EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.

Repito y repito la iglesia católica apostólica romana es una gran mentira del diablo para engañar con la salvación de Cristo.
Todo son mentiras ,sus sacramentos,su Magisterio ,su orden sacerdotal ,su Papá ,su representación de Dios en laTierra,etc,etc
Cuando la iglesia católica afirma que Jesucristo resucitó al tercer día
¿Es una gran mentira?
 
A todos los católicos cuántas veces hemos mostrado las Escrituras y el Magisterio y sus contradicciones y asi como los Dogmas que deberían dar luz y si embargo se escribieron para contradecir a Dios y su Palabra y cuántos curas están siendo denunciando como abusadores,ladrones, desleales, mentirosos, sodomitas que te le dan la hostia y no le enseñan el Verdadero Evangelio de Cristo.
 
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No contesto falacias ,ya di mis explicaciones por tercera vez, no le gusta y no tengo la culpa.
Tiene que esforzarse un poco más.
Una afirmación es la que puede ser una falacia
No una pregunta simple

Si fuera una pregunta compleja o compuesta, podría ser que constituya una falacia, pero tendría que demostrarlo

No sea cobarde y responda con honestidad cuando se le pregunta
 
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Tiene que esforzarse un poco más.
Una afirmación es la que puede ser una falacia
No una pregunta simple

Si fuera una pregunta compleja o compuesta, podría ser que constituya una falacia, pero tendría que demostrarlo

No sea cobarde y responda con honestidad cuando se le pregunta
A todos ustedes irresponsables,soy salvo hasta la médula y no fue por el bautismo ,sino por el arrepentimiento genuino de corazón y por la sangre derramada de Jesucristo en la cruz y ya dejen las pavada teologicas de la hostia como algo mágico y es un acto carnal que sin la predisposición genuina de corazón arrepentido no sirve para nada y que todos los domingos tengo que tomarla es como el perdón de la ley ,ya que había que repetirlo una y otra vez y esa no es la salvación de 'Cristo y que cubre los pecados pasados, presentes y futuros ,los que reciben su Espíritu porque esa es la verdadera salvación ,una intervención espiritual ,cosa que sus curas no saben ,ni enseñan.
 
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LA VISITA DEL DEMONIO EN SOTANA

Por Chiniquy

Un hermoso día de 1818, mi padre escribía en su oficina, mi madre estaba tejiendo y yo jugaba en la entrada de la puerta; de repente, vi a un sacerdote acercarse a la verja y sentí un escalofrío de inquietud. Fue su primera visita a nuestro hogar.

El sacerdote era de baja estatura con una apariencia desagradable. Tenía hombros grandes y era muy corpulento. Su cabello era largo y despeinado y su doble barba parecía gemir bajo el peso de sus mejillas flácidas.

De prisa corrí y dije en voz baja a mis padres, El señor cura viene.

El sonido apenas había salido de mis labios cuando el Rev. Courtois llegó a la puerta. Mi padre le recibió, extendiéndole la mano para saludarlo.

El sacerdote nació en Francia, donde escapó por un pelo de ser condenado a muerte bajo la administración sangrienta de Robespierre. Se había refugiado en Inglaterra con muchos otros sacerdotes franceses; luego, vino a Qüebec; aquí el obispo le dio el cargo de la parroquia de Murray Bay.

Su plática era animada e interesante el primer cuarto de hora; nos dio verdadero gusto escucharlo. Pero, de repente, su rostro cambió como si una nube negra viniera sobre su mente y dejó de hablar. Mis padres habían quedado respetuosamente callados mientras le escuchaban. El silencio que seguía era sumamente desagradable para todos, como la hora pesada que precede a una tempestad.

Por fin, el sacerdote, dirigiéndose a mi padre, dijo: Señor Chíniquy, ¿Es verdad que usted y su hijo leen la Biblia?

Sí, señor, fue su pronta respuesta, mi hijo y yo leemos la Biblia y mejor aún, él ha memorizado un gran número de sus capítulos más interesantes. Si usted permite señor cura, él le recitará algunos.

