EL NOMBRE DE LA BESTIA LUCIFER


Respondiendo Jesús, le dijo:
Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

S. Lucas 4:12 RVR1960



Luc 22:25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores
 
Luc 22:25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores


PUES NO TE PONGAS MASCARILLA, Y DÓNDE TE CONGREGUES
DA MUCHOS BESOS Y ABRAZOS, ¿A VER QUE PASA?

LOS VIRUS NO HACEN DISTINCIÓN DE CREENCIAS.

YA SABEMOS QUE PASA :


 
El 99,98% de la población de California es más fuerte que el virus, falleció solamente el 0,02% de la población total de California.

El 99,99% de la población de Argentina es más fuerte que el virus, falleció solamente el 0,01% de la población total de Argentina.




Mensaje de parte del Pastor John MacArthur - 31 de julio, 2020

 
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Brutal la Entrevista en TVE al Médico de El Escorial Luis de Benito que Ha Descolocado a Más de Uno [13-8-2020]



¡URGENTE! EL VIDEO QUE ESTÁN CENSURANDO DEL MÉDICO QUE DESMONTA EL COVID EN TVE1. [13-8-2020]

 
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Brutal la Entrevista en TVE al Médico de El Escorial Luis de Benito que Ha Descolocado a Más de Uno [13-8-2020]



¡URGENTE! EL VIDEO QUE ESTÁN CENSURANDO DEL MÉDICO QUE DESMONTA EL COVID EN TVE1. [13-8-2020]



CARTA ABIERTA A LOS IMBÉCILES.
Mi nombre es Juan Manuel Jiménez Muñoz. Soy médico de familia en Málaga. Tengo 60 años, y ejerzo mi profesión desde hace 35. Mi número de colegiado es el 4.787. Y este dato lo aporto por si alguien, a raíz de esta lectura, me quiere denunciar o poner una querella. Será un honor.

El método científico, desde Galileo Galilei, nos ha sacado de las sombras. La electricidad, la radio, la televisión, los GPS, los teléfonos, los viajes espaciales, los antibióticos, las vacunas, los telescopios, la anestesia general, el saneamiento de las ciudades, la depuración del agua, las radiografías, las resonancias, los rascacielos, los aviones, los trenes, el cine, las fotografías, los ordenadores, y nuestra vida al completo, dependen de una ocurrencia de Galileo. Una ocurrencia en tres pasos para averiguar entre todos cómo funciona el mundo:

1-Establecer una hipótesis plausible sobre un problema concreto. Por ejemplo: “yo creo que el agua estancada contiene unos animalitos minúsculos que causan enfermedades”. O: “yo creo que cuando un imán gira alrededor de una bobina se genera una corriente eléctrica”. O: “yo creo que la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés”.

2-Realizar experimentos para comprobar la veracidad o la falsedad de esa hipótesis.

3-Publicar los experimentos para que cualquier otro los pueda reproducir, afirmar o refutar.

Y ya está. Qué tontería. Y gracias a eso, Y NADA MÁS QUE A ESO, la sociedad de 2020 es completamente diferente a la de 1700. Diré más. Si como por arte de magia pudiésemos trasladar un habitante del año 1 hasta el año 1700, apenas notaría diferencias en lo esencial de la vida: se adaptaría sin problema. Pero si trasladásemos a un habitante del año 1700 al 2020, se moriría del susto. Literalmente.

Gracias al método científico tenemos herramientas para erradicar una pandemia, o para hacerla soportable: la del coronavirus, por ejemplo. Gracias a la ciencia no hay viruela. Gracias a la ciencia no hay leprosos en Europa (o son casos muy contados). Gracias a la ciencia, los pacientes VIH positivos ya no se mueren de SIDA, sino que llevan su enfermedad como los pacientes crónicos. Gracias a la ciencia, muchos cánceres se curan.

Y que después de 300 años de éxitos tenga uno que soportar lo insoportable, resulta estremecedor: la caída del modelo y la sustitución por la farsa, por la charlatanería, por la incultura, por el pensamiento mágico, por la vulgaridad, por el despropósito y por la democracia aplicada a la ciencia, donde el analfabeto opina sobre el coronavirus en igualdad de altavoces que el más docto catedrático de virología, y donde los tratamientos y las medidas de contención de una epidemia son a la carta.

Hay grupos organizados que parecen añorar la Alta Edad Media, aquella que tan magníficamente plasmó Umberto Eco en “El Nombre de la Rosa”: con su mugre y sus hambrunas, con sus gentes muriéndose de peste o de viruela, con los libros encerrados en monasterios sin acceso para nadie, sin luz eléctrica, sin agua potable, sin nada.

