Re: El cerdo y los camarones.
bvicente18 dijo:Hola a todos.
Parece que usted no sabe leer muy bien, porque mis palabras exactas fueron estas: “veo que los judaizantes, simplemente quieren seguir "opinando y opinando" sobre los "animales inmundos", sin mostrar un claro y directo: "ASÍ DICE JEHOVÁ"; que se aplique directamente a la iglesia Cristiana”.
Luego, le invito a mirar bien la frase: “un claro y directo: "ASÍ DICE JEHOVÁ"; que se aplique directamente a la iglesia Cristiana”.
Y vuelvo a recalcarle esta parte: “Que se aplique directamente a la iglesia Cristiana”.
Yo le indicaré el pasaje que usted exige, cuando usted me demuestre que el AT esté invalidado para la congregación cristiana.
Al contrario de lo que usted pretende, Cristo validó la vigencia del AT al recomendarnos su lectura porque en ellas hallamos vida eterna (Juan 5:39). Esas Escrituras son precisamente el AT, pues el NT no había sido escrito aún. Jesús dice de ellas: "A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos" (Luc. 16:29). Usted prefiere no oír, pero esa no es una actitud nueva en la historia de la humanidad (Jer. 17:23; Zac. 7:11).
Lucas nos informa que los hermanos de Berea eran solícitos en el estudio de las Escrituras para comprobar si una doctrina era verdadera o falsa (Hec. 17:11). Y Pablo nos dice que "las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza" (Rom. 15:4), y a Timoteo le escribe que esas Escrituras "pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2 Tim. 3:15). De manera que ahí tiene usted que el AT se aplica a los cristianos directamente. Ahora deberá usted demostrarme que esas Escrituras no tienen ninguna validez para los cristianos.
Entonces, “carrer”, espero que ahora por fin haya entendido, que estoy hablando de “un así dice Jehová”, que clara y directamente, se le haya dicho a “la iglesia Cristiana”; lo que no incluye, lo que usted y otros supongan que constituyen mandatos para los Cristianos; amparándose en sus propios razonamientos humanos……..
Fíjese que a Pedro nunca se le dijo que no comiera animales inmundos. Él pasó tres años de ministerio con Cristo, y Cristo nunca le ordenó nada al respecto. Aún así, él se negó a comer de estos animales, sin exigir que se le presentara una nueva orden de Dios específica para los cristianos. ¿Hay una diferencia entre la actitud de Pedro y la actitud de usted frente a la palabra de Dios? La hay. Y muy grande.
Pero fíjese además que, tras haber pasado tres años de ministerio con Cristo, él nunca comió nada inmundo, pues él confiesa: "ninguna cosa común o inmunda he comido jamás" (Hec. 10:14). Esto demuestra que las palabras de Cristo en Marcos 7:19 no significaban que los cristianos podían comer inmundicias, o de lo contrario Pedro no se habría negado a comer lo que ya estaba autorizado para comer. Sí, la única manera en que Pedro aprendió aquella norma divina fue precisamente leyendo las Escrituras que usted pretende eliminar. Pero, pese a su empeño a invalidar el mandamiento y la palabra de Dios, la Biblia dice que "la palabra del Dios nuestro permanece para siempre" (Is. 40:8). ¿Desea usted quitar de la Biblia la parte que le aprece odiosa, la que vulnera su propio apetito y le prohibe hacer lo que le gusta para no sentirse culpable? Pues Dios dice: "He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres"(Ec. 3:14). Por eso, siga metiéndose cuanta inmundicia se le antoje, pero no venga a decir que Dios lo está autorizando a hacerlo, porque lo que Él dice es exactamente lo contrario.
-Ahora bien, sobre Hechos 15, usted incurre en un error similar, cuando pretende hacer una exégesis del pasaje, alejándose del propio contexto, y basándose en sus preconceptos.
Veamos:
1) Lo primero es, ¿puede usted demostrar, que el tema de los “animales inmundos”, no era parte de la ley mosaica?.
Yo creo, que no podría demostrarlo; por lo tanto, mientras usted no demuestre lo contrario, lo voy a considerar así…..
2) Usted da a entender, que el tema del “Concilio Apostólico de Hechos 15”, era solamente la circuncisión. Y con eso, usted asume algo, que solamente es una “media verdad”.
Le reto a que pruebe eso, basándose en el propio contexto de Hechos 15.
Por mi parte, le probaré lo contrario, no con mi opinión, sino con el propio pasaje de Hechos 15:
“5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. 6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto".
Entonces, le pregunto, ¿Acaso usted no sabe leer bien, o quiere ignorar el contexto bíblico?:
“Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. 6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto".
Luego, se ve que la mención de “la circuncisión” era circunstancial aquí, porque el punto central era, que según los judaizantes, los gentiles debían: “guardar la ley de Moisés”.
Y recuerde, que la circuncisión era la puerta de entrada al pacto antiguo, por lo tanto, era imposible que alguien se planteara “guardar la ley”, sin hacerse la circuncisión primero.
Entonces, por eso la exigencia, de que los gentiles debían circuncidarse….
Fíjese que usted reconoce que el problema era la circuncisión y no los animales inmundos. Pero respóndame: si toda la Ley de Moisés está abolida, como usted pretende, ¿por qué los apóstoles les indican a los hermanos que debían abstenerse de sangre y de animales ahogados? (Hec. 15:20). ¿No son estas disposiciones parte de la Ley de Moisés? (Lev. 17:10-16). Esto le demuestra a usted que no todas las disposiciones mosaicas perecieron.
Lo que usted necesita es un versículo que diga expresamente que los animales inmundos ya no están prohibidos, o que diga que la comunidad cristiana primitiva empezó a comer animales inmundos.
Dejo el tema hasta aquí, para no alargarlo demasiado.
¿Estrategia de evasión? No me sorprende para nada. Que le vaya bien y que le aprovechen las inmundicias que come contrariando la voluntad divina. Inténtelo, tal vez si usted ora con suficiente fervor desaparezca toda la inmundicia propia de esos animales. Yo seguiré razonando con los que quieran descubrir la verdad.
G.C.