Re: El sabado no es eterno
Estimada larosa. Saludos cordiales.
Tú dices:
Gabriel no es estimado larosa es estimada por favor.
Te pregunto que significa para ti la palabra mandamientos de Juan 14:15
Segundo Ezequiel 20:12 A quien se refiere específicamente que les dió sus dias de reposo para que fueran señal. Y por que dias.
Espero tu contestación y muchas gracias
Me disculpo por pensar que eras un varón, me presentaron a un hermano que tenía ese apellido, y conozco a tres varones que lo llevan, (pero puede ser que tampoco sea tu apellido).
La primera pregunta: "
que significa para ti la palabra mandamientos de Juan 14:15"
“
Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15
Esta declaración se desarrolla en el siguiente contexto:
“Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?
Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí,
él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”
El profeta Miqueas afirma claramente la preexistencia de Jesucristo cuando dice que: “
sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” Miqueas 5: 2
Jesucristo mismo lo declara en aquellas palabras de su oración: “
Ahora pues, Padre, glorifícame tú en ti mismo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” Juan 17: 5
Desde la eternidad Cristo fue partícipe de la gloria celestial del Padre; pero mediante un milagro que el entendimiento humano no alcanza a comprender, vino al mundo a morar como hombre entre los hombres, para sobrellevar nuestros dolores y tomar parte en nuestras tribulaciones, a fin de que más tarde pudiéramos nosotros tener parte en su gloria. Hebreos 2: 9,14. Jesús oró al Padre diciendo: “
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” Juan 17: 24
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
El era en el principio con Dios” Juan 1:1,2 Cristo estaba con el Padre cuando el mundo fue trazado y hecho. Él ejecutó los designios de su Padre al pronunciar las palabras que le dieron ser al mundo.
En cuanto a la parte que le cupo a Cristo en la creación del mundo, he aquí lo que dice el Evangelista: “
Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.”; “
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.” Juan 1: 3,10.
En su profecía acerca del primer advenimiento de Cristo, Isaías dice lo siguiente: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Isaías 9: 6. La Biblia le da a Cristo estos nombres y otros muchos para enseñarnos que
Él es el Verbo y el Poder de Dios.
Por esto el Señor dijo con toda propiedad estas palabras: “
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” 2:28
Según la profecía que se encuentra en el libro de Isaías se declara lo siguiente: “
Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla.” Isaías 24: 21
¿De que modo magnificó Cristo la ley de Dios?
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.”; “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” Mateo 5: 21, 22, 27, 28.
Debo mencionar además que en Jesucristo se cumplen las palabras de Josué 5: 14, y Éxodo 33: 14,
Él es el caudillo de Israel.
Cuando las huestes de Israel salieron de Egipto para encaminarse a la tierra de Canaán, no iban solas. Dios les dijo: “
He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.” Éxodo 23: 20,21.
Con Moisés el Señor tuvo la siguiente conversación: “
Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” Éxodo 33: 14,15.
Cuando Moisés hirió la peña en Horeb, brotaron de la peña aguas que apagaron la sed de todos los caminantes. Después de eso y hasta que llegaron a los confines de la tierra prometida sucedió siempre que en dondequiera acampaban, había una corriente de agua fresca que manaba de la roca en el desierto.
El apóstol Pablo declara que éste era un símbolo de Cristo y que: “
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.” 1 Cor. 10: 1-4.
Podemos comprender lo que dijo Esteban: “
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel (Cristo) que le hablaba (a Moisés) en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida (la ley de Dios) que darnos” Hechos 7: 38.
Hemos visto que el Ángel que apareció en el desierto era Cristo. No cabe duda alguna de que tanto el Padre como el Hijo estuvieron en el monte.
Pero fue el Hijo, como mediador entre Dios y los hombres, quién pronunció los diez mandamientos desde el Monte Sinaí, y la presencia de Moisés y los hijos de Israel.
Vemos, pues, que Cristo no solo es el Creador, sino el Anunciador ante el mundo de la ley de su Padre. Justo y conveniente era, por lo tanto, que cuando estuvo en este mundo, se proclamase “
Señor del Sábado” y
expositor de la ley de su “Padre celestial".
El Espíritu de Cristo inspiró a los profetas del Antiguo Testamento. Por medio de éstos predijo los sufrimientos por los cuales tendría que pasar Jesús en su primer advenimiento, y de la gloria que resultaría de su segunda venida. Por esto : “
Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” 1 Pedro 1: 10,11.
Percibimos, pues, claramente que fue Cristo quién nos dio el Antiguo Testamento, así como el Nuevo. Habló por conducto de los profetas del Antiguo Testamento así como ha hablado por conducto de Pedro, Santiago, Juan, Pablo en el Nuevo. De suerte que toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, está llena del maravilloso evangelio de la salvación por medio de Jesucristo: "Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio:
Que nos amemos unos a otros", " y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él,
porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él", Señor y Redentor nuestro.
Bien es éste por el cual le tributaremos alabanzas ahora y para siempre.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.