirar algo al Lago de Fuego, que no es.
Seol/Hades
Empiezo por el Seol/Hades, que ya se ha definido en varias ocasiones y es una forma de llamar al lugar donde van los muertos. No supone un estado de consciencia ni nada parecido. Seol/Hades es un término hebreo que se refiere al mundo o morada de los muertos, a menudo traducido como "tumba" o "sepulcro". Es un lugar al que van todos los muertos, tanto justos como injustos, y se considera un lugar de descanso o ausencia de vida activa.
Parábola del rico y Lázaro
Obviamente Jesús no intenta confundir a nadie con esta parábola, son los que la interpretan los que hacen de ella una fábula con sentido teológico. No es una historia literal, se trata de un relato que Jesús usó para enseñar sobre la importancia de la compasión, la justicia social y las consecuencias de la avaricia y la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno. La descripción de la vida después de la muerte, con el rico en tormento y Lázaro en el seno de Abraham, no debe interpretarse de manera literal, sino como una representación simbólica de las recompensas y castigos espirituales. Es decir; es una enseñanza para los ávaros. Es imposible que el Seno de Abraham estuviera junto al resto del Seol viéndose justos e injustos y separados por un abismo. Hay que añadir que en esta figura literaria, Jesús explica como el rico sufre de manera física, lo que no tiene ningún sentido en sentido espiritual. Si se toma la parábola como una enseñanza teológica, también se debería tomar de forma literal todos los aspectos de la misma.
En esta parábola no se ha referencia alguna al espíritu, sino que nos habla de dos personas en diferentes estados, pero lo hace de forma materialista. Jesús contó esta historia como un vehículo para enseñar a sus oyentes una lección importante; es meramente una ilustración.
La parábola es una continuación de la del siervo injusto y la intención de Jesús con esa enseñanza es similar. En la del siervo injusto Jesús no estaba enseñando que la mala administración del dinero es correcta, sino que estaba enfatizando la importancia de volcarnos al servicio de los demás y de Dios.
En la parábola del hombre rico, Jesús estaba recontando una historia bien conocida por su audiencia. El trasfondo de esta parábola era una historia tradicional que se remonta a orígenes egipcios. En la versión judía, se hacía un contraste entre la experiencia de un pobre erudito y un rico publicano. En un sueño, un amigo del erudito pobre lo vio gozando de las bienaventuranzas celestiales en un jardín paradisíaco con surgentes de agua, mientras que el hombre rico, de pie ante una surgente, es incapaz de beber el agua. Esto ya lo comenté en post anteriores.
Por lo tanto, la enseñanza de esta parábola, es que solo tenemos esta vida para escoger nuestro destino eterno.
Jehová mata, y él da vida; Él hace descender al Seol, y hace subir.
Este versículo se refiere que Dios es el que da la vida y la quita. Como se ha explicado el Seol/Hades es la tumba, y hacer subir no es otra cosa que resucitar.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
La explicación de este versículo es que los resucitados impíos no tendrán salvación, cuando resuciten serán arrojados al lago de fuego, y desaparecerán. La muerte segunda implica la desaparición, porque Dios, cuanto instaure el Paraíso en la tierra, no tendrá una parte donde los impíos sean quemados por toda la eternidad. Gehena se refiere al Valle de Hinón donde se quemaba toda la basura, y estaba a las afueras de Jerusalén, por lo tanto ese lago de fuego debe ser simbólico.
