Lo mismo que usted dice y hace. Le recuerdo que es usted quien llama hijos del diablo, emisarios de Satanás, y demás lindezas, a todo quien trate de sacarle de su error y le contradiga. Usted, exactamente usted, es quien obra y actúa del mismo modo que lo hicieron los fariseos. Se lo recuerdo, toda la palabra de Dios que nos comparte, no nos juzga ni condena a nosotros, sino a usted. Un servidor aún no ha llamado a nadie; ni demonio, ni hijo del diablo, ni emisario de Satanás, ni servidor de Belcebú... es usted quien lo hace constantemente.
Usted ha aterrizado hace poco aquí en este tema.
Y por lo visto, aún no está claro en la Preeminencia de Cristo.
También llega enseñando sobre el sábado judío, lo que claramente habla de su poco fondo escritural en cuanto a la Doctrina apostólica.
Afirma, solapadamente, porque no lo declara abiertamente, que Jesús resucitó el sábado.
Y recién entró, alardeó de haber comenzado una obra y ser ministro de una congregación en internet con 25.000 almas.
Es decir, todo su entorno es virtual.
Usted no es de los que se sube a un medio de transporte a predicar a Cristo, o ve una aglomeración de personas y aprovecha para predicar el evangelio.
Todo lo suyo es virtual y difuso.
Tiene una mescolanza de creencias, las cuales hacen pensar unas veces, que es católico, otras, que es adventista del séptimo día, es decir, una mazamorra completa.
Y tiene ínfulas de presentarse como el que "sabe" y a los que no estén de acuerdo, les dice: "Todavía no tiene el crecimiento que yo tengo", "pero sigan estudiando que algún día me igualarán".
Le pregunto:
¿Es usted salvo? ¿Y si se considera salvo, por qué es salvo?
No falta sino que diga que el Shabbat forma parte de su salvación.