Aun recuerdo cuando era un chiquillo de corta edad y mis padres me llevaban a las procesiones de semana santa que, año tras año, se hacian en mi pueblo. Y lo recuerdo de una manera comun en todo niño que observa con incredulidad como los "adultos" imploraban, rezaban y adoraban a todas aquellas estatuas lujosamente engalanadas para la ocasion y que eran llevadas a hombros por todas las calles del pueblo. Y es que, desde mi mas tierna infancia, mi infantil mente intuia que aquellas figuras que representaban el origen de una religion que yo, por aquel entonces, no podia entender de ninguna de las maneras, tenian el mismo poder que el "madelman" que me trajeron los reyes magos aquel año. Y es que cuando jugaba con mi "madelman" su apariencia herculea y poderosa No podia salvarle de que le arrancase brazos y piernas para luego volver a pegarselas con un famoso pegamento de la epoca llamado " PEGAMENTO Y-MEDIO". Y la misma y tragica suerte corrian las muñecas que los reyes magos habian traido a mis hermanas si estas cometian el error de dejarlas al alcance de mis traviesas manos.