¿Me puedes aclarar eso de "y en el Extra"?
Lo que queda también aclarado es que Eli Curtis no era editor del Day-Star y por ende no alteró la edición del "Day-Star" de Enero 24, 1846:
También queda aclarado que Eli Curtis no editó la hoja suelta (12"x16") "To the Little Remnant Scattered Abroad" (6 abril 1846):
También queda aclarado que Eli Curtis no editó los 250 ejemplares que Jaimito y Guerney imprimieron: "A Word to the Little Flock" (1847):
¡Eso es lo que te estoy diciendo! Elena White creía en la puerta cerrada y Eli Curtis había abandonado esa postura por lo que tu teoría se desploma como castillito de naipes.
Jaque mate ranita apóstata.
extraordinaria documentación.
aunque al tarado gabi no le afectará mucho porque no quiere ver la realidad.
el libro "A Word to the Little Flock" (1847) lleva la firma de la pitonisa asi que poca excusa podrá dar gabi salvo sus rebuznos
Pequeño aitor.
En dichos documentos está patentado el agregado de Eli Curtis, a la que hace mención Ellen White.
Este personaje le escribió a E.Jacob, y él se encargó de dicha publicación con ese párrafo de su autoría.
Entonces tenemos que Eli Curtis, si escribió acerca de la puerta cerrada.
"Aunque el hermano Himes predica una puerta abierta, la misma que antes del día décimo del séptimo mes de 1844, sus obras no parecen estar en armonía con su predicación. Poco después de que pasó el día décimo del séptimo mes de 1844, vi al hermano Himes en la oficina en la calle Spruce. Estaba revisando sus antiguas matrices que se habían usado con el propósito de hacer que la visión fuera más clara en tablas, para que pudiera entender el que la leyera (Hab 2:2). Le dije al hermano H., ¿está por trasladarlas a algún otro lugar? Oh no, dijo el hermano H., voy a venderlas, tienen al menos el valor de 11 centavos por el metal antiguo. Yo le dije, pero ¿no las quiere de nuevo? Oh no, dijo el hermano H., no las usaré más." –Eli Curtis, The Day-Star, 6 de diciembre de 1845, p. 38.
Declaración de Ellen White: "No soy responsable por todo lo que se ha impreso pretendiendo que procedía de mí. Por el tiempo cuando se publicaron por primera vez mis primeras visiones, aparecieron varios artículos que se pretendía que habían sido escritos por mí para relatar lo que el Señor me había mostrado, pero que sancionaban doctrinas que yo no creía. Los tales fueron publicados en una revista editada por un Sr. Curtis.
No estoy segura del nombre de la revista. En los años de preocupaciones y trabajos que han pasado desde entonces he olvidado algunos de estos detalles de menor importancia, pero todavía resaltan en mi mente los puntos principales.
Ese hombre tomó artículos que yo había escrito y completamente los transformo y distorsionó, entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto, y luego, después de haber insertado sus propias ideas, les añadió mi nombre como si vinieran directamente de mí.
Al ver esos artículos, le escribimos expresando nuestra sorpresa y desaprobación y le prohibimos que así tergiversara mis testimonios. Contestó que publicaría lo que le placiera, que él sabía que las visiones debían decir lo que el había publicado, y que si yo las hubiera escrito como el Señor me las había dado, ellas habrían dicho esas cosas. Declaró que si las visiones habían sido dadas para el beneficio de la iglesia, tenía derecho a usarlas como le placiera.
Quizá existan todavía algunas de esas hojas, y podrían ser presentadas como provenientes de mí, pero no soy responsable por ellas. Los artículos presentados en Early Writings ciertamente pasaron bajo mis ojos; y puesto que la edición de Experience and Views, publicada en 1851, fue la primera que poseímos, y como no teníamos conocimiento de ninguna cosa adicional en revistas o folletos anteriores, no soy responsable por las omisiones que se dice que existen."
Es muy parecido a tu evidenciado intento de hacerte pasar por mi, cuando usaste mi nick en otro foro; y escribiste lo que a ti se te ocurrió pretendiendo que los lectores me lo atribuyeran a mi.
En el caso de Ellen White, ella expone que nunca dijo que la gracia del Señor había terminado para los pecadores. En consecuencia, lo que expone el chismoso de ernesto gil, se va derecho al tarro de la basura dónde pertenece por ser incongruente.
El Señor nunca, en ningún momento, mostró a Elena G. de White que no habría conversión de más pecadores. Ella siempre estuvo preparada para dar la bienvenida a las almas honestas que buscaban la compañía del rebaño pequeño. No obstante, aparentemente por muchos años sus emprendimientos misioneros se dirigieron exclusivamente –o casi- a los primeros milleritas y los hijos de ellos que pertenecían a los distintos grupos adventistas.
Veamos como queda aclarado el asunto de la omisiones por las mismas declaraciones de Ellen White:
Renunciando al Sábado
"El siguiente pasaje se dice haber sido omitido de la visión relatada en las páginas 25-28 (páginas 32-35 en la edición actual) de Primeros Escritos: "Y si uno creyó, y guarda el Sábado, y recibió la bendición relacionada con él, y después lo abandona, y quiebra el santo mandamiento, se cerraran las puertas de la Santa Ciudad contra ellos mismos, tan ciertamente como que existe un Dios que gobierna en el cielo". (pág. 19).
"Aquellos que han visto claramente y que han aceptado plenamente la verdad sobre el cuarto mandamiento y han recibido la bendición por haber obedecido, pero que después han renunciado a su fe, y han violado la ley de Dios, encontrarán que si persisten en este camino de desobediencia, que las puertas de la Ciudad de Dios están cerradas para ellos...." Pág. 26
Existen otros dos pasajes que dicen que están en mi primer libro, pero que no aparecen en mis últimos escritos.
En relación a esto puedo apenas decir, que cuando obtenga un libro que los contenga, de manera que pueda estar segura de que realmente las citas dicen eso y que pueda ver por mí misma su relación, entonces estaré preparada para hablar en forma comprensible a respecto de ellos.
Desde el comienzo de mi obra, he sido perseguida por el odio, el reproche, y por la falsedad. Falsas imputaciones e informes difamadores han sido ávidamente reunidos y ampliamente circulados por los rebeldes, por los formalistas, y por los fanáticos. Hay ministros de las así llamadas iglesias ortodoxas yendo de un lugar a otro para guerrear contra los Adventistas del Séptimo Día y ellos hacen de la Sra. White su texto básico. Los burladores de los últimos días son guiados por esos ministros que profesan ser los atalayas de Dios.
El mundo incrédulo, los ministros de las iglesias caídas, y los Adventistas del Primer día, están unidos en la obra de asaltar a la Sra. White. Esta guerra ha sido mantenida durante aproximadamente 40 años, pero no me he sentido en libertad ni aun para prestarle atención a sus viles discursos, reproches, e insinuaciones. Y no me voy a apartar ahora de esta costumbre, a menos que algunas almas honestas puedan ser engañadas por los enemigos de la verdad, los cuales están declarando en una forma
tan exultante que yo soy una engañadora. En la esperanza de ayudar a las mentes de los honestos, hago la presente declaración".
Ellen G. White, MS 4, 1883