He abierto el siguiente epígrafe para discutir EXPLICITAMENTE:
1. Sobre el Mesias de Daniel 9.
2. Las 7 semanas y 62 semanas ¿juntas o separadas?
3. Lo relacionado al escrito
No entremos en discuciones que se discuten en otros epigrafes como el 457 a.C., año 31 d.C. etc.
Este es el último artículo escrito por mí para derrumbar y contestar ciertas preguntas referentes a Daniel 9. Los comentarios "evasisvos" y "cortinas de humos" seran ignorados.
Por: Joelice
Una de las profecías más significativas encontradas en las Escrituras se ubica en el capítulo noveno de Daniel. Esta es una profecía sumamente importante del Antiguo Testamento y también para los Adventistas del Séptimo Día. Esto se debe a que muchas personas, incluyendo al adventismo, han identificado al “Mesías” (literalmente ungido) del Daniel 9 como Jesús. No solamente eso, sino que esta es la profecía mesiánica más directa y exacta que podemos encontrar en todos los escritores veterotestamentarios [1] . Pero otras escuelas de interpretación, específicamente el preterismo[2] , sostienen que el mesías o ungido de Daniel 9 es Ciro y que tal mesías aparece después de las “siete semanas” y no después de las 62 semanas como sostenemos. En este estudio analizaremos la estructura literaria del propio libro de Daniel, así también responderemos a las preguntas sobresalientes: ¿Existe una separación entre 7 semanas y 62 o están unidas? ¿Quién es el Mesías y cuando aparece? ¿Ciro o Cristo? Le recomendamos al lector que primeramente lea detenidamente el capítulo 9 de Daniel y entienda la posición tradicional del historicismo[3] que sostiene la Iglesia Adventista antes de leer este artículo.
Estructura Literaria
La estructura literaria de Daniel 9 es imperativa para entender las 70 semanas. Esta se encuentra en una estructura quiástica. Esto forma el primer enlace entre días/años para entender las profecías. Las 70 semanas son semanas de años, es decir, son semanas proféticas. Según lo entendemos los adventistas y el historicismo, un día equivale a un año [4] . Pero esto va más allá, el principio día por año se confirma por la estructura misma de Daniel.
En la primera parte de Daniel 9 (versículos 1-19), Daniel oraba por la restauración de su pueblo y por el cumplimiento de los 70 años de Jeremías (vers. 2-3), luego, en el versículo 24 encuentra su contraparte con las 70 semanas. Los pasajes se relacionan en la estructura quiástica: “la primera frase es “setenta años” (A B); la segunda frase está formulada al revés: “semanas setenta” (B1A1)”[5] .
Se puede comprender mediante el siguiente diagrama (el diagrama no puede ser mostrado debidamente gracias a las opciones pobres que posee el foro cristiano, el que quiera verlas me tendrá que avisar para obtener el original):
Setenta A B años
Semanas B1 A1 setenta
Esto se le llama quiasmo y esto establece la relación e igualdad entre años/semanas y ambos setentas. Las semanas de años de confirman con el mismo libro de Daniel. En el capítulo 10 se menciona:
Dan 10:2 “En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas”.
En el original se lee “tres semanas de días” [shalósh(tres) yom (día) shabúa (semana)]. Esta es la única vez que aparece esta distinción tan marcada en la Biblia, entre las semanas de años (Daniel 9) y las semanas de días (Daniel 10).
Por lo tanto, la misma estructura, y no un “principio antojado” como muchos lo llaman, requiere que se utilice un día por año [6] .
No solo con la estructura comprobamos las semanas de años, sino el resto de la confusión reinante entre los ungidos y su aparición
El Mesías
El diccionario de Strong [7] traduce Mesías:
מָשִׁיחַ
Mashíakj de H4886; ungido; usualmente persona consagrada (como un rey, sacerdote, o santo); espec. Mesías:-ungido, Mesías.