¡No vine con ese propósito! contestó bruscamente el sacerdote, Pero, ¿No sabe usted que está prohibido por el concilio de Trento leer la Biblia en francés?

Me da lo mismo leer la Biblia en francés, griego o latín, contestó mi padre, porque entiendo estos idiomas con igual facilidad.

Pero, ¿Ignora el hecho de que no puede permitir a su hijo leer la Biblia? replicó el sacerdote.

Mi esposa dirige a nuestro hijo en la lectura de la Biblia y no creo que cometamos ningún pecado.

Señor Chíniquy, respondió el sacerdote, usted ha pasado todo un curso de teología. Usted sabe los deberes de un cura. Usted sabe que es mi penosa obligación venir aquí, QUITARLE LA BIBLIA Y QUEMARLA!!.

Mi abuelo era un audaz marinero español (nuestro apellido original era Etchiniquía) y había demasiado orgullo y sangre española en mi padre para escuchar con paciencia a tales frases en su propia casa.

Se paró rápido como un rayo; yo abracé, temblando, a mi madre quien también temblaba.

Al principio, temí que sucedería alguna escena desafortunada y violenta, porque el enojo de mi padre en ese momento era terrible.

Pero más temía que el sacerdote echara mano a mi querida Biblia que estaba delante de él en la mesa.

Era mía; fue un regalo de navidad del año pasado.

Afortunadamente, mi padre se controló, pero se paseaba por la habitación con sus labios pálidos, temblando y hablando entre dientes.

El sacerdote le observaba atentamente, presionando sus manos convulsivamente a su bastón y su rostro manifestaba un terror bien fundado. Quedó claro que el embajador de Roma no se hallaba tan infaliblemente seguro de su posición.

Después de sus últimas palabras, permaneció silencioso como una tumba.

Por fin, mi padre se paró súbitamente delante del sacerdote, y le dijo:

“Señor, ¿Es eso todo lo que usted tiene que decir?”

Sí, señor. Dijo el sacerdote temblando.

-Bien- añadió mi padre - usted sabe por cual puerta entró a mi casa; por favor, salga por la misma puerta y váyase rápido!!

El sacerdote salió inmediatamente.

Yo sentí gozo inefable de que mi Biblia estaba segura.

Corrí a mi padre, le abracé, le besé y le agradecí su victoria. Y para compensarlo, en mi sencillez de niño, me subí a la mesa grande y en mi mejor estilo, recité la pelea entre David y Goliat.

Por supuesto, en mi mente, mi padre era David y el sacerdote de Roma era el gigante a quien la pequeña piedra del arroyo había derribado.

Tú conoces, Oh Dios, que a esa Biblia leída en las rodillas de mi madre, yo debo, por tu infinita misericordia, el conocimiento de la verdad que tengo hoy; porque ella mandó a mi joven corazón inteligente, rayos de luz que todos los sofismas y errores de Roma nunca pudieron extinguir.

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LA VISITA DEL DEMONIO EN SOTANA

Por Chiniquy

Un hermoso día de 1818, mi padre escribía en su oficina, mi madre estaba tejiendo y yo jugaba en la entrada de la puerta; de repente, vi a un sacerdote acercarse a la verja y sentí un escalofrío de inquietud. Fue su primera visita a nuestro hogar.

El sacerdote era de baja estatura con una apariencia desagradable. Tenía hombros grandes y era muy corpulento. Su cabello era largo y despeinado y su doble barba parecía gemir bajo el peso de sus mejillas flácidas.

De prisa corrí y dije en voz baja a mis padres, El señor cura viene.

El sonido apenas había salido de mis labios cuando el Rev. Courtois llegó a la puerta. Mi padre le recibió, extendiéndole la mano para saludarlo.

El sacerdote nació en Francia, donde escapó por un pelo de ser condenado a muerte bajo la administración sangrienta de Robespierre. Se había refugiado en Inglaterra con muchos otros sacerdotes franceses; luego, vino a Qüebec; aquí el obispo le dio el cargo de la parroquia de Murray Bay.