Aunando esfuerzos, una mezcla infernal de terraplanistas, antivacunas, conspiranoicos, sectas satánicas, neonazis, adoradores de ovnis, hedonistas ácratas, cazadores de masones, fetichistas de los porros, delirantes con el 5G, ecologistas que no han visto jamás una gallina e imbéciles con pedigrí, pululan en todas las redes sociales instaurando una nueva religión que, mucho me temo, está calando más de lo que imaginaba en una población carente de cultura y liderazgo. Eso no es nuevo. Tarados los hubo siempre. Pero médicos y biólogos liderando imbéciles acientíficos y abjurando de la ciencia para adquirir una fama pasajera, eso nunca lo viví. Y nunca pensé que mis ojos lo verían. Y nunca creí que los Colegios de Médicos, o de Biólogos, giraran la cabeza hacia otra parte y no alzaran su voz contra el medievalismo.

Que un grupo de 200 médicos se autodenomine “Médicos Por la Verdad”, ya es una ofensa gravísima para el resto de los médicos que ejercemos en España, que somos 160.000. Porque quiere decir, ni más ni menos, que los 159.

800 médicos restantes que no estamos en la secta somos “Médicos Por la Mentira”. Y a mí no me llama mentiroso ningún hijo de la gran puta. Por mucho título que tenga.

Que se estén dando conferencias, y publicando libros (uno de ellos con seis ediciones en un mes), para afirmar que no hay pandemia, o que los individuos sin síntomas no contagian, o que esto es igual que una gripe, o que es preferible la experiencia personal a las publicaciones científicas revisadas por pares, o que el dióxido de cloro funciona contra el coronavirus, o que el dióxido de cloro no es tóxico, o que las vacunas que existen ahora provocan autismo, o que las vacunas llevan microchips para controlarnos, o que los aviones esparcen desde el cielo cristales para contagiarnos, o que no llevar mascarillas es un acto saludable de rebeldía, resultaría risible si no fuese mortal de necesidad, y si quienes defienden esas barbaridades fuesen mariscadores gallegos, aceituneros andaluces o pescadores cántabros, y no licenciados o doctorados por una Universidad.

Hace poco, sesenta imbéciles acudieron a Las Canarias para reunirse en una playa a contagiarse a propósito. Habían quedado por Internet. Y yo, desde mi muro, acuso a quienes deberían ser líderes sociales, y no lo son, de favorecer esos comportamientos criminales con sus discursos absurdos.

No es época de división, ni de actuar cada uno a su bola. Por desgracia, nadie lidera la crisis. Es evidente. Digo ningún político. El Gobierno Central ha dimitido de sus responsabilidades. Incluso tiene que sobornar a los autonómicos para que acudan a las reuniones. 17 Reinos de Taifas, 17 desastres organizativos. A cuál peor. Ni una puñetera norma en común. Ni un solo registro compatible. Y además de eso, por si fuese poco, una sarta de embusteros con el título de licenciado envenenan a la sociedad en lugar de aconsejarla, de guiarla, de cuidarla, prestándose a decir lo que muchos quieren escuchar, lo que ahora vende: que el coronavirus es un invento de las superpotencias para disminuir la población mundial, para enriquecer a las farmacias y para cargarse a los ancianos, pero que, sin embargo (y mira tú que curiosa paradoja), la tal pandemia no existe.

Compañeros médicos, biólogos, abogados, farmacéuticos y licenciados de toda clase y condición que habéis optado por llevarnos otra vez a la Edad Media: sois la vergüenza de la profesión, y no sois dignos de que os llamemos compañeros, y mucho menos científicos. Sois pocos, pero metéis mucho ruido y confundís. Sois pocos, sí. Pero mala gente. Y decís cosas por las que, de haberlas dicho en la Facultad de Medicina o de Biología cuando eráis estudiantes, jamás habríais obtenido ese título del que ahora os valéis para vuestro propio beneficio. Un título del que, si de mí dependiera, seríais desposeídos de inmediato. Lástima que no se pueda.

Podría elegir muchas estupideces de las que defendéis, muchas barbaridades solemnes, pero me centraré en una sola, que en vuestra boca merecería la cárcel: “las personas sin síntomas no contagian”. Cagoentóloquesemenea. ¿Dónde estabais el día que explicaron la tuberculosis, o el SIDA, o la varicela? ¿No contagian los VIH positivos a pesar de estar asintomáticos? ¿No hay tuberculosos bacilíferos sin síntomas de enfermedad? ¿No se contagia la varicela desde pacientes en fase prodrómica? En fin. Mejor callar, que me van a estallar las meninges.

