Extraído del libro El Antiguo Testamento en el Nuevo.A.W.Robertson Ed Nueva creación.
IX-El Antiguo Testamento en las epístolas universales y el Apocalipsis
Las epístolas universales (Santiago, 1 y 2 Pedro, 1, 2 y 3 Juan, y Judas) tienen pocas citas del AT. No obstante, al igual que el Apocalipsis, y éste en particular, están impregnadas de temas e imágenes veterotestamentarias.
Santiago fue quizá el primero de los libros del NT y muestra en su pensamiento una fuerte influencia judía con gran énfasis en la ley. El autor tiene particular interés en combatir el antinomianismo y, por ello, se le ha adjudicado un inexistente conflicto con Pablo en el tema de la justificación por la fe. El autor dice que la fe genuina debe mostrarse por las obras. Santiago se asemeja al profeta Amós, y tiene estrecha relación con Mateo y los temas del Sermón del Monte. También se vincula con Romanos, Efesios y los discursos de Pedro en Hechos.La primera epístola de Pedro manifiesta excelentes niveles de griego y conocimiento de la LXX. El lenguaje pudo haber sido influenciado por su amanuense Silvano.
Las fuentes de Pedro radican en la vivencia de sus experiencias con Jesús como discípulo y en el kerigma de la iglesia primitiva. La estructura de la epístola respondería a la catequesis de la iglesia primitiva: liturgias, fórmulas bautismales e himnos. La identificación de la iglesia con el nuevo Israel lleva al autor a un uso frecuente y variado del AT, como la tipología del éxodo y, en especial, el modelo ético veterotestamentario para la iglesia cristiana. Se pueden identificar técnicas de interpretación literal, en particular referidas a la ética que deriva del mandamiento divino en cuanto a la santidad, así como usos de midráJ ypeier.
La segunda epístola de Pedro tiene un estilo y un contenido diferentes de la primera y, si se acepta la autoría petrina, habría que pensar en un amanuense distinto del de la primera carta.
El capítulo 2 es casi idéntico a Judas y se discute aún la dependencia mutua, aunque nos inclinamos por la prioridad de 2 Pedro. Los destinatarios serían los mismos que los mencionados en 1 Pedro y las referencias veterotestamentarias aluden a libros canónicos, especialmente en el tema de los falsos maestros y las herejías.
Tiene también prominencia su testimonio de Jesús en el monte de la transfiguración y la inspiración de las Escrituras.
Judas sería posterior a 2 Pedro y también enfatiza el asunto de los falsosmaestros y sus doctrinas. Ilustra estas advertencias con referencias al AT y menciona libros apócrifos como la Ascención de Moisés y 1 Enoc. Algunos encuentran problemas con estas citas pero debe recordarse que Judas no las menciona específicamente como “Escritura’ en el sentido de haber sido inspiradas divinamente.
El Apocalipsis fue escrito por Juan y constituye un mensaje de aliento y esperanza para la iglesia perseguida. Si se acepta el criterio histórico de este libro, el examen de las imágenes recurrentes de sus visiones y símbolos provee a esta profecía de una verdadera filosofia de la historia. Se describen también las tribulaciones, el triunfo final y glorioso de la iglesia, y la consumación total y definitiva de los designios de Dios. Estas teorías de recapitulación tendrían lugar entre las dos venidas de Cristo, la resurrección, el juicio y el establecimiento del reino de Dios en nuevos cielos y nueva tierra.
El Apocalipsis es el libro del NT más impregnado con figuras y material del AT. No obstante, las citas explícitas, las alusiones y paráfrasis del texto veterotestamentario no son tantas ni se reconocen fácilmente.
El lenguaje del Apocalipsis es secreto y habla de grandes contrastes, como la vida y la muerte, la bendición y la maldición, la derrota y la victoria, Babilonia y Roma confrontadas con Jerusalén, la mujer y la gran ramera, el cielo y la tierra.
El lenguaje es bíblico y sus conceptos provienen principalmente de Daniel y Ezequiel, aunque también hay menciones de Zacarías, Isaías, Jeremías y Exodo.
Juan es, en el Apocalipsis, el autor que más se adapta al hebreo, en particular al de Qumrán, en comparación con el griego de la LXX . Depende mucho de fuentes semíticas, utiliza los tárgumes arameos y conoce los midrasin. Sus métodos se inclinan más por la hagadá que por la halajá, y el autor muestra gran libertad y creatividad en su estilo y lenguaje.
Dado que las cartas de Juan se incluyeron con el capítulo V sobre el Cuarto Evangelio, trataremos en este capítulo las restantes epístolas universales: Santiago, 1 y 2 Pedro, y Judas. También incluiremos el Apocalipsis.
