Estimados foristas.
Aunque aparezca como nuevo en este foro, he llevado años participando en el foro, hace poco quise regresar y no pude entrar con mi usuario antiguo.
Una vez más me despido, sin dramas, me parece correcto y por respeto a ustedes que así lo hago, ya que creo desde mi punto de vista, sería más violento desaparecer así porque si.
Al comenzar a responder cosas que tienen que ver con el libro del apocalipsis, me siento que quizás los induzco a cometer errores respecto de la palabra.
En realidad el libro del apocalipsis, es el libro de la revelación de la iglesia, que como alguna vez escribió el apóstol Pablo es el cuerpo de Cristo en la tierra.
En otras palabras, si quiero saber si pertenezco a la iglesia con la que Dios trata, iré pasando por todas las etapas de este libro.
Cuando el señor Jesucristo hablo enseñando a orar el Padre nuestro, dijo que está en los cielos.
Juan arranca en el primer cielo (el mismo dice que estaba en el espíritu en el día del señor).al llegar al capítulo 4 y ver una puerta abierta en el cielo, se le dice sube acá y el mismo escribe que al instante estaba en el espíritu. Fíjense que ya estaba en el espíritu en el día del Señor, pero al subir esta en otro cielo, es otra altura espiritual, para llegar finalmentea ver a La nueva Jerusalén en el capítulo 21 descender del cielo, esa es otra altura espiritual.
Les sugiero, oren y pregunten, no se precipiten con el caballo blanco sin antes saber qué significa cada uno de los caballos o qué provoca, esto lo van a encontrar en el libro de Zacarías.
Resulta ser que los caballos que salen a la tierra del Norte, negros y blancos, hacen reposar el espíritu del señor en la tierra del Norte. Zacarías capítulo 6, presten atención al versículo 8.
Ser testigos de la palabra, no es leer e interpretar, al contrario en la búsqueda de Dios, se producen muchas vivencias que luego encuentro escritas en la palabra, y allí el verdadero testigo cae en la cuenta qué están hablando de él.
Dios les bendiga a todos y hasta pronto.
Podría ser un poco más explícito y no andar con vueltas porque no se entiende nada de lo que dice o quiere hacer entender .