Sois líderes que habéis elegido no serlo para convertiros en bufones. Y eso, en época de zozobra, no tiene perdón de Dios. Ojalá se os seque la yerbabuena.

Ah. Y otra cosa. Mis señas las di al principio. A ver si tenéis cojones para meteros conmigo. Cojones, digo; ya que neuronas… las justitas pa beber sin ahogarse.

Cagoentó.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.
Médico del Servicio Andaluz de Salud.
Colegiado en Málaga 4787.
 


CARTA ABIERTA A LOS IMBÉCILES.


Mi nombre es Juan Manuel Jiménez Muñoz. Soy médico de familia en Málaga. Tengo 60 años, y ejerzo mi profesión desde hace 35. Mi número de colegiado es el 4.787. Y este dato lo aporto por si alguien, a raíz de esta lectura, me quiere denunciar o poner una querella. Será un honor.

El método científico, desde Galileo Galilei, nos ha sacado de las sombras. La electricidad, la radio, la televisión, los GPS, los teléfonos, los viajes espaciales, los antibióticos, las vacunas, los telescopios, la anestesia general, el saneamiento de las ciudades, la depuración del agua, las radiografías, las resonancias, los rascacielos, los aviones, los trenes, el cine, las fotografías, los ordenadores, y nuestra vida al completo, dependen de una ocurrencia de Galileo. Una ocurrencia en tres pasos para averiguar entre todos cómo funciona el mundo:

1-Establecer una hipótesis plausible sobre un problema concreto. Por ejemplo: “yo creo que el agua estancada contiene unos animalitos minúsculos que causan enfermedades”. O: “yo creo que cuando un imán gira alrededor de una bobina se genera una corriente eléctrica”. O: “yo creo que la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés”.

2-Realizar experimentos para comprobar la veracidad o la falsedad de esa hipótesis.

3-Publicar los experimentos para que cualquier otro los pueda reproducir, afirmar o refutar.

Y ya está. Qué tontería. Y gracias a eso, Y NADA MÁS QUE A ESO, la sociedad de 2020 es completamente diferente a la de 1700. Diré más. Si como por arte de magia pudiésemos trasladar un habitante del año 1 hasta el año 1700, apenas notaría diferencias en lo esencial de la vida: se adaptaría sin problema. Pero si trasladásemos a un habitante del año 1700 al 2020, se moriría del susto. Literalmente.

Gracias al método científico tenemos herramientas para erradicar una pandemia, o para hacerla soportable: la del coronavirus, por ejemplo. Gracias a la ciencia no hay viruela. Gracias a la ciencia no hay leprosos en Europa (o son casos muy contados). Gracias a la ciencia, los pacientes VIH positivos ya no se mueren de SIDA, sino que llevan su enfermedad como los pacientes crónicos. Gracias a la ciencia, muchos cánceres se curan.

Y que después de 300 años de éxitos tenga uno que soportar lo insoportable, resulta estremecedor: la caída del modelo y la sustitución por la farsa, por la charlatanería, por la incultura, por el pensamiento mágico, por la vulgaridad, por el despropósito y por la democracia aplicada a la ciencia, donde el analfabeto opina sobre el coronavirus en igualdad de altavoces que el más docto catedrático de virología, y donde los tratamientos y las medidas de contención de una epidemia son a la carta.

Hay grupos organizados que parecen añorar la Alta Edad Media, aquella que tan magníficamente plasmó Umberto Eco en “El Nombre de la Rosa”: con su mugre y sus hambrunas, con sus gentes muriéndose de peste o de viruela, con los libros encerrados en monasterios sin acceso para nadie, sin luz eléctrica, sin agua potable, sin nada.

Aunando esfuerzos, una mezcla infernal de terraplanistas, antivacunas, conspiranoicos, sectas satánicas, neonazis, adoradores de ovnis, hedonistas ácratas, cazadores de masones, fetichistas de los porros, delirantes con el 5G, ecologistas que no han visto jamás una gallina e imbéciles con pedigrí, pululan en todas las redes sociales instaurando una nueva religión que, mucho me temo, está calando más de lo que imaginaba en una población carente de cultura y liderazgo. Eso no es nuevo. Tarados los hubo siempre. Pero médicos y biólogos liderando imbéciles acientíficos y abjurando de la ciencia para adquirir una fama pasajera, eso nunca lo viví. Y nunca pensé que mis ojos lo verían. Y nunca creí que los Colegios de Médicos, o de Biólogos, giraran la cabeza hacia otra parte y no alzaran su voz contra el medievalismo.

