Daniel:
Realmente cuando terminé de leer tu respuesta, me sucedieron dos cosas:
La primera fue venirme a la mente de manera instantánea la frase “Si no puedes convencérlos, confúndelos..!!”. No digo con esto que lo estés haciendo adrede. Tal vez sea un proceder involuntario. Pero es la primer sensación luego de leer tus argumentos.
Luis:
Ah, veo
Daniel:
Y la segunda es haber reconocido que has aprendido muchas “mañas” en tantos años de participar en debates “forísticos”. Una de ellas, por ejemplo, es similar a la que tiene el pulpo, cuando la fuerza de sus tentáculos no le alcanza para sujetar a su presa, astuta y oportunamente enturbia el ambiente con un chorro de tinta, aprovechando para “correr el cuerpo” de la zona peligrosa.
Luis:
Oh, ¡qué cosas!
Daniel:
Lo importante es que tengamos muy en claro que de quien REALMENTE ACECHA no podremos escapar, por más chorro de tinta que le tiremos...
Luis:
Pues bueno. Si tú lo dices....
Daniel:
El despliegue que has hecho tratando de justificar la “verdad bíblica” que supuestamente hay detrás de la creencia Católica Romana de que podemos ser salvos aún sin conocer el Evangelio de Cristo me pareció lamentable.
Luis:
Oh, siento desilusionarte.
Daniel:
Es una muestra de adónde se puede llegar por tratar de justificar lo injustificable. A veces preferiría que dijeran “Porque la Iglesia lo dice Y PUNTO”, en lugar de darle vueltas y vueltas y triples saltos mortales para atrás (como alguien gusta denominar a estas piruetas).
Luis:
De momento espero algún comentario tuyo a las evidencias BÍBLICAS que he presentado para justificar esa doctrina. La cual, mira tú por dónde, es también mantenida por los cuáqueros evangélicos en base a su interpretación de las Escrituras. Y también por, ¿adivinas quién? Sí, otra vez CS Lewis. Pesadito el Lewis, oye...
Daniel:
Por supuesto que la Luz verdadera alumbra a todo hombre, porque como dice 1° Timoteo “quiere que todos se salven”, ya que Dios no hace acepción de personas. Pero sólo se salvará quién “pase por la puerta estrecha” ¿recuerdas?.
Luis:
Sí, pero dime una cosa. Si la luz alumbra a todo hombre y esa luz es Cristo, entonces ¿es o no posible que todo hombre sea salvo si responde afirmativamente a esa luz?
Daniel:
Además:
a) Si puedo salvarme sin conocer el Evangelio de Cristo.. ¿para qué murió Cristo?
Luis:
Si la luz que alumbra a todo hombre es el propio Cristo, ¿cómo dices que nadie que acepte esa luz y la obedezca va a ser salva sin conocer el Evangelio de Cristo?
Precisamente es Cristo el autor de su salvación. Es el que los ilumina. Es a Él a quien obedecen
Daniel:
b) Si alguien que no conoce el Evangelio de Cristo puede salvarse ¿para qué mandó Jesús a predicarlo?
Luis:
Porque es casi imposible salvarse sin conocer el Evangelio de Cristo. Si conociéndolo no es fácil salvarse porque no basta con el conocimiento sino que se requiera la obediencia, ¿cómo de difícil no será la salvación de aquellos que no lo conocen?
Daniel:
Más vale no predicarle a nadie, porque si permanece en ignorancia se salvará (según la Iglesia romana). En cambio si le predicamos corremos el riesgo que lo rechace y se condene al infierno..
Luis:
¡Ay de mí si no predico el evangelio! (1ª Cor 9,16)
Tú has entendido mal el asunto. No se trata de que los que nunca han oído el evangelio se salven así sin más. Se trata de que aquellos que, sin haber oído el evangelio, sí han sido iluminados por la luz que es Cristo, en caso de responder afirmativamente a esa iluminación divina, pueden ser salvos.
¿Fácil?
No
¿Probable?
Tampoco
¿Imposible?
Lo que para el hombre es imposible, para Dios es posible
Daniel:
c) Los pastores católicos han leído Romanos 2.. ¿leyeron Gálatas 2:21? “Si por la Ley fuese la justicia, por demás murió Cristo”
Luis:
Sí, pero ¿qué tiene que ver la luz que alumbra a todo hombre con la justificación por la Ley?