“La palabra hebrea mashiah (mesías) es una forma pasiva del verbo mashah (ungir). Mashiah (Mesías) designa al individuo ungido”.
En las escrituras encontramos varios “mesías” o personas ungidas como profetas, sacerdotes o reyes. Pero lo interesante del Mesías de Daniel 9, es que no es solo un mesías sino El Mesías. La forma en que está escrita la palabra en el hebreo, es la única vez en la Biblia hebrea. Este sería el gran Mesías esperado, no ningún rey futuro, ni Ciro. Textos tales como;
Isa 44:28 “que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado”.
Isa 45:1 “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:”
No son válidos a la hora de examinar Daniel 9. El rey Ciro, tal como fue predicho, por Isaías, tendría parte en la reconstrucción, pero del templo (ver. 2 Cron. 36:23, Esdras 1:2,). Muchos tratan de incluir la restauración de la cuidad de Jerusalén, tal como lo requiere Daniel 9:25, sin embargo, la cuidad continuó en ruinas en tiempos de Ciro, tal como sugiere Esdras capítulo 4.
Entonces, literariamente e históricamente, el Mesías de Daniel 9 tiene que ser el mismo Cristo, no Ciro.
Meditemos en este dicho judío:
“Maldito es el dedo de la mano del brazo del hombre que estudia el libro de Daniel”.
No hay que divagar mucho para ver el porqué los judíos maldijeron todo aquel que se atreva a estudiar el libro de Daniel. La idea es transparente: Daniel 9 contiene la profecía mesiánica más importante y exacta en todo el Antiguo Testamento. Pero solo basta aclarar unos puntos restantes. ¿Cuándo aparecería el Mesías según Daniel?
¿7 semanas o 69 semanas? ¿Períodos continuos o separados?
La aparición del mesías es algo integral a la hora de establecer la identidad del mesías. Como establecimos hace unos momentos, el mesías de Daniel 9 no es otra persona que el Mesías esperado, el mismo Jesús. La Iglesia Adventista sostiene uniformemente que el Mesías aparece después de las 69 semanas, siendo ungido en el año 27 d.C. en ocasión de su bautismo. Leamos Daniel:
Dan 9:25 “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Según lo entendemos, la llegada del Mesías es después de las siete semanas y las sesenta y dos semanas, siendo un total de 69 semanas. No existe la presunta “pausa” entre las 7 semanas y las 62, haciendo dos períodos independientes como muchos quieren hacer parecer [8] . Es necesario nuevamente examinar los escritos originales y la estructura de Daniel.
El texto masorético (siglo X), indica claramente un “acento disyuntivo”, llamado Athnakh. Eso indica una “pausa” después de siete semanas. Esto lleva a pensar a muchos de la separación de ambos períodos, pero examinando más de cerca el contexto, podemos señalar varias razones para su unidad continua:
1. El establecimiento de las semanas de años, siendo un total de 490 años, hace lógica la continuidad de los períodos. Una separación sería ilógica. Siguiendo la línea preterista, señalan que después de las 7 semanas (49 años) surge el “mesías”. Siendo que solo existe un solo Mesías que cumpla con esto, es ilógico pensar en otro “mesías” después de 49 años del comienzo (457 a.C. con el calendario de otoño a otoño) de las setenta semanas.
2. La misma estructura literaria y estilística[9] de Daniel. Tal como lo sugiere el exégeta Jacques B. Doukhan, Daniel construyó el texto con dos temas entrelazados: el Mesías y Jerusalén. Cada uno de estos dos elementos tienen palabras distintivas y claves para ayudarnos a establecer la relación necesaria. “Cada vez que el texto se refiere al Mesías (A1A2A3), aparece la palabra “semanas” (shabuim), mientras que cada vez que el texto habla de Jerusalén (B1B2B3), aparece la palabra “trinchera”/ “decreto” (hrs)” [10] .
