En cual religion puedo confiar

No se puede confiar en los hombres...

No se puede confiar en los hombres...

Estoy de acuerdo con eso; pero no sé porque dices que todos nosotros. Te equivocas, porque muchos de los que participan en el foro tienen claro que lo más importante es buscar y exaltar a Dios antes que al hombre o los hombres. Cuando hablamos de hombres, nos referimos a las organizaciones y a sus directivos. Que debo aclarar que la Iglesia es de Jesucristo, a pesar de pastores y líderes denominacionales...

La verdadera religión es dar y no recibir... Insisto, dar, ministrar, ver la necesidad de otros y suplirla. Eso es religión y en otras partes de la Biblia se muestra como amor, no como lo que tú muestras...

Atte.

Aslan
 
Originalmente enviado por: VERDAD1968
SI ES ASI POR QUE TODOS USTEDES ESTAN APARTADOS DE JEHOVA QUE ACASO EL NO ES DIOS? SALMOS 531 EL NECIO EN SU CORAZON DICE NO HAY JEHOVA . HOY DIA MUCHA GENTE, HA ABANDONADO EL NOMBRE DE JEHOVA Y JEREMIAS 17:5 DICE QUE ES MALDITO . EL QUE CONFIA EN EL HOMBRE Y NO EN JEHOVA. YO A NADIE LE HE ESCUCHADO ESTE NOMBRE QUE ES JEHOVA , LO HAN A PARTADO DE SU CORAZON.

Curiosa afirmación:
SI ES ASI POR QUE TODOS USTEDES ESTAN APARTADOS DE JEHOVA
¿Sabe como se califica a quien afirma que todo el mundo está equivocado excepto él? Ah, y tambien acostumbra a decirlo GRITANDO.
¿Conoce el termino médico?
Saludos
 
Originalmente enviado por: Tobi
Curiosa afirmación:

¿Sabe como se califica a quien afirma que todo el mundo está equivocado excepto él? Ah, y tambien acostumbra a decirlo GRITANDO.
¿Conoce el termino médico?
Saludos

disculpeme sr toby no fue mi intencion que pensara que le estoy gritando. dime quien estubo equivocado jesus o los fariceos? quien estuvo equivocado los que alimento jesusu y luego apoyaron su muerte? dime quien necesita dr una persona sana o enferma? bueno sin duda contestate tus preguntas, y yo se que cometo errores , que qeurias que saliera de adan y de eva perfeccion sr toby? es usted uno de los perfectos? sr tony la biblia es la que no se equivoca y cuando uno la estudia y la pone en practica , la gente duda . y dice en su corazon lo bueno es malo y lo amlo es bueno. que me puede suceder si hago mala s deciciones? paar esa persona estoy equivocado? pero si tengo el amor de dios tambien estoy equivocado? si tengo la bendicion de dios estoy equivocado? estoy enfermo ? bueno mateo 7:1... mis respetos para usted , pero deseo agradar mas a jehova y asu hijo que proviene la saslvacion apocalipsis 7:10 que a usted..
 
Originalmente enviado por: VERDAD1968
SI ES ASI POR QUE TODOS USTEDES ESTAN APARTADOS DE JEHOVA QUE ACASO EL NO ES DIOS? SALMOS 531 EL NECIO EN SU CORAZON DICE NO HAY JEHOVA . HOY DIA MUCHA GENTE, HA ABANDONADO EL NOMBRE DE JEHOVA Y JEREMIAS 17:5 DICE QUE ES MALDITO . EL QUE CONFIA EN EL HOMBRE Y NO EN JEHOVA. YO A NADIE LE HE ESCUCHADO ESTE NOMBRE QUE ES JEHOVA , LO HAN A PARTADO DE SU CORAZON.

YHWH significa "yo soy el que soy".
La palabra YHWH es impronunciable porque no tiene vocales, por eso los autores sagrados le agregaron las vocales "a" y "e" transformando el nombre YHWH en YAHWEH. A mediados del siglo XII un monje católico cambió el nombre YAHWEH por JEHOVÁ.
Dios no tiene nombre propio porque no es una criatura. ES EL QUE ES: el creador que está presente y activo.
 
Originalmente enviado por: Panchita
YHWH significa "yo soy el que soy".
La palabra YHWH es impronunciable porque no tiene vocales, por eso los autores sagrados le agregaron las vocales "a" y "e" transformando el nombre YHWH en YAHWEH. A mediados del siglo XII un monje católico cambió el nombre YAHWEH por JEHOVÁ.
Dios no tiene nombre propio porque no es una criatura. ES EL QUE ES: el creador que está presente y activo.
salmos 53:1 el necio ha dicho en su corazon no hay jehova, se han corrompido(con ensenanzas antibiblicas) he hicieron adbominables maldad: no hay quien haga el bien
 
si un monje catolico le vambio el nombre a jehova . por que en la biblia catolica aparece yave? :confused:
 
Originalmente enviado por: VERDAD1968
si un monje catolico le vambio el nombre a jehova . por que en la biblia catolica aparece yave? :confused:


Porque en las más recientes traducciones han sido files a los originales hebreos, es decir YHWH, sin vocales, Yaveh es la pronunciación más probable, aunque no hay total seguridad; lo único de lo que hay certeza es que se escribe:

Y H W H y se conoce como el Tetragrammaton.


Jehová, es una pésima traducción
 
¿Que cosas dices? tan cegado te tiene tu secta, ningun monje católico le cambio el nombre a Jehova, el nombre original es Yhavé, ese es el que aparece en los textos originales, el nombre Jehova nacio de combinar las cuatro consonantes hebreas que constituyen el nombre de Dios, que son YHVH, con la forma referencial Adonay (que es Señor, sin versalitas). Me parece interesante que aunque tu secta se opone tanto al catolisismoromano, eso no les importo y no tuvieron objeción en que dos sacerdotes jesuitas ( José Maria Bover S.J. y A. Merk S.J) les ayudaran a hacer su traducción del nuevo mundo de las santas escrituras. A y a proposito cuando vas a responder a mi pregunta.
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Porque en las más recientes traducciones han sido files a los originales hebreos, es decir YHWH, sin vocales, Yaveh es la pronunciación más probable, aunque no hay total seguridad; lo único de lo que hay certeza es que se escribe:

Y H W H y se conoce como el Tetragrammaton.