Daniel:
. ¿Romanos 5:1? “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Luis:
Y el que cree en la luz que alumbra a todo hombre aun sin haber escuchado el evangelio, ¿en quién cree? ¿por medio de quién puede alcanzar la paz con Dios? ¿no estamos diciendo que esa luz es el mismo Cristo?
Daniel:
¿Gálatas 2:16? “Sabiendo que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley” (La traducción católica “de Jerusalen” aclara y agrega -“solo por la fe”)
Luis:
Es lo mismo que he dicho antes
Por cierto, mi edición de la Biblia de Jerusalén no agrega eso. ¿De qué edición es y qué obispado o Conferencia Episcopal ha revisado (es un decir) esas notas para dar su aprobación?
Daniel:
.¿Efesios 2:8-9? “Por gracia sois salvos, por medio de la fe.. no por obras..” ¿Predicaría el apóstol Pablo cosas diferentes en diferentes momentos? ¿O, más bien, SIEMPRE predicó lo mismo, a saber, salvos por gracia por medio de la fe en el sacrificio expiatorio y redentor de Jesucristo?
Luis:
Ah, no sé, pregúntale porqué escribió lo que escribió en Romanos 2: “no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.”
Volvemos otra vez a lo mismo. La fe que justifica es fe en Cristo, el cual ilumina a TODO hombre, no sólo a los que han escuchado el evangelio. De todas formas, hay un versículo peculiar en 1ª Tim
1ª Tim 4,10
Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres,
mayormente de los que creen.
¿tú sabes porqué no dice UNICAMENTE en vez de MAYORMENTE?
Juan 8:32
Bien, chanzas y anteojitos (y nube de tinta) aparte, me gustaría conocer, la “base bíblica” de la frase de marras, según tu siguiente afirmación:
Luis:
Creo que ya la he expuesto aunque a ti, y a otros muchos, no te haya convencido.
Juan 8:32
Yo no puedo creer, realmente me cuesta, que hace un par de años la misma persona que dijo lo anterior haya dicho: “Iba todos los domingos a misa y creía firmemente en las bases de la doctrina católica. Cuando volví a entregar mi vida a Cristo, teniendo 22 años, empecé a leer la Biblia y me di cuenta de que la iglesia católica ha cambiado el evangelio de gracia y de sólo Cristo por un evangelio de carácter mágico-sacramental y lleno de seres intercesores entre Dios y los hombres. La María del catolicismo no tiene nada que ver con la mujer simple y sencilla que encontramos en el Nuevo Testamento. Las tradiciones católicas tienen una base pagana en un alto porcentaje de ellas, etc., etc. Yo conocí a Dios siendo católico. Pero fue el mismo Dios el que me mostró que la iglesia católica se separó de la sana doctrina y construyó un muro de separación entre ella y el Creador. Ese muro está lleno de falsas doctrinas de las que es preciso huir...” (extracto del “Debate público entre cristianos católicos y evangélicos” - Enero 1999)
Luis:
Oh, bien, ya ves. Cuando uno desconoce aquello sobre lo que habla, dice tonterías. Y yo dije muchas cuando me dedicaba a rebatir las doctrinas católicas en este y otros foros. La gracia de Dios y su misericordia me hicieron ver que donde yo creía que había error, la verdad reluce con fuerza. Yo me alegro mucho que cites lo que decía cuando era protestante porque así me das la oportunidad de “auto-replicarme”. Y, por ejemplo, en ese párrafo que has copiado se da uno de los principales errores de todo protestante. Dije “empecé a leer la Biblia y me di cuenta de que la iglesia católica ha cambiado....” . Lo cierto es que debería haber dicho “empecé a leer la Biblia, y según mi interpretación privada de las Escrituras, llegué a juzgar que la Iglesia Católica ha cambiado...”.
Juan 8:32
Otra nube de tinta...
Escrito está: “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Santiago 2:24-26)
¿Que yo creo en un evangelio opuesto radicalmente al texto precedente? No tienes idea de lo que dices. La fe sola NO SALVA, sino que la “fe salvífica” (valga el término) es la que produce obras.
Luis:
Uy, a ver, a ver.... ¿LA FE SOLA NO SALVA?