Que un grupo de 200 médicos se autodenomine “Médicos Por la Verdad”, ya es una ofensa gravísima para el resto de los médicos que ejercemos en España, que somos 160.000. Porque quiere decir, ni más ni menos, que los 159.

800 médicos restantes que no estamos en la secta somos “Médicos Por la Mentira”. Y a mí no me llama mentiroso ningún hijo de la gran puta. Por mucho título que tenga.

Que se estén dando conferencias, y publicando libros (uno de ellos con seis ediciones en un mes), para afirmar que no hay pandemia, o que los individuos sin síntomas no contagian, o que esto es igual que una gripe, o que es preferible la experiencia personal a las publicaciones científicas revisadas por pares, o que el dióxido de cloro funciona contra el coronavirus, o que el dióxido de cloro no es tóxico, o que las vacunas que existen ahora provocan autismo, o que las vacunas llevan microchips para controlarnos, o que los aviones esparcen desde el cielo cristales para contagiarnos, o que no llevar mascarillas es un acto saludable de rebeldía, resultaría risible si no fuese mortal de necesidad, y si quienes defienden esas barbaridades fuesen mariscadores gallegos, aceituneros andaluces o pescadores cántabros, y no licenciados o doctorados por una Universidad.

Hace poco, sesenta imbéciles acudieron a Las Canarias para reunirse en una playa a contagiarse a propósito. Habían quedado por Internet. Y yo, desde mi muro, acuso a quienes deberían ser líderes sociales, y no lo son, de favorecer esos comportamientos criminales con sus discursos absurdos.

No es época de división, ni de actuar cada uno a su bola. Por desgracia, nadie lidera la crisis. Es evidente. Digo ningún político. El Gobierno Central ha dimitido de sus responsabilidades. Incluso tiene que sobornar a los autonómicos para que acudan a las reuniones. 17 Reinos de Taifas, 17 desastres organizativos. A cuál peor. Ni una puñetera norma en común. Ni un solo registro compatible. Y además de eso, por si fuese poco, una sarta de embusteros con el título de licenciado envenenan a la sociedad en lugar de aconsejarla, de guiarla, de cuidarla, prestándose a decir lo que muchos quieren escuchar, lo que ahora vende: que el coronavirus es un invento de las superpotencias para disminuir la población mundial, para enriquecer a las farmacias y para cargarse a los ancianos, pero que, sin embargo (y mira tú que curiosa paradoja), la tal pandemia no existe.

Compañeros médicos, biólogos, abogados, farmacéuticos y licenciados de toda clase y condición que habéis optado por llevarnos otra vez a la Edad Media: sois la vergüenza de la profesión, y no sois dignos de que os llamemos compañeros, y mucho menos científicos. Sois pocos, pero metéis mucho ruido y confundís. Sois pocos, sí. Pero mala gente. Y decís cosas por las que, de haberlas dicho en la Facultad de Medicina o de Biología cuando eráis estudiantes, jamás habríais obtenido ese título del que ahora os valéis para vuestro propio beneficio. Un título del que, si de mí dependiera, seríais desposeídos de inmediato. Lástima que no se pueda.

Podría elegir muchas estupideces de las que defendéis, muchas barbaridades solemnes, pero me centraré en una sola, que en vuestra boca merecería la cárcel: “las personas sin síntomas no contagian”. Cagoentóloquesemenea. ¿Dónde estabais el día que explicaron la tuberculosis, o el SIDA, o la varicela? ¿No contagian los VIH positivos a pesar de estar asintomáticos? ¿No hay tuberculosos bacilíferos sin síntomas de enfermedad? ¿No se contagia la varicela desde pacientes en fase prodrómica? En fin. Mejor callar, que me van a estallar las meninges.

Sois líderes que habéis elegido no serlo para convertiros en bufones. Y eso, en época de zozobra, no tiene perdón de Dios. Ojalá se os seque la yerbabuena.

Ah. Y otra cosa. Mis señas las di al principio. A ver si tenéis cojones para meteros conmigo. Cojones, digo; ya que neuronas… las justitas pa beber sin ahogarse.

Cagoentó.



Firmado:



Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico del Servicio Andaluz de Salud.

Colegiado en Málaga 4787.



