Re: El totalitarismo islámico en el Corán
http://www.larazon.es/feyrazon/noti_rel01.htm
miércoles 17 de marzo de 2004
«Los terroristas musulmanes del 11-M son wahabbíes que procuran la guerra santa»
El islamólogo Stehphen Schawartz dice que esta corriente islámica la representa en España, entre otros, el imán de Fuengirola «El Islam es incompatible con las libertades», según el experto Carlos Bodallo
El islamólogo Stephen Schwartz señala con claridad a los wahabbíes (rama del Islam) como los responsables «políticos¬religiosos» de los atentados terroristas que, en nombre del Corán, asolan el mundo desde antes del fatídico 11-S y del terrible 11-M que acabamos de padecer. «No todos los musulmanes son terroristas, pero todos los terroristas musulmanes son wahhabbíes», ha manifestado Schwartz. El wahabbismo, interpretación estricta del Islam, nace de la mano de Mohamed Ibn Abdul Wahhab. Entre sus miembros están Osama Ben Laden y la mayor parte de Al Qaeda.
N. de C./M. V./F. V. - Madrid.-
Los wahhabíes quieren restaurar el verdadero Islam, lo que puede llegar a justificar la guerra, siendo su objetivo la ordenación de toda la convivencia hacia lo justo, prohibiendo lo que se considera impuro. De hecho, Schwartz expone que «los terroristas musulmanes del 11-M son wahhabíes que procuran la guerra santa». Esto supone el empleo del poder político, sin cortapisas, desde la fidelidad al Corán y a las tradiciones islámicas (hadits). El wahabbismo está muy implantado en Arabia Saudí. De hecho, aunque cuenta con muchos seguidores en en otros países islámicos, esta interpretación estricta del Corán sólo se ha impuesto por completo en este país. Mohamed Ibn Abdul Wahhab (1731 - 1787) fue el teólogo que, en la tradición procedente de Ibn Hanba (780 - 855) y de Ibn Taymiya (1263 - 1328), formuló esta corriente. La escuela jurídica ¬en realidad teológica¬ hanbalí es la más rigurosa de las existentes en el Islam sunnita. Establece que la sharia (ley islámica) proviene de exclusivamente del Corán y de la sunna o seis compendios de hadits (tradiciones complementarias del Corán que recogen los hechos y las palabras de Mahoma). Rechaza todos los hadits y la jurisprudencia no coránica.
El petróleo financia el Islam
Desde 1774 se practica una alianza entre legitimidad religiosa y poder político en Arabia Saudí. La familia real, los Al Saud, ostenta la legitimidad religiosa como protectora de la fe. De hecho, el capital procedente de la explotación del petróleo en el país se destina, en parte, a impulsar el Islam «misionero» en todo el mundo. Estos ingresos permiten sufragar la peregrinación a La Meca de millones de musulmanes de todo el mundo. Construyen centros asistenciales, financian la construcción de mezquitas, especialmente en África, y también el mantenimiento de otras enormes en Europa (como la situada en la madrileña M-30), así como la expansión musulmana en Filipinas y Asia central.
Como ha expuesto a LA RAZÓN el experto islamista y sacerdote Carlos Bordallo, «la mentalidad coránica es una mentalidad dualista. Según la teología musulmana, el no musulmán es culpable de no serlo y carece de derechos».
«Si no eres musulmán no tienes nada. Por eso es incompatible con la Declaración Universal de los Derechos Humanos porque estos están basados en la idea cristiana de la dignidad de cada ser humano por sí mismo. En el Islam no existe esta idea ya que considera que lo que te hace persona es la pertenencia al Islam. En el contexto actual de un mundo que quiere avanzar por la senda de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Islam se siente desubicado y amenazado. El Islam es incompatible con la democracia, con las libertades», explica el padre Carlos Bordallo.
Además, «el Islam sacraliza la violencia y considera que la voluntad de Dios es expandir el Islam por las buenas o por las malas. Así se llama santa a la guerra para conseguir este fin», puntualiza el islamista, que refiere que la afirmación de Ben Laden de que «es un deber de todo musulmán matar a cualquier occidental» tiene «un fondo de verdad, aunque Ben Laden lo radicaliza. Se trata de un pensamiento real en el Islam, aunque no todos los musulmanes lo suscriben».