¡¡Tócala otra vez, Sam!!:
You must remember this....
Me gusta eso que has dicho. Suena a doctrina católica
A ver, Daniel, respóndeme a esta pregunta
¿Somos JUSTIFICADOS sólo por la fe?
¿Sí o no?
Mira que no te pregunto si somos salvos solo por la fe, sino si somos JUSTIFICADOS solo por la fe.
Daniel:
Somos salvos PARA buenas obras y no POR buenas obras. Más claro no puede decirlo el apóstol Pablo en Efesios 2
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:8-10)
Luis:
Y más claro no puede decirlo la Iglesia Católica. Concilio de Trento. Cánones sobre la justificación:
Can. 1. Si alguno dijere que el hombre puede justificarse delante de Dios por sus obras que se realizan por las fuerzas de la humana naturaleza o por la doctrina de la Ley, sin la gracia divina por Cristo Jesús, sea anatema
Can. 3. Si alguno dijere que, sin la inspiración previniente del Espíritu Santo y sin su ayuda, puede el hombre creer, esperar y amar o arrepentirse, como conviene para que se le confiera la gracia de la justificación, sea anatema
Y en el propio decreto sobre la justificación, leemos:
Cap. 16. Del fruto de la justificación, es decir, del mérito de las buenas obras y de la razón del mérito mismo
Así, pues, a los hombres de este modo justificados, ora conserven perpetuamente la gracia recibida, ora hayan recuperado la que perdieron, hay que ponerles delante las palabras del Apóstol: Abundad en toda obra buena, sabiendo que vuestro trabajo no es vano en el Señor [1 Cor. 15, 58]; porque no es Dios injusto, para que se olvide de vuestra obra y del amor que mostrasteis en su nombre [Hebr. 6, 10]; y: No perdáis vuestra confianza, que tiene grande recompensa [Hebr. 10, 35]. Y por tanto, a los que obran bien hasta el fin [Mt. 10, 22] y que esperan en Dios, ha de proponérseles la vida eterna, no sólo como gracia misericordiosamente prometida por medio de Jesucristo a los hijos de Dios, sino también "como retribución" que por la promesa de Dios ha de darse fielmente a sus buenas obras y méritos [Can. 26 y 32]. Ésta es, en efecto, la corona de justicia que el Apóstol decía tener reservada para sí después de su combate y su carrera, que había de serle dada por el justo juez y no sólo a él, sino a todos los que aman su advenimiento [2 Tim. 4, 7 s]. Porque, como quiera que el mismo Cristo Jesús, como cabeza sobre los miembros [Ef. 4 15] y como vid sobre los sarmientos [Jn. 15, 5], constantemente comunica su virtud sobre los justificados mismos, virtud que antecede siempre a sus buenas obras, las acompaña y sigue, y sin la cual en modo alguno pudieran ser gratas a Dios ni meritorias [Can. 2]; no debe creerse falte nada más a los mismos justificados para que se considere que con aquellas obras que han sido hechas en Dios han satisfecho plenamente, según la condición de esta vida, a la divina ley y han merecido en verdad la vida eterna, la cual, a su debido tiempo han de alcanzar también, caso de que murieren en gracia [Apoc. 14, 13; Can. 32], puesto que Cristo Salvador nuestro dice: Si alguno bebiere de esta agua que yo le daré, no tendrá sed eternamente, sino que brotará en él una fuente de agua que salta hasta la vida eterna [Jn. 4, 14]. Así, ni se establece que nuestra propia justicia nos es propia, como si procediera de nosotros, ni se ignora o repudia la justicia de Dios [Rom. 10, 3]; ya que aquella justicia que se dice nuestra, porque de tenerla en nosotros nos justificamos [Can. 10 y 11], es también de Dios, porque nos es por Dios infundida por merecimiento de Cristo.
