Los propósitos del Libro de Mormón son:
1. Dar testimonio de Cristo, certificando claramente y con simpleza su Divinidad como Hijo y la divinidad de su misión probando de manera irrefutable que él es el Redentor y Salvador;
2. Enseñar la doctrina del evangelio de tal manera pura y perfecta que el plan de salvación está claramente revelado; y
3: Ser un testigo al mundo de que José Smith es el ungido del Señor por medio del cual fueron puestos los cimientos para la gran obra de restauración de lo últimos días. Casi toda la doctrina del evangelio se enseña en el Libro de Mormón con mucho más claridad y perfección que esa misma doctrina revelada en la Biblia. Cualquiera que haga un paralelo con las enseñanzas de estos dos grandes libros sobre tales temas como la expiación, plan de salvación, recogimiento de Israel, bautismo, dones del Espíritu, milagros, revelación, fe, caridad (o cualquiera de los cientos otros), hallará prueba contundente de la superioridad de las enseñanzas del Libro de Mormón. El 28 de noviembre de 1841, después de una reunión con los Doce Apóstoles el Profeta escribió en su diario: "Les dije a los hermanos que el Libro de Mormón era el libro más correcto
sobre la tierra, y la clave de nuestra religión, y que un hombre podría acercarse más a Dios obedeciendo sus preceptos, que por ningún otro libro." (History of the Church, vol.4, pág. 461.)