Re: El catolicismo tiene su casa sobre la arena
Verá, atienda bien a una de las referencias bíblicas que indica el Dogma:
Rom. 8:30 Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio parte en su gloria.
Y ellos aceptaron?
Repito, todo llamamiento inplica una aceptación al llamado. Nunca implicará una coerción a la aceptación de dicho llamado.
Es Dios quien los destina, desde antes de la Creación.
Nunca he dicho lo contrario. Y para confirmarlo, bastará que leas esto.
Mateo 22,14
Muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
Ellos vienen al mundo YA PREDESTINADOS POR DIOS, han nacido PARA SER APARTADOS PARA DIOS, no tienen otra opción PORQUE HAN NACIDO por la Voluntad de Dios para ser predestinados, llamados, justificados, y... NO OLVIDE QUE ES DIOS QUIEN SE LO HA PROPUESTO, no la criatura de modo alguno.
Esto que acabas de decir, es herejía.
La predestinación no implica la salvación automática. San Pablo es claro en ello, ya que no se sentía salvado aún. Y vaya que fue llamado!!!
Están PREDESTINADOS POR DIOS. Y depende únicamente de Dios
No!!!!
Depende de la aceptación voluntaria y de cumplir con dicho mandato. La Iglesia Católica es clara en ese sentido
2013 ‘Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad’ (LG 40). Todos son llamados a la santidad: ‘Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto’ (Mt 5, 48):
Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo, para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán siguiendo las huellas de Cristo, haciéndose conformes a su imagen, y siendo obedientes en todo a la voluntad del Padre. De esta manera, la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como lo muestra claramente en la historia de la Iglesia la vida de los santos. (LG 40).
Y te doy un claro ejemplo. Te cito la carta de Lúcido, quein fue reprendido por unConcilio al decir que la predestinación sustituye el libre albedrío.
De la gracia y la predestinación
Vuestra corrección es pública salvación y vuestra sentencia medicina. De ahí que también yo tengo por sumo remedio, excusar los pasados errores acusándolos, y por saludable confesión purificarme. Por tanto, de acuerdo con los recientes decretos del Concilio venerable, condeno juntamente con vosotros aquella sentencia que dice que no ha de juntarse a la gracia divina el trabajo de la obediencia humana; que dice que después de la caída del primer hombre, quedó totalmente extinguido el albedrío de la voluntad; que dice que Cristo Señor y Salvador nuestro no sufrió la muerte por la salvación de todos; que dice que la presciencia de Dios empuja violentamente al hombre a la muerte, o que por voluntad de Dios perecen los que perecen; que dice que después de recibido legítimamente el bautismo, muere en Adán cualquiera que peca; que dice que unos están destinados a la muerte y otros predestinados a la vida; que dice que desde Adán hasta Cristo nadie de entre los gentiles se salvó con miras al advenimiento de Cristo por medio de la gracia de Dios, es decir, por la ley de la naturaleza, y que perdieron el libre albedrío en el primer padre; que dice que los patriarcas y profetas y los más grandes santos, vivieron dentro del paraíso aun antes del tiempo de la redención. Todo esto lo condeno como impío y lleno de sacrilegios. De tal modo, empero, afirmo la gracia de Dios que siempre añado a la gracia el esfuerzo y empeño del hombre, y proclamo que la libertad de la voluntad humana no está extinguida, sino atenuada y debilitada, que está en peligro quien se ha salvado, y que el que se ha perdido, hubiera podido salvarse.
Confieso también que Cristo Dios y Salvador, por lo que toca a las riquezas de su bondad, ofreció por todos el precio de su muerte y no quiere que nadie se pierda, Él, que es salvador de todos, sobre todo de los fieles, rico para con todos los que le invocan [Rom. 10, 12]… Ahora, empero, por la autoridad de los sagrados testimonios que copiosamente se hallan en las divinas Escrituras, por la doctrina de los antiguos, puesta de manifiesto por la razón, de buena gana confieso que Cristo vino también por los hombres perdidos que contra la voluntad de Él se han perdido. No es lícito, en efecto, limitar las riquezas de su bondad inmensa y los beneficios divinos a solos aquellos que al parecer se han salvado. Porque si decimos que Cristo sólo trajo remedios para los que han sido redimidos, parecerá que absolvemos a los no redimidos, los que consta han de ser castigados por haber despreciado la redención. Afirmo también que se han salvado, según la razón y el orden de los siglos, unos por la ley de la gracia, otros por la ley de Moisés, otros por la ley de la naturaleza, que Dios escribió en los corazones de todos, en la esperanza del advenimiento de Cristo; sin embargo, desde el principio del mundo, no se vieron libres de la atadura original, sino por intercesión de la sagrada sangre. Profeso también que los fuegos eternos y las llamas infernales están preparadas para los hechos capitales, porque con razón sigue la divina sentencia a las culpas humanas persistentes; sentencia en que incurren quienes no creyeren de todo corazón estas cosas. Orad por mi, señores santos y padres apostólicos.
Lúcido, presbítero, firmé por mi propia mano esta mi carta, y lo que en ella se afirma, lo afirmo, y lo que se condena, condeno.
CONCILlO DE ARLES, 475
Del memorial de sujeción de Lúcido, presbítero
Tomado del Enchiridion Symbolorum
Ahora bien, y es lo que indica el Dogma: QUE NADIE SE CREA PREDESTINADO POR SI MISMO, porque únicamente puede ser por Voluntad de Dios, y únicamente Dios puede Revelarlo, si es que quiere Revelarlo.
Muy bien, algo has aprendido hoy.
Sería una acto de soberbia creerse predestinado
Exacto!!!
Por eso dije que era algo absurdo. Veo que ya vas comprendiendo.
ya que con ello se consideraaría uno superior a los otros hermanos, y podría olvidarse de perseverar, velar, y... espero que entienda ya
Pues yo siempre lo entendí así.