Jehová, es una pésima traducción

hey hey tranquilos tranquilos. la que dijo que un monje cambio de yave a jehova fue panchita , saben leer empiesen a leer lo que dijo panchita no yo. ahora si en su biblia parece jehova , reclamenle a l que escribio su biblia no ami. o sra paza no le gustaria que su biblia tuviera arrancado el nombre de jehova... tanto lo odia ... salmos 53:1 dice el necio en su caorazon no hay jehova. se a corrompido , e hicieron abominable maldad. no hay quien hace el bien capitulo 53:4 no tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad?. parte a y de la parte b el final dice y a dios no invocan?

sin duda la gran diferencia es jehova aparece en mi biblia pero no no es jehova es yave. si verdad.
 
CUANDO Y POR QUIEN fue fundada cada Iglesia

CUANDO Y POR QUIEN fue fundada cada Iglesia

LUTERANA: Fundada por Martín Lutero, un ex-sacerdote católico, en el año 1517.

ANGLICANA: Fundada por el rey Henry (Enrique) VIII de Inglaterra en 1534. __

PRESBITERIANA: Fundada por John (Juan) Knox en Escocia, en el año 1560.

BAUTISTA: Fundada por John (Juan) Smyth, en Amsterdam en el año 1605.

IGLESIA REFORMADA HOLANDESA: Fundada por Michaelis Jones, en Nueva York en el año 1628.

EPISCOPAL: Salió de la anglicana y fue fundada en las colonias inglesas de Norte América por Samuel Seabury en el siglo XVII.

METODISTA: Fundada por John (Juan) y Charles (Carlos) Wesley en Inglaterra en 1744.

IGLESIA UNITARIA (Unitarian): Fundada por Theophilus Lindley en Londres, en 1774.

MORMON: Fundada por Joseph (José) Smith en Palmyra, Nueva York, en 1829.

ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA: Fundada por William (Guillermo) Miller quién murió en 1849.

EJERCITO DE SALVACION (Salvation Army): Fundada por William (Guillermo) Booth en Londres en 1865.

CIENTIFICA CRISTIANO (Christian Scientist):_ Fundada en 1879 por la Señora Mary (María) Baker Eddy.

IGLESIA DEL NAZARENO, PENTECOSTALES, IGLESIA DE SANTIDAD, TESTIGOS DE JEHOVÁ, EVANGELICOS Y MILES DE OTRAS: Fueron fundadas en los siglos XIX y XX, la mayoría en los Estados Unidos. (Hace a penas 200 años no existían).

IGLESIAS SIN DENOMINACION:_ No tienen "denominación" porque no tienen un credo (toman la revelación divina según les parece), ni vínculo fuera de la iglesia local. Estas aparecen y desaparecen continuamente.__

La Iglesia CATÓLICA: Fundada por Jesucristo, El Hijo de Dios, aproximadamente en el 33 A.D._ El fundó una sola Iglesia para reunir en ella a todos los hombres. Referente a ella dio a Pedro la promesa:


"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Mateo 16:18.__

Los pecados de sus miembros y los escándalos hacen mucho daño pero no comprometen la identidad de la Iglesia. Ella es santa por su Cabeza: Jesucristo. Es El quien se hace presente en la Iglesia para santificarnos._
------------------------------------------------------------------------

En realidad no hay sino una Iglesia. En algún grado, todos los Cristianos, aun los de las denominaciones Protestantes, son miembros de la misma Iglesia. Sin saberlo, son parte de la Iglesia Católica pero no en plena comunión con ella._

Por otra parte, todos somos culpables de las divisiones que sufre el Cuerpo de Cristo._ Todos debemos arrepentirnos, pedir perdón y buscar la verdad y la reconciliación._

Oremos para que pronto se de la unión de todos los cristianos, tan querida por el Señor._ Actuemos con amor y con verdad.
 
Re: CUANDO Y POR QUIEN fue fundada cada Iglesia

Re: CUANDO Y POR QUIEN fue fundada cada Iglesia

Originalmente enviado por: cercadeti
LUTERANA: Fundada por Martín Lutero, un ex-sacerdote católico, en el año 1517.

ANGLICANA: Fundada por el rey Henry (Enrique) VIII de Inglaterra en 1534. __

PRESBITERIANA: Fundada por John (Juan) Knox en Escocia, en el año 1560.

BAUTISTA: Fundada por John (Juan) Smyth, en Amsterdam en el año 1605.

IGLESIA REFORMADA HOLANDESA: Fundada por Michaelis Jones, en Nueva York en el año 1628.

EPISCOPAL: Salió de la anglicana y fue fundada en las colonias inglesas de Norte América por Samuel Seabury en el siglo XVII.

METODISTA: Fundada por John (Juan) y Charles (Carlos) Wesley en






IGLESIA UNITARIA (Unitarian): Fundada por Theophilus Lindley en Londres, en 1774.

MORMON: Fundada por Joseph (José) Smith en Palmyra, Nueva York, en 1829.

ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA: Fundada por William (Guillermo) Miller quién murió en 1849.

EJERCITO DE SALVACION (Salvation Army): Fundada por William (Guillermo) Booth en Londres en 1865.

CIENTIFICA CRISTIANO (Christian Scientist):_ Fundada en 1879 por la Señora Mary (María) Baker Eddy.

IGLESIA DEL NAZARENO, PENTECOSTALES, IGLESIA DE SANTIDAD, TESTIGOS DE JEHOVÁ, EVANGELICOS Y MILES DE OTRAS: Fueron fundadas en los siglos XIX y XX, la mayoría en los Estados Unidos. (Hace a penas 200 años no existían).