Carlos Bordallo, sacerdote de Alcala de Henares, explica que «el Corán enseña que el Islam debe triunfar, la guerra es un modo natural de conquista y quienes se resistan deben ser eliminados. El musulmán acepta que Dios, Alá, le ha mandado a la conquista del mundo y si alguien se resiste, hay que forzarle, y el hecho forzarle significa la guerra».
Los atentados perpetrados el pasado día 11 de este mes no sorprendieron al padre Bordallo pues, en el seno del Islam actual , hay una parte que «está intentando abrirse» y otra, mucho más numerosa que «se resiste ha hacer autocrítica y prefiere satanizar a Occidente y echarle toda la culpa de todo lo que ocurre, que hacer una humilde autocrítica y preguntarse por qué tantas naciones musulmanas después de trece siglos de presencia del Islam siguen estando atrasadas en todos los campos y prefieren la violencia a entablar un paciente diálogo». La causa de este radical enfrentamiento a sangre y fuego con el no musulmán, a su juicio, el Islam no lo hace, porque «preparar a los musulmanes para el diálogo sería admitir que el no musulmán puede ser salvado».
http://www.larazon.es/feyrazon/noti_rel02.htm
El wahabbismo en España
El Islam en España sufre una división, siendo el sunnismo moderado la corriente más extendida. Esta circunstancia quiere ser aprovechada por las autoridades wahabbíes. El primer paso de su estrategia expansionista sería la constitución de un Consejo Superior de Imanes de España, ya en tramitación, dotado de capacidad para la emisión de dictámenes de jurisprudencia islámica (fatwas) y concebido como la «autoridad religiosa científica y total». Todo coordinado por el director del Centro Islámico de Madrid, con el apoyo del Consejo Continental Europeo de Mezquitas, la Liga Islámica Mundial y otras organizaciones islámicas. Su labor se complementaría con la formación teológica de los futuros inmanes en las doctrinas wahhabíes. En todos estos planes de extensión de la hegemonía wahabbí, ocupa un lugar clave el conocido imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mustafá.
Fuente: http://www.larazon.es/
http://www.larazon.es/feyrazon/noti_rel01.htm
miércoles 17 de marzo de 2004
«Los terroristas musulmanes del 11-M son wahabbíes que procuran la guerra santa»
El islamólogo Stehphen Schawartz dice que esta corriente islámica la representa en España, entre otros, el imán de Fuengirola «El Islam es incompatible con las libertades», según el experto Carlos Bodallo
El islamólogo Stephen Schwartz señala con claridad a los wahabbíes (rama del Islam) como los responsables «políticos¬religiosos» de los atentados terroristas que, en nombre del Corán, asolan el mundo desde antes del fatídico 11-S y del terrible 11-M que acabamos de padecer. «No todos los musulmanes son terroristas, pero todos los terroristas musulmanes son wahhabbíes», ha manifestado Schwartz. El wahabbismo, interpretación estricta del Islam, nace de la mano de Mohamed Ibn Abdul Wahhab. Entre sus miembros están Osama Ben Laden y la mayor parte de Al Qaeda.
N. de C./M. V./F. V. - Madrid.-
Los wahhabíes quieren restaurar el verdadero Islam, lo que puede llegar a justificar la guerra, siendo su objetivo la ordenación de toda la convivencia hacia lo justo, prohibiendo lo que se considera impuro. De hecho, Schwartz expone que «los terroristas musulmanes del 11-M son wahhabíes que procuran la guerra santa». Esto supone el empleo del poder político, sin cortapisas, desde la fidelidad al Corán y a las tradiciones islámicas (hadits). El wahabbismo está muy implantado en Arabia Saudí. De hecho, aunque cuenta con muchos seguidores en en otros países islámicos, esta interpretación estricta del Corán sólo se ha impuesto por completo en este país. Mohamed Ibn Abdul Wahhab (1731 - 1787) fue el teólogo que, en la tradición procedente de Ibn Hanba (780 - 855) y de Ibn Taymiya (1263 - 1328), formuló esta corriente. La escuela jurídica ¬en realidad teológica¬ hanbalí es la más rigurosa de las existentes en el Islam sunnita. Establece que la sharia (ley islámica) proviene de exclusivamente del Corán y de la sunna o seis compendios de hadits (tradiciones complementarias del Corán que recogen los hechos y las palabras de Mahoma). Rechaza todos los hadits y la jurisprudencia no coránica.
