Quiero desmentir una acusación falsa que se hace contra los judíos. Esta acusación dice que en el Talmud se nos enseña que “todos los niños gentiles son animales”. Y dan una cita del Talmud que es “Yebamoth 98 a”.
Esta es la página 98a y he pintado de azul la parte que voy a explicar.
La palabra Yevamot es un plural, su singular es Yivum. En español se habla del “matrimonio levirato”. Eso es Yivum. Y Yevamot es el tratado en el que se analizan y hasta especulan posibles casos en los que el levirato es obligatorio, no obligatorio y exenciones.
En Yevamot 98a se cita un versículo como argumento para sustentar la no obligatoriedad del Levirato o la exención del castigo por supuestamente incumplir el levirato. Ezequiel 23:20: “Ella codiciaba el concubinato con ellos, cuya carne es carne de asnos y cuyo semen es semen de caballos”.
En el tratado Yevamot se comienzan a plantear casos bien extraños y espero yo improbables, solo para desarrollar jurisprudencia en caso de que ocurra una situación tan inusual como la que se menciona por ejemplo en la página 97b:
Otro caso hipotético, bien complicado, es planteado en la misma página 97b:
Si has leído hasta aquí te habrás dado cuenta que se plantean casos extravagantes y creo yo improbables. El propósito es ejercitarse en el desarrollo de una jurisprudencia. Ejercitar el razonamiento sobre las leyes, después de todo, eso es lo que significa la palabra Talmud: Instrucción.
Es así como se llega al caso en el que un padre egipcio tiene dos hijos. Estos dos hijos deciden convertirse al judaísmo. En el contexto, se contempla que este egipcio es un adorador de astros. Y es en este caso en el que se trae la cita de Ezequiel 23:20: “Ella codiciaba el concubinato con ellos, cuya carne es carne de asnos y cuyo semen es semen de caballos”. Además, puedes revisar Ezequiel 23:3, donde se habla precisamente de “fornicación con Egipto”.
La mención de esta cita da a entender que los hijos conversos ya no tienen vínculo con su padre para los efectos de la ley del levirato. Quizá por los casos que se pueden dar con las esposas de sus hermanos paternos. No pierdas la noción de que está dentro de un tratado que se ocupa de los casos del levirato.
Ahora, compara con la acusación:
"Todos los niños gentiles son animales". (Yebamoth 98 a).
Esta es la página 98a y he pintado de azul la parte que voy a explicar.
La palabra Yevamot es un plural, su singular es Yivum. En español se habla del “matrimonio levirato”. Eso es Yivum. Y Yevamot es el tratado en el que se analizan y hasta especulan posibles casos en los que el levirato es obligatorio, no obligatorio y exenciones.
En Yevamot 98a se cita un versículo como argumento para sustentar la no obligatoriedad del Levirato o la exención del castigo por supuestamente incumplir el levirato. Ezequiel 23:20: “Ella codiciaba el concubinato con ellos, cuya carne es carne de asnos y cuyo semen es semen de caballos”.
En el tratado Yevamot se comienzan a plantear casos bien extraños y espero yo improbables, solo para desarrollar jurisprudencia en caso de que ocurra una situación tan inusual como la que se menciona por ejemplo en la página 97b:
Una mujer dice: tengo un medio hermano de mi padre y no de mi madre, y mi medio hermano es el marido de mi madre y yo soy la hija de su esposa. Rami bar Hama dijo: Este estado de cosas no es legítimo según la opinión del rabino Yehuda en la mishná, quien sostiene que un hombre no puede casarse con una mujer con la que su padre tuvo relaciones sexuales, incluso si no estaban casados. Sin embargo, según los rabinos, una mujer cuyo padre no estaba casado con su madre puede legítimamente tener un medio hermano paterno que esté casado con su madre.
Otro caso hipotético, bien complicado, es planteado en la misma página 97b:
Es mi hermano y es mi hijo; soy la hermana de éste, a quien llevo sobre mis hombros. ¿Cuál es la solución? Lo encontramos en el caso de un pagano (adorador de astros) que tuvo relaciones sexuales con su hija y ella le dio un hijo, que por lo tanto es su hermano y su hijo.
Si has leído hasta aquí te habrás dado cuenta que se plantean casos extravagantes y creo yo improbables. El propósito es ejercitarse en el desarrollo de una jurisprudencia. Ejercitar el razonamiento sobre las leyes, después de todo, eso es lo que significa la palabra Talmud: Instrucción.
Es así como se llega al caso en el que un padre egipcio tiene dos hijos. Estos dos hijos deciden convertirse al judaísmo. En el contexto, se contempla que este egipcio es un adorador de astros. Y es en este caso en el que se trae la cita de Ezequiel 23:20: “Ella codiciaba el concubinato con ellos, cuya carne es carne de asnos y cuyo semen es semen de caballos”. Además, puedes revisar Ezequiel 23:3, donde se habla precisamente de “fornicación con Egipto”.
La mención de esta cita da a entender que los hijos conversos ya no tienen vínculo con su padre para los efectos de la ley del levirato. Quizá por los casos que se pueden dar con las esposas de sus hermanos paternos. No pierdas la noción de que está dentro de un tratado que se ocupa de los casos del levirato.
Ahora, compara con la acusación:
"Todos los niños gentiles son animales". (Yebamoth 98 a).