IGLESIAS SIN DENOMINACION:_ No tienen "denominación" porque no tienen un credo (toman la revelación divina según les parece), ni vínculo fuera de la iglesia local. Estas aparecen y desaparecen continuamente.__

La Iglesia CATÓLICA: Fundada por Jesucristo, El Hijo de Dios, aproximadamente en el 33 A.D._ El fundó una sola Iglesia para reunir en ella a todos los hombres. Referente a ella dio a Pedro la promesa:


"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Mateo 16:18.__

Los pecados de sus miembros y los escándalos hacen mucho daño pero no comprometen la identidad de la Iglesia. Ella es santa por su Cabeza: Jesucristo. Es El quien se hace presente en la Iglesia para santificarnos._
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En realidad no hay sino una Iglesia. En algún grado, todos los Cristianos, aun los de las denominaciones Protestantes, son miembros de la misma Iglesia. Sin saberlo, son parte de la Iglesia Católica pero no en plena comunión con ella._

Por otra parte, todos somos culpables de las divisiones que sufre el Cuerpo de Cristo._ Todos debemos arrepentirnos, pedir perdón y buscar la verdad y la reconciliación._

Oremos para que pronto se de la unión de todos los cristianos, tan querida por el Señor._ Actuemos con amor y con verdad.


sra maripaz ensenele la sfotos a este hombre cuando hizo un pacto la iglesia catolica con hitler que asesino a millones de personas y eso que la iglesia catolica fue formada por cristo sr cercadeti, en donde dice en la biblia que cristo, apoyo la muerte de millones de hombre?
 
Estimado sr. usted como siempre se agarra de las combras de la historia.
La Iglesia como institución nunca estuvo a favor de esos crímenes y ese es un tema muy controvertido porque la verdad no ha salido del todo a flote pues el papa de entonces ayudó a muchos judíos...
La iGlesia está formada por hombres pecadores, unos son santos otros son eso: pecadores y como tal actúan y se equivocan....
Yo también podía hablarle de actuales atropellos de Iglesias Evangélicas y sectas en general pero no lo hago pues para qué, la historia se repite de igual forma en estas Iglesias por ser creadas por la mano de hombres.....
Fíjese si no son de Dios que ninguna ha sobrepasado y sobrepasará en número a la católica.
Todas ellas se dividen y subdividen cada vez más. Sólo dentro de los pentecostales hay más de 20 subcategorías de denominaciones...todas dicen tener la verdad..siento evangélicas...
Está escrito en la Biblia que la Iglesia es una, no 200, .
 
El odio nazi contra judíos y católicos

El odio nazi contra judíos y católicos

El odio nazi contra judíos y católicos,
documentado en un nuevo libro «La Culpa», documentada obra de Konrad Löw

Ver también: Pío XII y el holocausto

ROMA, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El odio nazi por la Iglesia católica ha quedado documentado en el libro «Die Schuld» («La Culpa») que con el subtítulo: «Judíos y cristianos en la opinión de los nazis y en los tiempos presentes» acaba de publicar en Alemania Konrad Löw.

En la portada del libro, editado por «Resch Verlag» se puede leer: «Una respuesta a "Amén" y a "El Vicario"», en referencia las obras cinematográfica y teatral en las que se acusa al Papa Pío XII de haber sido demasiado condescendiente con el nazismo.

La aportación del volumen consiste en la documentación que presenta a lo largo de sus 355 páginas, 1.063 notas y una bibliografía de 331 libros.

El libro se convierte, al mismo tiempo, en una respuesta histórica a la obra de Daniel J. Goldhagen que acusa a la Iglesia de implicación en el nazismo.

Löw afronta con documentos históricos en su detalle aspectos poco conocidos hasta ahora de la política nazi, y en particular de la persecución continua y sistemática de los católicos.

El autor bávaro demuestra con aparato crítico cómo el «Zentrum», el partido católico, era apoyado y votado precisamente por los judíos. Un fenómeno que se explica por el hecho de que la Iglesia católica condenó el naciente racismo y nacionalismo con toda claridad. Por el contrario, constata, los evangélicos quedaron en gran parte fascinados por las teorías raciales.

El nombramiento de Hitler como canciller fue aplaudido por los evangélicos, recuerda Löw, mientras que los obispos católicos condenaron las teorías nazis. Por este motivo, subraya el autor, los nazis persiguieron en primer lugar a los comunistas y los judíos, pero también a los católicos.

Según la teoría nazi, dado que el cristianismo tenía sus raíces en el Antiguo Testamento, quien estaba contra los judíos debía estar por consiguiente contra la Iglesia católica.

La amplia documentación recogida por Löw documenta la ayuda a los judíos realizada por los católicos, que provocó la ira de los nazis.

El autor narra cómo los nazis invocaban «la indispensable arma del espíritu de la sangre y de la tierra contra la peste hebrea y el cristianismo».

En la parte central del libro, Löw reproduce detalladamente lo que dijeron y escribieron sobre los judíos y los católicos Adolf Hitler, Alfred Rosenberg, Joseph Goebbels, Heinrich Himmler y Martin Bormann.

En particular, Hitler quería pisotear a la Iglesia católica «como se hace con un sapo».

En el libro, se reproducen artículos y viñetas sobre católicos publicados por los periódicos «Das Schwarze Korps», órgano oficial de las SS, y «Der Stürmer», órgano racista.

En una viñeta publicada por los nazis en 1938, un judío, un sacerdote católico y un empresario capitalista tratan de detener la esvástica nazi que gira como las agujas del reloj de la historia.

En otra viñeta, publica por «Der Stürmer» en 1934, un judío, ante la imagen de Cristo en la Cruz, dice: «...le hemos matado, le hemos ridiculizado, pero somos defendidos todavía por su Iglesia...». En otra viñeta del mismo periódico, publicada en 1939, un sacerdote católico es presentado mientras estrecha dos grandes manos: una con la cruz judía, y la otra con la hoz y el martillo.