Mas tampoco ha de omitirse otro punto, que, si bien tanto se concede en las Sagradas Letras a las buenas obras, que Cristo promete que quien diere un vaso de agua fría a uno de sus más pequeños, no ha de carecer de su recompensa [Mt. 10, 42], y el Apóstol atestigua que lo que ahora nos es una tribulación momentánea y leve, obra en nosotros un eterno peso de gloria incalculable [2 Cor. 4, 17]; lejos, sin embargo, del hombre cristiano el confiar o el gloriarse en sí mismo y no en el Señor [cf. 1 Cor. 1, 31; 2 Cor. 10, 17], cuya bondad para con todos los hombres es tan grande, que quiere sean merecimientos de ellos [Can. 32] lo que son dones de Él [v. 141]. Y porque en muchas cosas tropezamos todos [Stg. 3, 2; Can. 23], cada uno, a par de la misericordia y la bondad, debe tener también ante los ojos la severidad y el juicio [de Dios], y nadie, aunque de nada tuviere conciencia, debe juzgarse a sí mismo, puesto que toda la vida de los hombres ha de ser examinada y juzgada no por el juicio humano, sino por el de Dios, quien iluminará lo escondido de las tinieblas y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones, y entonces cada uno recibirá alabanza de Dios [Cor. 4, 4 s], el cual, como está escrito, retribuirá a cada uno según sus obras [Rom. 2, 6].
Más claro, agua.
Juan 8:32
Repasa la hoja 1 de este tema. Allí encontrarás lo siguiente:
Luis:
Repásalo tú y verás que esa no es una oración dicha por el mismo PAPA, sino una oración a María POR el Papa.
Que el Papa haya rezado esa oración te lo sacas tú de la manga
Juan 8:32
Entienda el fiel católico que son referencias a meras palabras de hombres, ajenas a la Sagrada Escritura. ¿Decide aceptarlo? perfecto, pero a sabiendas que la Biblia no lo sustenta.
Luis:
Entienda el fiel católico que es la opinión particular de Daniel la que juzga que dichas palabras son ajenas a la Sagrada Escritura. Entienda el fiel católico que no son pocos protestantes (Lutero y CS Lewis) los que juzgan exactamente lo contrario a Daniel.
Juan 8:32
Otro chorro de tinta..
Yo no me guío por los dichos de Lutero o de Lewis o de Morris o de West. Sino por la Sagrada Escritura. La completa y perfecta Escritura ¿a quienes se refiere la Biblia cuando menciona “otros cristos”?
Luis:
Que tú no te guíes por los escritos de otros protestantes está muy bien. Que te guíes únicamente por tu capacidad de discernir si algo está o no en consonancia con la Biblia (a eso le lamas “guiarme sólo por la Sagrada Escritura”), ya no está tan bien. El mismo nombre de cristianos quiere decir “pequeños Cristos”.
Juan 8:32
Pablo era mensajero (del Evangelio) como lo son TODOS los discípulos de Jesucristo...
No veo QUE TIENE QUE VER “mensajero” CON “angel”. ¿Pablo era un ángel? Es sorprendente en lo que debes caer para “armar” una justificación.
Pablo podría ser (y lo era) un ungido de Dios. Pero no era EL Ungido (Cristo). Por más saltos mortales para atrás, este texto no aplica para justificar bíblicamente a la frase de marras.
Luis:
O sea, que era un ungido pero no era EL ungido. La clave parece ser que está en decir “un” o decir “el”. Entonces, cuando leemos 2ª Cor 1,21 “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,”, tenemos que tener muchísimo cuidado de decir “somos UNOS ungidos” y jamás decir “somos LOS ungidos”.
Y claro, de semejante disquisición gramatical sale la inefable conclusión de que el texto de Gálatas no se aplica al tema en cuestión. Y todavía hablas de saltos mortales.
Juan 8:32
Nunca hablé de “Evangelios escritos”. Simplemente digo que ANTES de ser escrito el Libro de Hechos de los Apóstoles, ya era una Verdad de Fe lo que vos decís que “se dogmatizó más tarde”.
Los 4 Evangelios, sin importar (para este caso) cuándo fueron escritos, relatan las cosas que sucedieron mientras Jesucristo aún no había ascendido al cielo. O sea, ANTES de que sucediera lo narrado en Hechos 15.
Luis:
Parece ser que la cosa no estaba tan clara para todos los apóstoles y ancianos que se reunieron en aquel concilio ya que hubo mucha discusión. ¿Porqué? Pues probablemente porque más de uno utilizó la Biblia, Ex 12,48-49, para apoyar la idea de que el que quisiera ser parte del pueblo de Dios debía circuncidarse. No en vano Cristo había dicho:
Mt 5,17-19
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Era pues, necesario, la intervención de los que estaban en autoridad en la Iglesia para zanjar una cuestión que estaba siendo debatida en su seno. Y hasta que la Iglesia no dogmatizó esa doctrina, la misma podía ser objeto de debate. Después ya no.
