HIPOCRESÍA ASESINA
Un día como hoy, en 1536, William Tyndale fue martirizado y asesinado por los católicos romanos: primero estrangulado y luego quemado en la hoguera. Su “crimen” fue traducir las Escrituras a la lengua del pueblo, haciendo accesible la Palabra de Dios a todos, algo que los líderes papistas veían como una amenaza a su autoridad. Mientras las llamas lo consumían, su última oración se elevó al cielo: “Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra”. Y, en la providencia de Dios, esa oración fue escuchada y respondida.
Y VIENEN AL FORO, NO A SER SALVOS, NI A BUSCAR LA SANA DOCTRINA, SINO A SACAR TEMAS LLENOS DE HIPOCRESÍA RELIGIOSA.

Un día como hoy, en 1536, William Tyndale fue martirizado y asesinado por los católicos romanos: primero estrangulado y luego quemado en la hoguera. Su “crimen” fue traducir las Escrituras a la lengua del pueblo, haciendo accesible la Palabra de Dios a todos, algo que los líderes papistas veían como una amenaza a su autoridad. Mientras las llamas lo consumían, su última oración se elevó al cielo: “Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra”. Y, en la providencia de Dios, esa oración fue escuchada y respondida.
Y VIENEN AL FORO, NO A SER SALVOS, NI A BUSCAR LA SANA DOCTRINA, SINO A SACAR TEMAS LLENOS DE HIPOCRESÍA RELIGIOSA.
