No es lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica en la sección 1376. Cita de la que no hizo comentario alguno. La puede leer en el post #96: "por la consagración del pan y del vino se opera la conversión de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la substancia del vino en la substancia de su Sangre" Es muy claro el catecismo en sus falsas doctrinas."... Note además que la palabra “cuerpo” puede tener y tiene un sentido espiritual en otras partes del Nuevo Testamento como en 1 Corintios 12:13: “Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo…”
Y en Juan 6:55 la palabra que describe la “carne” de Jesús como “verdaderamente comida” no significa que tiene que ser física. Más bien, apunta al hecho de que es una realidad espiritual, no carne física ordinaria..."
Recuerde, es una realidad espiritual, no carne física
Analicemos un poco más el contexto de Juan 6:55 que tanto le gusta citar desde el versículo 53 al 57 que dice: “Jesús les dijo entonces: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne, y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdaderamente comida, y mi sangre es verdaderamente bebida. El que come mi carne, y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, así también el que me come, él también vivirá por mí”
Los Catolicos Romanos malinterpretan ésta cita bíblica para justificar su dogma de la transubstanciación. El versículo 58 de Juan 6 que declara: “Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres que comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.”
Obviamente, este versículo que ellos malinterpretan es la clave para entender el resto de JUAN 6:52-57.
Jesucristo explicó en Juan 6:63 explícitamente que “El Espíritu es el que da vida: la carne de nada aprovecha: las palabras que yo os hablo, Espíritu son, y vida son.”
El Señor Jesucristo no estaba instituyendo la Eucaristia con éstas palabras. Seguramente, ninguno de los Judios que escucharon a Jesucristo hablar éstas palabras asumió que él estuviera hablando de la Transubstanciación que varios siglos después sería llevada a cabo por un sacerdote católico.
Indudablemente, la Iglesia Católica Romara y los judios del tiempo del Maestro tienen algo en común: que han cometido el error de interpretar las palabras del Maestro de forma literal. Los Católicos Romanos aún enseñan que hay que comer y beber a Jesucristo físicamente por medio del proceso de la transubstanciación que ni la Biblia misma respalda.
En Juan 6:63 Jesucristo establece específicamente que sus palabras son el “espiritu que que da vida” y que “la carne para nada aprovecha”. Él utilizó el concepto del comer y el beber, para ilustrar una verdad espiritual. Consumir comida y bebida en forma física, mantienen nuestros cuerpos físicos saludables y bien nutridos. Igualmente, nuestra alma y también nuestro espíritu son nutridos espiritualmente por medio de la Palabra de Dios y la fe en Jesucristo.
Comer Su carne y beber Su sangre es un simbolismo representativo de haberle recibido en nuestras vidas.
El Señor explicó en Juan 6:63 que “la carne para nada aprovecha”, ¿entonces para que comer Su carne y beber Su sangre si no aprovecharán?
Jesucristo sí quiere que comamos y bebamos de él pero de forma espiritual, nutriendonos por medio de la Palabra de Dios “que es viva y eficaz” (Hebreos 4:12).Pues “No sólo de pan vivirá el hombre” (Mateo 4:4).
Literalmente el Señor quería que las gentes creyeran en él y en el sacrificio que iba a realizar en la cruz. Simplemente, ilustró la necesidad de venir a Él creer en El por medio de un simbolismo que ellos entendieran como el comer y el beber.