Juan 8:32
Por supuesto. Por eso los Cristianos la escudriñan auxiliados por el Espíritu Santo. Lo de “razonar humanamente” ha sonado, más bien, a una opinión prejuiciosa.
Luis:
Ah, ya. Es una opinión prejuiciosa. Por eso todos vosotros, “auxiliados” por el mismo Espíritu Santo, no sois ni tan siquiera capaces de creer lo mismo en una doctrina tan básica como la del bautismo.
Juan 8:32
Espero que no tomes a mal que te responda con tus mismas palabras:
El Espíritu Santo que inspiró las Escrituras es el mismo que mora en el corazón de cada creyente ¿te parece mal maestro? Sabemos con seguridad que la Palabra es inspirada por Dios ¿acaso va Dios a contradecirse a sí mismo? ¿Puede ser posible que Dios diga en su Palabra que sólo hay un mediador entre Él y los hombres, el cual es Jesucristo y luego diga, según la Tradición católica y ortodoxa, que no es cierto lo que Él había dicho antes porque hay más mediadores que Cristo? ¿Es lógico y razonable que Dios diga en su Palabra que todo hombre es pecador y necesita del Salvador que es Cristo y luego cambie su “opinión” y afirme, según la Tradición católica y ortodoxa, que hubo alguien que fue concebida inmaculadamente? Por supuesto que el Espíritu nos conduce a la verdad completa. Esa verdad no es otra que Cristo resucitado y la Palabra revelada de Dios a los hombres y no una Tradición con raíces antibíblicas...”
http://forocristiano.com/anterior/001586.html
Luis:
Ay, ay, ay, ¡qué cosas decía aquel Luis evangélico que nos quiere traer a la memoria Daniel Sapia!
Vamos a replicarle un poco.
Luis protestante
El Espíritu Santo que inspiró las Escrituras es el mismo que mora en el corazón de cada creyente ¿te parece mal maestro? Sabemos con seguridad que la Palabra es inspirada por Dios ¿acaso va Dios a contradecirse a sí mismo?
Luis católico:
¿Lo preguntas tú que eres protestante cuando el protestantismo se caracteriza precisamente por hacer que la Palabra de Dios y hasta Dios mismo parezcan contradecirse en multitud de doctrinas?. Luis ¿de qué os sirve un texto infalible si no hay quien interprete infaliblemente dicho texto? ¿de qué os vale que la Biblia sea inerrante y sin error si luego sois incapaces de poneros de acuerdo sobre la naturaleza de la salvación, del bautismo, de la relación entre gracia fe y obras, etc, etc? Si el mismo valor tiene lo que pueda opinar Lutero (un protestante) que Zwinglio (otro protestante) acerca de la presencia real de Cristo en la Eucaristía; si el mismo valor tiene lo que enseñan los calvinistas (protestantes) que lo que creen los arminianos (protestantes) sobre la predestinación y salvación de los santos; si el mismo valor tiene lo que crea un bautista (protestante) sobre el bautismo de niños que lo que cree y practica un luterano (protestante); si, en definitiva, todas esas interpretaciones tienen el mismo valor porque se jactan en apoyarse únicamente en la única e infalible Biblia, ¿en qué lugar queda la credibilidad de esa Biblia? ¿en qué lugar dejáis al Espíritu Santo del que afirmáis que es el maestro que os enseña a todos? ¡¡Responde a esas preguntas, estimado Luis Fernando protestante!! ¿Para qué queréis una Biblia infalible que es la máxima autoridad en materia de fe y moral si luego destrozáis y denigráis la credibilidad y autoridad de la Biblia dándola interpretaciones que se contradicen unas con otras?
Luis protestante:
¿Puede ser posible que Dios diga en su Palabra que sólo hay un mediador entre Él y los hombres, el cual es Jesucristo y luego diga, según la Tradición católica y ortodoxa, que no es cierto lo que Él había dicho antes porque hay más mediadores que Cristo?
