Re: !EL FIN DE LA LEY!
Edgar, concuerdo parcialmente con tu posición. Los mandamientos que Dios dió al pueblo de Israel por medio de Moisés (Moisés como mediador) y que constituyeron el sistema de gobierno teocrático de Israel ya pasaron, pues cumplieron su propósito en Cristo.
Lo que debemos tener en claro es que Moisés no fue mediador del decálogo, pues los mandamientos de esta Ley Dios habló directamente al pueblo de Israel y él mismo los escribió en tablas de piedra. Todos los demás mandamientos promulgados por medio de la pluma de Moisés fueron dados a Moisés por medio de Ángeles. Eso lo tenemos claramente escrito en Gálatas 3:19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Es claro que la Ley de Moisés fue añadida a una Ley que ya era transgredida y esa ley, por descarte, no es otra que el decálogo. Los mandamientos del decálogo no existieron a partir de su promulgación en el Sinaí. Por ejemplo ya antes, en Mara, Dios reprendia a los Israelita pues, al transgredir el dia de reposo semanal, demostraban que no querían guardar sus mandamientos y sus leyes. Y, mucho antes, Caín pecó al matar a Abel. (Si el decálogo hubiera existido a partir del Sinaí, Caín no habría pecado al matar a Abel).
El decálogo es la ley Natural inherente al hombre que viene siendo transgredida desde la creación y es una ley que aún resumiendose en el amor (Amor a Dios y amor al prójimo) no pierde su caracteristica de natural e inherente al hombre porque el amor mismo es natural y universal. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y siendo Dios amor, el hombre debe reflejar la imagen y semejanza de Dios con la cual fue creado amando a Dios y amando a su prójimo, y llegar a cumplir la ley natural.
Si los mandamientos dados por medio de Moisés (Moisés como mediador) y ordenados por medio de ángeles constituyen la Ley de Moisés, los mandamientos dados por medio de Cristo (Cristo como mediador) ordenados por el mismo Dios, constituyen la Ley de Cristo.
Así como la Ley de Moisés, que no es de fe, (el que hiciere estas cosas vivirá por ellas), legislada en torno al decálogo que fue promulgada por Dios mismo, corresponde al mundo, así también la Ley de Cristo (ley de fe), que gira igualmente en torno al decálogo (ley espiritual) corresponde al reino de los Cielos.
Para el Cristiano, Cristo es TODO, pues con Cristo se restablece nuestra imagen y semejanza a Dios, porque en Cristo somos capaces de reflejar el amor, amando a Dios y amando al prójimo, por eso, estando en Cristo se cumple la Ley Natural (el decálogo) pues el que ama cumple la Ley (natural) y no peca.
Los Judíos necesitaron la orientación de la Ley de Moisés (letra) para no transgredir la ley de Dios así como los Cristianos necesitamos la Ley de Cristo (fe) para no transgredir la Ley de Dios.
La Ley de Dios es única e inmutable, es natural e inherente a la creación, como lo es la ley de la gravedad.
En ese sentido el que transgrede la Ley de Dios sufre las consecuencias de su transgresión (que no es lo mismo que castigo), del mismo modo, el que transgrede las leyes de la gravedad sufre las consecuencias de su transgresión pues los contrazuelazos que nos damos no es un castigo por transgredir la ley de la gravedad sino la consecuencia de hacerlo.
Bendiciones,
amigo marce observa:
la ley mosaica estaba vigente mientras su dador vivía... el señor jesus no estaba enseñando la ley mosaica por que los israelitas ya la tenían justo como señalas. el enseñaba su ley que no era conocida por los judios, ni por el mundo.
Edgar, concuerdo parcialmente con tu posición. Los mandamientos que Dios dió al pueblo de Israel por medio de Moisés (Moisés como mediador) y que constituyeron el sistema de gobierno teocrático de Israel ya pasaron, pues cumplieron su propósito en Cristo.
Lo que debemos tener en claro es que Moisés no fue mediador del decálogo, pues los mandamientos de esta Ley Dios habló directamente al pueblo de Israel y él mismo los escribió en tablas de piedra. Todos los demás mandamientos promulgados por medio de la pluma de Moisés fueron dados a Moisés por medio de Ángeles. Eso lo tenemos claramente escrito en Gálatas 3:19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Es claro que la Ley de Moisés fue añadida a una Ley que ya era transgredida y esa ley, por descarte, no es otra que el decálogo. Los mandamientos del decálogo no existieron a partir de su promulgación en el Sinaí. Por ejemplo ya antes, en Mara, Dios reprendia a los Israelita pues, al transgredir el dia de reposo semanal, demostraban que no querían guardar sus mandamientos y sus leyes. Y, mucho antes, Caín pecó al matar a Abel. (Si el decálogo hubiera existido a partir del Sinaí, Caín no habría pecado al matar a Abel).
El decálogo es la ley Natural inherente al hombre que viene siendo transgredida desde la creación y es una ley que aún resumiendose en el amor (Amor a Dios y amor al prójimo) no pierde su caracteristica de natural e inherente al hombre porque el amor mismo es natural y universal. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y siendo Dios amor, el hombre debe reflejar la imagen y semejanza de Dios con la cual fue creado amando a Dios y amando a su prójimo, y llegar a cumplir la ley natural.
Si los mandamientos dados por medio de Moisés (Moisés como mediador) y ordenados por medio de ángeles constituyen la Ley de Moisés, los mandamientos dados por medio de Cristo (Cristo como mediador) ordenados por el mismo Dios, constituyen la Ley de Cristo.
Así como la Ley de Moisés, que no es de fe, (el que hiciere estas cosas vivirá por ellas), legislada en torno al decálogo que fue promulgada por Dios mismo, corresponde al mundo, así también la Ley de Cristo (ley de fe), que gira igualmente en torno al decálogo (ley espiritual) corresponde al reino de los Cielos.
Para el Cristiano, Cristo es TODO, pues con Cristo se restablece nuestra imagen y semejanza a Dios, porque en Cristo somos capaces de reflejar el amor, amando a Dios y amando al prójimo, por eso, estando en Cristo se cumple la Ley Natural (el decálogo) pues el que ama cumple la Ley (natural) y no peca.
Los Judíos necesitaron la orientación de la Ley de Moisés (letra) para no transgredir la ley de Dios así como los Cristianos necesitamos la Ley de Cristo (fe) para no transgredir la Ley de Dios.
La Ley de Dios es única e inmutable, es natural e inherente a la creación, como lo es la ley de la gravedad.
En ese sentido el que transgrede la Ley de Dios sufre las consecuencias de su transgresión (que no es lo mismo que castigo), del mismo modo, el que transgrede las leyes de la gravedad sufre las consecuencias de su transgresión pues los contrazuelazos que nos damos no es un castigo por transgredir la ley de la gravedad sino la consecuencia de hacerlo.
Bendiciones,