Para dar una idea de lo que los nazis pensaban de los católicos, Löw presenta un informe de las SS en el que se escribe: «Es indiscutible que la Iglesia católica en Alemania se opone decididamente a la política gubernamental de oposición al poder hebreo. Por consiguiente, realiza un trabajo de apoyo a los judíos, les ayuda a huir, utiliza todos los medios para apoyarlos en la vida cotidiana, y facilita su estancia ilegítima en el imperio del Reich. Las personas encargadas de esta tarea disfrutan de pleno apoyo del episcopado y no dudan en quitar a los alemanes, e incluso a los niños alemanes, la escasa comida para dársela a los judíos».
ZS02121902
------------------------------------------------------------------------

La Santa Sede condenó duramente al nazismo
lo prueban los documentos
Zenit descubre un documento olvidado por muchos historiadores

ROMA, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- A diferencia de lo que han escrito algunos historiadores, la Santa Sede condenó públicamente y con tremenda dureza el nazismo y en particular su ideología, según lo demuestran documentos históricos.

Una de las pruebas más evidentes es la inclusión en el famoso «Índice» de libros prohibidos del Vaticano de la obra más importante de Alfred Rosenberg, el ideólogo del Partido nazi, «El mito del siglo XX».

Pero lo más significativo es que el Papa Pío XI aprobó la resolución el 9 de febrero de 1934, es decir, exactamente dos semanas después de que Hitler nombrara a Rosenberg jefe ideológico del Partido nazi. El cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, era entonces secretario de Estado del Vaticano, es decir, brazo derecho del pontífice.

Zenit ha encontrado el documento original en latín en el que el Santo Oficio aclaraba los motivos por los que incluía al libro de Rosenberg en el «Índice».

«Este libro desprecia y rechaza completamente todos los dogmas de la Iglesia católica, e incluso los mismos fundamentos de la religión cristiana --explica el documento--. Defiende la necesidad de fundar una nueva religión y una nueva Iglesia alemana. Enuncia el principio, según el cual, hoy es necesario que haya una nueva fe mítica de la sangre, una fe en la que se cree que la naturaleza divina del hombre puede ser defendida a través de la sangre, una fe apoyada por una ciencia que establece que la sangre nórdica representa ese misterio que supera y que se sustituye a los antiguos sacramentos».

www.corazones.org
 
Re: El odio nazi contra judíos y católicos

Re: El odio nazi contra judíos y católicos

Originalmente enviado por: cercadeti
El odio nazi contra judíos y católicos,
documentado en un nuevo libro «La Culpa», documentada obra de Konrad Löw

Ver también: Pío XII y el holocausto

ROMA, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El odio nazi por la Iglesia católica ha quedado documentado en el libro «Die Schuld» («La Culpa») que con el subtítulo: «Judíos y cristianos en la opinión de los nazis y en los tiempos presentes» acaba de publicar en Alemania Konrad Löw.

En la portada del libro, editado por «Resch Verlag» se puede leer: «Una respuesta a "Amén" y a "El Vicario"», en referencia las obras cinematográfica y teatral en las que se acusa al Papa Pío XII de haber sido demasiado condescendiente con el nazismo.

La aportación del volumen consiste en la documentación que presenta a lo largo de sus 355 páginas, 1.063 notas y una bibliografía de 331 libros.

El libro se convierte, al mismo tiempo, en una respuesta histórica a la obra de Daniel J. Goldhagen que acusa a la Iglesia de implicación en el nazismo.

Löw afronta con documentos históricos en su detalle aspectos poco conocidos hasta ahora de la política nazi, y en particular de la persecución continua y sistemática de los católicos.

El autor bávaro demuestra con aparato crítico cómo el «Zentrum», el partido católico, era apoyado y votado precisamente por los judíos. Un fenómeno que se explica por el hecho de que la Iglesia católica condenó el naciente racismo y nacionalismo con toda claridad. Por el contrario, constata, los evangélicos quedaron en gran parte fascinados por las teorías raciales.

El nombramiento de Hitler como canciller fue aplaudido por los evangélicos, recuerda Löw, mientras que los obispos católicos condenaron las teorías nazis. Por este motivo, subraya el autor, los nazis persiguieron en primer lugar a los comunistas y los judíos, pero también a los católicos.

Según la teoría nazi, dado que el cristianismo tenía sus raíces en el Antiguo Testamento, quien estaba contra los judíos debía estar por consiguiente contra la Iglesia católica.

La amplia documentación recogida por Löw documenta la ayuda a los judíos realizada por los católicos, que provocó la ira de los nazis.

El autor narra cómo los nazis invocaban «la indispensable arma del espíritu de la sangre y de la tierra contra la peste hebrea y el cristianismo».

En la parte central del libro, Löw reproduce detalladamente lo que dijeron y escribieron sobre los judíos y los católicos Adolf Hitler, Alfred Rosenberg, Joseph Goebbels, Heinrich Himmler y Martin Bormann.

En particular, Hitler quería pisotear a la Iglesia católica «como se hace con un sapo».

En el libro, se reproducen artículos y viñetas sobre católicos publicados por los periódicos «Das Schwarze Korps», órgano oficial de las SS, y «Der Stürmer», órgano racista.

En una viñeta publicada por los nazis en 1938, un judío, un sacerdote católico y un empresario capitalista tratan de detener la esvástica nazi que gira como las agujas del reloj de la historia.

En otra viñeta, publica por «Der Stürmer» en 1934, un judío, ante la imagen de Cristo en la Cruz, dice: «...le hemos matado, le hemos ridiculizado, pero somos defendidos todavía por su Iglesia...». En otra viñeta del mismo periódico, publicada en 1939, un sacerdote católico es presentado mientras estrecha dos grandes manos: una con la cruz judía, y la otra con la hoz y el martillo.

Para dar una idea de lo que los nazis pensaban de los católicos, Löw presenta un informe de las SS en el que se escribe: «Es indiscutible que la Iglesia católica en Alemania se opone decididamente a la política gubernamental de oposición al poder hebreo. Por consiguiente, realiza un trabajo de apoyo a los judíos, les ayuda a huir, utiliza todos los medios para apoyarlos en la vida cotidiana, y facilita su estancia ilegítima en el imperio del Reich. Las personas encargadas de esta tarea disfrutan de pleno apoyo del episcopado y no dudan en quitar a los alemanes, e incluso a los niños alemanes, la escasa comida para dársela a los judíos».
ZS02121902
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La Santa Sede condenó duramente al nazismo
lo prueban los documentos
Zenit descubre un documento olvidado por muchos historiadores

ROMA, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- A diferencia de lo que han escrito algunos historiadores, la Santa Sede condenó públicamente y con tremenda dureza el nazismo y en particular su ideología, según lo demuestran documentos históricos.