Luis católico:
¿No te habías enterado, querido, de que cada vez que oramos por un hermano participamos de la mediación de Cristo por ese mismo hermano? ¿o es que vas a negar que todo cristiano debe ser un intercesor? ¿me puedes explicar cuál es la diferencia bíblica entre interceder y mediar?
Luis protestante:
¿Es lógico y razonable que Dios diga en su Palabra que todo hombre es pecador y necesita del Salvador que es Cristo y luego cambie su “opinión” y afirme, según la Tradición católica y ortodoxa, que hubo alguien que fue concebida inmaculadamente?
Luis católico:
Mira, estimado Luis. El dogma de la Inmaculada Concepción es un canto a la gracia de Dios en María. Pues es esa GRACIA, y no la propia naturaleza humana de la Virgen, quien la limpia de pecado, por los méritos de quien habría ser su Hijo, desde el mismo instante de su concepción.
La Iglesia da testimonio ya en el siglo II, a través de San Justino y San Ireneo, de que había recibido la enseñanza de que María era la Segunda Eva y era la madre de la nueva humanidad en Cristo Jesús. De esa enseñanza la Iglesia, con el paso de los siglos y tras no poca discusión, llegó al convencimiento de que María, por el significadísimo lugar que había de tener en el plan de salvación dispuesto por Dios, fue llena de gracia desde el primer instante de su creación. Dicha pureza, fruto de la gracia de Dios en ella, debió mantenerse intacta para la que su seno se convirtiera, cual nueva Arca de la Alianza, en receptáculo santo de la encarnación del Verbo de Dios. La unión tan íntima entre cualquier madre y el hijo que lleva en su seno es algo que sólo quien ha experimentado la maternidad puede contar. Pero en el caso de María y su hijo Jesús, esa unión no era una unión cualquiera. Era la unión entre una mujer, ser creado, y el Dios Eterno Creador de los cielos y la tierra. Y por ello, el Altísimo derramó de su gracia desde un primer momento sobre aquella bendita mujer, para que cuando llegara el momento de encarnarse en su seno, ella pudiera ofrecerle la santidad fruto de la gracia de Dios como receptáculo para su divinidad. Como la primera Eva, madre de todos los hombres, fue concebida sin pecado, así la Segunda Eva, madre de la nueva humanidad en Cristo, fue igualmente concebida sin pecado. Así lo ha declarado la Iglesia de Cristo y así ha de ser aceptado por todos, estimado Luis.
Sólo una cosa más. Amar, honrar, venerar y dar culto a María es la mejor forma de dar gracias a Dios por las maravillas que hizo en ella. Si Elisabet, llena del Espíritu Santo, exclamó que la visita de la Madre del Señor era un don para ella, ¿qué no exclamaremos nosotros?
San Juan el Bautista, como en su día hizo el rey David, danzó ante el Arca de la Alianza. Pero esta vez, el Arca contenía en su seno la Real Presencia Divina. Por voluntad del Padre, María nos dio a luz a la Luz del Mundo. Si hubiera habido tinieblas en ella, no podría haber dado a luz a la Luz. Cristo no podía tener comunión con las tinieblas en el seno de su madre. Por eso se proveyó para Él un seno materno santo.
Para algunos, como tú querido Luis “protestante” esas verdades son motivo de escándalo. Para nosotros los católicos son motivo de alegría y regocijo.
Luis protestante:
Por supuesto que el Espíritu nos conduce a la verdad completa. Esa verdad no es otra que Cristo resucitado y la Palabra revelada de Dios a los hombres y no una Tradición con raíces antibíblicas..
Luis:
Claro Luis. Por eso el Sola Fide es una falsedad. Está basado en la tradición protestante y va en contra de la Palabra de Dios.
En cualquier caso, Luis, recuerda que el Espíritu Santo no juega al despiste. No puede ser que a unos diga una cosa y a otros la contraria. Por eso la Iglesia es columna y baluarte de la verdad. Porque su existencia nos garantiza que la Escritura no estará sujeta a la interpretación privada de cualquier “cristiano” que tenga la pretensión de juzgar las doctrinas de esa misma Iglesia según su interpretación bíblica en vez de dejar que ella sea la que le juzgue y determine si su interpretación es la adecuada o, por el contrario, herética.
Bueno, Daniel, con mucho gusto puedes seguir citando lo que yo escribía cuando era protestante. Me lo voy a pasar en grande contestándome,