Le aguanté los insultos al forista OSO y ¿ahora también tengo que aguantártelos a ti?

Los insultos de ustedes no harán que desista de mi objetivo: mostrar la otra campana.

Cada quien que lee los temas de debate (porque este es un foro de debate), tiene derecho a sacar sus propias conclusiones.

¿Desde cuándo los medios de comunicación masiva dicen la verdad?

Conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres.


DOCTOR LUIS DE BENITO [12-8-2020]

 
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LA POLÍTICA DEL NEGACIONISMO
FRENTE AL CORONAVIRUS



***
OTROS NEGACIONISTAS
A LOS QUE EL SEÑOR LLAMA TONTOS

Todo lo que ustedes anuncian es mentira;
es solo producto de su imaginación.
Aseguran que hablan de mi parte,
pero eso es mentira:
yo nunca les he pedido que hablen por mí.
¿Y todavía esperan que se cumplan sus palabras? ”
Yo soy el Dios de Israel,
y les aseguro que me pondré
en contra de ustedes,
pues solo dicen mentiras y falsedades.
Yo los castigaré por dar mensajes falsos.
Borraré sus nombres de la lista de los israelitas,
y no tendrán entre ellos arte ni parte.
¡Ni siquiera podrán volver a poner
un pie en su tierra!
Así reconocerán que yo soy el Dios de Israel.
”Todo esto les sucederá
por haber engañado a mi pueblo;
por haberle asegurado que todo estaba bien,
cuando en realidad todo estaba mal.
Sus mentiras son como una pared
de piedras pegadas con yeso.
¡Y esa pared se vendrá abajo!
Pues sepan, señores albañiles,
que voy a lanzar una fuerte tempestad
contra esa pared,
y que la derribaré con lluvia,
granizo y un viento muy fuerte.
Entonces la gente dirá:
¡Y a quién se le ocurre confiar en mentiras!
”Yo soy el Dios de Israel,
y estoy tan enojado que enviaré
contra ustedes un viento huracanado,
y abundante lluvia y granizo,
y lo destruiré todo.
Estoy tan enojado que derribaré
esa pared de mentiras
que ustedes construyeron.
Entonces reconocerán
que yo soy el Dios de Israel.
”Cuando esto suceda,
ustedes quedarán aplastados
bajo el peso de sus mentiras.
Entonces yo les preguntaré:
¿Qué pasó con sus profecías ?
¿Qué pasó con esos tontos profetas?
¿Dónde están esos profetas de Israel
que le daban falsos mensajes a Jerusalén?
¿Dónde están los que le aseguraban
que todo estaba bien,
cuando en realidad todo estaba mal?
Yo soy el Dios de Israel,
y cumpliré mi palabra”.

Ezequiel 13:6‭-‬16 TLAI

 
Mario Borini nos cuenta sobre la Carta enviada al Presidente | Radio Mitre Córdoba [18-7-2020]

En este video podrás encontrar la entrevista realizada por Pablo Rossi en el programa De Mañana que se transmite en Radio Mitre de Córdoba



Epidemiólogos
Argentinos
Metadisciplinarios

Buenos Aires, 14-7-2020

CARTA PÚBLICA AL SR. PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA
Dr. Alberto Ángel Fernández


Excelentísimo Señor Presidente de la República Argentina:

Nos dirigimos a Usted como Ciudadanos y como miembros de la agrupación Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios, ocupados en estudiar la problemática sanitaria de la pandemia y en comprender las políticas en Salud Pública instrumentadas por el Poder Ejecutivo Nacional.

Es nuestro deseo y voluntad acompañar al Gobierno que Usted preside y al conjunto de nuestros representantes, aportando experiencias y conocimientos genuinos en las difíciles circunstancias imperantes y ponernos a su disposición en carácter íntegramente ad honorem, a fin de asistirlo en salvaguardar la salud pública en las complejas circunstancias que deberemos superar en procura del más alto ideal de salud para toda la población.

No obstante, nos sentimos en la obligación de hacerle conocer nuestra inquietud respecto de algunas medidas tomadas.

Desde el 19 de marzo de 2020 conocimos las distintas disposiciones inicialmente contenidas en los DNU297/20, concordantes y consiguientes.

En casi cuatro meses de aplicación de las medidas de excepción, advertimos con notorio desconcierto la continuidad de decisiones sanitarias que se habían tomado solamente en función de una emergencia.

