Estoy de acuerdo en que la palabra "visión" significa "algo que se vio" y que el evento fue sobrenatural. Sin embargo, no comparto la conclusión que extraes de ello.
En la Biblia, una "ὅραμα" (visión) no es simplemente ver un hecho, sino recibir una revelación divina cuyo propósito es enseñar una verdad. Como en la visión de Pedro en Hechos 10, donde los animales no eran literales, los elementos de la visión sirven a un mensaje superior.
El mensaje central de la Transfiguración, confirmado por la voz de Dios en el relato, es sobre la identidad y supremacía de Jesús como el cumplimiento de la Ley (Moisés) y los Profetas (Elías). El foco es Cristo, no el estado de los muertos.
Por lo tanto, interpretar este "horama" como una prueba literal de la conciencia post-mortem es ignorar su propósito teológico explícito y el uso consistente de las visiones divinas en las Escrituras.
En lugar de ser una ventana al más allá, la Transfiguración es una ventana a la gloria divina de Cristo.
Por eso, como argumenté inicialmente, para afirmar una doctrina tan fundamental como la conciencia después de la muerte, se necesita un texto que lo enseñe de manera clara y directa, no la interpretación de un evento simbólico y visionario cuyo enfoque es completamente otro.
Tan palpable fue lo que sucedió durante la transfiguración de Jesús delante de sus apóstoles, que su rostro resplandeció como el sol y sus vestiduras se tornaron blancas como la luz.
Tan palpables eran Moisés y Elías hablando con Jesús que Pedro se ofreció para hacer tres enramadas para la comodidad de cada uno de los tres.
Tan palpable y audible fue la voz de Dios que oyeron, que los apóstoles cayeron a tierra sobre sus rostros con gran temor.
Mateo 17
1 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
3 Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con El.
4 Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5 Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz
salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
6 Cuando los discípulos oyeron
esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor.
7 Entonces se
les acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis.
8 Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Nada que ver con lo abstracto que tú propones.