Los hombres entendidos del AT escribieron que Dios es justo y que sus juicios justos son. Pero el hombre de hoy día no sabe quien es Dios. Solamente quiere seguir tras sus ídolos modernos y sus baales. De igual manera que antes, juzgan a Dios como los enemigos de Israel y quienes eran corruptos delante de Dios lo hacían. Los justos que sufrían los juicios de Dios reconocieron que habían pecado. Ej: David y su fornicación con la mujer ajena (Betsabé):
II Samuel 12:13-20.
Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente. Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró.
A pesar de lo que Jehová hizo al niño de David. El Justo se mantuvo y adoró a Dios. Esta actitud es diferente a la de los injustos de todos los tiempos.
Los Israelitas hicieron juramento y pacto con Jehová y Jehova hizo lo que estaba escrito en el pacto de su pueblo con él. (Jehová es justo)
Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre. Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto 28 menos esta casa que yo he edificado? Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona. Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.
Ahora os haré una pregunta: ¿Acaso no tenemos leyes que dan muerte a una persona que comete actos deshonestos? ¿os parece injusto? ¿Cómo pues obedecéis y creéis que las leyes que el hombre reglamenta son buenas; pero que Dios es injusto? De esta manera actúa el deshonesto; pero sea Dios ensalzado y el hombre humillado. Porque la sabiduría de Dios sobrepasa a todo entendimiento. Si el hombre adoptó las leyes de Dios, ¿Por qué damos la gloria al hombre?
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