El petróleo financia el Islam
Desde 1774 se practica una alianza entre legitimidad religiosa y poder político en Arabia Saudí. La familia real, los Al Saud, ostenta la legitimidad religiosa como protectora de la fe. De hecho, el capital procedente de la explotación del petróleo en el país se destina, en parte, a impulsar el Islam «misionero» en todo el mundo. Estos ingresos permiten sufragar la peregrinación a La Meca de millones de musulmanes de todo el mundo. Construyen centros asistenciales, financian la construcción de mezquitas, especialmente en África, y también el mantenimiento de otras enormes en Europa (como la situada en la madrileña M-30), así como la expansión musulmana en Filipinas y Asia central.
Como ha expuesto a LA RAZÓN el experto islamista y sacerdote Carlos Bordallo, «la mentalidad coránica es una mentalidad dualista. Según la teología musulmana, el no musulmán es culpable de no serlo y carece de derechos».
«Si no eres musulmán no tienes nada. Por eso es incompatible con la Declaración Universal de los Derechos Humanos porque estos están basados en la idea cristiana de la dignidad de cada ser humano por sí mismo. En el Islam no existe esta idea ya que considera que lo que te hace persona es la pertenencia al Islam. En el contexto actual de un mundo que quiere avanzar por la senda de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Islam se siente desubicado y amenazado. El Islam es incompatible con la democracia, con las libertades», explica el padre Carlos Bordallo.
Además, «el Islam sacraliza la violencia y considera que la voluntad de Dios es expandir el Islam por las buenas o por las malas. Así se llama santa a la guerra para conseguir este fin», puntualiza el islamista, que refiere que la afirmación de Ben Laden de que «es un deber de todo musulmán matar a cualquier occidental» tiene «un fondo de verdad, aunque Ben Laden lo radicaliza. Se trata de un pensamiento real en el Islam, aunque no todos los musulmanes lo suscriben».
Carlos Bordallo, sacerdote de Alcala de Henares, explica que «el Corán enseña que el Islam debe triunfar, la guerra es un modo natural de conquista y quienes se resistan deben ser eliminados. El musulmán acepta que Dios, Alá, le ha mandado a la conquista del mundo y si alguien se resiste, hay que forzarle, y el hecho forzarle significa la guerra».
Los atentados perpetrados el pasado día 11 de este mes no sorprendieron al padre Bordallo pues, en el seno del Islam actual , hay una parte que «está intentando abrirse» y otra, mucho más numerosa que «se resiste ha hacer autocrítica y prefiere satanizar a Occidente y echarle toda la culpa de todo lo que ocurre, que hacer una humilde autocrítica y preguntarse por qué tantas naciones musulmanas después de trece siglos de presencia del Islam siguen estando atrasadas en todos los campos y prefieren la violencia a entablar un paciente diálogo». La causa de este radical enfrentamiento a sangre y fuego con el no musulmán, a su juicio, el Islam no lo hace, porque «preparar a los musulmanes para el diálogo sería admitir que el no musulmán puede ser salvado».
http://www.larazon.es/feyrazon/noti_rel02.htm
El wahabbismo en España
El Islam en España sufre una división, siendo el sunnismo moderado la corriente más extendida. Esta circunstancia quiere ser aprovechada por las autoridades wahabbíes. El primer paso de su estrategia expansionista sería la constitución de un Consejo Superior de Imanes de España, ya en tramitación, dotado de capacidad para la emisión de dictámenes de jurisprudencia islámica (fatwas) y concebido como la «autoridad religiosa científica y total». Todo coordinado por el director del Centro Islámico de Madrid, con el apoyo del Consejo Continental Europeo de Mezquitas, la Liga Islámica Mundial y otras organizaciones islámicas. Su labor se complementaría con la formación teológica de los futuros inmanes en las doctrinas wahhabíes. En todos estos planes de extensión de la hegemonía wahabbí, ocupa un lugar clave el conocido imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mustafá.
Fuente: http://www.larazon.es/