1. Santiago
a. Características
Nos inclinamos por la autoría de Santiago (Jacobo), hermano de Jesús, testigo de su resurrección, líder de la iglesia judeocristiana de Jerusalén y presidente el concilio que menciona Hechos 15.
La epístola fue escrita desde Jerusalén, entre el 45 y 47 d.C., y fue dirigida a creyentes judeocristianos que sufrían por su fe y eran oprimidos por unos inescrupulosos. La fecha indica que habría sido el primer libro del NT.
Se observa una gran influencia judía en el pensamiento y el estilo del autor, como también muchos ejemplos de personajes veterotestamentarios. Su tono es muy similar al del profeta Amós y enfatiza la fe superficial (Stg. 2.19-20) sin la práctica que mostraron los personajes del AT (Stg. 2.21). Esto dio motivo a Lutero para suponer un conflicto doctrinal entre Santiago y Pablo sobre la fe y las obras.
La epístola sería un modelo de catequesis con una liturgia bautismal primitiva y muestra una estrecha afinidad con el Sermón del Monte. Los siguientes paralelismos la manifiestan:
Santiago Mateo Tema
1.2 5.10-12 Gozo en las pruebas
1.4 5.48 Ser perfectos
1.5 7.7ss. La oración
1.20 5.22 Advertencia contra la ira
1.22 7.24ss Oidores y hacedores de la palabra
2.10 5.19 Guardar toda la ley
2.13 5.7 La misericordia
3.18 5.9 Los pacificadores
4.4 6.24 El mundo y Dios
4.10 5.5 La humildad
4.11-12 7.1-5 Juzgando al hermano
5.2ss. 6.19 Las riquezas y la polilla
5.10 5.12 El ejemplo de los profetas
5.12 5.33-37 Sobre los juramentos
La epístola fue escrita quizá en arameo y traducida al griego, con reminiscencias helenistas en su estilo.
El contenido puede resumirse así: salutación (Stg. 1.1); sabiduría, fe y humildad (Stg. 1.2-11); las pruebas (Stg. 1.12-18); oidores y hacedores de la Palabra (Stg. 1.19-25); la lengua y la religión (Stg. 1.26-27); los ricos y la discriminación entre personas (Stg. 2.1-9); la ley, el juicio y la misericordia (Stg. 2.10-13); la fe y las obras (Stg. 2. 14-26); la lengua (Stg. 3.1-12); la sabiduría y sus frutos (Stg. 3.13-citas.
18); las pasiones y la sujeción a Dios (Stg. 4.1-10); el juicio al hermano (Stg. 4.11-12); el mañana y la voluntad de Dios (Stg. 4. 13-17); los ricos opresores (Stg. 5.1-6); la paciencia y la oración (Stg. 5.7-18); la conversión y el perdón del pecador (Stg. 5.19-20).
b. Análisis de pasajes y temas selectos
Longenecker comenta que Santiago, siendo por naturaleza un libro con una serie de exhortaciones éticas, hace mucho uso de la halajá, aplicando temas legales y éticos, y que su hermenéutica es mayormente literal (1983:200). También observa que la mayoría de las citas provienen del Pentateuco y Proverbios, aunque se encuentran alusiones de carácter ético tomadas de Isaías y Salmos. Veremos algunas de esas
(1) La vanidad del rico (Stg. 1.10-11). Alude a Isaías 40.6-7 (cp. 1 P. 1.24-25). Dice Barclay que el cristianismo trae al pobre un nuevo sentido de su propio valor y trae al rico un nuevo sentido de su propia humillación (1983:47). La figura de Isaías es significativa al comparar al rico con la hierba y la flor que se marchita.
(ji) La perfecta ley de la libertad (Stg. 1.25). Hanson cree encontrar aquí un eco del Salmo 18.8 (LXX) [19.7 (TM)1, aunque en la LXX no se encuentra la palabra teleios que utiliza Santiago, presente en la traducción de Aquila. Agrega que Santiago está tratando aquí con material tradicional sobre el que se elaboró una hagadá para mostrar que Dios quiso dar la tora en el éxodo pero que esperó hasta el Sinaí, donde sanó temporariamente a su pueblo lisiado, ciego y sordo (1983:147). Barclay dice que la ley es perfecta porque viene de Dios, porque no puede ser mejorada y porque en ella quien obedece la ley de Cristo cumple el propósito de su vida (1983:60). Además es la ley de la libertad, dado que allí el ser humano encuentra su propia libertad.
(iii) La parcialidad en la iglesia (Stg. 2.1-9). Este pasaje tiene paralelismos con Levítico 19.13-18, y la cita de Santiago 2.8 (cp. Mt. 19. 19b) se toma exactamente de Levítico 19.18. Notamos entonces que en Israel y en la iglesia se prohíbe la discriminación.
