Jesucristo no es el primer sacerdote de su especie, lo es Melquisedec. Salmo 110:4; Hebreos 5:6.
Entonces son 2 y no 1.
El diablo siempre tratando de menoscabar, de desacreditar, el Sacerdocio de Cristo.
Melquisedec sólo es una figura, un tipo, del Sacerdocio de Cristo.
Es como Nabucodonosor, una figura, un tipo del dominio terrenal y gentil, su grandeza llegó hasta el cielo y su dominio hasta los confines de la tierra. Leemos:
Dan 2:37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.
Dan 2:38 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.
Melquisedec aparece en Génesis 14 sin anunciarse, sin embargo, no hay indicios de misticismo ni ninguna circunstancia que sugiera que era un personaje celestial (residente del cielo) de alto rango. Leemos:
Gén 14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;
El territorio de Salem, está asociado geográficamente a Jerusalén. Leemos:
Sal 76:2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.
Cuando David hizo de ésta la ciudad capital de Israel estaba reconociendo su antigüedad como ciudad sagrada y apelando a la vieja tradición de Melquisedec (Sal. 110:4).
Heb 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Heb 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Heb 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Heb 5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
El Señor no podía ser Sumo Sacerdote nuestro, sino hubiese estado en un cuerpo semejante al nuestro.
No solo fue necesario que participase de carne y sangre para llevar a cabo la Obra de la Redención, sino también para ser nuestro Gran Sumo Sacerdote.
Él conoce nuestro dolor, nuestro sufrimiento, él lloró frente a la tumba de Lázaro, él conoce los estragos del pecado en nosotros.
En este sentido fue perfeccionado para ser nuestro Gran Sumo Sacerdote, pues no olvidemos que el que está a la Diestra del Padre, es también un Hombre.
LA PREEMINENCIA DE CRISTO NO ADMITE LUGARES SECUNDARIOS.
Pues tal es el trato que el diablo le da a través del Catolicismo Romano, dónde hay otros poderes, otras deidades, como por ejemplo la Reina del Cielo y un hombre que se hace llama Sumo Pontífice, un pobre pecador salido de las pampas argentinas. Y a quién los cuatro gatos y dos gatas, de este tema, si tuviesen oportunidad de una audiencia con Bergoglio, lo primero que harían estos insensatos, sería arrodillarse y besarle el anillo en señal de profunda sumisión.