Su plática era animada e interesante el primer cuarto de hora; nos dio verdadero gusto escucharlo. Pero, de repente, su rostro cambió como si una nube negra viniera sobre su mente y dejó de hablar. Mis padres habían quedado respetuosamente callados mientras le escuchaban. El silencio que seguía era sumamente desagradable para todos, como la hora pesada que precede a una tempestad.

Por fin, el sacerdote, dirigiéndose a mi padre, dijo: Señor Chíniquy, ¿Es verdad que usted y su hijo leen la Biblia?

Sí, señor, fue su pronta respuesta, mi hijo y yo leemos la Biblia y mejor aún, él ha memorizado un gran número de sus capítulos más interesantes. Si usted permite señor cura, él le recitará algunos.

¡No vine con ese propósito! contestó bruscamente el sacerdote, Pero, ¿No sabe usted que está prohibido por el concilio de Trento leer la Biblia en francés?

Me da lo mismo leer la Biblia en francés, griego o latín, contestó mi padre, porque entiendo estos idiomas con igual facilidad.

Pero, ¿Ignora el hecho de que no puede permitir a su hijo leer la Biblia? replicó el sacerdote.

Mi esposa dirige a nuestro hijo en la lectura de la Biblia y no creo que cometamos ningún pecado.

Señor Chíniquy, respondió el sacerdote, usted ha pasado todo un curso de teología. Usted sabe los deberes de un cura. Usted sabe que es mi penosa obligación venir aquí, QUITARLE LA BIBLIA Y QUEMARLA!!.

Mi abuelo era un audaz marinero español (nuestro apellido original era Etchiniquía) y había demasiado orgullo y sangre española en mi padre para escuchar con paciencia a tales frases en su propia casa.

Se paró rápido como un rayo; yo abracé, temblando, a mi madre quien también temblaba.

Al principio, temí que sucedería alguna escena desafortunada y violenta, porque el enojo de mi padre en ese momento era terrible.

Pero más temía que el sacerdote echara mano a mi querida Biblia que estaba delante de él en la mesa.

Era mía; fue un regalo de navidad del año pasado.

Afortunadamente, mi padre se controló, pero se paseaba por la habitación con sus labios pálidos, temblando y hablando entre dientes.

El sacerdote le observaba atentamente, presionando sus manos convulsivamente a su bastón y su rostro manifestaba un terror bien fundado. Quedó claro que el embajador de Roma no se hallaba tan infaliblemente seguro de su posición.

Después de sus últimas palabras, permaneció silencioso como una tumba.

Por fin, mi padre se paró súbitamente delante del sacerdote, y le dijo:

“Señor, ¿Es eso todo lo que usted tiene que decir?”

Sí, señor. Dijo el sacerdote temblando.

-Bien- añadió mi padre - usted sabe por cual puerta entró a mi casa; por favor, salga por la misma puerta y váyase rápido!!

El sacerdote salió inmediatamente.

Yo sentí gozo inefable de que mi Biblia estaba segura.

Corrí a mi padre, le abracé, le besé y le agradecí su victoria. Y para compensarlo, en mi sencillez de niño, me subí a la mesa grande y en mi mejor estilo, recité la pelea entre David y Goliat.

Por supuesto, en mi mente, mi padre era David y el sacerdote de Roma era el gigante a quien la pequeña piedra del arroyo había derribado.

Tú conoces, Oh Dios, que a esa Biblia leída en las rodillas de mi madre, yo debo, por tu infinita misericordia, el conocimiento de la verdad que tengo hoy; porque ella mandó a mi joven corazón inteligente, rayos de luz que todos los sofismas y errores de Roma nunca pudieron extinguir.

Ver el archivo adjunto 3310369o

Ese cuento es tan falso que ni siquiera los nombres de los actores están bien.

Chiniquy es el sacerdote y no el padre de familia amenazado.
Carlos Chíniquy - Wikipedia, la enciclopedia libre

Asi son todas las anécdotas anticatólicas de ustedes.
 