Observemos la estructura literaria de Daniel 9: 25-27, usando una traducción literal del texto (diagrama tomado del mismo libro de Doukhan):
A1 Venida del Mesías (vers. 25ª)
(desde la salida de la palabra para restaurar y construir Jerusalén), hasta “el” Mesías Príncipe, 7 semanas y 62 semanas.
B1 Construcción de la cuidad (vers. 25b)
Será restaurada y construida con plazas y trincheras en tiempos de problemas
A2 Muerte del Mesías (vers. 26ª)
después de las 62 semanas será cortado sin ninguna ayuda.
B2 Destrucción de la ciudad (vers. 26b)
y el pueblo del príncipe agresivo destruirá la cuidad y el santuario; su fin será en una inundación; hasta el fin de la guerra se decretan desolaciones.
A3 Pacto con el Mesías (vers. 27a)
Y él fortalecerá un pacto con muchos por una semana; y en el medio de la semana hará que el sacrificio y la ofrenda cesen para siempre.
B3 Destrucción de la ciudad (vers. 27b)
Y en vuelo abominaciones, desolando hasta el fin, y luego lo que fue decretado será derramado sobre el poder desolador.
Esta clara estructura literaria deja sin lugar a dudas el propósito del profeta al escribir Daniel. Resumiendo el diagrama, la palabra “semana” está ligada al Mesías y las palabras “trinchera/decreto” (poseen la misma raíz hebrea) está ligada a la cuidad, Jerusalén. Por lo tanto, el lugar de la pausa o Athnakh debería estar colocado después de las 62 semanas y no de las 7 semanas, lo cual esta continuidad forma unas 69 semanas. Además podemos señalar el hecho de que el ángel Gabriel, al hacer esta extraña división de 7 y 62, exaltaba el hecho de que después de 49 años (7 semanas) se terminaría de reconstruir a Jerusalén y la llegada del Mesías sería 434 años después (62 semanas).
3. El último punto para refutar la separación de las 69 semanas se encuentra en la sintaxis y el uso disyuntivo masorético athnach que se encuentra justo después de la palabra siete. La palabra “Athnach” es usada en la Biblia de diversas formas:
1. Sobre el Mesias de Daniel 9.
2. Las 7 semanas y 62 semanas ¿juntas o separadas?
3. Lo relacionado al escrito
No entremos en discuciones que se discuten en otros epigrafes como el 457 a.C., año 31 d.C. etc.
Este es el último artículo escrito por mí para derrumbar y contestar ciertas preguntas referentes a Daniel 9. Los comentarios "evasisvos" y "cortinas de humos" seran ignorados.
Por: Joelice
Una de las profecías más significativas encontradas en las Escrituras se ubica en el capítulo noveno de Daniel. Esta es una profecía sumamente importante del Antiguo Testamento y también para los Adventistas del Séptimo Día. Esto se debe a que muchas personas, incluyendo al adventismo, han identificado al “Mesías” (literalmente ungido) del Daniel 9 como Jesús. No solamente eso, sino que esta es la profecía mesiánica más directa y exacta que podemos encontrar en todos los escritores veterotestamentarios [1] . Pero otras escuelas de interpretación, específicamente el preterismo[2] , sostienen que el mesías o ungido de Daniel 9 es Ciro y que tal mesías aparece después de las “siete semanas” y no después de las 62 semanas como sostenemos. En este estudio analizaremos la estructura literaria del propio libro de Daniel, así también responderemos a las preguntas sobresalientes: ¿Existe una separación entre 7 semanas y 62 o están unidas? ¿Quién es el Mesías y cuando aparece? ¿Ciro o Cristo? Le recomendamos al lector que primeramente lea detenidamente el capítulo 9 de Daniel y entienda la posición tradicional del historicismo[3] que sostiene la Iglesia Adventista antes de leer este artículo.
Estructura Literaria
La estructura literaria de Daniel 9 es imperativa para entender las 70 semanas. Esta se encuentra en una estructura quiástica. Esto forma el primer enlace entre días/años para entender las profecías. Las 70 semanas son semanas de años, es decir, son semanas proféticas. Según lo entendemos los adventistas y el historicismo, un día equivale a un año [4] . Pero esto va más allá, el principio día por año se confirma por la estructura misma de Daniel.
