LA ÓPTICA ADVENTISTA SOBRE EL RECHAZO A LA INMORTALIDAD DEL ALMA
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El “no moriréis” de Satanás fue el primer sermón sobre la inmortalidad del alma, pero la Biblia es clara en que “el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:20).
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REFLEXIÓN DE NATANAEL
Los hijos de Elena de White señalan su rechazo a la inmortalidad del alma, por cuanto no conocen el Nuevo Testamento, y no quieren saber nada de él, se quedaron atrapados en la aparente contradicción que hizo el diablo sobre la sentencia Divina:
"Ciertamente moriréis"
Por muerte Dios jamás enseñó aniquilación total, Adán y Eva siguieron viviendo físicamente luego de su desobediencia, y hasta el día de hoy, siguen ambos, completamente vivos.
La palabra "muerte" en términos divinos, involucra la separación eterna de Dios en lugares de castigo al impío en medio de fuego que nunca se apaga y azufre hirviendo.
Una clara evidencia la tenemos en este pasaje:
LA MUERTE SEGUNDA
Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
De manera que en el NT contemplamos la doctrina de la inmortalidad del alma, en estos seres atormentados por fuego y azufre, que como dice este versículo:
"Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos"
Apo_14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Un tormento eterno, sin reposo de día ni de noche, esa es la paga por rechazar a Cristo y ser engañado con adoraciones falsas.
Mientras los hijos espirituales de Elena de White, no consulten en el NT y puedan contemplar la revelación progresiva del "no moriréis" hasta llegar a "la muerte segunda", dudo mucho que puedan escapar de la prisión a la que ellos mismos se someten con el libro de Eclesiástes, la óptica del hombre bajo el sol, es decir, el hombre natural.