-No es necesario que sea yo quien te muestre lo que estás viendo con tus propios ojos. Si fueras griego harías la pausa tras el λεγω σοι (te digo) y dejarías el hoy con lo que sigue, lo que bien podrías traducir también como: En verdad te digo hoy estaremos juntos en el Paraíso. No hacerlo así no tendría sentido práctico, pues una estadía conjunta en el Paraíso en un tiempo indefinido, no serviría de consuelo al moribundo. Además, él bien entendería que Jesús (hablando arameo) no se refería al hablar del momento de Jesús, ya que no es necesario reforzar el "te digo" con el "hoy" ¡pues ni modo que pudiera decirle "te digo ayer" o "te digo mañana".
En los siglos 19 y 20 hubo un gran aumento de la libertad religiosa y un gran avance en las ciencias bíblicas en Inglaterra, Estados Unidos y en otros países.
Gracias a esto, fue posible que varios eruditos y traductores publicaran traducciones de Lu 23:43 diferentes de la tradicional.
Tengamos en cuenta que, por siglos, la tradición religiosa había establecido una determinada manera de verter este versículo.
Y luchar contra la presión de la tradición religiosa es muy difícil.
A esto se puede sumar el hecho de que la traducción tradicional de Lu 23:43 apoya
los dogmas de la Trinidad y de la inmortalidad del alma, doctrinas que predican la inmensa mayoría de iglesias de la cristiandad.
El primer traductor de la Biblia al inglés que ofreció la puntuación de Lu 23:43 según la cual el ladrón arrepentido estaría con Jesús en un futuro indeterminado, no en ese mismo día, fue
Joseph Bryant Rotherham (1828–1910).
Este autor publicó en 1897 una traducción literal del NT al inglés, desde el texto griego editado por
Westcott y
Hort, con el título
The Emphasized New Testament. A New Translation, que ofrecía la siguiente traducción de
Lu 23:43:
Una obra de
Ethelbert William Bullinger (1837-1913), el conocido y respetado erudito bíblico anglicano, quien fue secretario de la Sociedad Bíblica Trinitaria desde 1867 hasta su fallecimiento.
Varias de las obras de este autor
se siguen publicando y usando en la actualidad.
Una de ellas,
The Companion Bible, una herramienta para el estudio profundo de la Biblia, publicada en seis partes de 1909 a 1922.
Esta obra incluye notas académicas que acompañan en la misma página al texto de la
King James, explicando el significado de palabras y pasajes difíciles, además de 198 apéndices con interesante información bíblica. Veamos la
nota explicativa que Bullinger hizo acompañar a Lu 23:43:
La traducción al español de la nota al v. 43 es la siguiente:
Yo te digo, Hoy= "Yo te digo hoy". Hoy. Conectado con "digo", para subrayar la solemnidad de la ocasión; no con "estarás". Ver el hebraísmo en la nota a Deuteronomio 4.26. En cuanto a la puntuación, véase Apéndice 94 V. i. 3; y en cuanto a la cláusula completa, véase el Apéndice 173.
Si desean leer el apéndice 94 V. i. 3, lo tienen
aquí.
Explica que los manuscritos antiguos no incluían puntuación y que la que aparece en las actuales traducciones de la Biblia solo tiene "una autoridad humana".
Veamos también la nota a Deuteronomio 4:26 que se cita en esta obra.
Leamos este texto según la versión
Reina-Valera revisión de 1960:
yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.
A la palabra
hoy (
this day en la
King James)
Bullinger ofreció la siguiente nota:

En español leería:
Hoy: Una expresión solemne, usada para un gran énfasis. Ocurre cuarenta y dos veces (ver Apéndice 10) en este libro: [...]. Esta es la expresión del Antiguo Testamento usada en Lu 23:43.
Para Bullinger, Jesucristo usó la palabra
hoy para dar énfasis a su promesa al ladrón arrepentido, como se hace en otras partes de la Biblia.
Se pueden ver un comentario más extenso de Lu 23:43 por parte de Bullinger en el
apéndice 173.
Recordemos que es igual de correcto gramatical y semánticamente puntuar colocando la coma o los dos puntos antes o después de la palabra
hoy. Y que los más antiguos manuscritos del NT no incluían puntuación, por lo que los traductores del texto bíblico deben incluir la que consideran más adecuada al contexto.
Sin embargo, veamos algunas razones
contextuales que favorecen la puntuación que ofrece TNM.
1º) Es imposible que Jesucristo y el ladrón estuvieran ambos en el Paraíso ese mismo día, debido a que
Jesucristo fue levantado de la muerte al tercer día:
Lucas 9:22 (LBLA):
diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día:
Lucas 18:33 (LBLA):
y después de azotarle, le matarán, y al tercer día resucitará.
Lucas 24:7 (LBLA):
diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar.
Lucas 24:21 (LBLA):
Pero nosotros esperábamos que El era el que iba a redimir a Israel. Pero además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron.
Lucas 24:46 (LBLA):
y les dijo: Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día;
Ni una sola vez se da a entender en el evangelio que Jesús estuvo "vivo" entre el momento de su muerte y el de su resurrección.
Hay quienes han usado 1 Pedro 3:18, 19 para enseñar que, mientras estuvo "muerto", Jesús predicó a los demonios. Pero esta interpretación no se sostiene. Leamos 1 Pe 3:18, 19 (LBLA):
Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
Leyendo el texto se puede notar que fue cuando Jesús hubo sido "vivificado en el espíritu",
después de su resurrección, que "predicó a los espíritus encarcelados".
Veamos como explica este pasaje el helenista y erudito bíblico
W. E. Vine1:
2º) El ladrón, para poder disfrutar del Paraíso, debía ser resucitado. Y
es imposible que fuese resucitado ese mismo día, según el orden en la resurrección que enseña la Biblia en 1 Corintios 15:23 (LBLA):
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida;
Jesucristo es "primicias de los que durmieron" (1 Co 15:20 LBLA), es decir, el primero en ser resucitado para vida eterna. Y los que pertenecen a Cristo resucitarían "en su venida". Esto hace imposible que el ladrón fuese resucitado ese mismo día, sino que
se durmió en la muerte a la espera de su resurrección futura en el Paraíso, necesariamente tras la
parousia (
venida, LBLA;
presencia,
Besson,
Francisco Lacueva nota.
3º) Cristo solo
pudo presentar su sangre en sacrificio en el Tabernáculo celestial
después de haber ascendido al cielo tras su resurrección, cosa que no ocurrió sino hasta cuarenta días después de esta (Hechos 1:3, 11).
Hebreos 9:11, 12 (RV60)
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Por lo tanto, es imposible que el ladrón hubiera podido heredar el Paraíso antes de que Cristo presentase como Sumo Sacerdote su sacrificio redentor ante su Padre.
Jesucristo usó la palabra
hoy para dar énfasis a la promesa que hizo al ladrón, una manera de enfatizar mensajes muy común en la Biblia. Veamos un par de ejemplos:
Deuteronomio 4:26 (LBLA):
pongo hoy por testigo contra vosotros al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla.
Jeremías 42:19 (LBLA):
El Señor os ha hablado, remanente de Judá: No entréis en Egipto. Sabedlo bien, que hoy lo he declarado contra vosotros
Además, es digno de tener en cuenta que la versión
Siríaca Curetonia del NT (fechada entre los siglos 3 y 4 e.c.), aun sin incluir puntuación, ofrece un orden sintáctico en Lu 23:43
que ha de ser traducido necesariamente de la siguiente manera:
De cierto te digo hoy que conmigo tú estarás...