En la primera parte de Daniel 9 (versículos 1-19), Daniel oraba por la restauración de su pueblo y por el cumplimiento de los 70 años de Jeremías (vers. 2-3), luego, en el versículo 24 encuentra su contraparte con las 70 semanas. Los pasajes se relacionan en la estructura quiástica: “la primera frase es “setenta años” (A B); la segunda frase está formulada al revés: “semanas setenta” (B1A1)”[5] .
Se puede comprender mediante el siguiente diagrama (el diagrama no puede ser mostrado debidamente gracias a las opciones pobres que posee el foro cristiano, el que quiera verlas me tendrá que avisar para obtener el original):
Setenta A B años
Semanas B1 A1 setenta
Esto se le llama quiasmo y esto establece la relación e igualdad entre años/semanas y ambos setentas. Las semanas de años de confirman con el mismo libro de Daniel. En el capítulo 10 se menciona:
Dan 10:2 “En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas”.
En el original se lee “tres semanas de días” [shalósh(tres) yom (día) shabúa (semana)]. Esta es la única vez que aparece esta distinción tan marcada en la Biblia, entre las semanas de años (Daniel 9) y las semanas de días (Daniel 10).
Por lo tanto, la misma estructura, y no un “principio antojado” como muchos lo llaman, requiere que se utilice un día por año [6] .
No solo con la estructura comprobamos las semanas de años, sino el resto de la confusión reinante entre los ungidos y su aparición
El Mesías
El diccionario de Strong [7] traduce Mesías:
מָשִׁיחַ
Mashíakj de H4886; ungido; usualmente persona consagrada (como un rey, sacerdote, o santo); espec. Mesías:-ungido, Mesías.
“La palabra hebrea mashiah (mesías) es una forma pasiva del verbo mashah (ungir). Mashiah (Mesías) designa al individuo ungido”.
En las escrituras encontramos varios “mesías” o personas ungidas como profetas, sacerdotes o reyes. Pero lo interesante del Mesías de Daniel 9, es que no es solo un mesías sino El Mesías. La forma en que está escrita la palabra en el hebreo, es la única vez en la Biblia hebrea. Este sería el gran Mesías esperado, no ningún rey futuro, ni Ciro. Textos tales como;
Isa 44:28 “que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado”.
Isa 45:1 “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:”
No son válidos a la hora de examinar Daniel 9. El rey Ciro, tal como fue predicho, por Isaías, tendría parte en la reconstrucción, pero del templo (ver. 2 Cron. 36:23, Esdras 1:2,). Muchos tratan de incluir la restauración de la cuidad de Jerusalén, tal como lo requiere Daniel 9:25, sin embargo, la cuidad continuó en ruinas en tiempos de Ciro, tal como sugiere Esdras capítulo 4.
Entonces, literariamente e históricamente, el Mesías de Daniel 9 tiene que ser el mismo Cristo, no Ciro.
Meditemos en este dicho judío:
“Maldito es el dedo de la mano del brazo del hombre que estudia el libro de Daniel”.
No hay que divagar mucho para ver el porqué los judíos maldijeron todo aquel que se atreva a estudiar el libro de Daniel. La idea es transparente: Daniel 9 contiene la profecía mesiánica más importante y exacta en todo el Antiguo Testamento. Pero solo basta aclarar unos puntos restantes. ¿Cuándo aparecería el Mesías según Daniel?
¿7 semanas o 69 semanas? ¿Períodos continuos o separados?