Una de las pruebas más evidentes es la inclusión en el famoso «Índice» de libros prohibidos del Vaticano de la obra más importante de Alfred Rosenberg, el ideólogo del Partido nazi, «El mito del siglo XX».

Pero lo más significativo es que el Papa Pío XI aprobó la resolución el 9 de febrero de 1934, es decir, exactamente dos semanas después de que Hitler nombrara a Rosenberg jefe ideológico del Partido nazi. El cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, era entonces secretario de Estado del Vaticano, es decir, brazo derecho del pontífice.

Zenit ha encontrado el documento original en latín en el que el Santo Oficio aclaraba los motivos por los que incluía al libro de Rosenberg en el «Índice».

«Este libro desprecia y rechaza completamente todos los dogmas de la Iglesia católica, e incluso los mismos fundamentos de la religión cristiana --explica el documento--. Defiende la necesidad de fundar una nueva religión y una nueva Iglesia alemana. Enuncia el principio, según el cual, hoy es necesario que haya una nueva fe mítica de la sangre, una fe en la que se cree que la naturaleza divina del hombre puede ser defendida a través de la sangre, una fe apoyada por una ciencia que establece que la sangre nórdica representa ese misterio que supera y que se sustituye a los antiguos sacramentos».

www.corazones.org
entonces el abrazo y la sena que hizo este representante catolico fue para que no le hicieran nada alos catolicos? eso fue como una muestra de respeto, creame que si este hombre que hablo con hitler le hubiera dicho algo que no fuera mas que decirle que lo apoya , ese hombre no hubiera salido de ahi , caminando tan campante . pero espere que la sra maripaz le ensene las foto.
1-inquisicion-cruzadas para despojar alos pobres de sus propieddades
apoyo a hitler y violaciones de sacerdotes en el siglo xx se puede equivocar tanto? nooooooooo
 
Estimado sr.
No me va a convencer porque utiliza lamentablemente una táctica muy vieja que es desviar el tema.
Yo tengo muchos testimonios peores de sectas evangélicas.
La cuestión radica en que la Católica no se dedica pregonar los pecados de lasdemás Iglesias.
Juan Pablo II le dio la mano y recibio en el Vaticano por ejemplo a Fidel Castro, que para mi es otro anticristo, otro asesino en masas....no por ello los católicos hemos dejado de serlo ni consideramis pecado su gesto...al contrario "Vence con el bien el mal"
Con este tipo de acciones demostramos a Satanás que somos mucho más fuertes, pues exige más valentía saludar y orar por el enemigo que huir de él.-
Me podrán enseñar el archivo de fotos que quiera, yo conozco de sobra todo lo malo y bueno que ha hecho la iglesia Católica...pero nada ni nadie me apartará de ella...porque escrito está en la biblia "ni las puertas del infierno prevalecerán sobre ella"
O es que creen en las partes de la Biblia que a uststedes más les conviene.
Ustedes dicen tener a la Biblia como su centro, pero muchas veces veo que creen en lo que les conviene, aceptan unos textos y rechazan otros....La manejan al libre albedrío, sacando de contexto e interpretando al pie de la letra muchos textos que hacen meras refencais históricas...
No sr. mío, céntrese en el debate y no ande por las ramas ni me hable más del Papa, inquisición, Hitler......
 
¿Cómo actuó la Iglesia ante el nazismo?

>> Haz lo que sea justo. Lo demás vendrá por sí solo (Goethe).

La Santa Sede y el Holocausto nazi

De vez en cuando se repite la acusación de que la Iglesia católica mantuvo una actitud un tanto confusa ante el exterminio de millones de judíos durante la II Guerra Mundial.

Estas críticas no comenzaron hasta 1963, cuando se estrenó una obra teatral del dramaturgo alemán Rolf Hochhuth, y desde entonces han venido repitiéndose con una notable falta de documentación histórica.

La realidad es que las más contundentes y tempranas condenas del nazismo en aquellos años provinieron precisamente de la jerarquía católica. Y si no fueron más contundentes aún fue por los difíciles equilibrios que hubieron de hacer para denunciar los abusos de Hitler sin poner en peligro la vida de millones de personas en los diversos países ocupados. Nunca dejaron de combatir y condenar los atropellos nazis durante la guerra. Pero tenían las manos atadas: pronto comprobaron que cuando arreciaban sus denuncias, las represalias nazis eran mucho mayores.



Un breve repaso histórico

Adolf Hitler fue nombrado Canciller alemán el 28 de enero de 1933. Su partido, el nacionalsocialista, estaba en minoría, pero Hitler tardó sólo tres días en convocar nuevas elecciones. Con una mayoría absoluta por escaso margen, los nazis aprobaron una ley de plenos poderes. Un año después, el 2 de agosto de 1934, fallecía el presidente alemán, mariscal Hindenburg. Tan sólo una hora después, se anunció que se unificaban los puestos de presidente y canciller en la persona de Hitler. Se convocó un plebiscito para ratificar la medida, y gracias a la poderosa maquinaria de propaganda nazi en manos de Goebbels, el 19 de ese mismo mes el pueblo alemán votó afirmativamente por abrumadora mayoría y Adolf Hitler se convirtió en amo absoluto de Alemania.

Desde 1930, tanto Pío XII como la jerarquía católica alemana mostraron su preocupación por las consecuencias del pensamiento nazi. Los obispos redactaron cartas pastorales con ocasión de las elecciones, recordando los criterios morales sobre el voto y las ideas que resultaban inaceptables para un católico. No puede decirse que los católicos recibieran con indiferencia esas declaraciones, pues el gran ascenso nacionalsocialista se registró sobre todo en las zonas de mayoría protestante.

Poco después del triunfo nazi de 1933, los obispos alemanes publicaron otra carta colectiva del episcopado que hablaba con enorme claridad sobre cómo los principios nazis de la sangre y de la raza conducían a injusticias gravemente contrapuestas a la conciencia cristiana. También enviaron un mensaje al gobierno, manifestando la repulsa unánime del episcopado católico ante esos atropellos.

Ante esto, Hitler vio pensó que sería más práctico intentar abrir una brecha entre los obispos alemanes y la Santa Sede. Esta fue una de las razones por las que vio con buenos ojos la posibilidad de firmar con la Santa Sede un concordato.

En la Santa Sede acogieron bien la idea del concordato, pues pensaban que era mejor intentar entenderse con los regímenes hostiles a la Iglesia, como se había demostrado, por ejemplo, con ocasión de la reciente república española. La Iglesia no se hacía muchas ilusiones con ello, pero consideraba que al menos serviría de referencia para denunciar previsibles abusos que cometieran las autoridades alemanas, y quizás así mitigarlas. Es difícil calibrar hasta que punto sirvió para lograr ese objetivo, pero no parece que fuera muy desacertado si se tiene en cuenta que aquel concordato de 1933 sigue hoy todavía vigente.

El gobierno nazi incumplió el concordato desde el primer momento y hostigó a la Iglesia de diversos modos. Organizó, por ejemplo, una campaña de desprestigio con varios procesos amañados contra personalidades eclesiásticas.

En enero de 1937 se desplazaron a Roma, con la mayor discreción posible, los principales representantes del episcopado alemán (los cardenales Bertram, Faulhaber y Schulte, y los obispos Preysing y von Galen), para solicitar una nueva intervención pontificia que condenara formalmente el nazismo. De ahí nacería la encíclica Mit brennender sorge (Con ardiente preocupación), que hubo de ser introducida en el país de modo clandestino y fue leída el domingo 21 de marzo de 1937 en los 11.000 templos católicos alemanes. Fue un aldabonazo enorme. La denuncia de la ideología y la conducta nazis era clarísima: racismo, divinización del sistema, etc. No faltaban referencias a lo que hoy se denominaría “culto a la personalidad”.

Nunca el régimen nazi
recibió en Alemania
una contestación semejante
a la que se produjo con la
Mit brennender sorge.

Al día siguiente, el órgano oficial nazi, Volskischer Beobachter, publicó una primera réplica a la encíclica que, sorprendentemente, fue también la última. El ministro alemán de propaganda, Joseph Goebbels, advirtió enseguida la fuerza que había tenido esa declaración y, con el control total de prensa y radio que ya tenía por esas fechas, decidió que lo mejor era ignorarla completamente.

—Pero en Austria me parece que las cosas no estuvieron tan claras...

Efectivamente. Cuando Hitler invade Austria en marzo de 1938, aquella anexión –el anschluss–, fue en general bastante bien recibida, por la inestabilidad que sufría Austria y por la imagen que el régimen alemán había logrado adquirir con la activa propaganda nazi.

En ese ambiente de euforia, Hitler, que era austríaco de nacimiento, llegó a Viena y se entrevistó con el cardenal Innitzer, del que logró con engaño una desafortunada declaración del episcopado austríaco en que se le daba la bienvenida y se ensalzaba el nacionalsocialismo alemán.

Enseguida vio lnnitzer que había cometido un grave error, y añadió una nota aclaratoria. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esa nota aclaratoria. Innitzer fue llamado a Roma y a los pocos días publicó una rectificación mucho más contundente. Sólo después fue recibido por Pío XI, pues hasta entonces no había querido hacerlo. La respuesta nazi fue ignorar la rectificación, suprimir las organizaciones juveniles católicas, la enseñanza de la religión y hasta la Facultad de Teología de lnnsbruck. El palacio arzobispal de lnnitzer fue asaltado y arrasado por las juventudes hitlerianas.



La acción más prudente y eficaz

—¿Y no debían haber formulado condenas aún más públicas y explícitas de lo que fueron?

Con el estallido de la guerra, el régimen nazi se radicalizó. Las grandes deportaciones y el exterminio programado de los judíos comenzó en la segunda mitad de 1942. Están apareciendo ahora numerosos documentos que prueban que los gobiernos aliados estaban bastante bien informados de esas atrocidades, y que la Santa Sede hizo tenaces y continuos esfuerzos para oponerse a todos esos terribles atropellos.

El aparente silencio de la Santa Sede
durante una etapa de la guerra
escondía una acción cauta y eficaz
para evitar en lo posible esos crímenes.

Las razones de tal discreción están explicadas claramente por el propio Papa en diversos discursos, cartas al episcopado alemán y deliberaciones de la Secretaría de Estado. Las declaraciones públicas sólo habrían agravado la suerte de las víctimas y habrían multiplicado su número. No puede perderse de vista que las declaraciones podían ser contraproducentes y hacer que los nazis radicalizaran más aún sus posturas, como pronto se comprobó. Por ejemplo, cuando la jerarquía católica de Amsterdam se quejó públicamente en 1942 del trato que se daba a los judíos, los nazis multiplicaron las redadas y las deportaciones, de modo que al final de la guerra habían sido exterminados el 90% de los judíos de la capital holandesa.

Por ese motivo se prefirió la protesta por vía diplomática, que fue muy intensa. Los esfuerzos se encaminaron a procurar salvar vidas e influir ante los países satélites de Hitler para que impidieran a las SS alemanas actuar impunemente en su territorio. Se consideraba lo mas práctico, y una visión retrospectiva parece confirmarlo, pues así se salvaron cientos de miles de vidas.

En Italia, y en menor medida en Francia, muchos judíos se salvaron gracias a la protección de eclesiásticos católicos, y en Roma, Pío XII participó personalmente en esa labor. También en Rumania, los estragos podrían haber sido mucho mayores si no fuera por las gestiones que realizó, entre otros, Mons. Roncalli, futuro Juan XXIII y entonces delegado apostólico en Turquía. En otros países la Iglesia no pudo conseguir demasiado, pero lo intentó con todos los medios a su alcance. De hecho, cuando terminó la guerra, entre los pocos a quienes las organizaciones judías podían manifestar su agradecimiento figuraba la Santa Sede y unas cuantas personalidades e instituciones de la Iglesia católica, empezando por el propio Papa Pío XII.

Fueron muchos los cristianos que arriesgaron su vida para salvar personas de raza judía. El hecho de que algunos no lo hicieran pudo ser una muestra de poco espíritu cristiano, pero también es verdad que no es fácil hacer un juicio moral retrospectivo sobre lo que los demás debían haber hecho bajo las condiciones extremas de un Estado totalitario como el nazi.

Las actuaciones diplomáticas del Papa o la jerarquía católica pudieron ser más o menos afortunadas en aquella coyuntura política concreta. La Iglesia, al acercarse a éste u otros momentos de su historia, no tiene inconveniente en reconocer ante el mundo los errores que hayan podido cometer algunos de sus miembros, pero junto a la petición de perdón hay que poner empeño por conocer lo que realmente sucedió.
 
Originalmente enviado por: cercadeti
¿Cómo actuó la Iglesia ante el nazismo?

>> Haz lo que sea justo. Lo demás vendrá por sí solo (Goethe).

La Santa Sede y el Holocausto nazi

De vez en cuando se repite la acusación de que la Iglesia católica mantuvo una actitud un tanto confusa ante el exterminio de millones de judíos durante la II Guerra Mundial.

Estas críticas no comenzaron hasta 1963, cuando se estrenó una obra teatral del dramaturgo alemán Rolf Hochhuth, y desde entonces han venido repitiéndose con una notable falta de documentación histórica.

La realidad es que las más contundentes y tempranas condenas del nazismo en aquellos años provinieron precisamente de la jerarquía católica. Y si no fueron más contundentes aún fue por los difíciles equilibrios que hubieron de hacer para denunciar los abusos de Hitler sin poner en peligro la vida de millones de personas en los



diversos países ocupados. Nunca dejaron de combatir y condenar los atropellos nazis durante la guerra. Pero tenían las manos atadas: pronto comprobaron que cuando arreciaban sus denuncias, las represalias nazis eran mucho mayores.



Un breve repaso histórico

Adolf Hitler fue nombrado Canciller alemán el 28 de enero de 1933. Su partido, el nacionalsocialista, estaba en minoría, pero Hitler tardó sólo tres días en convocar nuevas elecciones. Con una mayoría absoluta por escaso margen, los nazis aprobaron una ley de plenos poderes. Un año después, el 2 de agosto de 1934, fallecía el presidente alemán, mariscal Hindenburg. Tan sólo una hora después, se anunció que se unificaban los puestos de presidente y canciller en la persona de Hitler. Se convocó un plebiscito para ratificar la medida, y gracias a la poderosa maquinaria de propaganda nazi en manos de Goebbels, el 19 de ese mismo mes el pueblo alemán votó afirmativamente por abrumadora mayoría y Adolf Hitler se convirtió en amo absoluto de Alemania.

Desde 1930, tanto Pío XII como la jerarquía católica alemana mostraron su preocupación por las consecuencias del pensamiento nazi. Los obispos redactaron cartas pastorales con ocasión de las elecciones, recordando los criterios morales sobre el voto y las ideas que resultaban inaceptables para un católico. No puede decirse que los católicos recibieran con indiferencia esas declaraciones, pues el gran ascenso nacionalsocialista se registró sobre todo en las zonas de mayoría protestante.

Poco después del triunfo nazi de 1933, los obispos alemanes publicaron otra carta colectiva del episcopado que hablaba con enorme claridad sobre cómo los principios nazis de la sangre y de la raza conducían a injusticias gravemente contrapuestas a la conciencia cristiana. También enviaron un mensaje al gobierno, manifestando la repulsa unánime del episcopado católico ante esos atropellos.

Ante esto, Hitler vio pensó que sería más práctico intentar abrir una brecha entre los obispos alemanes y la Santa Sede. Esta fue una de las razones por las que vio con buenos ojos la posibilidad de firmar con la Santa Sede un concordato.

En la Santa Sede acogieron bien la idea del concordato, pues pensaban que era mejor intentar entenderse con los regímenes hostiles a la Iglesia, como se había demostrado, por ejemplo, con ocasión de la reciente república española. La Iglesia no se hacía muchas ilusiones con ello, pero consideraba que al menos serviría de referencia para denunciar previsibles abusos que cometieran las autoridades alemanas, y quizás así mitigarlas. Es difícil calibrar hasta que punto sirvió para lograr ese objetivo, pero no parece que fuera muy desacertado si se tiene en cuenta que aquel concordato de 1933 sigue hoy todavía vigente.

El gobierno nazi incumplió el concordato desde el primer momento y hostigó a la Iglesia de diversos modos. Organizó, por ejemplo, una campaña de desprestigio con varios procesos amañados contra personalidades eclesiásticas.

En enero de 1937 se desplazaron a Roma, con la mayor discreción posible, los principales representantes del episcopado alemán (los cardenales Bertram, Faulhaber y Schulte, y los obispos Preysing y von Galen), para solicitar una nueva intervención pontificia que condenara formalmente el nazismo. De ahí nacería la encíclica Mit brennender sorge (Con ardiente preocupación), que hubo de ser introducida en el país de modo clandestino y fue leída el domingo 21 de marzo de 1937 en los 11.000 templos católicos alemanes. Fue un aldabonazo enorme. La denuncia de la ideología y la conducta nazis era clarísima: racismo, divinización del sistema, etc. No faltaban referencias a lo que hoy se denominaría “culto a la personalidad”.

Nunca el régimen nazi
recibió en Alemania
una contestación semejante
a la que se produjo con la
Mit brennender sorge.

Al día siguiente, el órgano oficial nazi, Volskischer Beobachter, publicó una primera réplica a la encíclica que, sorprendentemente, fue también la última. El ministro alemán de propaganda, Joseph Goebbels, advirtió enseguida la fuerza que había tenido esa declaración y, con el control total de prensa y radio que ya tenía por esas fechas, decidió que lo mejor era ignorarla completamente.

—Pero en Austria me parece que las cosas no estuvieron tan claras...

Efectivamente. Cuando Hitler invade Austria en marzo de 1938, aquella anexión –el anschluss–, fue en general bastante bien recibida, por la inestabilidad que sufría Austria y por la imagen que el régimen alemán había logrado adquirir con la activa propaganda nazi.

En ese ambiente de euforia, Hitler, que era austríaco de nacimiento, llegó a Viena y se entrevistó con el cardenal Innitzer, del que logró con engaño una desafortunada declaración del episcopado austríaco en que se le daba la bienvenida y se ensalzaba el nacionalsocialismo alemán.

Enseguida vio lnnitzer que había cometido un grave error, y añadió una nota aclaratoria. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esa nota aclaratoria. Innitzer fue llamado a Roma y a los pocos días publicó una rectificación mucho más contundente. Sólo después fue recibido por Pío XI, pues hasta entonces no había querido hacerlo. La respuesta nazi fue ignorar la rectificación, suprimir las organizaciones juveniles católicas, la enseñanza de la religión y hasta la Facultad de Teología de lnnsbruck. El palacio arzobispal de lnnitzer fue asaltado y arrasado por las juventudes hitlerianas.



La acción más prudente y eficaz

—¿Y no debían haber formulado condenas aún más públicas y explícitas de lo que fueron?

Con el estallido de la guerra, el régimen nazi se radicalizó. Las grandes deportaciones y el exterminio programado de los judíos comenzó en la segunda mitad de 1942. Están apareciendo ahora numerosos documentos que prueban que los gobiernos aliados estaban bastante bien informados de esas atrocidades, y que la Santa Sede hizo tenaces y continuos esfuerzos para oponerse a todos esos terribles atropellos.

El aparente silencio de la Santa Sede
durante una etapa de la guerra
escondía una acción cauta y eficaz
para evitar en lo posible esos crímenes.

Las razones de tal discreción están explicadas claramente por el propio Papa en diversos discursos, cartas al episcopado alemán y deliberaciones de la Secretaría de Estado. Las declaraciones públicas sólo habrían agravado la suerte de las víctimas y habrían multiplicado su número. No puede perderse de vista que las declaraciones podían ser contraproducentes y hacer que los nazis radicalizaran más aún sus posturas, como pronto se comprobó. Por ejemplo, cuando la jerarquía católica de Amsterdam se quejó públicamente en 1942 del trato que se daba a los judíos, los nazis multiplicaron las redadas y las deportaciones, de modo que al final de la guerra habían sido exterminados el 90% de los judíos de la capital holandesa.

Por ese motivo se prefirió la protesta por vía diplomática, que fue muy intensa. Los esfuerzos se encaminaron a procurar salvar vidas e influir ante los países satélites de Hitler para que impidieran a las SS alemanas actuar impunemente en su territorio. Se consideraba lo mas práctico, y una visión retrospectiva parece confirmarlo, pues así se salvaron cientos de miles de vidas.

En Italia, y en menor medida en Francia, muchos judíos se salvaron gracias a la protección de eclesiásticos católicos, y en Roma, Pío XII participó personalmente en esa labor. También en Rumania, los estragos podrían haber sido mucho mayores si no fuera por las gestiones que realizó, entre otros, Mons. Roncalli, futuro Juan XXIII y entonces delegado apostólico en Turquía. En otros países la Iglesia no pudo conseguir demasiado, pero lo intentó con todos los medios a su alcance. De hecho, cuando terminó la guerra, entre los pocos a quienes las organizaciones judías podían manifestar su agradecimiento figuraba la Santa Sede y unas cuantas personalidades e instituciones de la Iglesia católica, empezando por el propio Papa Pío XII.

Fueron muchos los cristianos que arriesgaron su vida para salvar personas de raza judía. El hecho de que algunos no lo hicieran pudo ser una muestra de poco espíritu cristiano, pero también es verdad que no es fácil hacer un juicio moral retrospectivo sobre lo que los demás debían haber hecho bajo las condiciones extremas de un Estado totalitario como el nazi.

Las actuaciones diplomáticas del Papa o la jerarquía católica pudieron ser más o menos afortunadas en aquella coyuntura política concreta. La Iglesia, al acercarse a éste u otros momentos de su historia, no tiene inconveniente en reconocer ante el mundo los errores que hayan podido cometer algunos de sus miembros, pero junto a la petición de perdón hay que poner empeño por conocer lo que realmente sucedió.
:dormido2:


DESDE Q
 
Las actuaciones diplomáticas del Papa o la jerarquía católica pudieron ser más o menos afortunadas en aquella coyuntura política concreta. La Iglesia, al acercarse a éste u otros momentos de su historia, no tiene inconveniente en reconocer ante el mundo los errores que hayan podido cometer algunos de sus miembros, pero junto a la petición de perdón hay que poner empeño por conocer lo que realmente sucedió.





¡¡¡¡Pero es que son tantos errores, tantos asesinatos cometidos en nombre de Dios, tantas violaciones, tantos pecados sexuales!!!!


Eso es cierto, tiene usted que poner empeño en conocer lo que realmente sucedió, y no leer solamente en webs catolicas que solo dan la versión partidista de lo hechos.


La Iglesia de Cristo es pura y sin mancha. Y esa, no es la iglesia de Roma, ni ninguna otra con nombre humano.


"Por sus frutos los conoceréis" (Jesús)
 
Para VERDAD1968: Sr. sectario me respondes con evasivas, yo no te pregunte acerca de las prohibiciones biblicas acerca de comer sangre, y de las que tu dices que hizo Jesús sobre este tema, cosa que no se de donde la sacas ya que Jesús nunca hablo sobre esto, la prohibicion de comer sangre la hicieron los apostoles el el Concilio de Jerusalén, no porque fuera una doctrina esencial como piensan los tj, sino que lo hicieron para facilitar la convivencia entre los creyentes provenientes del judaismo y los creyentes gentiles. Mi pregunta fue sobre quienes seran los verdaderos cristianos los que dejan morir a un niño por no hacerle un transplante o transfusion lo cual tecnicamente es un asesinato, o los que siguen a Cristo y a su verdadero Evangelio. Bendiciones.