1. El papa Francisco responde:Como cuales?
1. A los católicos romanos les enseñan peligrosamente que ellos nacieron de nuevo en el bautismo infantil.
2. Los católicos romanos piensan peligrosamente que ellos reciben a Cristo cuando participan de la hostia de la comunión.
3. Los católicos romanos piensan incorrectamente que el sistema de su iglesia fue fundado por Jesús sobre Pedro el primer papa.
4. Los católicos piensan que Maria es su vida, dulzura y esperanza y la proclaman como tal cuando recitan el Rosario, acerca del cual ellos dicen que es la esencia del evangelio completo.
5. Los católicos piensan que si mueren usando el escapulario marrón ellos no sufrirán las llamas del infierno.
6. Los católicos piensan que los sacramentos son un medio por el cual ellos reciben la gracia necesitada para la salvación.
7. Los católicos confiesan sus pecados a un sacerdote en vez de a Dios.
8. Los católicos que leen y creen en las Visiones de Fátima están pensando peligrosamente que Maria es nuestro refugio y el camino que nos conducirá a Dios.
9. Muchos católicos solo están esperando entrar al purgatorio y allí ser purgados o limpiados de sus pecados para luego entrar al cielo.
10. Los católicos han sido letalmente engañados mal acerca de cómo demostrar su amor por el Señor Jesús.
"Nacer de nuevo es dejar que el Espíritu entre en nosotros y que sea el Espíritu quien me guíe y no yo y aquí: libre, con esta libertad del Espíritu que nunca sabrás dónde acabarás".
2. El papa Francisco responde:
"La comunión eucarística con Jesús, Resucitado y Vivo para siempre, anticipa el domingo sin atardecer, cuando ya no haya fatiga ni dolor, ni luto, ni lágrimas sino solo la alegría de vivir plenamente y para siempre con el Señor. También de este bendito reposo nos habla la misa del domingo, enseñándonos, en el fluir de la semana, a confiarnos a las manos del Padre que está en los cielos".
3. El papa Francisco responde:
"Los católicos y ortodoxos, por profesar juntos los dogmas de los primeros siete Concilios Ecuménicos, creyendo en la eficacia de la Eucaristía y en los demás sacramentos y preservando la sucesión apostólica del ministerio de los obispos, experimentan ya una profunda cercanía ( cf. Unitatis Redintegratio, 15). Hoy, en agradecimiento al Dios de amor, en obediencia a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo y en fidelidad a la enseñanza de los apóstoles, reconocemos la urgencia de crecer hacia una comunión plena y visible".
4. El papa Francisco responde:
"La reencontraremos el primer día de la Iglesia, ella, Madre de esperanza, en medio a aquella comunidad de discípulos así tan frágiles: uno había negado, muchos habían huido, todos habían tenido miedo (Cfr. Hech 1,14). Pero ella, simplemente estaba allí, en el más normal de los modos, como si fuera del todo natural: en la primera Iglesia envuelta por la luz de la Resurrección, pero también por las vacilaciones de los primeros pasos que debía cumplir en el mundo. Por esto todos nosotros la amamos como Madre. No somos huérfanos: tenemos una Madre en el cielo: es la Santa Madre de Dios. Porque nos enseña la virtud de la esperanza, incluso cuando parece que nada tiene sentido: ella siempre confiando en el misterio de Dios, incluso cuando Él parece eclipsarse por culpa del mal del mundo".
5. La Santa y Virgen María responde:
"Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías".
6. El papa Francisco responde:
"Los Sacramentos expresan y realizan una eficaz y profunda comunión entre nosotros, porque en ellos encontramos a Cristo Salvador, y por él, a nuestros hermanos en la fe. Los Sacramentos no son apariencias, no son ritos; los Sacramentos son la fuerza de Cristo, está Jesucristo, en los Sacramentos".
7. El papa Francisco responde:
"Ante todo, el hecho de que el perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Yo no puedo decir: me perdono los pecados. El perdón se pide, se pide a otro, y en la Confesión pedimos el perdón a Jesús. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo, es un don del Espíritu Santo, que nos llena de la purificación de misericordia y de gracia que brota incesantemente del corazón abierto de par en par de Cristo crucificado y resucitado. En segundo lugar, nos recuerda que sólo si nos dejamos reconciliar en el Señor Jesús con el Padre y con los hermanos podemos estar verdaderamente en la paz. Y esto lo hemos sentido todos en el corazón cuando vamos a confesarnos, con un peso en el alma, un poco de tristeza; y cuando recibimos el perdón de Jesús estamos en paz, con esa paz del alma tan bella que sólo Jesús puede dar, sólo Él".
8. El papa Francisco responde:
"Pero ¿cómo llegar al cielo? ¿Cuál es el camino? Aquí está la frase decisiva de Jesús hoy: ‘Yo soy el camino’. Para subir al cielo, el camino es Jesús: es tener una relación viva con Él, imitarlo en el amor y seguir sus pasos. Y yo, cristiano, puedo preguntarme: ‘¿qué camino sigo?. Sin embargo, el Papa advirtió que “hay caminos que no conducen al cielo: los caminos del poder, los caminos de la mundanidad, los caminos de la autoafirmación” y añadió que “está el camino de Jesús, el camino del amor humilde, de la oración, de la mansedumbre, de la confianza".
9. El papa Francisco responde:
"Para entrar en el cielo hay que ser como el buen samaritano".
10. La Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana enseña lo siguiente:
"La fe en el amor de Dios encierra la llamada y la obligación de responder a la caridad divina mediante un amor sincero. El primer mandamiento nos ordena amar a Dios sobre todas las cosas y a las criaturas por Él y a causa de Él (cf Dt 6, 4-5)".
Que el Señor nuestro Dios Verdadero le bendiga a usted y a los suyos.