La aparición del mesías es algo integral a la hora de establecer la identidad del mesías. Como establecimos hace unos momentos, el mesías de Daniel 9 no es otra persona que el Mesías esperado, el mismo Jesús. La Iglesia Adventista sostiene uniformemente que el Mesías aparece después de las 69 semanas, siendo ungido en el año 27 d.C. en ocasión de su bautismo. Leamos Daniel:
Dan 9:25 “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Según lo entendemos, la llegada del Mesías es después de las siete semanas y las sesenta y dos semanas, siendo un total de 69 semanas. No existe la presunta “pausa” entre las 7 semanas y las 62, haciendo dos períodos independientes como muchos quieren hacer parecer [8] . Es necesario nuevamente examinar los escritos originales y la estructura de Daniel.
El texto masorético (siglo X), indica claramente un “acento disyuntivo”, llamado Athnakh. Eso indica una “pausa” después de siete semanas. Esto lleva a pensar a muchos de la separación de ambos períodos, pero examinando más de cerca el contexto, podemos señalar varias razones para su unidad continua:
1. El establecimiento de las semanas de años, siendo un total de 490 años, hace lógica la continuidad de los períodos. Una separación sería ilógica. Siguiendo la línea preterista, señalan que después de las 7 semanas (49 años) surge el “mesías”. Siendo que solo existe un solo Mesías que cumpla con esto, es ilógico pensar en otro “mesías” después de 49 años del comienzo (457 a.C. con el calendario de otoño a otoño) de las setenta semanas.
2. La misma estructura literaria y estilística[9] de Daniel. Tal como lo sugiere el exégeta Jacques B. Doukhan, Daniel construyó el texto con dos temas entrelazados: el Mesías y Jerusalén. Cada uno de estos dos elementos tienen palabras distintivas y claves para ayudarnos a establecer la relación necesaria. “Cada vez que el texto se refiere al Mesías (A1A2A3), aparece la palabra “semanas” (shabuim), mientras que cada vez que el texto habla de Jerusalén (B1B2B3), aparece la palabra “trinchera”/ “decreto” (hrs)” [10] .
Observemos la estructura literaria de Daniel 9: 25-27, usando una traducción literal del texto (diagrama tomado del mismo libro de Doukhan):
A1 Venida del Mesías (vers. 25ª)
(desde la salida de la palabra para restaurar y construir Jerusalén), hasta “el” Mesías Príncipe, 7 semanas y 62 semanas.
B1 Construcción de la cuidad (vers. 25b)
Será restaurada y construida con plazas y trincheras en tiempos de problemas
A2 Muerte del Mesías (vers. 26ª)
después de las 62 semanas será cortado sin ninguna ayuda.
B2 Destrucción de la ciudad (vers. 26b)
y el pueblo del príncipe agresivo destruirá la cuidad y el santuario; su fin será en una inundación; hasta el fin de la guerra se decretan desolaciones.
A3 Pacto con el Mesías (vers. 27a)
Y él fortalecerá un pacto con muchos por una semana; y en el medio de la semana hará que el sacrificio y la ofrenda cesen para siempre.
B3 Destrucción de la ciudad (vers. 27b)
Y en vuelo abominaciones, desolando hasta el fin, y luego lo que fue decretado será derramado sobre el poder desolador.
Esta clara estructura literaria deja sin lugar a dudas el propósito del profeta al escribir Daniel. Resumiendo el diagrama, la palabra “semana” está ligada al Mesías y las palabras “trinchera/decreto” (poseen la misma raíz hebrea) está ligada a la cuidad, Jerusalén. Por lo tanto, el lugar de la pausa o Athnakh debería estar colocado después de las 62 semanas y no de las 7 semanas, lo cual esta continuidad forma unas 69 semanas. Además podemos señalar el hecho de que el ángel Gabriel, al hacer esta extraña división de 7 y 62, exaltaba el hecho de que después de 49 años (7 semanas) se terminaría de reconstruir a Jerusalén y la llegada del Mesías sería 434 años después (62 semanas).
3. El último punto para refutar la separación de las 69 semanas se encuentra en la sintaxis y el uso disyuntivo masorético athnach que se encuentra justo después de la palabra siete. La palabra “Athnach” es usada en la Biblia de diversas formas: