La tumba de María
Según la tradición ortodoxa, la tumba de María se encuentra en el valle de Cedrón, al pie del Monte de los Olivos, cerca de la Basílica de Getsemaní. Este lugar es venerado como la Iglesia del Sepulcro de Santa María.
En la Biblia existen registros de personas que fueron llevadas al cielo sin experimentar la muerte física ni dejar tumba conocida, como Enoc y Elías (ver 2 Pedro 1:14 y Hebreos 9:27). Estos casos extraordinarios revelan la soberanía de la gracia de Dios, pues no se explican mediante la doctrina de la justificación en Cristo (2 Corintios 5:20).
El tesoro de méritos: ¿Gracia o engaño?
Lo que sí parece fruto de la astucia de la serpiente es la invención del llamado "tesoro de méritos", una idea desarrollada en el marco de la teología de las indulgencias y la comunión de los santos.
Origen histórico
- Papa: Clemente VI
- Pontificado: 1342–1352
- Documento clave: Bula papal emitida durante el Jubileo del año 1350
En esta bula, Clemente VI describe la sangre de Cristo como un "gran tesoro" adquirido para la Iglesia militante. A los méritos infinitos de Cristo se suman los de la Virgen María y los santos. Este tesoro, confiado a San Pedro y sus sucesores, puede aplicarse para la remisión de las penas temporales debidas al pecado.
Pero ¿cómo puede hablarse de sucesores si Pedro ya había muerto? ¿Y por qué se inventa esta figura cuando la Biblia prohíbe la invocación de los muertos para tareas terrenales?
Una crítica a la práctica
Muchos líderes del catolicismo romano han perpetuado esta doctrina, no por fidelidad a la verdad bíblica, sino por interés económico. Han mercadeado con la fe durante siglos. Al "revivir" simbólicamente a Pedro, cada Papa es visto como administrador de las llaves del Reino de los cielos, lo que les permite gestionar indulgencias extraídas del "tesoro de méritos". Esto se hace mediante la extrapolación y distorsión de frases como: “Lo que atares en la tierra, será atado en el cielo”, aplicándola al perdón de pecados.
Así, el "tesoro de méritos" se convirtió en el fundamento para la venta de indulgencias, especialmente en ritos post mortem, destinados a quienes carecían de méritos suficientes. No solo se incluyen los méritos de Cristo y María, sino también los de todos los santos canonizados por Roma.
La mayoría de los fieles que mueren bajo esta doctrina lo hacen, según esta lógica, con impurezas en el alma. Por tanto, se considera obligatorio el paso por el purgatorio, donde esas impurezas son purificadas antes de acceder al cielo. Y ese “transporte celestial” también está condicionado al pago de indulgencias.
Una vez realizado el pago, las indulgencias se retiran del "tesoro de méritos" y se aplican a quienes no tienen méritos propios, permitiéndoles avanzar hacia la gloria.
Llamado a la reflexión
La pregunta que hizo Bildad en Job 25:4 —“¿Cómo puede el hombre ser justo delante de Dios?”— encuentra su respuesta en 2 Corintios 5:21:
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
No hay méritos acumulados ni indulgencias que puedan sustituir esta verdad: la justicia del creyente proviene únicamente de Cristo.
Todos los pecados de la raza humana fueron puestos sobre Cordero de Dios en el altar de la Cruz (Zac.3:9; Jn.1:29; 1JN.1:7)
No solamente el peso del pecado de las generaciones anteriores al tiempo del Señor, sino también las generaciones presentes en el tiempo y las generaciones futuras, que somos nosotros, para que entendamos que el poder de la sangre de Cristo (1P.1:18-20) trasciende el tiempo y el espacio y su efecto es eterno.
De ahí que los santos del AT fueron recluidos en el Hades debido a la imperfección de la sangre de los animales (Heb.10:4) pero una vez que Cristo derramó su sangre preciosa, fueron purificados y cuando Cristo desciende al Hades, lo hace no en debilidad, sino con todo su poder, magnificencia, justificado en Espíritu, y va a rescatar del control del Tirano, lo que es suyo, lo que le pertenece para trasladarlo al Paraiso, en el tercer cielo (Ef.4:8; 2Cor.12:2-4)
Isa 49:24 ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano?
Isa 49:25 Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos.
Y en esa compañía que ha sido arrebatada al tirano, contemplamos al último santo del AT a quien el Señor le dijo "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", va contento, gozoso, no asistía a ningún culto, no pertenecía a ningún grupo religioso, pero se arrepintió y creyó en el Señor a punto de morir, así es la Soberanía de Cristo y su gracia (2Tim.1:9)
LA GRACIA ES SOBERANA Y ES LIBRE.