Por una parte esas decisiones apuntaban a proteger de la infección y de la enfermedad subsecuente a la comunidad en su conjunto, pero a su vez implicaban el potencial de generar efectos perjudiciales para la salud comunitaria, ya sea en la convivencia, en el trabajo, en la educación, en los deportes, en la atención de la propia salud, en la economía doméstica, en la actividad artística o en los ritos religiosos, por solo citar algunas condiciones afectadas del quehacer ciudadano.

Si bien sólo había acceso a datos dispersos y alguna información de la pandemia que se anticipó en el Hemisferio Norte, existía un saber epidemiológico suficiente acerca del abordaje y tratamiento de las epidemias en las enfermedades transmisibles.

Sin embargo, se insinuaba oficialmente que carecíamos de discernimiento para proceder positivamente frente a una situación sanitaria desconocida. Se eximió así a la Función Pública de aplicar las experiencias y saberes establecidos en la epidemiología, la demografía, la antropología, el derecho, la sociología, la psicología social, la gerontología y muchas otras ciencias de la sociedad y del ambiente, en complementación con la Infectología, la clínica médica, la psicología, la geriatría, la bioquímica, la microbiología, y la farmacología, entre otras.

En este transcurrir de los hechos, nos hacernos presentes una vez más acorde a nuestros plenos derechos constitucionales y convencionales, para hacerle conocer los interrogantes que no sólo permanecen en la incertidumbre sino que se amplifican en la percepción pública. Así es como le transmitimos las siguientes preguntas:

1. ¿Por qué se instrumentó una cuarentena para individuos sanos cuando no hay registro de tal restricción en la historia de la humanidad?

2. ¿Qué criterios científicos y particularmente epidemiológicos se aplicaron para extender la cuarentena total a cinco provincias sin casos y a otras seis con uno o dos casos?

3. ¿Cuál fue el argumento para que la cuarentena y las restricciones comenzaran en el mismo momento para toda la población en las veinticuatro jurisdicciones del país, si hay circunstancias incomparables para cada lugar, zona, región, población y actividad?

4. ¿Cuál fue el argumento científico para que la cuarentena se estableciera el 19 de marzo con perentorio cumplimiento desde el día siguiente, cuando en todo el paíse se habían detectado únicamente 128 individuos afectados con escasamente 3 defunciones atribuibles provisoriamente al SARS CoV 2?

5. ¿Por qué no se tomaron oportunamente providencias de inspección de las fronteras y se aprovecharon las dos o tres semanas del fin del verano con muy baja contagiosidad, a fin de que la población y las instituciones, - particularmente las de salud – asumieran disposiciones cruciales para su preservación, preparación y mejor actuación ante la decisión gubernamental de un aislamiento que fue significativamente restrictivo?

6. ¿Por qué no se le reconoció un valor a la inmunidad innata que protege asiduamente de todas las enfermedades transmisibles incluyendo cepas de coronavirus familiares del SARS CoV 2?

7. ¿Por qué no se tuvo debidamente en cuenta la inmunidad natural celular que preserva la salud sin requerir todavía la producción de anticuerpos propia de la inmunidad humoral?

8. ¿Por qué no se le dio suficiente importancia a la producción natural de anticuerpos por vía del contagio en población no vulnerable, privilegiando la inmunidad adquirida mediante vacunas?

9. ¿Por qué se desalentó a la población en prácticas que probadamente optimizan las defensas del individuo y de la comunidad, como la actividad física, permanencia al aire libre, los paseos saludables recreativos, etc., pudiéndose llevar a término todas ellas con adecuado distanciamiento social?

10. Si la experiencia proveniente de los países avanzados demostraba la baja susceptibilidad de la población menor de 65 años sin patologías pre-existentes o factores de riesgo, ¿por qué se impidió a este grupo poblacional su libre circulación y trabajo, con las debidas normas de responsabilidad social comunitaria y el respeto a los hábitos de higiene y circulación recomendados?

11. ¿Evalúa el Gobierno Nacional la menor validez de la cuarentena estricta cuando en tasas de muertes por millón de habitantes ocupa a la fecha el lugar 13 entre 33 países de América Latina y el lugar 75 entre 215 Estados del Mundo, donde el 1er- lugar en ambos casos corresponde a países con la mayor tasa?

12. ¿Por qué se dejó de realizar la vigilancia tradicional de virosis respiratorias en personas con síntomas reemplazándola por testeos masivos incluyendo personas sin síntomas, incrementando así los casos confirmados con los resultados positivos de personas sin COVID 19?

13. ¿Se ha reparado en su entera dimensión los eventos adversos o indeseables de la política pública y particularmente de la cuarentena adoptada frente a la virosis pandémica, estableciendo un registro fehaciente de todos y cada uno de ellos?

14. ¿Se podría pensar en la existencia de presiones y conflictos de intereses por los cuales el aislamiento beneficia a la vacunación – que suele ser más tardía en su desarrollo y aplicación – que otorga menores beneficios así como mayores riesgos y costos en relación a la inmunidad innata, natural celular y humoral?

15. ¿Podría haber otros fines detrás de la suspensión de los derechos y de las garantías constitucionales, con grave afectación de la Carta Magna y el bloque constitucional en su conjunto?

16. ¿Por qué se sometió a la penuria económica a familias y empresas que quedaron sin ingresos, aunque conservaron sus obligaciones impositivas y contractuales, hasta el punto de quedar a merced del asistencialismo, la devaluación de sus bienes y el quebranto?

Ante la situación de excepción que se ha extendido en excesivas ocasiones, nos complacerá muy gratamente poder asistirlo para despejar los interrogantes que hemos expresado y que la ciencia tiene respecto de la política sanitaria instrumentada en esta pandemia.

Saludamos a Usted con la consideración más distinguida

FIRMANTES

Ramiro Salazar

Médico Epidemiólogo. Ex Profesor. Medicina y Sociedad UNR

Mario Borini
Profesor Titular Salud Pública UBA 2003-2008. Epidemiólogo

Edgardo Schinder
Infectólogo. Epidemiólogo
Master en Salud Pública Internacional. Medicina Ambiental

Roxana Bruno
Bioquímica Dra. en Inmunología

Claudio Guemberena
Abogado

Mariana Salmerón
Bioquímica Microbióloga

Francisco Javier Cisneros
Médico Sanitarista Ex Ministro de Salud de Santiago del Estero

Mariana Colombres Garmendia.
Médica.

Luis Marcelo Martínez
Médico Genetista

Luis Mario Fernandez Risso
Médico Geriatra y Sanitarista

Tomás Torres Aliaga
Médico Especialista en Salud Publica.

A. Javier Kajihara
Médico Neonatólogo. Sanitarista

Alicia Torres
Lic. Psicología. Mgter Políticas Sociales.

María Alejandra Silva
Politóloga. Dra en Ciencias Sociales UBA.
Prof. Adjunta Medicina y Sociedad. UNR.

Marcelo Peretta
Dr. en Farmacia y Bioquímica.
Sindicalista.

Alfredo Limbaun
Abogado

Jaime Fiol
Odontólogo. Licenciado en Criminalística UBA.

Gastón Cornu Labat,
Médico Cirujano.

Alfredo Pais
Lic. Psicología Especialista en Discapacidad Infantil.

Graciela Varela
Médica Integrativa.

Marcela Arrigazzi
Médica Especialista en Medicina Interna.

Humberto David Vinante
Ingeniero Industrial y Especialista en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear.

Pedro Moreno
Comunicador Social.

Sandra M. Malla
Lic. en Filosofía. UNT.

Moira Lozza Muñoz
Médica Generalista Especialista en Medicina General y Geriatría.

Eduardo Ángel Yahbes.
Medico Pedíatra.

Oscar Valdez
Médico

Andrés Peralta
Médico Cirujano. Terapia Neural UNC.

Armando Alvarez Mamani
Comunicador Social.

Fabian Volpe
Médico Especialista en Medicina Integrativa

Liliana Szabo
Médica Pediatra

Carola Caro
Médica

Jorge Kaczewer
Médico Neuraltetapeuta

Marcela Witt
Bioquímica con orientación en Microbióloga e Inmunologia y Maestría en Microbiología Avanzada en la Universidad de la Plata. Bs. As

Alejandro G Cortiglia
Médico de Familia con orientación Antroposófica

Javier Olivera
Médico

Adhieren Epidemiólogos Argentinos Transdisciplinarios

Gentileza del Dr. Mariano A. Caucino

http://www.notiar.com.ar/index.php/...a-nacion-argentina-dr-alberto-angel-fernandez
 
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Le aguanté los insultos al forista OSO y ¿ahora también tengo que aguantártelos a ti?

Los insultos de ustedes no harán que desista de mi objetivo: mostrar la otra campana.

Cada quien que lee los temas de debate (porque este es un foro de debate), tiene derecho a sacar sus propias conclusiones.

¿Desde cuándo los medios de comunicación masiva dicen la verdad?

Conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres.


DOCTOR LUIS DE BENITO [12-8-2020]

Actualmente la población mundial asciende a 6000 millones de seres humanos de los cuales el corona virus a matado más según las cuentas van 700 mil humanos que da más o menos un 0.007 % de muertes por cironavirus a nivel mundial, pienso que no es una pande mía.
 


Uno de los asistentes a la manifestación antimascarillas de Colón ingresa con una neumonía por coronavirus

El doctor Jackie Calleja ha informado que un hombre de 40 años, que estuvo en la manifestación antimascarillas del domingo en la Plaza de Colón, ha ingresado en el hospital con una neumonía provocada por coronavirus.

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MIKLOS LUKACS: ¿EL FIN DE LA LIBERTAD? [19-8-2020]

¿ES EL FIN DE NUESTRA LIBERTAD?

LOS ALGORITMOS TRANS-HUMANISMO
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
CRÉDITO SOCIAL
NANO CHIPS

VACUNACIÓN UNIVERSAL OBLIGATORIA

Miklos Lukacs de Pereny (Lima, 1975) es Doctor en Management, profesor e investigador universitario y consultor independiente. Licenciando en Medicina Veterinaria, cuenta con estudios en ciencia política, gestión de la innovación y emprendimiento en reconocidas universidades en Chile, Perú, México, Nueva Zelanda, India y el Reino Unido. Sus temas de investigación académica abordan la intersección entre economía política e innovación, sistemas de innovación, gestión y políticas de innovación, cadenas globales de valor y desarrollo de pequeña y mediana empresa. Producto de su labor como investigador regularmente es seleccionado como expositor en importantes conferencias internacionales teniendo la oportunidad de haber presentado sus trabajos en Brasil, China, Cuba, Escocia, Francia, Indonesia, Inglaterra, Perú y Suecia. Ha sido Profesor-Investigador de ESAN Graduate School of Business (Lima, Perú), Instructor Asistente de Postgrado de Alliance Manchester Business School (Manchester, Reino Unido), Investigador Visitante del Instituto Tecnológico de París – ParisTech (París, Francia) e Investigador Afiliado al Instituto del Perú, Universidad de San Martín de Porres (Lima, Perú). Es miembro pleno de Globelics, Academy of Management, British Academy of Management y European Academy of Management, alumni de la Leadership Academy for Development del Centro para la Democracia, Desarrollo y Estado de Derecho (CDDRL, sus siglas en inglés) de la Universidad de Stanford y becario Chevening (Reino Unido), NZAID (Nueva Zelanda) y ITEC (India). Ha prestado servicios de consultoría a agencias y organismos internacionales como el Banco de Cooperación Alemán (KfW), FAO-Naciones Unidas, PROFONANPE, RedLAC y CARE Perú. Participa como columnista invitado de El Montonero, principal portal de opinión política del Perú, y La Fuerza, popular plataforma de opinión entre simpatizantes del partido político Fuerza Popular.

En el plano personal invierte su tiempo libre jugando con su hijo, leyendo, practicando deportes y viajando (a la fecha, más de 50 países en cinco continentes). Actualmente radica en el Reino Unido con su familia.
https://miklos-lukacs.com/bio/


 


2015


BILL GATES VATICINA OTRA VEZ,
AHORA PLAGA DE MOSQUITOS .



LA CENSURA EN YOUTUBE ES ATROZ
HAN BORRADO MUCHOS VIDEOS SOBRE BILL GATES.

***
Entonces Moisés y Aarón hicieron
tal como el Señor les ordenó.
Cuando Aarón extendió la mano
y golpeó el suelo con su vara,
los mosquitos infestaron todo el territorio
y tanto los egipcios como sus animales
quedaron cubiertos de ellos.
Todo el polvo de la tierra de Egipto
se convirtió en mosquitos.
Los magos del faraón intentaron
hacer lo mismo mediante sus artes ocultas,
pero esta vez no pudieron.
Y los mosquitos estaban sobre todos:
gente y animales por igual.

Éxodo 8:17‭-‬18 NTV

 
VIDEO7 RELACIÓN ENTRE LA VACUNA CONTRA LA GRIPE Y LOS FALLECIDOS (DR. ANGEL RUIZ VALDEPEÑAS)

DESCRIPCIÓN DEL VIDEO:
VIDEO RESUBIDO testimonial del DOCTOR ESPAÑOL ÁNGEL RUIZ VALDEPEÑAS, que relaciona igualmente la vacuna contra la gripe en la pasada campaña y los fallecidos.