(iv) La ley real y la ley de la libertad (Stg. 2.8-13). La sección anterior menciona en Santiago 2.8, referido a Levítico 19.18, el amor al prójimo. El autor define este principio como la ley real, quizá por ser la más importante y vital entre todas las leyes y por constituir, junto COfl el amor a Dios, la esencia de la voluntad divina y la base de la que El ATen las epístolas universales y el Apocalipsis 213
depende toda la Escritura, la ley y los profetas (Mt. 22.36-40). Es real porque tiene que ver con el propósito más alto del rey de reyes y es suprema en excelencia. Notemos que, para Santiago, la ley de Dios es una unidad y la transgresión en un punto hace culpable al pecador de la totalidad de la ley, No obstante, esta ley fue dada exteriormente al ser humano bajo el antiguo pacto, y en la mente y el corazón del hombre que se halla bajo el nuevo pacto. De esta manera, está gobernada por la compulsión del amor de Dios derramado en el corazón, y el cristiano vive bajo la ley de la libertad por la cual será juzgado. El argumento de Santiago sobre este tema concluye con el triunfo de la misericordia sobre el juicio.
La cita específica en esta sección se halla en Santiago 2.11, referida al adulterio y el asesinato. La Escritura veterotestamentaria corresponde a Exodo 20.13-14 y Deuteronomio 5.17-18, respectivamente, aunque inviertiendo el orden original.
El ejemplo de Abraham (Stg. 2.21-23). Santiago enfatiza aquí la fe genuina ratificada con obras. Por ello toma el ejemplo de Abraham, al que luego agrega el de Rahab. Tenemos tres citas del AT en su argumento sobre Abraham.
La primera está en Santiago 2.21 y alude a Génesis 22.9, donde el patriarca ofreció a Isaac sobre el altar.
La segunda se halla en Santiago 2.23a y se refiere a Génesis 15.6 (LXX). Expresa que Dios contó como justo a Abraham porque creyó en Dios.
La tercera cita está en Santiago 2.23b y alude a Isaías 41.8, llamando al patriarca “amigo de Dios”.
(vi) La vida de sumisión a Dios (Stg. 4.4-7). El pasaje habla del conflicto con el mundo y la responsabilidad del cristiano de someterse a Dios, rechazando la amistad con este siglo. Tenemos en esta sección dos citas.
La primera está en Santiago 4.5. Este es un pasaje difícil pues cabrían dos interpretaciones: una podría significar que Dios tiene celo por la devoción del espíritu que puso en el ser humano, y la otra es aquélla más explícita en R-V, es decir que el Espíritu que mora en el cristiano lo anhela celosamente. En ambos casos el sentido habla del amor de Dios sobre su hijo que no admite rival (Barclay 1983:104). Si bien no existe Escritura veterotestamentaria que responda exactamente a la cita de Santiago, hay varias referencias en el AT al celo de Dios 214 El Antiguo Testamento en el Nuevo
por su pueblo (Ex. 20.5; Dt. 32.16, 21; Zac. 8.2). Hanson sugiere la posibilidad de que haya aquí una referencia a Génesis 6.3-7, especialmente al versículo 3 (1983:152). También menciona el tárgum del Pseudo Jonatán en su interpretación del pasaje.
La segunda referencia se halla en Santiago 4.6 y corresponde a
Proverbios 3.34 (LXX): “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los
humildes”. Esta cita se halla también en 1 Pedro 5.5.
(vii) Dios escucha el clamor de su pueblo (Stg. 5.4). El contexto corresponde al de la opresión de los amos ricos en perjuicio de los obreros pobres, muchos de ellos hijos de Dios. Estos clamaron al Señor de los ejércitos por justicia y las oraciones fueron escuchadas. Santiago 5.4 alude a Isaías 5.9. La descripción de Dios en su carácter de Señor de los ejércitos ayala el tono judío que emplea Santiago en su epístola, lo que no sería tan natural en un autor griego. El mismo texto apunta a Deuteronomio 24.15.
(viii) La misericordia y compasión del Señor (Stg. 5.11). Tenemos aquí una referencia a Job y su paciencia en las pruebas que le acontecieron. La respuesta a su sufrimiento está en el fin del Señor, quien le manifestó su gran misericordia y compasión. La cita de Santiago 5.11 corresponde al Salmo 103.8, aunque debe tomarse también el trasfondo de Job y su historia para comprender el argumento. Habría asimismo una referencia alusiva a Exodo 34.6, en la conocida teofanía ante Moisés en Sinaí.