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Reacciones: Jima40 y lobolobizon
Ese cuento es tan falso que ni siquiera los nombres de los actores están bien.

Chiniquy es el sacerdote y no el padre de familia amenazado.
Carlos Chíniquy - Wikipedia, la enciclopedia libre

Asi son todas las anécdotas anticatólicas de ustedes.
Seguramente Reina y luego Valera tuvieron una vida feliz al traducir la Biblia al castellano y pasaron sus vidas escondidos y alejados de la Inquisición Española.
 
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Reacciones: Daniel Flores
Reina Valera original ser 73 libros, no 66.
 
Bueno, al menos reconoces que, la iglesia católica puede decir alguna verdad
Te agradezco tu sinceridad

La única verdad es que son la Gran Babilonia , haciendo de la salvación de Jesucristo una religión que no salve a nadie, sin Espíritu Santo , sin Jesucristo y sin Dios.​

 
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A todos ustedes irresponsables,soy salvo hasta la médula y no fue por el bautismo ,sino por el arrepentimiento genuino de corazón y por la sangre derramada de Jesucristo en la cruz y ya dejen las pavada teologicas de la hostia como algo mágico y es un acto carnal que sin la predisposición genuina de corazón arrepentido no sirve para nada y que todos los domingos tengo que tomarla es como el perdón de la ley ,ya que había que repetirlo una y otra vez y esa no es la salvación de 'Cristo y que cubre los pecados pasados, presentes y futuros ,los que reciben su Espíritu porque esa es la verdadera salvación ,una intervención espiritual ,cosa que sus curas no saben ,ni enseñan.
Sea consecuente y honesto

!No le están preguntando si es salvo o no!
La pregunta que le hace Sebas S es:
¿Los bautizan o no los bautizan?

Usted dice que no responde porque la pregunta es una FALACIA
y no es verdad
Una afirmación es la que puede ser una falacia
No una pregunta simple

Si fuera una pregunta compleja o compuesta, podría ser que constituya una falacia, pero tendría que demostrarlo

No sea cobarde y responda con honestidad cuando se le pregunta
 
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La única verdad es que son la Gran Babilonia , haciendo de la salvación de Jesucristo una religión que no salve a nadie, sin Espíritu Santo , sin Jesucristo y sin Dios.​

No hice la pregunta a Robespengler
!Se la hice a usted!

Cuando la iglesia católica afirma que Jesucristo resucitó al tercer día
¿Es una gran mentira?
 
No hice la pregunta a Robespengler
!Se la hice a usted!

Cuando la iglesia católica afirma que Jesucristo resucitó al tercer día
¿Es una gran mentira?

Es un relato pero con los relatos nadie es salvo sino que es lo que dice el Evangelio de Cristo y no su falso Magisterio y la Biblia es toda verdadera y es la Palabra de Dios y por qué hacen oídos sordos .​

 
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Reacciones: Daniel Flores
La iglesia católica odia a Jesucristo y al mismo Dios ,ustedes tienen ese dios llamado virgen María y que gobierna su Iglesia ,solo hrablan de ella y su falsa intercesión.
Se te acumulan las preguntas
y aumentan tus FALACIAS

Esta es otra más
A no ser, claro, que lo demuestres

Que odiamos a Jesucristo
Que odiamos a Dios
Y, que nuestro dios es la Virgen María

Si no respondes las preguntas
Si no demuestras tus afirmaciones

Tus palabras serían solo una injuriosa calumnia
Y estarías acumulando otros pecados a la mentira
 
Sea consecuente y honesto

!No le están preguntando si es salvo o no!
La pregunta que le hace Sebas S es:
¿Los bautizan o no los bautizan?

Usted dice que no responde porque la pregunta es una FALACIA
y no es verdad
Una afirmación es la que puede ser una falacia
No una pregunta simple

Si fuera una pregunta compleja o compuesta, podría ser que constituya una falacia, pero tendría que demostrarlo

No sea cobarde y responda con honestidad cuando se le pregunta
Dios no me mando a bautizar con agua y pregúntele a los que hacen dicha tarea congregacional , no soy Pastor.